Partida Rol por web

Todos los allí presentes oímos el chasquido de la compuerta abrirse después de que el soldado tire por accidente de la cadena prendida en el cadáver de Jean. Karina y yo nos miramos sin decir nada, temiéndonos lo peor, mientras algunos de los hombres de Is Zinai se asoman curiosos a la cámara secreta.

De repente, la explosión en el pasillo del fondo y el enjambre de insectos surgido del interior de la puerta secreta hacen que salgamos corriendo atemorizados. Sin ninguna salida posible salvo el tobogán, nos dirigimos a él, mientras muchos de los soldados son fulminados por la bandada de insectos hambrientos.

“¡Por aquí, rápido! ¡La única salida posible está aquí!”- indico a todo aquel que me encuentro en mi precipitada huida.

Intento entre la confusión el humo y las rocas caidas por la explosión encontrar el tobogan con Hakim

Los escarabajos se han ocultado por el ruido de la explosión:

Los chillidos y ruidos de insectos se escuchan tras la explosión y al quedar el pasillo abierto.

Te Parece más un sonido de "pirañas" en lugar del típico ruido de insectos.

Pero lo que te hace poner los pelos de punta son los gemidos de los soldados y hay algo más.

Sucede que por el pasillo también has escuchado un chillido aterrador de mujer es la de... La de tu compañera Karina, el sufrimiento del chillido te puede hacer perder la razón.

Tira ingenioso dificultad +3 para ver cuantos puntos de estrés te causa estos terroríficos sucesos (recuerda que una vez se tire se puede narrar y modificar la tirada con tus aspectos acompañados de PD que dan +2)

Karina se desorienta por el pasillo sin querer entre la confusión, mientras Hakim intenta avisar a la gente que le sigan y Is Zinari lo intenta (tal vez se salve por Hakim).

Una lanza se acitva y le atraviesa a Karina el muslo queda apresada, atrapada por la lanza que se clava con fuerza en el suelo, el muslo de Karina pierde mucha sangre y los insectos son atraidos por este olor en segundos  Karina es consumida y solo queda de ella los limpios huesos, el grito de terror llena el lugar y pone la carne de gallina es una vivencía terrorifica que pocas mentes podrían soportar ese chillido de TERROR.

Tira dificultad +3 en Ingenioso para no recibir daño de estrés mental por ese terror (recuerda que se puede gastar narrando los PD que dan ´+2 y activar algún aspecto para reducir el daño)

Suerte con la tirada.

Tambien recuerda de tirar rápido dificultad +3 para llegar al tobogan sano y salvo.

El caos se arremolina a mi alrededor mientras me adentro nuevamente en la pirámide. Procuro no perder de vista a Karina y avanzar tan rápido como puedo entre el polvo desprendido por la explosión y los soldados atemorizados. Un hombre perseguido por un enjambre de esos monstruosos insectos se cruza en mi camino y, al intentar esquivarlo, pierdo el equilibrio y caigo al suelo. Reemprendo la marcha con velocidad, pero cuando fijo mi mirada en el camino hacia el tobogán, Karina ya no está. Titubeo unos segundos, forzando la visión entre la polvareda, pero soy incapaz de distinguir a la europea. Entonces, de repente, un grito estremecedor proveniente unos metros más adelante me atenaza los oídos.

“¡¿Karina?!”

Reemprendo la carrera, para, tras una lóbrega esquina, toparme con los restos mortales de la antropóloga, ensartados en el suelo por una enorme lanza y cubiertos por una masa palpitante de esos repulsivos insectos.

Siento que empiezo a desfallecer ante tal dantesca visión, cuando algo me empuja en el hombro y me agarra de él.

“¡Vamos, Wahab! Tenemos que salir cagando leches de aquí. ¡Es una orden! ¡Rápido!”

La voz atronadora de Is Zinai, tan temida por la suma autoridad que representa para mi, consigue inyectarme la adrenalina suficiente para obviar por el momento el triste cadáver de Karina y seguir huyendo en busca del tobogán.

La nube de polvo y arena comienza a asentarse lentamente y parece que ya es más fácil respirar, incluso a través del pañuelo.

Los ruidos que provienen de arriba, ahora que mis oídos dejan de pitar como consecuencia de la explosión no se parecen a los zumbidos de los escarabajos que se produjeron cuando bajamos la primera vez o cuando se activaron los ascensores, es un sonido más chirriante, más oscuro, más terrorífico, como de mandíbulas frotándose unas sobre otras...

Los gritos y los gemidos de los soldados se intensifican al otro extremo del pasillo lleno de trampas, no se que está pasando allí arriba pero no puede ser bueno, pienso mientras me pongo de rodillas sobre el suelo y me sacudo de encima el polvo y la arena que me cubre. De pronto un nuevo grito se une a los demás, esta vez es un grito de mujer, y por el tono y el acento no me cabe la menor duda de que es Karina. Pero... ¿Karina? ¿No se habían ido ya?, pienso consternado.

- Se suponía que ella y Hakim ya estarían a salvo fuera de la pirámide. ¡Nadie tenía que salir herido por que yo me quedara a seguir estudiando los jeroglíficos y los tótems! - Comienzo a hablar sin darme cuenta y acabo gritando con un ataque de nervios por la situación - ¿¡Cómo puede estar pasando esto!? ¿¡Por qué!?

Tan rápido como las circunstacias lo permiten, emprendo la carrera por el pasillo hacia el tobogán. Pocos metros tras de mi, Is Zinai intenta seguirme el ritmo, pero nada tiene que hacer a la hora de medir su rapidez con las de un corredor profesional como yo. De vez en cuando, a fin de no perderlo de vista, miro hacia atrás.

Logramos dejar atrás el caos desatado por la explosión y el descubrimiento de la cámara secreta pocos segundos antes de llegar a la entrada al tobogán. Una vez allí, retomamos el aliento.

"Se... señor, si bajamos por aquí creo que estaremos a salvo de esas... cosas. Si lo prefiere, pue... puede usar esa escalera de cuerda, pero es demasiado corta y llegado al final de esta tendrá que acabar el descenso por la rampa."

Los gritos de pánico tras nuestras espaldas cada vez se hacen más dispersos y un silencio aterrador se empieza a cernir sobre nosotros.

Hakim al escuchar el grito de Karina se queda paralizado apenas un segundo, pero es un policía que tiene cercano aun superior y logra sobreponerse con gran sangre fría intenta avanzar y salir de la zona de conflicto ¿como le habra afectado todo esto al otro ingeniero, a Samuel?.

Hakim llega hasta el tobogán, pero is Zinai es más gordo más torpe y hace excesivo ruido, llama la atención de los insectos carnívoros y voraces

(Dejarse caer por el tobogán sin tener problemas +1 df)

el reloj corre los insectos no se sacian todo es confuso pero estas seguro de una cosa ha habido una verdadera carnicería en el lugar y el peligro se palpa en el ambiente.

Ese grito fue acusador y terrorífico, sin duda era el grito de desesperación de Karina, tal vez por la adrenalina del momento te acuerdos de tu infancia y de tu época de Scout, logras mantener la sangre fría como para intentar llegar hasta el pasillo y el lugar del “pedal” si fuese necesario.

¿que estará pasando y  como estaran los demás compañeros?.

El caos reina en el lugar, no solo por los ruidos de esos seres, también por el ambiente cargado de polvo y tierra; el respirar agudamente por la tensión os hace toser por sobrecargar los pulmones de tierra y polvo.

La Adrenalina os acelera el organismo, el peligro mortal puede aparecer en cualquier momento.

El corazón os va a cien.

Estáis en el mismo espacio pero en distinta posición, (uno arriba y otro abajo), incluso tal vez os podríais oír.

Antes de sentarme en el tobogán dispuesto a alejarme de una vez por todas de esos malditos bichos, indico a mi superior de qué manera debe colocar el cuerpo para no sufrir ningún percance en el descenso. Hace un rato, antes de descender a la cámara de los ascensores, le hice esas mismas indicaciones a Samuel y este pudo aprovecharse de ellas para bajar sin problemas.

Dadas las explicaciones, me salto la cortesía y, sin ofrecerme bajar el segundo para cubrir la retaguardia, me deslizo por la rampa con el corazón a punto de estallar.

Me sobrepongo como buenamente puedo al miedo, al caos y al nerviosismo que me paraliza para acercarme al "pedal" de la entrada del pasillo, dando traspiés y tropezando conmigo mismo. Cuando llego a la entrada del pasillo me dejo caer contra la pared e intento ver algo, pero no consigo ver nada entre la nube de polvo y arena, mis ojos sucios y mi nerviosismo. Por ello me dejo caer sobre el pedal, de rodillas, para desactivar las trampas del pasillo y apartando el pañuelo de la boca grito:

- ¡El pasillo está libre! ¡Podéis bajar por el! - Con el jaleo de arriba no se si me llegarán a oír, pero hay que intentarlo.

Cuando Samuel llega al pedal y comunica que el acceso esta libre. una figura se desliza por el tobogán es Hakim, desde arriba se escucha a un hombre parece que se quedó enganchado con algo al bajar.

Una nube negra sin forma por la cantidad que se aprecia va hacía vosotros,Unos por el pasillo y otros se tiran al vació desde el tobogán)  son cientos miles de insectos en busca de carne.

su sola presencia estremece a cualquiera y va a por vosotros.

(hacer una tirada de superar para tener algo más de tiempo.

ha salido.... y ha de ser más de 1.)

Entre el polvo veo aparecer una solitaria figura deslizándose por el inclinado pasillo más que andar por el.

Entre los restos de la polvareda veo la extraña nube que parece estar formándose y que comienza a bajar hacia nosotros zumbando y moviéndose de forma bastante errática, pero continua hacia el pasillo. El sonido chirriante también comienza a sonar en la zona del tobogán que está entre nosotros y los tótems, por lo que la situación no parece muy halagüeña.

Cuando Hakim llega a mi altura lo sujeto lo mejor que puedo y señalo hacia los tótems que hay al fondo de la sala:

- Rápido, ve hacia los tótems y usa uno de los ascensores. - Lo oriento en la dirección correcta. - Del nueve al doce están sin usar y te podrán sacar de aquí... ¡y recuerda no soltar la llave-amuleto cuando llegues abajo!. - Le doy una palmada en el hombro para que comience a correr. - Yo esperaré a la señorita Eklund.

Después de orientar a Hakim en dirección a los tótems miro a mi alrededor buscando algo con lo que poder ralentizar el avance de los extraños insectos que forman la nube. Mientras busco me fijo en un saliente de roca, en la zona del tobogán, que ha quedado colgando de forma muy precaria tras la explosión que ha hecho retumbar toda la pirámide.

Sin pensarlo mucho cojo una piedra y la lanzo con toda la fuerza de la que soy capaz contra el repecho con tan buena suerte que consigo provocar un pequeño derrumbe sobre la parte baja del tobogán que cae sobre los insectos desperdigándolos.

Samuel ve como desde arriba llega Hakim, y una masa sin forma de insectos avanza en dos frente hacía ellos.

Indica al policía el lugar de los Totems y le advierte de la importancia de las llaves.

(no te preocupes esta vez hacemos avanzar la escena así).

La masa de insectos que baja por el tobogán se detiene para acabar de devorar a Is Zinai este grita desesperado como un cochinillo en el matadero. También hay zonas del tobogán que se van desprendiendo y destruyendo.

Desde el pasillo la otra masa de insectos esta apunto de llegar a la sala principal, “le queda 0,”. En invadir la zona ocupada por Samuel.

Los insectos de arriba parece que no tienen bastante con el cuerpo recién devorado y ya los primeros se tiran al vació a por más...

Parecen estos insectos incansables, insaciables y malditos, su forma de actuar es devorar todo ser vivo que pueda comprometer o descubrir los secretos que alberga la pirámide.

Parecen escorpiones, pero su forma de comportarse en comuna como un ente, solo demuestra que no son normales “¿serán pequeños demonios con forma de insecto?”

avanza y su sombra se confunde con la sombra del lugar dejando acto de presencia por su ruido capaz de atemorizar a cualquier ser raciona junto a una masa oscura que parece capaz de devorar hasta la oscuridad mismal.

Cuando mis pies se posan sobre el suelo, salgo corriendo hacia la estancia donde, hace un rato, el resto del grupo de rescate ha usado aquellos extraños ascensores. En el camino, me topo con Samuel, que me sujeta de los hombros con fuerza.

"Rápido, ve hacia los tótems y usa uno de los ascensores." - Dice mientras señala el pasillo que hay ante mi. -"Del nueve al doce están sin usar y te podrán sacar de aquí... ¡y recuerda no soltar la llave-amuleto cuando llegues abajo!" - Dicho esto, me da una palmada en el hombro. - "Yo esperaré a la señorita Eklund."

Al escuchar el apellido de Karina, recuerdo a otra de las personas que he dejado atrás en mi huida: mi superior. Obvio las recomendaciones de Samuel y rehago el camino hacia el tobogán para recibir y orientar hacia la salida a Is Zinai. No obstante, no doy más de tres pasos, cuando sus gritos de horror se mezclan con el zumbido cada vez más intenso del diabólico enjambre.

Alcanzo nuevamente a Samuel cuando este consigue, gracias al certero lanzamiento de una piedra contra una parte del tobogán deteriorada por la explosión, que restos de roca se desprendan sobre la marabunta y esta remita su avance.

"Karina ha muerto. Todos han muerto. ¡Debemos escapar de aquí cuanto antes! ¡Rápido!"

Me dispongo a emprender la carrera hacia los ascensores, cuando, inspirado por la idea de Samuel de provocar un desprendimiento en el tobogán para frenar a los bichos, detengo mis pies y tomo mi fusil.

"Pero antes..."

Quito el seguro del arma y, con la profunda ira en los ojos de alguien que está teniendo un día infernalmente complicado, lanzo una larga ráfaga sobre la zona del tobogán más dañada por la explosión. Casi la totalidad de la parte baja del tobogán, transformada por los impactos en una lluvia de cascotes, empieza a caer contundente sobre la masa de insectos que, poco a poco, en esos momentos empezaba a recomponerse y que ahora se encuentra más y más dispersa.

"¡Morid, malditos cabrones!"