El parroquiano sonrie a tus palabras
- Tu tranquila moza, si yo no digo que haga mal, todo lo contrario, bien que hace.
Y dicho eso se echa a reir con los demás alegremente, luego se serenan y siguen hablando de sus cosas, que si el otro dia el perro hizo tal, que si cortando leña vio una culebra otro, pues yo he visto ya hongos por no se donde, vamos, lo normal que habla la gente de pueblo.
Sonrio ante las palabras del parroquiano y lo dejo estar. Luego vuelvo hacia César.
-Porfa, ¿me conseguirías aunque sea un cruasán? el estómago me ruge- le guiño el ojo antes de proseguir.
-¿Sabes si mis compañeros de viaje continúan por acá? Tenía ganas de recorrer un poco la zona... me gustaría ir contigo pero aún estás ocupado- le sonrío abiertamente. No me molesta que sepa que me gusta.
Corregido por el narrador: Hasta que no diga lo contrario, mensajes solo para el director y yo lso editare para que lo puedan leer los demás en caso de ser necesario.
- Pues hace ya un rato bajó el del pelo largo con barba, no se como se llama. - Te contesta mientras te da una pieza de bolleria .- ¿Quieres algo de beber?
-Mmmm, seguramente ha sido Salus el que estuvo por aquí. Qué raro los demás... bah, capaz que están durmiendo todavía. Luego iré a la recepción para averiguar si aún continúan en sus habitaciones.
Miro al muchacho y asiento ante su ofrecimiento. -Si no te pongo en un aprieto, te agradecería un buen café. No puedo decir que he comenzado mi día si no he tomado una o dos tazas de café bien cargado. ¡Necesito mi dosis de cafeína!- me río ante mi propio comentario.
-Dime César... ¿a que hora termina tu turno? Así veo de estar lista para la caminata que me has prometido.
César asiente con la cabeza y comienza a preparar un café.
- Pues a las cinco de la tarde si quieres pasate por aqui y nos vamos a caminar. Espero que tengas calzado cómodo.
Te pone tu café.
- Un hermoso café para una hermosa mujer.
-¡Gracias!-sonrío un poco tonta. -Estaré por aquí a esa hora entonces. He traído zapatillas deportivas, espero que eso sea suficiente... Si no, tendrás que cargar conmigo a la vuelta- agrego sacándole la lengua en forma infantil pero divertida.
Tomo mi café y la medialuna y luego me despido de César para ir rumbo a la recepción.
César se queda mirandote mientras te alejas y luego se gira cuando uno de los parroquianos le pide otra ronda.
Paso a la recepción.
El paseo ha estado genial. El paisaje es extraordinario. Muy relajante todo cuando llegas a la cafeteria del hotel. La verdad es que tienes algo de hambre.
Paso a la cafetería llevando conmigo a Salus del brazo al tiempo que le hago señas a Luis para que se nos una. Al pasar frente a César, le sonrío y le guiño un ojo y luego me dirijo a una mesa vacía en la cual sentarme con mis amigos.
-Bueno Salus, parece que serás nuestro guía en el exterior. ¿Por donde comenzamos el recorrido?
Salus al entrar en la cafeteria le pidió a César una caña fresquita para comenzar bien la tarde.
- Pues mira, fui andando hacia un extremo del pueblo y encontre un camino a través de los árboles y las montañas que va bordeando la laguna del pueblo y terminas apareciendo justo en la entrada del pueblo por la carretera. Son aproximadamente unos seis kilómetros, pero te los recorres sin darte cuenta, porque ya te digo, el paisaje es precioso.
-¡Entonces te voy a obligar a que apures el trago porque no me lo quiero perder por nada! jajaja-. Se nota que el lugar es extremadamente relajante pues a Salus se lo ve muy feliz y yo me siento igual. La descripción que ha hecho del lugar hace que me muera de impaciencia para querer salir cuanto antes a ver el paisaje y recorrer ese agradable camino que me ha descripto.
Salus mira la hora con gesto preocupado.
- Por la hora que es, Luis deberia haber aparecido ya por aqui.
Luego se gira hacia Dana
- El paseo aunque es un poco largo, si nos vamos ahora mismo yo creo que para la hora de comer estaremos a tiempo. Pero no nos podemos entretener demasiado. Creo que es mejor comer algo antes y asi ya tenemos toda la tarde para pasear ¿no te parece Dana?
-Es raro lo de Luis... ¿habrá ido al baño? En fin, lo que propones no es mala idea. Me gustaría dar un buen paseo sin prisas- sonrio a mi compañero, el aire de montaña me sienta bien. -Sin embargo, no tengo toda la tarde...- pícara y conspiratoriamente me acerco a Salus para comentarle lo que sigue de forma que no lo oiga todo el salón. -Tengo una cita a las 5- me retiro hasta mi posición anterior con cara de misterio. El final de la tarde ya lo tengo reservado para otra persona.
Sonrío al escuchar a Dana, acabábamos de llegar, y ella ya tenía una cita. Desde luego, no había magastado el pcoo tiempo que llevamos aquí... Bueno, yo tampoco, había dado una vuelta a la zona, y eso nunca está de más. Sobre todo bella como esta... Perfecta para desestresarse y olvidarse del trabajo.
Está bien, si no tenemos toda la tarde, tenemos que darnos algo más de prisa, ya sabes, por si hay algún contratiempo.-Digo, con una sonrisa sicncera en la cara.- No querrás llegar tarde a tu cita, claro.- Río por lo bajo, preguntándome quién será la cita, al fin y al cabo, estamos en medio de la nada.-Más le vale a Luis darse algo de por, porque no le vamos a esperar todo el día.
Entonces, ¿pedimos algo para comer?
-Vale, ordenemos algo. Yo comeré una ensalada o algo así. Si voy a hacer ejercicio no quiero sentirme pesada- hago señas hacia la barra, para ver si César o algún otro empleado se acerca hasta nosotros para tomarnos el pedido.
-¿Has visto algun pueblito por acá? Supongo que debe tratarse de un lugar pintoresco.
Yo tomaré una ensalada mixta, también, no sea que las vacaciones me supongan luego mucho gimnasio.-Espero hasta que los empleados vengan, escuchando la pregunta de Dana-Bueno, ya lo verás luego, pero, es una zona muy bella y sí, podría decirse que es pintoresca.Pero lo dicho, mejor que no te diga nada, y así ves al zona con nuevos ojos.
César se acerca sonriente y toma nota de lo que van a tomar tan distinguidos huespedes.
- De segundo os puedo recomendar unos filetes de lomo de cerdo en salsa que no es nada pesado o si os gusta más el pescado trucha a la espalda. El menú del dia incluye tambien postre.
Sonrio al ver llegar a César para tomar nuestro pedido y me ruborizo un poco. La caminata que estamos programando con Samus queda totalmente relegada en mi cabeza.
-El pescado suena bien, y para la caminata me parece más apropiado. La carne siempre me da pereza luego de comer. Un agua mineral sin gas para mí además. Creo que pasaré del postre, aunque un buen café para bajar la comida no estaría nada mál-
Yo comeré los lomos, ya que lo propones, y de postre, lo más ligero que tengas. -Hago caso omiso del rubor de las mejillas de Dana al aparecer el camarero y hago un gesto de agradecimiento al mismo.-Muchas gracias, y luego me traes la cuenta a mí. Pues bueno, veremos qué tal está hoy el menú...