Hay golpes en la puerta. Al principio, uno. Luego, varios. Voces al otro lado suplican, explican, imploran. Dicen que afuera ya no es seguro. Que tienen frío. Que tienen hambre. Que son humanos, igual que tú.
Pero tú no puedes estar seguro de eso. Desde hace semanas, han circulado historias: hay seres entre nosotros que imitan lo que somos, lo que fuimos. Creaturas que se arrastran bajo piel prestada, que copian nuestros rostros, nuestras voces, nuestros recuerdos… pero no son como nosotros.
Y ahora, llaman a tu puerta...