Partida Rol por web

Echo un poco la silla hacia atras al escuchar a David y sonrio de medio lado Total ya la habia cagado, ahora... de perdido al rio... Me digo a mi misma antes de responderle.

- Claro, aunque hasta esta noche no recuperare mi moto, asi que tendremos que tomar algo o da una vuelta... - le contesto en un tono bajo - Y no digas trapicheo que me hace aprecer una mafiosa... - le digo riendome un poco.

Buff, los horarios. Cada año los hacen más y más complicados. Salir de esta clase y meternos en esta otra... madre mía. Es como decirle al cerebro que haga el trabajo de tres o cuatro personas. Creía que el último año iba a ser menos complicado, pero al parecer... no.

Miré el horario un par de veces más y suspiré fuerte. Después me giré hacia Gimena, evitando la mirada de Carlos y le sonreí.

- ¿Qué? ¿Esta tarde noche como siempre en casa dándole a la consola? Había que decirle a Diego si quiere venir o a alguien más si quiere apuntarse. ¿Te apetece unas pizzas, cervezas y el Pro? - Le dije a la rubia sabiendo que era una oferta que no podría rechazar.

Sam observa al profesor con una ceja levantada. No cambia su expresión cuando la lía parda y desperdiga todos los horarios por el suelo.

Simplemente suspira cuando éste deja de hablar y cuando ella se iba a levantar, su amiga se le adelanta y le acerca uno.

Gracias. Dice guiñándole un ojo. Observa el horario. Genial, le quedarían algunos huecos libres o ya se los buscaría ella. Oye a Nerea de fondo.

Claro. Accede levantando la vista unos segundos de la hoja. Le pediría la tarde libre a su padre.

- Si claro, sin problemas. Como siempre, te vamos a machacar. - Sonreí. - Ahora le avisamos al Diego así ya somos cinco y podemos hacer un campeonato y si quiere venir alguien más, hay sitio, que se yo. A mis padres no les molestará, creo que esta tarde se van de viaje así que... ¡estamos solos! -

Y estar solos significaba un par de cosas.

Alcohol y piscina.

 Volvió a entrar en el aula, más distraída que nunca, teniendo la mente más en su mundo que en otra cosa. 

Pilla casi sin pensar lo de los horarios, y se sienta en su sitio, asintiendo al profesor, pero sin saber muy bien a qué asentía. 

Mira por la ventana, y luego suspira. 

Tenía que espabilarse, y lo mejor era hacerlo ya. 

Allie había entrado al aula junto a Gina, aunque parecía en trance. Miraba al techo al caminar y con mirada soñadora hasta que se da cuenta de que ya está en clase. Esboza una enorme sonrisa y saluda al profesor que acababa de entrar.

¡Hola profesor Rodríguez! Lo siento, nos distragimos.

Se excusa escuetamente aunque de buen humor, ayudando al profesor a recoger todos los horarios que quedaban en el suelo como para "enmendarse" y quedándose con uno para Dulce, otro para Yi y otro para Ander, que andaba cerca de su sitio también y todavía no había cogido ninguno.

Camina con tranquilidad hasta su sitio y toma asiento, percatándose del aparente desánimo en Gina.

¿Estás bien? ¿Ocurre algo? Tu aura se ha vuelto túrbia por un momento...

Pregunta perspicaz mientras hace algunos gestos con las manos alrededor de Gina... como si estuviera cogiendo esa suciedad en su aura y tirándola hacia otro lado.

- Bueno, bueno, se ve que habéis empezado con ganas este año. Pues vale, como es el primer día y como siempre hago todos los años, tenemos que hablar antes de comenzar el curso. Bien, con los profesores pensamos un par de excursiones para este año, a ver que os parece. -

Saqué un par de papeles del maletín y los coloqué en el escritorio, mientras me sentaba en la silla.

- La primera es a un parque de atracciones, que no voy a decir cual es por que todavía no hemos hablado con ellos para ver precios y esas cosas. Esa es la que pensamos el profesor de gimnasia y yo, la otra, bueno, es a un museo de arqueología, pensada por la profesora de lengua. Peeeeeeeero, justo a un lado hay un campo de deportes y tal vez, podamos hacer coincidir la salida del museo con algún evento deportivo, ¿no? -

Me metí dos dedos en la boca provocándome el vómito de mentiras.

- Y como era de esperar, y siendo este el último curso, deberéis pensar en vuestro viaje de fin de curso. En eso yo no me meto, claro, pero si me queréis llevar... -

Sonreí y cerré el maletín.

- Estoy abierto a cualquier idea. Después votaréis. -

- Siempre he querído ir al caribe y nunca he podido. ¿Qué te parece el caribe? ¿Cuba por ejemplo? - Dije con una sonrisa mientras pensaba en las playas caribeñas con sus arenas blancas y sus aguas cristalinas y con los tiarrones que puedo encontrar por allí. - ¿Qué opináis vosotros? -

Aunque supongo que es sólo una idea, muchos otros dirán más sitios.

Amsterdam es otro lugar que me gustaría volver a visitar. O Paris.

- ¿Nadie tiene más ideas? -

Acababamos de empezar y ya estaban con esas historias. ¡Excursiones! Esta bien y eso, pero es mejor ir sin profesores que te quiten las cosas. Me eche hacia atras en mi silla bajando la mirada, no tenia mucho que opinar en ese asunto. Al menos de momento.

-A mi me la suda, no creo que vaya...

Lo dije para mi mismo mas que otra cosa, pero en seguida me di cuenta de que lo habia dicho en voz alta. No muy alta, naturalmente, pero lo suficiente como para que me oyera alguien, dado que la gente estaba sorprendentemente callada.

Mire a mis compañeros y al profesor sobretodo cuadno empezo hablar de algo fuera de estas paredes, cuadno pregunto donde queriamos ir y que dieramos nuestra opinion me quede bastante en blanco.

 - Creo que antes de decidir un lugar habria que pensar en como pagar el viaje - Comente echando mi silla hacia atras, dejandola casi solo sobre las patas traseras y jugueteando con mi melena, cogiendola y soltandola...

Parece que se acaba de encender una bombillita encima de la cabeza de Aída. Viaje de fin de curso... ¡ñam! Abre su sonrisa y se inclina un poco hacia Gimena, pero habla en un tono perfectamente alto para que le oiga todo el mundo.

Lo del dinero se arregla enseguida, un par de fiestas en algún sitio, vendemos mecheros, camisetas... conozco a unso amigos que vendieron preservativos, ¡triunfaron! Pero el Caribe... es taaaaaaaaaaaan típico... Se aferra a su silla, como si tuviera la solución a todos los problemas del mundo. Conozco una islita en las Maldivas... ¡Quizás hasta nos podrían hacer descuento!

Le brillan los ojos, como si hubiera estado toda su vida esperando este momento.

Bien, si van al Centro Comercial, Nerea piensa mirar un vestido que vió el otro día junto a su madre. No se terminó de decidir en comprarlo, pero lleva días arrepintiéndose por ello.

Escucha al profesor nombrar las diversas actividades que se tienen pensadas para ese curso. La más importante, como todos saben, y uno de los motivos por los que desean llegar a ese último año, es el viaje de fin de curso.

Las propuestas que escucha parecen atractivas. A la joven le encantaría ir a Egipto, pero temiendo que su propuesta sea rechazada desde un principio, se abstiene de nombrarlo. Así que prefiere mantenerse en silencio escuchando los comentarios de los demás.

Parque de atracciones... museo de arqueología... ¡El viaje de fin de curso!

¿Cómo no se había acordado antes de él? A Allie también le brillan los ojos mientras va escuchando las palabras del profesor.

En este caso estoy de acuerdo con Aída. ¡Es el viaje de fin de curso! ¡Nuestro ÚLTIMO viaje de fin de curso! Sea como sea, nos buscaremos la vida para pagarlo, tranquila... Lo importante es que podamos ir todos nosotros. Sea como sea.

Vuelve a recalcar las últimas palabras, hablando con emoción no contenida.

 ¿Viaje de fin de curso?....Transilvania...

Sus pensamientos para ella quedarian, pero una leve sonrisa se habia puesto en su rostro al pensar en aquel lugar, donde Vladel empalador vivió sus dias antiguos. Estaria bastante interesante visitar aquellas tierras. Pero sabia que nadie querria ir a un lugar como aquel. Asi que seria una opcion a tratar con su tia al volver a casa.

Al igual que algunos, ella no da propusta aun para el viaje de fin de curso, al fin y al cabo, nadie aceptaria su propuesta, estaba sergura...no tenian los mismos gustos...

¿ya hablando del viaje de fin de curso? - se sorprendió por lo rápido que se había dicho ya. No pudo evitar reirse cuando la "pija" de la clase habló - ¿Conseguir un descuento? madre mía... - pero aún con todo le pareció buena idea - pues si consigues ese descuento yo digo de ir a las Maldivas - dijo en voz alta echando hacía atrás en su silla con un brazo colgando cayendo por el respaldo de la silla y el otro apoyado en la mesa, amén de tener la espalda en la pared.

El chico escuchaba las propuestas de sus compañeros sin poder evitar una pequeña sonrisa al recordar algunas películas americanas sobre chicos de instituto preparando su Viaje Fin de Curso.

Mientras haya libertad de movimiento, y cosas interesantes para hacer... cualquier sitio es bueno para el fin de curso. Comentó Yi en voz no muy alta con quienes estaban cerca.

Al fin y al cabo de la diversión nos encargaremos nosotros in-situ, ¿no?

Tomo una de las hojas con los horarios y la meto en mi mochila. Mas tarde la añadiría al móvil y a otra cosa. Total, vengo a las clases a pasar el tiempo mas que otra cosa...

Luego escucho los rumores de viaje de fin de curso pero no les presto demasiada atención. Si todo marchaba bien, al terminar me iría de interrail, así que el dinero seria mejor usado en ese proyecto.

Me giro hacia Irgala, mirándola moverse y viendo su sonrisa. Una sonrisa aunque leve ya era una victoria hoy, así que sonrío sin poder evitarlo también.

- Bueno, veo que tenéis muchas ideas. Y todas parecen ser provechosas. - Dije mientras sacaba algunos libros del maletín y los dejaba sobre el escritorio. - Hay mucho que preparar, sobre todo como dice Aida, el tema de la financiación es algo importante, pero tenemos mucho tiempo. Ahora, empecemos con la clase. -

La clase comenzó rápidamente, cuando todos abrieron sus cuadernos y comenzaron a escuchar al profesor, que empezó fácil y con un repaso de lo que habiáis visto el año pasado. La clase no era muy complicada, además, la forma de dar clases de Roberto era amena, haciendo participar a todo el que quiera de sus teorias y dejando estar a los que prefieren estar callados sin decir nada.

Claro que cuando había que poner las notas, se preocupaba mucho por ser justo. Si alguna vez reprobaba a alguien, lo hacía con tanta justificación que nadie le podía discutir nada cuando te ponía una baja nota. Y como siempre, daba muchas oportunidades de levantarla con algún trabajo.

Tras unos cuarenta minutos la clase terminó.

El profesor se despidió de todos con un saludo con la mano y os deseo una buena tarde. El timbré sonó dos minutos después de que él se hubiera levantado de su escritorio.

Como siempre, a tiempo para el último recreo.