Partida Rol por web

La sangre le chorrea brazo abajo. Se apreta con fuerza le herida con la manga de la camisa que no había cortado ¿Qué está pasando? ¿Cómo voy a salir de aquí? Dennis parece que ha tenido suerte y ha podido escapar a salvo. Mira al Dr.Arnab y se alegra de no ser él el que está allí indefenso en el suelo. Andrew gatea unos metros separándose de los zombies que acaba de matar. Piensa en qué hacer y saca su navaja del bolsillo. Después de eso...

Después de eso Andrew ya no es capaz de pensar con racionalidad. Sólo actúa. Se levanta del suelo con la navja abierta y empieza a dar vueltas sobre sí mismo con la navaja empuñada, mirando hacia todos los lados, a la par que canta:

In your head, in your head, they are crying... In your head, in your head, Zombie, zombie, zombie?

Era un buen momento para aforntar la realidad. Pero, ¿todo aquello era real? ¿O era el producto de su imaginación? ¿Se había obsesionado tanto con sus juegos cómo para volverse loco? Podría ser. Pero entonces, lo que tenía que hacer para acabar el juego sin que le mataran, era matar a todos los pnj malvados, a todos los zombies o criaturas que no cooperasen con él de una forma u otra. Y eso es lo que iba a hacer con el primero de esos bichos que se le acercara. Y con el siguiente, y el siguiente...Empezó a dar navajazos al aire mientras reía como un loco dando vueltas hacia todos los lados posibles.

El Dr Arnab prácticamente desaparece entre tres zombies que se abalanzan sobre él. Sobre ti otro tanto pero te desgarran la ropa causándote arañazos y golpes por todas partes, levantas un momento la vista y les das un empujón, te los sacas de encima un momento, ahora son tres zombies y el de la pistola alarga las manos avanzando hacia vosotros, apuntandoos peligrosamente con ese gatillo expresamente engrasado... ¿Donde está la doctora? Ha desaparecido, ya no está ahí de pie donde antes te había saludado.

No es hasta que vuelven a abalanzarse sobre él que no reacciona y vuelve a la realidad. La realidad en la que los zombies no son una invención suya y están ahí delante comiéndose al único que podía ayudarlo en esos momentos.

El tío de la pistola, que tiene un semblante prácticamente irreconocible, apunta con ella caminando hacia delante en su dirección y la que lo había saludado, la supuesta madre de la loca animadora que habían convertido había desaparecido de su vista. ¿Dónde se había metido?

Andrew buscó desesperadamente a la doctora y en su afán por encontar algo que lo tranquilizara consiguió ver una pequeña luz al final de ese horrible túnel. Un hacha. Andrew miró rápidamente hacia la escalera, al ascensor que quedaba bloqueado por el el zombie que les apuntaba y hacia el hacha. Dudó hacia dónde ir y se decidió por el hacha. No había nadie en el camino y necesitaba algo con lo que defenderse. Salió corriendo hacia el arma con la vaga esperanza de no ser ni rozado por ninguno de esos monstruos.

Das un salto pero no llegas a ningún lado, algo te coge el hombro. Horror. Estás decidido a llegar a ese hacha, ves en ella una oportunidad de acabar con ellos y más allá de ésta las puertas del laboratorio, quizá podrías esconderte en él.. ¡Y las vacunas! Si estás infectado podrías salvarte, Joder.

Uno de los zombies te agarra del pelo y te muerde directamente la cabeza, te revuelves sobre tí mismo como un pez en un canasto y avanzas a rastras, te levantas con tus brazos en una flexión y das un codazo, sientes una patada, uno de esos zombies te ha dado una patada y otro te está bajando los pantalones, algo te desgarra las nalgas, ya casi no sientes nada, estás aferrando el mango del hacha y no sientes siquiera que la tienes en la mano, te volteas, miras arriba acercando el hacha a tu pecho a fin de estar seguro que por fin la tienes...

La piel de tu espalda se arranca como celofán, en varias tiras que corresponden a las uñas de un zombie que se afana en cortarlas con sus dientes, se te echan encima, el Dr Arnab ha corrido la misma suerte... sientes un calor muy intenso en tu abdomen, es sangre. Te moja la nuca y el pelo, como dirían en las películas de Clint Eastwood: Estás frito.