- Por supuesto, pues mire.- cacharrea algo en el ordenador.- Tenemos libres dos habitaciones con unas vistas a las rocas que rodean el pueblo bastante bonitas, pero si prefiere vistas al lago tal vez prefiera otra habitación. Cuando amanece el sol se refleja en su superficie haciendo un juego de luces bastante interesante. - No sabes porque pero te sientes tentado a quedarte con la habitación que da al lago, que manera de vender tiene este hombre, que léxico, que bien habla, estas decidido.- El precio por noche son 45 € iva incluido, y le incluye el desayuno, pero si desea puede contratar una media pensión o pensión completa.
Pues muy bien. Quiero la que me da la vista al lago. Y pensión completa las dos noches que me quiero quedar.
Se lo pago en tarjeta de crédito.
- Estupendo.- Eugenio saca de debajo del mostrador el aparato de cobros con tarjeta y hace todo el papeleo, te da la hoja para que la firmes y luego te da el resguardo que te quedas tu con el cargo a la tarjeta, ves que no es muy caro, solamente unos 150 €.- Pues ya esta, si me da un momento le entrego ya la llave de la habitación y le acompaño a mostrarsela.
Sigo estando sentado, mirando als musarañas, y aburriéndome soberanamente. Observo al nuevo individuo, y al no ver nada fuera de lo normal o que llame la atención, vuelvo la vista a la deslumbrante cartera que compré en la capital. Cada tarjeta tenía su huequito, y había sitio para al menos 15 tarjetas diferentes. -¡Una ganga!- Miro a mis compañeros, que parecen estar pasándolo mejor que yo, con cara de aburrido, a ver si pillaban la indirecta.
u
Deacuerdo. Cuando me da la llave y me acompaña para demostrarla, le doy 2€ de propina por las molestias.
Continua tu aventura en la escena "Habitaciones"
Me quedo sentado, hasta que, de repente, suelto, sin más dilación:
Oye, me estoy aburriendo, o hacemos algo interesante o me acuesto, hombre... Que venimos de vacaciones y nos aburrimos como ostras, ¡eso no es normal!
Los dos hombres que estaban en la barra al oir sonar una telefono salen los dos disparados por la puerta de la calle con un escueto "hasta mañana" y se van sin más dilación.
Eugenio coge el teléfono y habla durante un pequeño rato. Luego cuelga y tras ver que esos dos hombres se habian ido ya se mete hacia el restaurante.
john entra..
parecia que sin el aquí habian pasado meses*
menudo ambientazo...jejeje...parece cuando iba a visitar a mi abuelo a la residencia
bueno..bueno..¿quien se une a una ronda de cubatas?
* perdon por mi tardanza...estaba de vacas y luego entre que volví y todo pues.....
-Pues me parece que nadie porque va siendo nuestra hora de cerrar. - Inma se habia acercado a vosotros con una gamuza en la mano para ir limpiando ya la barra.- Lo siento mucho, pero vamos a cerrar ya.
Buf, cuando esto comenzaba a ponerse interesante, va que nos sacan del bar sin miramientos... Me siento un poco desilusionada, a fin de cuentas hemos ido ahí a disfrutar de un buen fin de semana relajado y nos mandan a la cama tempranito como si fuéramos niños.
-Bueno chicos, ya que no queda más por hacer, me iré a la cama, a ver si mañana arranco tempranito para dar una vuelta por el paisaje que nos rodea. Ciao!
Le guiño un ojo a César antes de salir del salón y me despido agitando la mano de mis amigos para ir rumbo a mi habitación.
me subo y sin ver por ultima vez la cafeteria digo en bajo
buenas noches
Pues si todos me abandonáis, haré lo mismo.-Digo, haciéndome el enfadado, frunciendo el ceño y arrugando el morro.-Hasta mañana, gente. Nos vemos.
Me levanto, me aliso la ropa y me dirijo hacia las habitaciones. haciendo un repaso de lo que hemos hechi ek día de hoy, poca cosa.
- Bueno, eso de que la noche es joven... era mentira, ¿no? Bueno chicos, hasta mañana.
Entonces me retiro a mi habitación.
En la cafeteria viendo que os vais empiezan a apagar las luces y tambien se oyen palabras de buenas noches y cosas del estilo.
Es ya medio dia pasado. Ves a algunos hombres en la barra charlando alegremente mientras se toman unos botellines, y ahí está él de nuevo. No puede evitar recorrerte con la mirada de arriba a abajo y sonrie de forma bobalicona.
Uno de los hombres de la barra mira al camarero, luego te mira a ti y lo vuelve a mirar a él.
- Que te van a doler los ojos de mirar tanto.- bromea, a lo que el resto de parroquianos empiezan a reirse.
Entro a la cafetería un tanto apurada pues se que es tarde. Allí está César, así que sonrío de oreja a oreja y lo saludo con la mano. En eso escucho el murmullo que provocan los cuchicheos de los hombres que allí se encuentran y no puedo evitar sonrojarme al notar que son provocados por la cara de bobo que tiene el barman ante mi llegada. Escucho el comentario mordaz del parroquiano pero ello no me amedrenta.
-Hombre no sea tan malo con él. Sepa que a toda dama le gusta ser admirada y César solo está siendo amable- sonrío pícaramente y me dirijo a la barra para ver si puedo conversar un poco con él. Sé que está ocupado, pero no pierdo nada con intentarlo.
-Hola César... ¿aún puedo conseguir algo para desayunar? se me ha ido la mañana sin darme cuenta