Partida Rol por web

Ziyak despierta repentinamente, obviamente sobresaltado y alarmado a causa de tus gritos y movimientos, por lo que acaba incorporándose ceñudo y algo molesto.
-Supongo que las palabras cariño y suave te son ajenas...- dice mientras recoge la espada de la parte trasera para enfundarla cómo siempre en su espalda, esta vez por la parte exterior del largo abrigo.
-Aunque supongo que no soy el más indicado para hablar de eso- admite un poco más despejado, saliendo del vehículo y despertándose del todo con la brisa nocturna, la cuál se hace notar después de varias horas de viaje encerrados en el coche.

-Si encontramos un sitio viable y seguro podremos cenar algo- murmura por lo bajo, desenfundando su extraña pistola y haciéndola girar con tremenda destreza en su mano, cómo si lo hiciera de forma inconsciente mientras observa las ruinas de lo que una vez fue un pueblo acogedor de Norte América.
Apenas parece quedar alguna de las casas en pie, pero quizás haya suerte más adentro y en realidad con la planta baja o un sótano podríais apañaros...

-¿Lista mocosa? Esta vez voy yo delante- mete su linterna en uno de los bolsillos y empieza a andar algo encogido sobre sí mismo para pasar más desapercibido, llegando hasta el asfalto que todavía cubre las calles en poco tiempo, apoyándose en las paredes y asomándose por las esquinas en una actitud que podrías catalogar de extrañamente "profesional".

¿mocosa? ¡eh oye! que ya soy mayorcita.- desenfunda su Glock y le sigue agazapada, manteniendo una distancia de unos metros por si acaso. Frunce el ceño al ver su actitud de comando y decide imitarle divertida, aunque cuando la oscuridad se cierne casi por completo su sonrisa cambia por un rostro más nervioso. Maldita oscuridad, ojala fuera todo el día de dia, o tuviera ojos de gato, así se ahorraría muchos sustos.

Están todos hechos polvo..pero esto está demasiado tranquilo-susurra mientras observa alrededor- no me gusta, no me gusta un pelo..-camina tan silenciosamente que jurarías que a veces no llevas nadie a la espalda y cuando os deteneis en una esquina hace gesto de que pares unos instantes para escuchar en la noche..

Camináis por varias de las calles, por las que aún yacen restos de esqueletos tan descompuestos que ni siquiera dan asco o apestan, simplemente montones de huesos sin demasiado sentido... Lo cuál en cierta parte es positivo a pesar de que resulte macabro, puesto que significa que no ha pasado demasiada gente por ese poblado, pero habría que ver cómo se sienten los espíritus de los muertos al respecto.

La noche se va cerniendo poco a poco sobre vosotros y el pueblucho, el frío se incrementa del mismo modo pero de momento es soportable, quizá debido al movimiento.
Sigues a Ziyak en esa especie de actitud militar y él te mira a menudo de reojo para asegurarse de que le sigues, hasta que ambos os detenéis apoyados en una pared y escucháis la noche.

Nada, el silencio nocturno sólo es parcialmente interrumpido por algunos insectos y vuestras propias respiraciones, si hay algo por esa zona es lo suficientemente silencioso cómo para que no lo podáis detectar.
-Creo que deberíamos entrar ahí y pasar la noche- acaba por afirmar con seguridad tu compañero de desventuras separándose de la casa en cuestión y mirándola inquisitivamente.
Parte del techo del segundo piso está derruido, pero no debería haber problema con apostarse en el primero, aunque obviamente siguen habiendo riesgos pero eso es algo a lo que ya estáis acostumbrados, convivís con ello.

¿Koko? ¿aqui? Bueno.. de acuerdo. -asiente y le sigue al interior de la vivienda. No se oía ningún tipo de ruido lo que por una parte era bueno pero no dejaba de inquietarla. Avanzan en silencio por las derruidas ruinas de la casa, aprovechando tan sólo la luz de la luna que se filtra por boquetes del techo y ventanas. Cuando la oscuridad se va haciendo mas profunda saca su linterna para iluminar las habitaciones cerradas, en busca de una que pudiera servirles para atrancarla y pasar la noche..

-¿'Coco'...?- pregunta mirándote y repitiendo tu expresión sin entenderla ni pronunciarla demasiado bien, pero se limita a asentir confirmando sus palabras y ambos entráis con cuidado en la casa.
Decidís no adentraros en la parte izquierda ya que es dónde el segundo piso se hundió y no vale la pena arriesgarse más de lo estrictamente necesario.

Al entrar os percatáis de que muchas de las ventanas están rotas, y apenas queda algún mueble en pie y entero, así que el suelo está lleno de cristales rotos y trozos de madera que crujen levemente bajo vuestros pies.
Tras aseguraros de que en el primer piso no hay nadie ni nada peligroso, Ziyak decide subir al segundo piso, donde un par de habitaciones todavía se conservan bastante bien con cama incluida, aunque ni siquiera tiene mantas...

Buscáis por los distintos armarios hasta conseguir haceros con un par y cenáis escuetamente unas conservas algo rancias de carne sazonada en sal. Al menos llega el estómago que deja de quejarse.
-Quizá otro día podamos permitirnos el lujo de cazar algo, aunque podría ser arriesgado... ¿eres totalmente inmune al virus?- te pregunta antes de dejar la espada a un lado y sentarse en la cama con la espalda apoyada en la cabecera, ya te ha dicho mientras cenabais que montaría guardia toda la noche.

Con la tripa ya llena de aquella carne de viejo se metió en la cama de al lado, tapándose con las roidas sabanas para cambiarse y ponerse el pijama que encontró el dia anterior. Aguarda unos segunos pensativa antes de responderle - Huummmhhh. Supongo que sí, sino ya me habría infectado hace tiempo, no sé. Pero seguro que en la ciudad de la que vienes tienen la cura ¿no? si teneis pistolas láser...

Ya más cómoda se sienta en la cama y abre la mochila para esparcir el walkie-talkie descuajaringado por las sábanas. Metiendo la linterna debajo de la manta para que no deslumbre la enciende y comienza a trastear de nuevo con los circuitos, altavoces y piezas. Cuando ya lleva un buen rato debajo de la manta comienza a maldecir en japonés a todo walkitalki y a su creador -¡¡Chikusho!!!............. ¡¡Kusokurae!!.............. ¡Kuso!....-hasta que tras una hora de sufrimiento desiste y decide dejarlo para el dia siguiente de nuevo.

Prrrrmmfggggg... buenas noches -resopla tapándose con la manta y cerrando los ojos con cara de fastidio. Reparar ese cacharro se estaba convirtiendo en algo personal..

-Haberla hay, pero no es accesible a todo el mundo, no es la utopía que la mayoría imaginan al entrar- se limita a decir antes de tumbarse con una mano tras la cabeza, mirando el techo pensativamente mientras tú te envuelves bajo las mantas y sábanas probando nuevamente reparar el walkie talkie sin éxito alguno, por lo que te pones a dormir algo malhumorada tras las "buenas noches" de Ziyak.

Cuando despiertas la luz de la mañana llena parcialmente la habitación debido a las persianas rotas y en mal estado. La luz es tenue así que todavía debe de ser relativamente temprano, pero la verdad es que se está bastante bien en la cama.
Giras un poco en ella esperando encontrarte a tu "guardián", sin embargo te das cuenta de no anda por la habitación ni tampoco su espada, pero la alarma quizá se disipa parcialmente al recordar la noche anterior cuando se puso a trastear con el walkie en una habitación contigua.
Quizá esté haciendo algo similar, porque la bolsa con las piezas sigue justo dónde la dejaste y no se aprecia nada excepto un silencio incómodo y aplastante en toda la casa.

Se levanta con mejor humor que la noche anterior frunciendo el ceño al no ver a Ziyak cerca cuando despierta, pero pronto le resta importancia - si hubiera habido algún peligro me habría avisado, o oiría los tiros.. - y se cambia tranquilamente, abrigándose pues por la mañana refrescaba un poco. Se lava la cara, guarda todo en la mochila y cuando termina asoma la cabeza por la ventana un poco más preocupada, hace mas de veinte minutos que no sabe nada de él. Baja por las escaleras con una mano sobre la empuñadura de su Glock y comienza a buscarle por los alrededores o en el todoterreno.

¿....Grandullón....?

Te despejas y vistes nuevamente, sintiéndote inevitablemente algo preocupada a pesar de saber que se puede defender francamente bien.
Recoges tu arma y finalmente bajas al piso de abajo acompañada del crujido de la madera de las escaleras.
Te aseguras de que no está en esa planta y finalmente sales al exterior.

La brisa resulta revitalizante, acabando de despertarte y a la vez provocándote algún escalofrío.
La ciudad resulta menos fantasmal bajo la luz diurna, pero sigue siendo un paisaje tan devastador como siempre. Parece que una apisonadora hubiera destrozado la mitad de casas y mobiliario urbano.

Un ruido te alerta cerca de ti, por uno de los laterales de la casa.
A punto estás de apretar el gatillo debido a la tensión, pero por suerte antes de eso distingues al "grandullón" levantando las manos en gesto de rendición antes de bajarlas con una sonrisa afable.

-Hoy has madrugado... ¿te has puesto el despertador?- dice burlonamente mientras se acerca, dándote un beso en la cabeza, quizá de "buenos días".
-Vamos a ponernos en marcha, empieza a haber movimientos por los alrededores y la verdad es que no me apetece perder ese magnífico coche... Pero hoy conduzco yo- se frota las manos animado ante esa idea y entra nuevamente en la casa, saliendo al cabo de poco con vuestras escasas pertenencias y tendiénote tu mochila.

Resopla al ver que eras tú y baja el arma descargando la tensión de su cuerpo. Casi me matas del susto.. ¡no vuelvas a hacer! podias haber dejado una nota o algo no? . Se cruza de brazos cuando oye hablar de los "nuevos movimientos" y mientras él sube a por las cosas ella no para de darle vueltas al tema. ¿Habrá vistos ciervos? no , aqui no hay de eso , ¿bufaros?, no , creo que tampoco quedan.. ¿más chacales?¿infectados? bueno es posible.. -da vueltas distraida alrededor de la derruida calzada y finalmente le mira inquisitiva al salir. ¿Qué movimientos has visto?

Mientras caminan hacia el todoterreno cierra los ojos por momentos, dejando que la suave y fresca brisa matinal acaricie sus mejillas - ¿Pero tú sabes conducir? No te queda un poco pequeño el asiento? Je..-sonríe burlona y le da un pequeño codazo a la altura de la cintura - de acuerdo , de acuerdo.. -se encoge de hombros- así podre desayunar algo. Se ajusta el cinturón y mientras el conduce va devorando aquellas galletas prehistóricas que tenía desde hace un mes en la mochila..

Oye.. por cierto.. ¿tu pistola usa munición? ¿me dejas la ver?

-¿Y con qué se supone que la escribiría?- pregunta de forma retórica antes de desaparecer en el interior de la casa para salir nuevamente al cabo de poco.
-No estoy seguro, al principio creí que eran Chacales, pero me extraña que se muestren tan silenciosos... Seguro que infectados no, a no ser que conserven cierta racionalidad. Se están escondiendo- mira alrededor con atención provocando que se te pongan los pelos de punta, sintiéndote terriblemente observada.

-Quizá sólo son libertarios y tienen tanto miedo que no se atreven a acercarse, si fuera cualquier otro ya habrían atacado, ¿no?- te mira arqueando una ceja y deshacéis el camino hasta el coche mirando alrededor a menudo y comprobando que nadie os sigue.
Parece que después de todo así es y llegáis al todoterreno sin demasiados problemas.

Te devuelve una sonrisa cómplice ante tu broma imitándole y tomáis asiento, empezando a comer las galletas reblandecidas y secas con cierta desgana.
-En realidad funciona con una especie de batería muy específica, pero recargarla resulta bastante difícil actualmente...- le pides si te la deja y por un momento a punto está de desenfundarla y tendértela, pero se detiene al percatarse de que por mucho que insista el motor no arranca.
-No soy el mejor conductor del país pero... ¿qué pasa?- pregunta mirando ceñudo el volante, empezando a zarandearlo cómo si eso fuera a servir de algo antes de chasquear la lengua con fastidio y salir del vehículo abriendo el capó.
De nuevo te sientes incómodamente observada.

Oye, no intentes asustarme es imposible que hayan nos seguido. - afirma para convencerse a sí misma, aunque con el comentario de Ziyak ya camina algo mosca mirando de reojo alrededor. Observa como el motor no llega a ponerse en marcha y tras tragar el pedazo de galleta que estaba masticando mira alrededor alzando la ceja. Algo la dice que no va todo bien y lentamente va desabrochando el cinturón y desenfundando su glock. Baja la ventanilla y se agacha lo suficiente como para sólo sacar la cabeza y poder apuntar bien.

Vuelve aqui! Nos estan siguiendo y está claro que han sido ellos los que han roto el coche.. quieren que salgamos para dispararnos!-ahora sí, totalmente paranoica comienza a buscarlos entre rocas y matojos..

-Pues parece ser que lo han conseguido...- admite antes de salir del coche de forma impulsiva y poco precavida.
Por un segundo la imagen de Ziyak cayendo abatido a ráfagas de disparos acude a tu mente, pero por suerte eso no sucede y nadie dispara mientras él observa el interior del capó del vehículo.

Aprovechas para mirar lo que os rodea, lo cuál no es excesivamente difícil debido a la zona desértica que os rodea, así que quedas bastante convencida de que no hay nadie lo suficientemente cerca cómo para atacaros por sorpresa pero aún así... Es extraño, no puedes llegar a sentirte tranquila.

-El coche no va a funcionar- dice repentinamente Ziyak sacándote de tus propias cavilaciones paranoicas junto a tu ventana.
-Faltan piezas que alguien se ha dedicado a arrancar y llevarse, aunque encontráramos repuestos no sería capaz de arreglarlo- abre la puerta trasera y recoge nuevamente su bolsa colgándosela en el hombro.
-Vamos a tener que volver a andar- dice con tono malhumorado y algo fastidiado.

Kuso..- maldijo su suerte y miró hacia su compañero - pues para ser libertarios son muy "graciosos"..-respola- para un coche que conseguimos..¡como les pillemos!

Suspira y coge también su mochila, poniéndosela desganada -Por lo menos no se han llevado el mapa ni el agua..-trata de verlo de una manera mínimamente optimista y echa a andar junto a Ziyak. Habían empezado "bien" el día y transcurriría un buen rato hasta que ambos se les pasara el enfado, pero al menos seguían los dos con vida. ¿A donde iremos?¿al siguiente poblado? ¿o a buscar a esos malditos?

En realidad Ziyak ha descartado la lejana idea de que pudiera tratarse de libertarios hace un buen rato, sin embargo se guarda ese comentario para sí mismo y se limita a cerrar el capó con una sonrisa, metiendo su abrigo hecho una bola apretada en la bolsa para empezar a caminar con la pistola en la mano, algo no demasiado habitual en él.

Cargáis toda el agua que sois capaces de llevar sin excesivos problemas y el mapa, del cuál se encarga él con la ayuda de su fiel brújula.
-No creo que sirva de nada ir a buscarles ahora, ya nos esperan. Deberíamos dirigirnos al siguiente pueblo y entonces recibirlos a lo grande- aconseja frunciendo ligeramente el ceño antes de asentir y guardar el papel en el bolsillo de su pantalón.

-Vas a tener que enseñarme un poco de japonés, parece un idioma muy interesante. Yo sólo sé "arigató" y "conichiua", o algo así...- te mira de reojo esperando que empieces con tu "master class" y de paso tenerte algo más ocupada y distraída para que no vayas tan tensa y preocupada. Con uno de los dos basta.

Alza la ceja derecha mirándote y descartando la idea de que fueran libertarios - ¿Recibirlos a lo grande? entonces no seran libertarios.. ¿crees que el resto de chacales nos han encontrado?-mira inquieta a su alrededor, hasta que Ziyak consigue distraerla un poco con su aparente y repentino interés.

No,no, no arigato no.. es arigatou ,a-ri-ga-to-u. Kon-ni-chi wa. Pero eso es más aburrido, es mejor que tu empezar conociendo palabras útiles como "¡Kuso!" que es ¡mierda! , "Kusokurae!" vete a la mierda!, "bakemono" es monstruo... hmmmm - se queda pensativa, buscando más palabras adecuadas para su próximo enfrentamiento- "Koko" es aqui, "Shinu" morir , "Basho" lugar, asi que sabiendo eso esta es más complicada pero serás el más duro je.. "Kimi no shini basho wa koko da" -pone voz de tipa dura entrecerrando un poco los ojos- tú tumba será aquí...

Ríe levemente y siguió caminando mientras le corregía cuando intentaba pronunciar lo aprendido, pero su mente parecía en otro lado , en realidad llevaba años guardando esa última frase para el día en que se enfrentara a su hermano, saliera bien o mal parada había decidido que si alguno de los dos encontraba al otro le plantaría cara sin huir más...

-Es una posibilidad... pero quizá se cansan de nosotros o encuentran algo mejor que hacer dentro de poco- responde a tus primeras preguntas cómo si fuera incapaz de mentir de forma directa, aunque es probable que siga "reservándose" parte de la información.
Después os distraéis con esa especie de "juego" en el que tú eres la profesora de idiomas más descarada que pueda haber y él parece más relajado y despreocupado intentando repetir con una pronunciación medianamente decente lo que le vas enseñando.

Las horas empiezan a avanzar, el paso del tiempo es tan inexorable cómo siempre, el sol se alza con ellas e impacta de pleno en vosotros sin nada que lo suavice o contenga, ninguna sombra en la que guarecerse.
Vuestras mentes se vuelven algo más pesadas, al igual que vuestros cuerpos, cada vez más sedientos y sudorosos.

Ziyak acaba por quitarse la camiseta dejándosela parcialmente enrollada en la cabeza, dándole un aspecto algo cómico pero útil contra el aumento de temperatura craneal.
Su cuerpo está surcado por varias y repetidas cicatrices, tanto en pecho cómo espalda, además de el parche que aplicó hace dos días y ya debería haber renovado varias veces a estas alturas, pero de nuevo es un "lujo" que no ha podido permitirse.
Lo único positivo de la larga travesía y la calor es que el lugar el lo suficientemente árido como para que nadie pueda emboscaros y estar esperándoos en las sombras. Al fin y al cabo no hay ni una.

Casi al final del día, cuando el sol ya ha bajado y dejáis de sudar, distinguís un conjunto de casas a lo lejos.
No hay muchas así que quizá no se trate ni de un pueblo, puede que sea algún tipo de polígono industrial o algo similar, pero de todas formas os ofrecerá paredes y algo de refugio.

Había aprovechado la sombra del grandullón durante el viaje para que el sol la pegara menos, pero ni aún así se había librado de él. Con la lengua fuera, la cabeza gacha y los brazos caidos hacía tiempo que se había quitado todo lo que podía de encima, como él, quedándose con lo imprescindible. Ahora entendía porque la gente se moría en los desiertos y aquello de los espejismos, pues le pareció ver unos edificios tras todo el dia caminando.

A pesar de la dureza del viaje y de que su maltrecho cuerpo apenas se tiene en pie, no se quejó en ningún momento, quizás porque no tenía fuerzas ni para eso. Se detiene para beber algo de agua sin muchas ganas, pues estaba igual de caliente que ellos y tras mojarse un poco la cara examina los edificios. Daría lo que fuera por una ducha de agua helada-murmura desganada, seguro que hoy no tendrían tanta suerte y allí no encontrarían más que cuatro paredes polvorientas y un suelo de hormigón lleno de escombros..

-Dentro de poco harás esa petición con agua caliente...- se detiene y mira alrededor con el ceño fruncido.
Las horas de calor han cesado, y ya os habéis cubierto nuevamente con alguna de vuestras mugrientas camisetas. Ziyak ha dejado sus rastas hacia atrás debido a las altas temperaturas que os han estado acompañado, dejando al descubierto un pequeño tatuaje algo extraño. Pero según el sol desciende y oscurece el paisaje, la brisa nocturna va ganando terreno.

-La noche será larga y fría, pero no estoy seguro de que debamos pararnos...- se mesa la barba entre pensativo y dubitativo -¿Te sientes capaz de continuar?- pregunta finalmente mirándote de arriba a abajo.
Obviamente tu pequeño cuerpo, aún menor si lo comparamos con el suyo, no es que inspire demasiada fortaleza o resistencia aunque seas capaz de ser diestra.

Mientras Ziyak espera, tú asegurarías que has oído algún ruido a lo lejos, alguna rama quebrándose repentinamente en la oscuridad que os empieza a envolver ya que poco a poco han ido apareciendo arbustos y algún que otro árbol sin follaje a vuestro paso.
Podrías asegurar que todavía tenéis a alguien detrás, pero quizá sea una paranoia fruto del cansancio o el calor.

No deja de mirar atrás de reojo mientras avanza pesadamente. Quizás es que se esté volviendo paranoica pero hasta ahora sus sentidos nunca la habían fallado. Estaba claro que alguien les seguía, pero no podía ser un grupo muy numeroso. Alzó un poco la cabeza para mirar a Ziyak - nos están siguiendo.. les he oído, deberíamos tenderles una emboscada o.. -coge aire agotada- nos la harán ellos.

Asiente cabeceando a modo de respuesta tratando de inflarse y parecer fuerte - claro.. puedo.. seguir...caminan..-pero tras un par de pasos más sus piernas se doblan y cae de rodillas al suelo, jadeando. Su cuerpo no aguanta más y las piernas le tiemblan, por lo que se apoya con las dos manos en la tierra. Maldice su debilidad que la asalta en el peor momento y aún con la mirada clavada en el suelo murmura avergonzada - lo siento, no ...puedo más..