Partida Rol por web

Jo tío... ¿Y yo que hago? Quiero ayudar también... - se notaba a David bastante desanimado, sobretodo porque la tablet seguía funcionando sin él.

Creo que si Vincent puede encargarse de la distracción, David puede intentar acompañar a J.J. Después de todo, no puedo ver los reflejos del alma y no recuerdo cuales son los dos libros que hay que cambiar. Vincent, tengo entendido que se te da bien subir por los ductos, intenta en lo posible de mantenerte a salvo. Me caes bien.

De todos modos, David, recuerda que Malcolm está especialmente interesado en ti, así que eres el que en más riesgo está. No olvides que sigue siendo tu historia, pero debes aprender a confiar en tus compañeros. Al menos Vincent y J.J. han probado ser buenos amigos hasta ahora.

Una última cosa, J.J. ¿Quién es la rubia y cual es su relación con Malcolm? Dice David que ella no parecía estar ayudándolo por su propia voluntad.

¿La rubia? Ni idea de quien es, solo sé su nombre, de oídas, pero no sé su relación con Malcom. - la chica se rascó la cabeza. - ¿Qué te traes con el gordo seboso rubiales? - mustiaba.

Finalmente los tres se decidieron por salir de allí, era hora de ejecutar el plan.

Al llegar a la biblioteca, el primero que salió del ascensor fue Banes. Habían un par de guardias rondado por allí, entonces Banes sacó la pistola y disparó dos veces al aire. - ¿¡Buscabais a Banes!? ¡Pues venid a por él! - dicho eso salió corriendo en dirección a las escaleras, con los dos guardias detrás de él.

Vamos allá, no perdamos el tiempo que nos está consiguiendo Banes. - David corrió hacia el segundo piso de la biblioteca, en el piso inferior se quedó J.J. Ambos buscaron en sus respectivos pisos dos libros. El Principito y Romeo y Julieta. Intercambiaron los libros y la estantería del piso anterior se abrió, pero mientras David estaba en el piso de arriba, se oyó un grito, era la voz de J.J.

David bajó a toda velocidad para ver a J.J. abrazando a la chica que estaba severamente mutilada, además allí había otra mujer encerrada, una mujer rubia, la bruja. No había ni rastro del libro por otra parte.

Así que al final habéis logrado llegar hasta mí ¿eh? Ya era hora. - dijo con gran seriedad. - No hay tiempo que perder ni si quiera explicando cosas. Malcom tiene algo que es mío y sin él me tiene bastante atada en corto. Pero podemos hacer algo para que se olvide de todo, aunque necesito un recipiente al que meter todos los recuerdos de Malcom, un recipiente en el que nunca haya habido más de un recuerdo simultáneo. Por otra parte necesito algo del ADN de Malcom, cualquier cosa servirá. - dirigió una mirada seria a David. - No pierdas el tiempo, vamos.

Oye, princesa, vamos por partes, ¿eh? Ok, ¿con "recipiente" te refieres a una persona? ¿Alguien que no haya leido el libro? ¿Y qué pasará cuando esta persona tenga los recuerdos de Malcolm? Lo de conseguir ADN de Malcolm supongo que habrá algo en su escritorio. ¿Nos da tiempo de movernos hasta allá? David, ¿puedes soltar a Verónica y a la hermana de J.J.?

No voy a preguntar por qué me habla la tablet, pero le voy a contestar igualmente. - carraspeó y se estiró un poco. - Si, con recipiente me refiero a una persona de esas cualidades. Esa persona, como cabe esperar, adquirirá los recuerdos de Malcom, haciendo que este los pierda. Aunque a lo mejor acabamos peor. O mejor. Yo que sé, solo quiero que el gordo se hunda. - se la notaba bastante cabreada y con razón.

Y mientras David desataba a todo el mundo. Una voz por megafonia llamó la atención de todo el mundo. - ¡DAAAAAVID! ¡Tengo a tu queridísimo Banes! Si aún te importa algo, ven con la bruja hasta mi despacho ¡y nada de trucos!

Joder tío... ¿Es que nunca puede ser sencillo? ¿Qué hacemos ahora? Todos aquí hemos leído el libro y creo que si no vamos a salvar a Banes será mucho peor... - decía mientras se mordisqueaba los dedos.

J.J., que no se había separado de aquella mujer mutilada, presumiblemente su hermana, se alzó con determinación y lágrimas en los ojos. - Yo... Nunca he leído el libro ese del que habláis, puedo ser el recipiente. Pero... Tenéis que prometerme que me podré vengar del antiguo director, el señor McWagon... La pregunta es ¿cómo me voy a acercar hasta Malcom? Necesito al menos arrancarle un pelo... O cualquier cosa. - suspiró, agarrándose un brazo. - Si mal no recuerdo un equipo de limpieza ha limpiado a fondo su mesa hoy. Pensaba que era para que el siguiente no tuviera que llevarse el pestazo de Malcom... Pero no hace falta ser muy listo para darse cuenta que lo hizo por vosotros.

David entonces agitó la bolsa del McDonalds. - Yo... Aún tengo esto. Y si mal no recuerdo, uno de los conductos llevaba al despacho de Malcom... Podría funcionar, creo. ¿Qué dices Lía?

Ya estás pensando fuera de la caja David. Me enorgulleces.

J.J., te lo prometo. Podrás vengarte del hombre.

Veronica, ¿tienes que estar cerca de Malcolm para hacer el hechizo? ¿J.J. tendría que estar contigo?

Ok. Malcolm quiere a David y a Verónica. Si Jane puede llegar hasta el ducto, David y Verónica pueden "distraerlo" de algún modo. ¿Quien tiene que estar en contacto con el adn, Jane o Veronica? Sé que puede ser un poco asqueroso, pero igual puedas hacer que te escupa... Y lo más importante: ¿quien llevará la tablet? Lo mejor es que Malcolm no se entere de su existencia.

Quien debe sostener en su mano el ADN de Malcom es el receptáculo. - se la veía ligeramente mosqueada por tener que toparse nuevamente con el gordito. - Así que sí, lo propuesto está bien. Pero necesito estar viva para hacer el hechizo, así que si pasa cualquier cosa David tendrá que hacerme de escudo humano. 

Jo tío... - suspiró el pobre David. - Supongo que está bien, puedo hacerlo.

David, pase lo que pase, estoy contigo hasta el final, ¿de acuerdo? Acabaremos con este imperio de locura de Malcolm, y podrás continuar con tu vida. Aquí estoy.

Mucha suerte a los tres; J.J., mucho cuidado. Veronica, es nuestra primera interacción, pero estoy confiando en ti. David, aquí estoy. Puedes hacerlo.

David subió acompañado de Veronica hasta el piso número doce. Desde el piso once, empezó a subir por el conducto de ventilación J.J., acompañada por la tablet, Lía.

Consiguieron subir hasta el piso doce, usando las cuerdas con ganchos improvisadas, aunque con mucho esfuerzo, eso sí. Gatearon y gatearon a través de los conductos, hasta que finalmente llegaron hasta donde estaba el despacho del director. Allí estaba Malcom junto con David y Veronica. David estaba agachado, lamiendo los zapatos de Malcom. Por lo visto había tenido que hacer aquello para ganar tiempo, pues ir por los conductos no era precisamente veloz.

¡JAJAJAJAJA! ¡ESTO ES GENIAL! ¡AHORA TENGO TRES PERRITOS! - reía el desgraciado. - Pero... Tres perros quizá sean demasiado. - decía mientras se rascaba la cabezota. - Bah, ya sé. Veronica, mata a este perro. Si lo haces, te dejaré vivir, encerrada de nueva en la biblioteca, eso sí.

Veronica suspiró, miró hacia el conducto de ventilación, parecía que fue la única que se dio cuenta de que J.J. estaba allí con la tablet. Tendrían que hacerlo de forma que ni Veronica ni J.J. muriesen en el proceso del hechizo. Sabía lo que tenía que hacer, tenía que sacrificar a David. - Está bien, señor Wallace, que así sea. - con eso dicho, comenzó a caminar hacia David y le agarró con fuerza del cabello. - Pero necesitaré algo con lo que matarlo ¿no? Tú. - dijo señalando al guardia de la habitación. - Dame tu cuchillo. - lo puso en el cuello de David y entonces gritó con fuerza. - ¡AHORA!

Todo parecía ir a cámara lenta en ese momento. El cuchillo que tenía entre las manos Veronica empezó a cotar el cuello de David, J.J. de un puñetazo se empezó a dejar caer del conducto de ventilación ¡suerte que el gordito de Malcom estaba justo donde daba el aire, así pudo atravesar la rejilla sin demasiadas dificultades!

El guardia por otra parte, vio como J.J. acompañada de la tablet Lía caían poco a poco encima de su jefe. Empezó a desenfundar el arma para propiciarle dos disparos.

Malcom, ajeno a todo, disfrutaba con cara de psicópata de la sangre que le estaba cayendo encima del rebanamiento del cuello del pobre David. Cuando J.J. logró tocar la cabeza de este, le arrancó un par de pelos de un arañazo, fue entonces cuando Veronica soltó el cuchillo y mientras este aún caía hacia el suelo, alzo la mano y pronunció muy rápido tres palabras desconocidas para el resto.

En ese momento, algo morado apareció en la cabeza de Malcom y se desplazó hasta la cabeza de J.J., la cual nada más recibir aquella cosa morada, recibió un disparo también en la cabeza. Fue entonces cuando el cuchillo cayó al suelo y mientras rebotaba, otra bala perforaba a Veronica, hasta que finalmente, el cuchillo acabó completamente en el suelo cuando los tres cadáveres también acabaron tiesos en el suelo.

El guardia, sin pesarlo dos veces, chafó también la tablet, por miedo a que fuera un dispositivo espía.