Partida Rol por web

Parecía que Hamakok no me iba a sacar de ese embrollo… el minotauro y la chica azul ya habían hablado. No quería ser la última en presentarse.

- Yo… yo soy Nayle, señor Malk’Evar. Soy una monje que sigue el camino de la paz siempre que me es posible y una sierva de Gond. Tengo una buena variedad de habilidades, ya sabe, viviendo en las calles y llevando un orfanato hay que ser ingeniosa jejeje – sonríe con poca gracia bastante insegura por la situación. Es evidente que es pésima vendiéndose.

La verdad es que la visita del orfanato fue interesante, estaba claro que esa ciudad necesitaba ayuda, y cuando volviera de mi misión intentaria si fuera posible ayudqar a esos pobres chicos, pero lo primero era la mision, asi que cuando fue el momento guie al extraño grupo hasta mi sensei.

La verdad es que el campamento que había montado era el pequeño, pues cerca de una ciudad con tantos peligros, el gran campamento seria demasiado atractivo para maleantes, así que comencé a caminar, saludando sutilmente a los guerreros y subordinados del campamento, siendo conocido y respetado por todos.

Llegamos hasta la carpa del sensei, y salude a los dos grandullones que estaban en la puerta, ambos habian probado mi espada en momentos tensos, claro esta sin tomar su vida, y termine de guiar a todo el grupo hasta dentro ... y deje que el diablillo se encargara de las presentaciones y negociaciones, yo no tenia nada que ver con ese tema, asi que me aparte y me coloque en un lugar estrategia donde podia vigilar a todos y a todo.

    El hombre de negocios se recostó satisfecho sobre su asiento, aunque no pasó por alto el silencio de la joven muchacha de cabellos dorados, no obstante, no quiso demorarse más en la explicación de lo que tenía por ofrecer, así que se puso a ello comenzando por extender un mapa de la región sobre la mesa.

    -Bien, comenzaré por responder a la última pregunta que ha tan sabiamente ha sabido formular nuestro amigo Gaidar. El por qué requiero de vuestros servicios es bien sencillo, por mucho que posea una pequeña fuerza armada, la mayor parte de ellos son soldados contratados para guardar mis mercancías, proteger las ganancias y a quienes conformamos mi compañía, en resumidas cuentas, son guardias y, por mucho aprecio que los tenga, fuera de la protección sus competencias son más bien... limitadas.- Esbozo una sonrisa para acompañar esa última frase y se detuvo para fijar el mapa a la tabla. -Este trabajo, por contra, es una expedición y para ella necesito aventureros y gente con dotes más variadas y con eso voy a lo siguiente. Recientemente he recibido una valiosa información sobre algo que llevaba buscando hace mucho tiempo, se trata de una vieja torre que en su día perteneció a un hechicero, no os alteréis, fácilmente podría ser anterior incluso a la gran guerra por lo que su dueño debe llevar años ya muerto. Mi interés reside en que os dirijáis a ella y os adentréis en las ruinas para traerme todo aquello de valor que encontréis y que no haya sido reclamado aún.-

    Seguidamente bajó la mirada y señaló a un punto muy concreto, uno un tanto alejado de Puerto Victoria y que se adentraba en las regiones indómitas del Este hasta llegar a alguna clase de monte o colina sobre la cual estaba escrito el nombre Järub. -Aquí es a donde deberéis dirigiros, el camino no es sencillo, tengo entendido que no muy lejos de allí una banda de asaltantes de caminos tiene establecida su base, pero con que los evitéis no deberíais tener mayores problemas. Según mis estimaciones el viaje debería de llevaros alrededor de una semana, aunque la vuelta será más breve, ya que mi idea sería que nos encontrásemos en un punto intermedio, justo aquí.- Su dedo ahora se deslizó unas leguas hacia el sur para posarse en un emplazamiento con el nombre de Zehar. -Cálculo que fácilmente podrían ser tres días, cuando nos reencontremos podréis regresar a la ciudad por medio de la calzada real, lo que sería un par de jornadas de viaje, una incluso si no paráis a descansar. Eso sí, tratad de no retrasaros, si el invierno se adelanta podríais encontraros algunos senderos bloqueados. Pero bueno, no nos adelantemos a los hechos, regresemos a lo interesante.

    -Vuestro objetivo son las ruinas de la Torre de Rhon, una reliquia del pasado que ha pasado por alto durante este tiempo, una vez allí registradla y os pagaré generosamente en razón de lo que encontréis, especialmente por todos los posibles escritos, independientemente del estado en el que se encuentren. El primer pago lo recibiréis ahora, cien piezas de oro para cada uno y otras cuatrocientas a la vuelta más las comisiones por artefactos y demás que fácilmente podría convertir vuestra suma final en no menos de dos mil piezas de oro por cabeza. Al margen de eso os facilitaré útiles, provisiones y transporte, incluso alguna otra petición que se pueda considerar oportuna. Bien ¿Alguna duda que pueda resolver? Creo que es una buena oferta que merece la pena tomar.- 

Torre, hechicero, dotes variadas, aventureros, ruinas, Järub, en el Este, banda de asaltantes, evitar, bien, una semana de viaje, regreso a Zehar, una o dos jornadas de viaje, evitar el invierno, reliquias, escritos, y… lo importante: 100 piezas de oro ahora, 400 al acabar, más las comisiones, quizás hasta 2000 piezas. Intenté evitarlo pero no lo logré, mis ojos se abrieron como platos. Al menos logré refrenar mi lengua y mantener la boca cerrada. Por mí salíamos ya. Peeero, me contuve y esperé a que a los otros hablaran primero.

Eran 500 monedas de oro aseguradas, solo por ir y echar un vistazo... y si además encontraban algo, una comisión. Brisa no pudo reprimir una sonrisa mientras el aire que la rodeaba revoloteaba discretamente su pelo. Aceptaría, por supuesto que sí...

...pero pagar ese precio era un tanto descabellado, por muy rico que fuera Malk'Evar, y toda información adicional que pudiera conseguir sería fundamental. Algo debía haber por lo que valiera la pena pagar esa cantidad a cada uno de nosotros. Puso la cara más inocente que pudo mientras ampliaba su sonrisa.

- Señor... parece mucho dinero por unas reliquias olvidadas... ¿hay algo de información que pueda ampliarnos? ¿lugares u objetos especialmente peligrosos que debamos tener en cuenta? Por mi parte no tengo problema en aceptar su generosa oferta, pero me gustaría poder disfrutar de ella a la vuelta.

Observó a sus compañeros. Contaba seguro con G1nz0 y Hamakok y deseaba que el resto se pronunciara. Como el pago era por persona prefería que cuantos más fueran, mejor.

Y Hamakok le contaría más de sus dibujos en la piel. Ella se portaría bien, seguro.

Suena demasiado bueno para ser verdad jajaja, pero apúntame, ninguna travesía anuncia sus tormentas en el puerto y las grandes canciones de leyendas no son precisamente de viajes calmados, así que aunque esta aventura no sea a la mar, tiene suficiente incertidumbre y recompensas acordes a los riesgos para picar mi curiosidad...

El minotauro se pone en pie y extiende su gran manaza hacia el comerciante... con la intención de estrecharla por sobre la mesa...

Solo me haría falta algo de equipo y comida y parto cuando todos estén listos...

El samurai sabia mas que suficiente sobre la misión ... y no tenia ni miedo ni problema ... tenia sus espadas y su determinación para superar cualquier problema o amenaza.

Las preguntas de la chica azul me hicieron dudar un momento, pero la determinación del minotauro era exactamente lo que ella pensaba y lo que quería pensar. Asintió varias veces.
- Sí, cuente conmigo, señor Malk'Evar.

    Nuevamente, Malk'Evar sonrió complacido a medido que recibía respuestas afirmativas de los hombres y mujeres que empezaban a conformar su compañía mercenaria. Sin embargo, la montaraz aún parecía tener alguna duda, por lo que la dedico unos segundos más antes de dejarlos ir a descansar.

    -Bueno, considero que es un precio razonable, quiero asegurarme de que regreséis con lo que encontréis además de pagaros por las molestias del viaje. Por otro lado, lo que más me interesan son todos los posibles escritos, los magos siempre han destacado por ser recolectores de conocimiento y uno tan antiguo sin duda habrá almacenado un sinfín de información de la era mítica, algo que estaría encantado de recuperar. El resto, bueno, tiene su interés igualmente y por ello me ofrezco a comprároslo igualmente si me lo presentáis. En cuanto a los riesgos de la torre, los desconozco, pero no perdáis de  vista que fue un taller de un poderoso mago y suelen ser bastante recelosos en cuanto a la seguridad, tened cautela por si alguna de sus trampas siguiera activa, eso es todo lo que se me ocurre por el momento.- Apuró su copa y dirigió su mirada a la salida. -Bueno, creo que eso será todo por el momento y me imagino que andaréis cansados, así que por mi parte podéis retiraros, tomad el primer pago prometido y dirigiros a Villtur para que os lleva hasta vuestras tiendas y atienda vuestras últimas demandas para dejarlas listas para mañana cuando partáis, Guinzo podrá llevaros hata él...- Alargó el final de la frase mientras volvía su atención al tiefling. -...Hamakok, me gustaría poder hablar contigo un poco más, ya sabes, ponernos al día, darte los mapas que pudieras necesitar y demás, tranquilo, no te haré perder mucho tiempo y enseguida podrás reunirte de nuevo con tus compañeros.-

Aguardo con una sonrisa y expresión distraída mientras mis compañeros se presentan. Parece que no les he juzgado mal; Nayle sigue siendo la misma de siempre, el "samurai" es rígido y aburrido como si llevara una escoba metida en un lugar incómodo, y el minotauro es directo y de sangre caliente, muy seguro de sus habilidades. Seguramente tenga razón, siempre que no le exijamos algo más complejo que golpear y pulverizar violentamente. La más interesante es la chica de piel azulada, que desde luego no me decepciona; es inocente, pero avispada y observadora, con potencial. Será mejor asegurarse de tenerla de mi lado en el futuro. En cuanto a la clérigo... bueno, se hará lo que se pueda.

"Un placer hacer tratos contigo, jefe, como era de esperar", comento una vez nos explica la misión, dando un último y largo trago para apurar la copa. "Estoy seguro de que esta gente sabrá pisar con cuidado en el lugar al que nos dirigimos, y podremos volver con bastante material como para abrir una tienda de antigüedades."

Asiento ante su propuesta. "Sin duda, será bueno repasar los detalles y aprovechar para saber cómo van las cosas últimamente. Vosotros poneos cómodos, chicos, os alcanzo enseguida."

Me quedo sentado con las piernas cruzadas y me rasco la barbilla, aguardando a que nos dejen a solas.

- Sensei ...- le miro de forma intensa ... - creo que Siman y Rodrins podría guiar a los aventureros a su alojamiento ... , pues creo que seria adecuado conocer también los planos y detalles de la misión - digo sin retirarme de mi sitio, donde siempre estoy colocado, en guardia de las posibles amenazas y como superior de seguridad del campamento.

La explicación de Malk'Evar era más que suficiente para la Genasi. Una vez su nuevo patrón hubo terminado de hablar la muchacha inclinó la cabeza sin dejar de sonreír, dando a entender que aceptaba sin problemas el encargo.

Escuchó que disponían de tiendas para descansar y algo de tiempo para prepararse. Brisa prefería dormir al raso, sintiendo el aire que la rodeaba que para ella era un elemento vital, pero en un campamento sería más discreto descansar a cubierto. Además, una tienda no era como una casa, era más abierto.

Debería ir acostumbrándose a espacios más cerrados ya que la expedición iba a ser en el interior de una torre. No era especialmente claustrofóbica, pero no le agradaba estar lejos del aire libre.

Iba a seguir a Guinzo cuando éste declaró que quería permanecer allí. Brisa también quería saber los pormenores de la misión, pero, aunque curiosa, era paciente. Ya le sería revelada la información que necesitase a su debido momento.

Se paró a la salida de la lujosa tienda principal, esperando a que alguien le guiase a la que tuvieran asignada o a que sus compañeros tomaran la iniciativa. No necesitaba nada especial, pero revisaría su bolsa por si debía añadir algo para el viaje.

Por supuesto tomó las 100 monedas de oro ampliando aún más su sonrisa, guardándolas al fondo de su bolsa.

Dicho y hecho. Allí quedaba poco que hacer. Cogí el saco de dinero. Lo primero era lo primero.
Hice una pequeña reverencia, o algo que intentaba serlo, antes de despedirme dispuesta a seguir a quien nos fuera a indicar donde podíamos descansar y dónde aprovisionarnos para el viaje.
.
Entonces el paladín… guerrero raro… enlatado… lo que fuera… dijo que quería quedarse también… Estaba claro que no pillaba una indirecta de cuando no lo invitaban a una fiesta… Bueno, ese no era mi problema.
.
Así que me quedé junto a la chica azul esperando a ver quién nos guiaba… que tampoco era que tuviera problema en perderme por aquel lugar y descubrir cosas interesantes, pero lo mismo acababa metiéndome en algún sitio en el que no quisieran que me metiera… que no era tan mala cosa, pero no era momento de arriesgarme a perder esta oportunidad de trabajo…

    -Podéis ir tranquilo, mi buen Guinzo, no es mi idea tratar asuntos relacionados con el viaje, solo haré entrega de los mapas a Hamakok y, tras ello, hablar un poco sobre cómo le ha ido desde la última vez que nos vimos, ya que no hubo ocasión para ello en la mañana.- Malk'Evar se seguía mostrando calmado pero dejaba entrever un ligero toque de advertencia dirigido al samurai por tratar de contrariarlo. -Vamos, una reunión de viejos conocidos que desean compartir un poco de su tiempo antes de que tenga que partir, pero no os preocupéis, en breve podréis juntaros de nuevo con él para que os haga entrega el mismo de las cartas de viaje o...- Malk'Evar pareció meditar sobre algo, estaba claro que la mollera del forjado era tan dura como su revestimiento, así que se giró hacia su espalda, rebuscó en el interior de uno de sus arcones y, tras poco más de un minuto, regresó sobre sus pasos hacia él espadachín con cuatro rollos de un palmo para hacerle entrega de ellos. -Así no tendréis que esperar sin motivo, toma estos son los mapas de la zona, podréis revisarlo e ir confirmando la ruta, seguro que la montaraz podrá ayudaros en esa tarea.- 

    Aún sin borrar la sonrisa y ya en pie, el mercader mantuvo tendida la mano para que G1nz0 recogiese lo que le había ofrecido y partiera de una vez para permitirle tener la intimidad que había pedido con el tiefling.

Escucho al mercader, sin embargo el mercader sabia tan bien como el que no dejaría su labor ... ese hombre lo habían sacado de una prisión por matar o hacer algo no apropiado ... y no estaba dispuesto a dejarlo en solitario junto a ese hombre, aunque fuera por su petición o incluso orden ...

- Sensei ... gracias, los mapas son de interes, sin embargo sabe bien que mi labor es protegerlo ... y si bien esta mañana he dejado esa labor a los hombres mas experimentados ... me seria deshonroso no sustituirlo una vez vuelto y defenderle al menos durante las horas de vigilia y hasta nuestra partida, ya que en ese momento sere revelado de dicha función ... - dije sin ningún cambio en mi posición o postura.

Así que sin decir nada mas, me coloque a 3 pasos de el, como hacia siempre para que tuviera la intimidad deseada, pero a facil acceso para protegerle y defenderle de todo tipo de amenazas.

Activar conjuro contenido:

• Salvación Gu1nz0: CD 15 -> 5 Fracaso
• Escuchar palabra de mando CD 15:
  • Brisa: 16 Éxito
  • G1nz0: 21 Éxito
  • Gaidar: 7 Fracaso
  • Hamakok: 17 Éxito
  • Nayle: 16 Éxito
  • Vanielle: 15 Éxito

El minotauro guardo silencio durante todo aquel momento, todos fueron abandonando y finalmente pudo ver que el hombre de hoja lata era realmente testarudo...

Venga tío, todo aquello del honor y proteger a tu jefe o sensei esta muy bien, pero joder que te acaban de dar una orden directa tratándote con el mayor de los respetos y los vas a porfiar? ojala alguno de mis capitantes hubiese sido tan amable al decirme que querian quedarse solo con una puta en su cuarto... luego volteando al tiefling y al mercader alternativamente agrego... sin insinuar que esa sea vuestra intención eh?... aunque tampoco es que fuese de mi incumbencia... una sonrisa burlona por el comentario asoma en su rostro...

Dicho esto comienza acercarse y coloca su brazo sobre los hombros del samurai y comienza a halarlo hacia afuera... Venga tío vamos afuera, revisemos esos mapas a ver si se me da tan bien leer mapas de tierra como los de mar...

Brisa esperaba paciente a la entrada cuando escuchó que la mencionaban. Su nuevo patrón le daba unos mapas al samurai, más para quitárselo de encima que para que los estudiara... y a mi me ha soltado el muerto de estudiarlos con él.

Pero a mal tiempo buena cara. Estudiar los mapas sería una buena idea, al menos para conocer el entorno de la torre. Una vez dentro de la misma perderían su importancia. Pero ella siempre estaba dispuesta a aumentar su conocimiento sobre cualquier zona, era su labor y la hacía con gusto. Además, no tengo otra cosa que hacer.

Regresó para recoger algunos de los mapas que el mercader "amablemente" les había dado, cuando observó que Gaidar intervenía en la discusión y además ponía una mano encima del guardaespaldas.

Hizo un rápido giro y tomó de nuevo el camino de la salida. Soplaban vientos de tormenta y no quería estar en medio de la tempestad cuando ésta estallase.

    Malk'Evar entornó los ojos, empezaba a cansarse de seguir teniendo que mantener aquella conversación, el samurai no quería ceder un paso y parecía que era imposible hacerle cambiar de opinión sin herir su orgullo, para colmo el minotauro había tratado de interceder de un modo... demasiado poco convencional. Presionando el puente superior de su nariz con dos dedos echó la cabeza hacia atrás mientras suspiraba mascullando algo extraño entre dientes -Bare, bare, bare...- palabras siseantes, sutiles e incomprensibles a la par que casi inaudibles con las que trató de darse fuerzas para lo que vendría a continuación.

    -Puedes descansar tranquilo, no va a pasarme nada, conozco a Hamakok desde antes de que nuestros caminos se cruzaras y de todas formas, Shalak'ir y sus hermanos se encuentran afuera por cualquier cosa que pudiera suceder. Además, te he pedido amablemente que acompañes a tus compañeros a ver a Villtur para que él pueda atender a cualquier petición acerca del viaje, incluidas equipo y armas. Tu honor se mantendrá intacto y, si tanto te urge, podrás regresar tan pronto los lleves hasta él.- Esperaba no tener que insistir más en aquello, a fin de cuentas tenía más asuntos a los que atender si mañana iba a partir a Puerto Victoria personalmente para cerrar tratos.

    Malk'Evar entornó los ojos, empezaba a cansarse de seguir teniendo que mantener aquella conversación, el samurai no quería ceder un paso y parecía que era imposible hacerle cambiar de opinión sin herir su orgullo para colmo el minotauro había tratado de interceder de un modo... demasiado poco convencional. Presionando el puente superior de su nariz con dos dedos echó la cabeza hacia atrás mientras suspiraba.

    -Puedes descansar tranquilo, no va a pasarme nada, conozco a Hamakok desde antes de que nuestros caminos se cruzaras y de todas formas, Shalak'ir y sus hermanos se encuentran afuera por cualquier cosa que pudiera suceder. Además, te he pedido amablemente que acompañes a tus compañeros a ver a Villtur para que él pueda atender a cualquier petición acerca del viaje, incluidas equipo y armas. Tu honor se mantendrá intacto y, si tanto te urge, podrás regresar tan pronto los lleves hasta él.- Esperaba no tener que insistir más en aquello, a fin de cuentas tenía más asuntos a los que atender si mañana iba a partir a Puerto Victoria personalmente para cerrar tratos.