Partida Rol por web

LA RADIO MAL Suena en todos los Walkies es Geend:

¿Pasa algo, se sabe de Dani?, ¿se ha visto alguna pista de él?

La traducción va bien, aunque no estoy seguro de conocer todos los jeroglíficos, por lo que estoy concentrado en ellos. Es uno de los motivos de que no me percate ni de la caída de Hakim ni de lo que ha dicho Karina hasta pasados unos instantes.

- Bien, perfecto. - Respondo a Karina cuando esta ya está dentro de la pirámide. - Voy enseguida.

Sin embargo, la voz de Eva distorsionada por la estática de los walkies y los problemas de recepción habituales, me hace fruncir el ceño, ya que el ruido es lo bastante desagradable como para atravesar mi concentración.

Bueno, el resumen es que se ha encontrado una pirámide donde se desprendió un gas causado por tantos milenios de cierre y la primera expedición quedo contaminada y puesta en cuarentena a unos metros de nuestro campamento.

La segunda expedición (vosotros) ya no corre ese peligro ya que sea limpiado y preparado el lugar para vuestra investigación.

Por la noche uno de los infectados se escapó del campamento medico y apareció en el vuestro.

Por la mañana el hijo de la “jefa” Dani ha desaparecido se han seguido sus huellas hasta la entrada de la pirámide.

Junto a las huellas de Dani también estaban las de los compañeros Masud, Matos, Dante y Jean. Por lo que no se busca a uno se busca a varios.

Tras llegar a la pirámide (esta totalmente enterrada solo se ve la punta de piedra,) se ha bajado por un pozo de arena y cruzado un pasillo que conduce hasta la entrada de la sala principal de la pirámide.

El Catedrático Samuel Colbert sea detenido ante los jeroglíficos de la entrada, mientras Karina ha entrado dentro en busca de Jean su alumno y siguiendo las huellas dejadas por Dani.

Dentro de la sala principal Karina ve dibujos curiosos y el lugar bien iluminado por una antorcha eléctrica y potente conectado a una batería suelta de coche, también ves la mochila de Jean y las huellas de Dani que conducen hasta un pasillo estrecho, húmedo y mal iluminado por no llegar bien la luz.

Este pasillo queda interrumpido su acceso por una puerta de piedra y metal pulido (parece un espejo) en el suelo se ve el cinturón atrapado y presionado por la puerta de piedra y metal, es el cinturón de Jean. Todo indica que ha pasado de alguna manera a la otra parte de la puerta o quedo aplastado por esta.

Así que Karina comienzas ya desde el pasillo, el cinturón de Jean y la puerta cerrada de piedra forrada con metal pulido.

¿Que haces?

Espero que el RESUMEN os sirva para poneros al día.

Sobre Dante …

Dante tu por la noche escuchaste unos ruidos y viste a fuera del campamento a Matos que temiendo por las travesuras de Daniel este seguía al crio.

Tu seguiste los pasos de Dani y Matos y te encontraste a Masud con un libro de notas escribiendo como siempre suele hacer.

Le comentaste lo de Dani y Matos y ambos os pusiste en marcha Para reuniros también con Matos, ahora los tres trás dar las nuevas estabais siguiendo a Dani, cuando llego a la pirámide y bajo por el pozo fue cuando se le llamó la atención y el crió se asusto y bajo rápido sabiendo que le ibais a reñir .

         Tras bajar vosotros y por el peso la cuerda con forma de escalera cedió y al caer perdiste el conocimiento.

Ahora tras escuchar a Karina te has despetado en un rincón apartado de la pirámide, Karina parece que sigue las  huellas de Dani y se interna por el pasillo más oscuro de la pirámide este tiene una puerta de piedra forrada con  metal pulido.

Y estas ya en escena.

 Te despiertas y ves el lugar iluminado y a Karina que no te ha visto entrar en el pasillo.

Ella no sabe lo que os ha pasado por la noche solo ve las huellas de Dani hasta la puerta del pasillo.

¿que haces? 

Samuel se queda anotando los jeroglificos y dibujos nunca vistos, para su posterior investigación mientras Karina se adelanta asustada al recinto iluminado por la antorcha electrica abatería.

Sigue las huellas de Dani y busca también a Jean su Alumno. 

Arquea las cejas ¿Qué es esto? ¿Qué artilugio....? -Samuel, mira esto- llamo a su compañero a ver si entre los dos podían sacar algo en claro de aquel artilugio, igual estaban ante un hallazgo único.

Sigo concentrado copiando los jeroglíficos, el encontrar unos nuevos puede revelar una nueva rama de la cultura egipcia, dar luz a algún período oscuro de su historia, cambiar la concepción actual de los jeroglíficos o ser un callejón sin salida, por eso es importante documentar bien tanto los jeroglíficos en si mismos, como su ubicación y distribución.

Desde el interior de la pirámide me lleva la voz de Karina, algo apagada por la distancia, el hecho de que ella esté dentro de la pirámide y, principalmente, que ahora mismo toda mi atención está centrada en las columnas de la entrada.

- Hmmm... esto... ¿perdón...? - Comienzo a murmurar unos segundos después de que ella me llamara, antes de levantar más la voz para responderle. - ¡Ah! ¡Si, señorita Eklund! Enseguida voy, estoy terminando de copiar esto.

​Mientras termino de copiar los dibujos una pequeña parte de mi cerebro parece acordarse durante unos instantes de Dani pero el pensamiento queda ensombrecido entre la actividad febril para copiar los jeroglíficos lo mejor posible.

-¿Kar... Karina? alcanza a pronunciar Dante con la mente aún entumecida y el cuerpo dolorido por la repentina caída.

Comienza a recordar qué le ha llevado a este lugar y la imagen del niño asustado descendiendo por la cuerda adquiere forma en su cabeza. -¡Dani! exclama, poniéndose en pie con dificultad pero con renovada energía por la urgencia de la situación.

Mientras Samuel Colbert esta inmerso en sus apuntes escucha la voz de Karina, esta voz suena alarmante.

Fue entonces y algo aturdido aún, que se escucha en un rincón de la sala del templo a Dante, y una figura entre las sombras se va poniendo en pie con renovada energía.

Por los que tenemos dentro del templo a Karina y por lo visto a uno de los desaparecidos por la noche a Dante.

En la entrada esta Samuel y a Hakim.

Pero no termina ahí la cosa pues Eva Geend preocupada por no tener noticias de vosotros se ha aproximado con un Jeep al lugar.

Esta comienza a bajar por la cuerda que queda para unirse con los demás los walkies hacen interferencias y no tenía noticias vuestras.

(Eva comienzas tu interpretación tras bajar por la cuerda y ver al fondo al señor Samuel y al policía turístico Hakim.)

En eso escuchas en el interior de la pirámide a Dante llamando a Karina, (es uno de los desaparecidos por la noche junto a tú hijo Dani).

Karina si por una de estas intentas estirar del cinturón de Jean aplastado por la pesada puerta, este está completamente enganchado; y si alzas la vista hacía la entrada por la que viniste, ves a Dante levantándose desde un apartado rincón a unos 12 metros de tí.

¿que hacéis?  

Escucho su nombre y se dio la vuelta, viendo a Dante, y fue corriendo hacia él -¡¡Dante!! ¿que os ha pasado? ¿estas bien? ¿y los demás?- le ofreció apoyo en ella, pues no parecía estar muy estable. Luego miro hacia el cinturón de Jean, mierda ¿donde estará este estudiante? -¿Has visto a Jean? me tiene muy preocupada sobre todo desde encontrar su cosas y su cinturón trabado en esa... puerta- mira el cinturón preocupada mordiéndose el labio inferior, solo esperaba que no corriese él la misma suerte que su cinturón.

No sé el tiempo que ha pasado desde que se han marchado, pero en cuanto empiezo a notar que se pierde la comunicación con los walkies no lo dudo y voy a su encuentro. Cojo el Jeep y arranco. Acelero y me planto allí en muy poco tiempo. Casi me tiro del Jeep en marcha.

Cor una maestría que no sabía que tenía comienzo a bajar por la cuerda.

- Los walkies hacían interferencias y...-explico mientras bajo pero mi voz se corta al escuchar a alguien gritar el nombre de mi hijo.

"Esa voz... es de ¿Dante?" pienso para mí mientras acelero mi descenso.

Al primero que me encuentro es a Samuel.

-¿Dónde está?-le increpó.

Pero no espero a que responda y ando hacia donde escucho las voces del resto y veo a Dante.

-¿Dónde está mi hijo?-le increpo sin pararme a mirar el estado en el que se encuentra. 

La imagen de la rubia inclinándose en el borde del pozo y mostrando su redondo y sublime trasero me deja todavía más inmerso en mis fantasías, más calientes que el mismísimo desierto que me rodea. No es hasta que los dos científicos europeos desaparecen por la negrura del agujero , cuando vuelvo a la realidad y, tras unos minutos, tomo consciencia de mi entorno.

"Hakim, por favor, échate novia de una vez..."

Escucho algunos murmullos provenientes desde el fondo del agujero cuando me dispongo a bajar por él. Abajo se vislumbra algo de luz, cosa que me tranquiliza, ya que, al no contemplar la posibilidad de tener que entrar en la pirámide, no había incluido en mi equipaje ninguna fuente de luz artificial.

Llevo a cabo el descenso sin problemas, hasta que, a medio metro del suelo, el inesperado crepitar del walkie hace que me desconcentre y apoye mi peso sobre una roca suelta. Irremediablemente, caigo al suelo.

"¡Me cago en la...!"

Me froto dolorido el muslo izquierdo mientras me levanto del polvoriento suelo y la vista se me empieza a acostumbrar a la penumbra. Ante mi se abre un pasillo que desemboca en una gran puerta de piedra llena de jeroglíficos e iluminada por una mortecina luz que se filtra tras ella. La silueta de Samuel parece contemplar absorto las inscripciones, mientras la voz de la que parece ser Karina grita algo desde detrás de la tapia.

Poco a poco, empiezo a caminar por el corredor, cuando desde el interior del templo, alguien, un hombre, grita el nombre del niño. Empiezo a aligerar el paso en el momento en que algo parecido a un trozo de tela me roza el brazo. Logro acallar el sobresalto y mis ojos, ya completamente acostumbrados a la semi oscuridad, reconocen la figura de Eva, la jefa, embozada en un pesado pañuelo de beduino, adentrándose con rapidez por el túnel.

"¿Pero qué coño hace esta aquí?

Logro alcanzarla cuando esta llega a Samuel, que todavía sigue contemplando la puerta.

"Señora, ¿se puede saber porque ha abandonado el campamento sin que...".

No acabo la frase cuando la mujer, con el rostro desencajado por la preocupación y sin percatarse de mi presencia, cruza la puerta.

"Hakim, se te están yendo las cosas de las manos. Si no quieres que Amenhotep te ponga a hacer guardias nocturnas hasta la jubilación, toma el control de la situación. ¡Ya!"

Me dirijo a Samuel con voz firme y le pido que me acompañe. Dicho esto, cruzo la puerta con la intención de reunir a los europeos y así evitar que a nadie le ocurra ningún imprevisto. En el interior de la sala, bañados por la luz de los focos, me encuentro a las dos mujeres, Eva y Karina, rodeando a uno de los científicos desaparecidos, Dante, que luce un rostro visiblemente contrariado.

A grandes zancadas, alcanzo al europeo. Lo examino, buscando alguna herida.

"¿Qué le ha ocurrido? ¿Sabe dónde están los demás? ¡El niño! ¿Ha visto al niño?"

El interior es amplio, triangular, lleno de jeroglíficos y dibujos extraños muy bien conservados, huele a hongo y la respiración se hace un poco pesada y cargante.

No se ve nada aparte de los dibujos y un pasillo en el que se accede por su estrechez de una en una persona en fila india, pero es alto, además en este pasillo su acceso es interrumpido a los pocos metros por una pesada puerta o más bien enorme bloque de piedra y metal pulido refleja vuestra imagen cuando os acercáis pero la imagen se muestra un tanto distorsionada haciendo un efecto surrealista en el suelo aplastado por este bloque esta el cinturón de Jean.

Señalar también que el lugar esta iluminado por una bateria de coche conectada a una potente antorcha eléctrica.

Al lado esta la mochila de Jean llena de latas y bebidas, un cuaderno, un lápiz y un rotulador permanente.

Cuando llega el resto de los compañeros se plantean dos misterios uno el cinturón de Jean atrapado en la puerta y el otro le preguntan a Dante sobre lo sucedido.

De pronto hay un montón de actividad, ruidos, caídas y golpes que consiguen romper mi concentración, por lo que parpadeo un par de veces para ubicarme y centrar la vista más allá de la columna que estoy copiando.

- ¿Qué ocurre? ¿Y todo este jaleo? Así no se puede trabajar - Digo en voz muy baja, casi más para mi que para los demás mientras mi cerebro comienza a procesar toda la información "exterior" que había dejado en suspenso. - ¡Dani! ¿Señorita Geend, que hace aquí? ¿Es por los walkies? - Dudo unos instantes mientras Eva pasa a mi lado a toda velocidad. - ¿Señor Thunderer? No le vi cuando llegamos...

​Tanta agitación no es buena para avanzar con el trabajo, aunque tras unos instantes continúo copiando jeroglíficos.

Centro mi atención en el seór Dante esperando una respuesta.

"¡¿No piensa decir nada?! Maldita sea, Eva, guarda la calma. Esta gente trabaja para ti, tú eres quien les paga moveran cielo y tierra para encontrar a Dani" me digo a mi misma mientras me pongo un poco más recto y dejo un poco de espacio entre el señor Dante y yo. Está claro que si le agobio no me va a contar qué ha ocurrido.

Es en ese preciso momento que veo el cinturón colgando de lo que parece ser una puerta.

-Han debido ir por ahí... Señor Thunderer... se fueron por ahí-intentó con una voz calmada.

Por dentro hiervo de rabia, pero si quiero que esto salga bien, si quiero que los amigos de mi padre se inclinen al verme pasar sorprendidos por mi azaña debo aguantar un poco.

"¿Por qué coño tuvieron que venir aquí? ¿Y sin consentimiento mío? ¡Soy quien les paga!" pienso mientras controlo mi respiración.

Centro mis ojos en el señor Dante esperando alguna respuesta, coherente o no, una respuesta simplemente, algo que me deje dejarles bien claro a todos quien manda aquí.

Una vez que ve a Dante más estabilizado y parece que no caerá de nuevo al suelo, lo apoya en la pared para separarse un poco e ir a por uno de los refrescos de la mochila de Jean, para acercárselo, seguramente estará sediento.

Luego mira a Eva cruzándome de brazos -Señorita Geend, comprendo que este completamente fuera de si por haber perdido a su hijo, pero en señor Dante ni es culpable, ni se merece este trato, por ahora es el único que hemos encontrado y el único que puede decirle algo de Dani, pero con exigencias no conseguirá nada, no es la única que ha perdido alguien, yo también he pedido a mi alumno y estaba a mi cargo y aunque Jean no sea un niño, corre el mismo peligro aquí dentro, además no tiene sentido que ponga de excusa el calor para un niño porque dentro de la pirámide el calor es lo de menos, por si fuese poco el culpa suya, una excavación no es lugar para un niño- cada vez que la veía la soportaba menos, solo le importaban ella y Dani, por otro lado comprensible, pero no eran los únicos de allí, si la echaba, tanto más le daba, trabajar para una niña rica que por casualidades de la vida había encontrado un hallazgo, no era algo que le agradase demasiado, además ya se había visto que no tenia la menor idea de pirámides y menos aun de seguridad, nada más había que ver al anterior grupo.

"Por favor, señoritas, guarden la calma. Las dos."

Retomando algo del aire viciado que nos rodea, vuelvo a dirigirme a Dante.

"¿Nos puede explicar qué ha ocurrido?"

-¿Tú me vas a decir a mí como edu...-pero no termino la frase pues Hakim se entromete. Menos mal pues no me gustaría tener que despedir a una del proyecto tan pronto.

"Eva, piensa en el éxito. Lo tienes al alcance de la mano" pienso para mí mientras miro con soberbia a mi trabajadora, porque es eso, una trabajadora que trabaja para mí.

Intento mantener la calma esperando que el señor Thunderer comience a explicarse.

Al ponerse en pie de forma acelerada siente un mareo y afortunadamente encuentra apoyo en el cuerpo de Karina que le asiste. Camina apoyado en la mujer unos pasos por el polvoriento pasillo recuperándose poco a poco. Su mirada recorre distraída la estancia para acabar en la puerta y un objeto metálico que reconoce como...¡el cinturón de Jean! De pronto sus ojos se abren de par en par y teme lo peor, aunque pronto se da cuenta de que debe atesorar esperanza o al menos conferírsela a la maestra del muchacho, por lo que relaja sus facciones.

Perdido en estas divagaciones se ve de pronto rodeado por sus compañeros que le instan a dar explicaciones, se da cuenta de que hasta ahora eran meramente un murmullo en su semiconsciencia.

Carraspea, notando el mohoso hedor del recinto que se ha instalado en su garganta y procede a relatar lo sucedido:

-Yo... comienza a decir mirando a la angustiada madre. Estaba en mi tienda, cuando de pronto escuché ruido afuera. Me asomé al exterior y ví a Matos tras el chiquillo que andaba pergeñando alguna fechoría.

-Tras decidir seguirles me encontré a Masud que se unió a la busqueda y más tarde alcanzamos a Matos.

Hace una pausa para tragar saliva y mira con avidez el refresco que Karina le tiende, pero la expresión severa y expectante de la señora Geend le lleva a retomar su narración. 

-Poco después dimos con el crío que había llegado a la pirámide y se disponía a bajar por el pozo ante lo cual le llamamos la atención para que volviera sobre sus pasos, pero hizo caso omiso y bajó aún más rápido.

-Descendimos por la abertura en pos de Dani pero la cuerda cedió y al caer debí perder el conocimiento, pues es lo último que recuerdo hasta que vi a Karina, termina llevándose a la boca un gran sorbo de la refrescante bebida que nunca le ha sabido tan bien.