Partida Rol por web

Los pasos descienden por las escaleras pesadamente y algo torpes.
Dos Chacales armados sostienen y obligan a andar a un joven (Axel) con las manos atadas delante de él con una gruesa cuerda cómo la que rodea las muñecas de Kyuu.
Sin duda alguna no está demasiado contento con la situación pero no es que pueda hacer gran cosa por evitarlo y finalmente le empujan dentro de su propia celda, que queda justo en frente de la joven japonesa.

Los guardias empiezan a marcharse mientras uno de ellos se encarga de girar la llave que cierra la puerta. En verdad las cerraduras parecen algo rudimentarias.
-Dentro de un rato vendrá Tanako...- mira a Kyuu con una sonrisa maliciosa al decir eso -O quizá Penitencia. Uno de los dos se encargará de vosotros, no seáis impacientes- mira entonces a Axel y finalmente sus pasos también se van alejando para volver a subir las escaleras y cerrar la puerta que conduce hasta ellas con un fuerte estrépito metálico.

Axel observa estoico el "paisaje" que le ofrece el "paseillo" por el castillo. Empieza a odiar ese lugar con todas sus fuerzas, pero sobre todo a los inquilinos.
La idea de estar encerrado no le hace nada de gracia, pero, cómo ya ha estado pensando desde hace rato, poco puede hacer por evitarlo.
Cuando le empujan a la celda se deja caer y queda sentado en el frío suelo de roca. Observa con desprecio como el chacal se rie de él y de la otra prisionera, y, por fin, se larga.
Hijo de puta. Cuando salga de aqui te partiré la cabeza en 7 pedazos cabrón.
Resopla y se queda mirando a la chica un rato sin decir nada, y sin cambiar su expresión de asco y furia.
¿Y la chinita esta? Es apenas una niña...Tsk
Finalmente se queda callado inmerso en sus cavilaciones. Su orgullo herido y el cabreo que le domina han hecho trizas su sentido del "humor" y sus ganas de hablar.

Mira a su nuevo "compañero" de celdas con los ojos entrecerrados, desconfiando , como él de ella. Ella tampoco dice nada , es bastante tímida , y pronto ves como empieza a sacudir y retorcer su cuerpo, como si intentara librar sus pequeñas manos de aquella basta cuerda. No parece que pretenda quedarse ahí sentada esperando a que venga Tanoko. Si al menos pudiera librarse de las ataduras y consiguiera que el guardia entre en la celda tendría una mínima oportunidad.

Tras un buen rato intentándo escurrirse de las ataduras abre por fin la boca mirando al hombre-¡eh! Macarrilla, ¿que has visto arriba? ¿cuántos son?-pregunta con un acento gracioso y algo torpe hablando el inglés.

Remueves tus pequeñas manos todo lo posible entre esas gruesas cuerdas... Y tienes la sensación de que has conseguido aflojarlas un poco pero no lo suficiente para conseguirte liberarte, aunque también puede deberse a una sensación subjetiva después del esfuerzo.
El roce de la cuerda resulta molesto y podrías acabar haciéndote daño, pero si insistes quizá podrías acabar deshaciéndote de las ataduras... Si es que realmente eso sirve de algo.

Axel observa impasible como la muchacha intenta librarse de sus ataduras. Cuando por fin desiste se decide ha hablarle. Las palabras de la chica arrancan la tipica sonrisilla que siempre lleva Axel puesta en la cara.
Joder con la niñata...Me recuerda a alguien...je!
-Macarrilla ¿eh? Deberías aprender a respetar a tus mayores.-dice en tono de cachondeo aunque se nota que sigue fastidiado por la situación en la que se encuentra.-No he visto una mierda. Esos cabrones me pusieron un saco en la cabeza. Lo único que he visto son estas putas celdas y cuatro rocas mal puestas. De todas formas desiste, no podremos escapar asi como asi. Para empezar estamos encerrados y atados, y encima tienen armas de fuego. Estarías muerta antes de cruzar las escaleras.-dice haciendo un gesto con la cabeza hacia donde salió el chacal.
No me extraña que quiera salir de aqui. Me puedo imaginar lo que son capaces de hacer estos psicópatas con una niña
-Sin contar con que estamos desarmados.- de repente se acuerda.
¡Mi navaja! Todavía la conservo...mierda no está en buen sitio...
Axel gira el tronco todo lo que puede y estira brazos y dedos al máximo. La posición es muy forzada y las cuerdas de las manos se le clavan, además la propia torsión es casi dolorosa. Con los dedos roza el mango de la navaja enganchada a su cinturón. Sigue intentándolo pero al final desiste de conseguirlo, pues sólo consigue rozar el mango con los dedos, que es insuficiente para cambiarla de posición.
Mierda...bueno, mientras no me cacheen...
Volviendo a su posición inicial vuelve a preguntar a la chica.
-Eh! ¡Niña! ¿Estás aqui desde hace mucho? ¿Cómo te llamas?-pregunta ligeramente interesado.

Sonríe tenuemente cuando le reprocha que debería respetarle más - me trajeron hoy también, me llamo Kyuu y soy la hermana del loco que dirige a estos asesinos. No se tú , pero yo ya estoy muerta.. , prefiero intentar escapar y llevarme a algun cerdo por delante. -vuelve a sonreir aunque esta vez con un aire de tristeza, parece que el ver su muerte cerca hace que se sincere con el desconocido - no tengo armas, pero si consigo librarme de la cuerda tendre mis puños al menos..-parece segura de lo que dice, aunque su aspecto sea bastante endeble como para tumbar a nadie de un puñetazo.

Sentada en el suelo vuelve a intentar sacudirse para liberarse de las ataduras, no sabía cuanto tiempo tenía hasta que vinieran a por ellos pero debía aprovecharlo al máximo. Sonrió a su "compañero", al fin las ataduras habían cedido lo suficiente como para sacar el pulgar , y tras ello, las manos completas. Aquella renacuaja valía más de lo que parecía. Acto seguido recogió algunas piedras del suelo y se las guardo por si acaso.

Necesito alambre, o horquídea, o navaja pequeña ...-murmura examinando la cerradura.

-Vaya, a si que problemas de familia, ¿eh?. Debes haberla liado mucho para acabar aqui ¿no?-dice un Axel algo más animado. Hacía mucho tiempo que no hablaba con nadie sin necesidad de cagarse en sus muertos.-Me llamo Axel, y lo máximo que se de estos tios es que están locos, pero si no nos han matado todavía será por alguna razón. Si no a mi ya me habrían despedazado como ya me dijo la zorra que me capturó. No les des motivos para matarte tan pronto...-Suena seguro de si mismo y de lo que dice, sin embargo, una mueca de asombro se dibuja ligeramente en su cara al ver como Kyuu se libra de sus ataduras.
¡Joder con la criaja! Ahora se a quién me recuerda...Me empieza a caer bien...Y yo no voy a ser menos
Con renovadas energías al ver la hazaña de Kyuu, Axel vuelve a intentar cambiar de posición su navaja. Esta vez si que consigue alcanzar su navaja. De un pequeño golpe la hace caer al suelo y después la recoge rápidamente para colocarla en el interior de su bota derecha.
-Por cierto, ya que conoces a la familia, ¿Quién está mas loco? ¿tu hermano o la zorra que se llama Penitencia? Es sólo pura curiosidad.-pregunta retomando la conversación.

¿Peni qué? No la conozco.. dudo que ninguna en sano juicio este con él, debe ser zorra psicópata como él - se queda pensativa imaginándose que clase de mujer debe ser y que aspecto tiene, hasta que vuelve a mirarle- si no nos han matado todavía es porque ellos esperar torturarnos y divertirse a nuestra costa hasta matarnos. Yo no hice nada para estar aquí y supongo que tú tampoco, pero cuantos más dias pasar encerrados , más débil estaremos para intentar nada..

Prrprppt -resopla impotente- busca por tu celda, quizás hay algo que sirva para cerradura..

Kyuu consigue deslizar las manos entre sus cuerdas, de nuevo una ventaja para un cuerpo pequeño, aunque nota cierto escozor en las muñecas pasará pronto así que no pierde el tiempo y llena sus mugrientos bolsillos con todas las piedras que puede encontrar en la celda y que más o menos puedan resultar contundentes.

Por su parte Axel consigue retorcerse lo suficiente para alcanzar su navaja y esconderla en un sitio menos visible dónde probablemente los Chacales no la verán y pueda usarla cuando menos se lo esperen.
Mira por su celda pero el "contenido" es el mismo que en el de Kyuu: un camastro anclado a la pared y algunas piedras de dudosa utilidad.

La puerta de las escaleras se abre nuevamente con su chirrido metálico característico y molesto, seguido de varios pasos descendiendo, destacando los de Penitencia por los tacones de sus botas.
Se detiene en la primera celda, la que estaría junto a Kyuu y por tanto ella no ha podido ver.

-Está vivo...- comenta algo sorprendida antes de sonreír complacida -Lleváoslo y que le cierren eso, habrá que convencerle para que se una a nosotros, tiene potencial- hace un movimiento con la cabeza y los dos que la acompañaban se enfrascan en entrar a esa celda para llevarse a alguien a rastras. Axel ya sabe quién es puesto que le vió al entrar pero parecía muerto.

Se van alejando nuevamente, sin embargo Penitencia se acerca a vuestras puertas quedándose justo en medio.
-Bien por ti- le dice burlonamente a Kyuu al observar que ha conseguido desatarse, mirando después a Axel con cierta decepción.
-Y tú qué dices, ¿prefieres que te liberemos, que te torturemos o soltar alguna de tus chorradas?- ladea la cabeza haciendo caso omiso de Kyuu ya que ella esta "reservada".

¡Oh, mierda!-la habían pillado husmeando en la cerradura y encima sin volver a ponerse las ataduras, pero parece que por suerte les daba igual. Pega la cabeza a los barrotes para observar bien a aquella mujer, inflando los mofletes de impotencia cuando ve que la ignora. Le dan ganas de abrir la boca y soltar todo lo que tiene dentro encima de aquella fulana, pero como bien le aconsejó el macarrilla no convenía acelerar su muerte. Preguntó tímida y recelosamente, aunque quizás ni se dignaran a responderla:

¿Quién eres tú?¿Dónde está Tanoko?

Axel se disponía a buscar algo en su celda, más que nada para ptener algo que hacer, cuando la puerta de la "habitación" se abre. Se pone de pie y se asoma todo lo que puede por los barrotes, viendo como los dos secuaces de Penitencia se llevan a un pobre desgraciado a saber dónde.
Vaya, al parecer el muerto de la otra celda no estaba muerto del todo...pfff, no se si eso será peor para él...
Cuando la mujer tatuada se acerca, Axel retrocede un poco y la mira desdeñoso desde la celda, mientras ella suelta sus tonterías.
-Ahora qué lo dices me preguntaba si todos los maricas de este castillo te follan a la vez o de uno en uno, y ya de paso, ¿dónde hay que coger ticket?- comenta en tono burlón y confiado como si fuera ella la que está entre rejas.

-Puedes llamarme Penitencia- la mujer mira a Kyuu inquisitivamente y de arriba a abajo, acabando por sonreír levemente cómo si llegara a resultarle graciosa de algún modo.
-Sé que está por algún rincón de la Base, probablemente ocupado... Pero tiene mucho interés en verte. Te compadezco- la mira por última vez con silenciosa seriedad antes de girarse hacia Axel con una expresión bastante más desdeñosa y burlona.

-¿Cuánto tiempo te ha llevado pensar en esa estupidez? Apuesto a que todo el trayecto- abre la puerta de la celda de Axel y desenfunda un machete envainado en su espada -Parece ser que sólo me tocan los tíos gilipollas- comenta con hastío antes de cortar el aire obligándole a retroceder cierta distancia.
Compone una sonrisa ladeada y entonces sujeta las cuerdas que le atan.
-La próxima vez apuntaré a tus pantalones- dice antes de ejercer un preciso y doloroso corte que secciona el dedo meñique de la mano izquierda de Axel.
Lo recoge y arquea ambas cejas satisfecha antes de volver a salir, limitándose a amenazarle nuevamente con el machete para que no se abalance encima de ella.

-Espero que tu compañera de torturas te enseñe algunos modales- es lo último que dice antes de volver a girar la llave en la cerradura y salir del sótano cavernoso mientras Axel empieza a perder sangre de forma continuada, quizá rebajada gracias al corte de circulación que ejercen las cuerdas.

Da un pequeño grito cuando ve lo que la mujer le hace a Axel, cerrando los ojos con fuerza y tragando saliva. Por mucho que quisiera evitarlo tenía la mala costumbre de empatizar con el dolor ajeno y en cierta manera aquello la hizo sentir terriblemente mal. Cuando la sádica se hubo largado le miró preocupada - ¿estás bien? bueno.. es evidente que no -murmura- ¡tranquilo! saldremos de esta..

Mientras el nerviosismo se apoderaba de ella le miró, sólo si cooperaban podrían salir de allí - Yo.. tengo, tengo un mechero, podría pasartelo y quemes las cuerdas para liberarte.-tuerce el labio mirándole, con el dolor que debía estar pasando seguramente no le apetecería mucho hacer nada- tienes que ser fuerte...

Mientras espera a que se decida toma una de las piedras y comienza a chocarla con fuerza contra la cerradura, intentando abollarla para quitar una de las chapas..

Axel deja entrar a Penitencia sin hacer ningún movimiento en falso. Por un momento se le pasa por la cabeza atacarla, pero rápidamente desecha la idea, sería un suicidio. Su sonrisa bconfiada no desaparece ni siquiera cuando hace el amago de cortarle, pero todo tiene su límite. De repente donde antes tenía un dedo meñique sólo hay sangre. La cara de Axel si se altera esta vez, trasformándose en una mueca mezcla de dolor e incredulidad.
-¡Aaaaaaaargh!- grita desespreado y callendo de rodillas cuando el dolor le taladra el brazo.-Jo....joder....-masculla entre dientes sin dejar de ver brotar su propia sangre con ojos desorbitados. Apenas escucha las siguientes palabras de Penitencia y Kyuu. Sólo escucha algo de "ser fuerte" y nosequé de un mechero.
Dios!...Joder! Esa puta me a cortado un dedo...Dios! Duele mucho...tengo que curarme...si no se infectará...joder...
Una solitaria lágrima de dolor y rabia recorre su mejilla.
-Dios...pe...¡pero qué coño quiere!- dice un poco más calmado.
Te...tengo que calmarme...sólo es un dedo..."sólo"....¡Maldita zorra!
-Lánzame el mechero, rápido. ¡Y estate quieta joder! ¡¿No has visto lo que me ha pasado sólo por abrir la boca?!-grita cuando ve que Kyuu sigue en su afan de escapada.

El silencio de la mazmorra es interrumpido estrepitosamente por los gritos y quejidos de Axel, cosa totalmente natural teniendo en cuenta lo que acaba de padecer, y aún así dentro de lo malo ha tenido "suerte", pues es el dedo más pequeño y con menos funcionalidad, lo cuál no el resta en absoluto dolor.

Kyuu lanza su preciado mechero, que llega a la celda de Axel sin problemas, deslizándose por el suelo parcialmente empapado con la sangre del muchacho.
A pesar de todo, la joven en lugar de mantenerse más cohibida o atemorizada renueva sus energías y sus ganas de salir del lugar, golpeando la puerta aunque no parezca la mejor idea de todas...
La cerradura empieza a aboyarse y deformarse perdiendo su forma original, pero eso no parece que vaya a afectar en demasía al cierre excepto por el hecho de dificultar la apertura con llave.

Vale, vale.. pero cuídalo bien, es lo único que conservo de.. bueno.. cuídalo bien. -saca de su bolsillo un mechero zippo con un trébol y lo abre, dejando que prenda la llama, así él sólo tendría que acercarse al mechero. Lo lanza a una altura no muy grande y este cae deslizándose hasta llegar a las cercanías de Axel - Será mejor que quemes las cuerdas y luego te ates fuerte la mano..

Resopla frustrada en sus intentos de romper la cerradura y se deja caer al suelo, mirando como su compañero trata de liberarse.

Axel, desesperado como está al ver su propia sangre brotando acerca las manos torpemente hacia la llama del mechero intentando quemar lo suficiente las cuerdas como para poder liberarse las manos. Desgraciadamente en us estado es incapaz de mantener las manos quietas y la llama del mechero no quema lo suficiente las cuerdas.
-¡Jo...joder!- reniega cada vez más desesperado.
necesito calmarme...pero...no puedo..maldita sea...
-Ky...Kyuu cuentame algo...lo que sea...paara no pensar en la herida y tranquilizarme...- dice casi suplicando a la muchacha.