Partida Rol por web

 La llamada de teléfono no hizo falta: Sally esperaba a su ex-novio con ansias para felicitarlo por una entrevista bien hecha o consolarlo por no haber sido elegido. Mas allá de que la chica fuera impulsiva y un tanto desubicada, realmente se preocupaba por David... a su manera.

- ¡Oh, allí está! Quizá sería mejor que estés a mi lado... no creo que intente nada extraño si tú estás al lado mío...

 Acercándose junto a Vincent hacía Sally, David intenta llamar su atención y que saque la mirada del celular con la mano. Con una tímida sonrisa en el rostro.

¡Oh! ¡Hola David! - comentó con una sonrisa incluso antes de girarse, pero tras girarse, miró de arriba a abajo a Banes. - Oh... Hola. No sabía que tenías un jefe tan guapo, David. - la chica entonces rió y le guiño un ojo a Banes, el cual se tiró del nudo de la corbata a modo de mostrar su incomodidad.

 Forzando la sonrisa, David miró a Vincent. Con una clara mirada de: "así es ella". Luego, David se sentó en frente de Sally (no muy cerca de la mesa, para evitar otro incidente sexual) y le indicó a Vincent que se sentara a su lado.

- H-hola Sally... escucha, buenas noticias: ¡conseguí el empleo! Es genial y todo, pero... creo que necesitaré tu ayuda con el primer trabajo que me asignaron... ¿crees que puedas echarme una mano? A mi jefe aquí le gustaría supervisar todo... es algo que, por alguna razón, creo que tienes algo que aportar...

 David apoya el libro en la mesa del café, y lo desliza gentilmente hacia el frente de Sally. La mirada del muchacho iba y venía entre el libro y la chica, con un cierto nerviosismo que hasta ahora no había sentido... ¿Acaso estaba a un par de minutos de ir a la cárcel?

Sally sonreía, hasta que vio el libro, pues entonces su expresión cambió a cierta preocupación. - ¿Este libro... es real? - entonces empezó a ojear rápidamente todas las páginas, finalmente su expresión se tornó preocupada y miró a David con miedo. - Pe... Pensaba que era un sueño... Pero parece que es cierto.

Se levantó de la mesa y empezó a alejarse lentamente, caminando hacia atrás. - Pero... Es imposible, no puedo predecir el futuro ¿o si? - Sally parecía estar completamente ida. Viendo las páginas del libro, se podía ver a una mujer colgada bocabajo, partida en dos y llenando un cuenco con la sangre que goteaba. Banes tras ver el dibujo suspiró, entendía que la chica había traducido uno de los peores capítulos del libro... Pero seguían los dos traductores sin saber como lo hizo la primera vez.

 Las imágenes que a Sally le habían tocado traducir parecían de los más morbosas. Propias de un libro "maligno", como lo había descrito Vincent. Pero no podían decirle lo mismo a Sally; nadie querría colaborar con la traducción de un libro maldito. O tal vez alguien con mucha sed de poder. Como fuese, lo que debía hacer David era calmar a Sally y asegurarle a su ex-novia que todo iba a estar bien... a pesar de que no hubiera evidencia que confirmase sus palabras.

- Sally, escúchame... esto de aquí... este libro... es muy importante. Y necesitamos de tu ayuda para poder descifrar qué es lo que nos quiere decir. Tiene un secreto... que tú nos puedes ayudar a encontrar. Pero no te preocupes: es algo seguro; a nosotros no nos va a pasar nada.

 Se levantó de su asiento y se acercó a Sally, tomándole gentilmente de las manos y mirándole a los ojos.

- Necesito que hagamos esto... porque... porque yo necesito saber ese secreto. Y para eso te necesito a tí, Sally... ¿me puedes ayudar?

No. - dijo de forma seca Sally. - No me preocupa lo que os pase a vosotros, sino lo que le hagáis a chicas inocentes, malditos machistas enfermizos. - su miedo se transformó rápidamente en determinación. - Dame el libro para destruirlo o llamaré a la policía diciéndoles lo que pensáis hacer. Aunque no lo entienda nadie, solo con las fotos... ¡Quedará claro lo que queréis hacer!

 Ahora quedaba en evidencia lo que había perturbado a Sally. Ella pensaba que el objetivo de traducir ese libro era llevar a cabo rituales sangrientos contra mujeres. Y, en realidad, David no sabía bien cuál era la finalidad de traducir ese libro y qué era lo que querían todos los demás. Pero, por lo menos, él mismo solo quería que toda aquella pesadilla de despertarse una y otra vez en un mismo día terminase.

- ¿Q-qué? Pe-pero... ¿qué dices, Sally? Cómo puedes pensar que yo haría algo así... actúas como si no me conocieses... ¿realmente crees qué yo sería parte de semejantes cosas? Después de todo lo que vivimos... Sally, por favor; sabes que yo no soy así...

 Si había algo de confianza que Sally pudiese tener por David en aquel momento, el muchacho quería utilizarla para evitar volver a la cárcel. Por lo que intentó tranquilizar a Sally hablando sobre cómo era él en realidad.

Sally paró en seco y miró a David a los ojos. - Si no quieres hacer nada de lo que hay en ese libro... ¿Entonces para qué demonios quieres traducirlo? Destrúyelo David. Aquí y ahora.

Banes entonce intervino. - El problema no es lo que hay en el libro, si no el tipo de escritura, nos podría ser útil para otros libros que vengan del mismo alfabeto. Por favor, piense en la cantidad de libros que podrían perderse si no nos dice lo que hizo para traducir el libro.

 Vincent puso sobre la mesa lo que era la mejor excusa en la que se podía pensar en aquel momento. Si a Sally le preocupaba el contenido de aquel libro, entonces lo mejor era asegurarle que el contenido del mismo era irrelevante para la tarea que tenían que llevar a cabo.

- Sally, este libro actuará como una suerte de base para estudios superiores... las cosas que dicen este libro solo nos importan porque revelan la estructura de un lenguaje desconocido. Es horrible que el libro de referencia de un alfabeto sea este; lo sé... pero no hemos podido encontrar mas material con el cual hacer traducciones. Así que... por favor, ayúdanos a poder conocer más.

 La mirada de Sally mostraba desconfianza de las intenciones del dúo; y no había nada que le doliese más a David que eso. No quería guardarle secretos o engañarla, pero no veía otras opciones como para que colaborara. Solo esperaba que todo se aclarase cuando las repeticiones de ese mismo día terminasen.

Sally se rascó la cabeza, pensativa. - Yo... - se la veía dudosa, como cuestionándose todo el feminismo que tenía interiorizado por el bien de la cultura general. - Os diré como lo traduje después de que destruyáis el libro. Es mi última y única oferta, no pienso dejar que ese libro exista ni un segundo más.

 Habían llegado a una oferta superadora respecto a la reacción inicial de no querer traducirlo. Pero había que quemar el libro para obtener el método de cómo traducirlo, lo cual era contraproducente para Vincent y David. Pero debido a las mentiras dichas, no podía negarse a esa oferta. Además de que era lo máximo a lo que su ex-novia podía acceder.

- ¿Qué... qué dices, Vincent? ¿Hay algún problema con que... destruyamos el libro está vez?

  El muchacho no quería decir muchas cosas frente a Sally, pero la forma en qué miraba a Vincent revelaba de qué se trataba la pregunta que le hacía. Después de todo... si el libro era destruído en una de las "vidas" de David, ¿volvería a aparecer en la próxima? De ser así, no habría problema en acceder a la petición de la chica.

Banes le lanzó el libro a la chica. - Préndelo tú misma, si no te fías. Pero por favor, contesta a la pregunta.

Sally miró al suelo tras recibir el libro, con cierta vergüenza. - Yo... Había tomado un par de pastillas de LSD en ese sueño. Y entonces miré el libro y las palabras cobraron sentido. Ahora debo irme, debo quemar este libro junto con mis hermanas. - tras decir eso, se dio la vuelta y miró hacia atrás. - No me llames nunca más, David. - entonces se marchó.

No sé porque no me sorprende... - miró a David entonces. - Si no tenemos el original, no podemos probarlo... Así que ¿quieres intentar recuperarlo? Dudo que le quede mucho tiempo al libro, así que a lo mejor hay usar métodos... Un tanto ilegales.

Por otra parte. - se echo hacia atrás sobre la silla. - Podríamos simplemente relajarnos y vivir la vida, David. Conozco buenas chicas, no como esa pelirroja buscona. También tengo dinero de sobra, de tantísimos libros que hemos traducido, podemos pulirnoslo todo a lo largo de una vida y aun así quedaría... Pero decide bien, cuando el libro desaparezca, no podremos hacer nada más con él esta vida.

 A David le costaba creer lo que estaba presenciando. Vincent le había cedido el libro a Sally sin ningun problema, la chica se lo había llevado y finalmente aquellos dos ex-amantes habían perdido cualquier posibilidad de trabajar juntos por el miedo y las mentiras.

 Pero lo que más sorprendió a David era la indiferencia con la cual Vincent miraba todo. El traductor se comportaba como si no fuera algo demasiado importante, sacándole importancia a perder el libro y en cambio hablar sobre placeres, mujeres y demás como si para el perder el libro no fuera un gran dilema.

- ¡¿Acaso te estás escuchando a ti mismo?! El libro es una parte esencial de esto. Sin él no podríamos avanzar para resolver... todo lo que está pasando; ¿cómo puedes hablar tan despreocupadamente?

 Era difícil para David entender cómo a Vincent no le provocaba tanta preocupación perder el libro.

- ¿Esta vida? Entonces... entonces tengo que morir para que el libro vuelva a aparecer. Y déjame un mensaje en el espejo de mi casa sobre usar drogas o algo así... ¿No es así, Vincent?

Banes asintió simplemente. Se acercó hacia David y le miró a los ojos. - Te voy a explicar por qué estás aquí. Estás aquí porque sabes aunque lo que sabes no lo puedes explicar. ¿Sabes de lo que te estoy hablando? ¿Te gustaría realmente saber toda la verdad?

Por desgracia no se puede explicar, todo lo que hace el libro. Has de verlo con tus propios ojos. - Para que el chico tuviera más clara aún la realidad de todo aquello, se puso un café en la mano izquierda y una ensaimada en la mano derecha. - Esta es tu última oportunidad. Si tomas el café, fin de la historia, despertarás en tu cama y creerás lo que quieras, no sin antes pasar por una muy buena vida bajo mi tutela, claro. Pero si tomas la ensaimada... Te quedarás en el país de las maravillas, y te llevaré al final de la madriguera, aunque será un camino sangriento y seguramente debamos hacerle cosas feas a tu ex-novia para recuperar el libro.

Tras ese discurso basado en Matrix, se recostó un poco hacia atrás. - ¿Pero estás dispuesto a ello? Piensalo y escoge, café y ensaimada.

 La dualidad con la que Vincent explicaba los posibles caminos que podía tomar David abrumaron al pobre muchacho. En especial por el desinterés que tenía aquel hombre por las dramáticas decisiones que debía tomar el muchacho.

 Por un lado, no quería hacerle daño a su ex-novia o a cualquier persona en general; y por otra parte, el miedo de quedar atrapado en una repetición infinita de aquel mismo día recorría su espalda. Ninguna de las opciones sonaba particularmente tentadora.

- Mierda... esto es tan injusto. Para mí... y para todos los Davids que han venido antes. Acaso... ¿acaso está es la primer vez que tengo la oportunidad de abandonar la búsqueda? ¿Le has ofrecido este camino a otro David?

Banes miró al chico con seriedad. - ¿Qué más da que se lo haya planteado a otros Davids o no? Lo importante es lo que tú decidas ahora. Sabemos que Sally destruirá el libro y seguramente se drogue después, por lo que olvidará todo. No es la misma situación que como con Malcom, el cual recordaba todo y usaba el libro para el mal. - agitó un poco los brazos. - Así que decide, que se me duermen...

 David entendía que las opciones que proponía Vincent eran las únicas que había en juego: o atentar contra la integridad de Sally e intentar robarle el libro (pudiendo terminar todo ello de muy mala manera) o olvidarse por completo de toda aquella pesadilla y vivir una vida de lujos... por lo menos hasta que murise y todo volviera a empezar. La segunda opción sonaba completamente egoísta y desinteresada, pero... pero la primera opción...

- No puedo... no puedo hacerle daño a Sally. Tengo el presentimiento de que no terminaría bien si voy e intentó quitarle el libro. No quiero herirla más de lo que ya la he herido... ella me odia, Malcom está en la cárcel... Toda la gente a mi alrededor está sufriendo por este maldito libro. Y quizá... quizá lo mejor sería que este desaparezca por esta vez... y luego iniciar nuevamente...

 Con cierta resistencia, finalmente David tomó el café de la mano de Vincent. Suspirando con pesar al pensar en las consecuencias de este acto.