Partida Rol por web

Se acercaron ambos caballeros a donde sir Portius, interesandose en buena camaraderia por el contrariado caballero. No le pareció cosa conveniente a sir Portius, hablar en detalle de su desazón.

No obstante, esta cosa les fue dicha a los dos caballeros que de buen grado le interrogarón:

No es cosa sana, justa ni cristiana, arrasar aldeas, pues aun poco algo más valdrán las vidas de los aqui perecidos, que lo poco que pudieron robar.

Et agor, perdonadme caballeros, pues habeo labor que hacer.

Y dicho lo cual, sir Portius, marchó a recibir novedades de un peloton de soldados, que a tal fin se le acercaban.

Quedaron pues sir Cadwallon y sir Loren alejados de sir Flain, pues este último marcho a hablar con el castellano.

Dejando a sus compañeros, que fueron a interesarse por sir Portius, sir Flain marchó a interesarse por el pensar del castellano.

Y estas palabras recibió de él:

No es cosa buena este ataque. Non solo por lo robado et matado. Preocupame, et non poco que aqueste episodio no sea un verso suelto, y que pronto padezcamos el rigor sobre nuestras carnes de un ataque mayor. Vigor et corazón fuerte, tenemos, tropas para una defensa eficaz, dubitolo.

En tal caso, sir Bradwen, ¿no sería acertado mandar llamar a protegerse en el castillo a los vasallos de las aldeas entre este y la frontera córnica?

Dejando un soldado en cada aldea podríamos saber si realmente se produce un ataque en mayor escala.

- Vayamos con Sir Flaín, amigo mío. - dijo el de Catterick al caballero occitano. - Y preparémonos, pues creo que el señor castellano no tardará mucho en ordenar que haya combate, de un modo u otro.

- Esconde algo, de eso estamos seguros.

Digo mientras sigo al Caballero con la mirada y gesto pensativo.

- Si, vamos.

Y encaminé mis pasos en dirección a Sir Flaín.

- Esconde algo, de eso estamos seguros.

Cadwallon asintió sombríamente. Opinaba lo mismo que su compañero.

Non parece muy juicioso dejar a una sola soldadesca en cada poblado, pues facil será de sorprender et reducir, et tampoco habemus de abandonar los poblachos, pues no sabemos cuando sera el ataque, et meior avisador dello que los propios campesinos no lo hay.

Dicho lo cual, el castellano marcha a parlamentar con las tropas

Tras dividirse los caballeros, los que habian hablado con sir Portius, regresan a estar con sir Flain, que se quedo cambiando impresiones con el castellano sir Bradwent.

De nuevo todos juntos.

Miro a los otro, con gesto entre preocupado y curioso. ¿Qué os ha dicho sir Portius? Sir Bradwet lo que teme es que esto sea el preludio de un ataque a mayor escala.

- No quiere soltar prenda. Quizás si algún día lo emborrachamos, pudiera ser que soltara algo. Por ahora, no quiere contar nada.

Cadwallon asintió sombríamente, apoyando las palabras de su amigo

No me da buena espina digo, en un suspiro. Será interesante ver si hay un ataque córnico su reacción. Quizá así empecemos a atar cabos.

La amanecida, no hace cambiar los planes del castellano, que son , regresar al castillo, no sea que por andar fuera de él, pudiese estar comprometido. Sir Gravent , poco expresivo da orden a la tropa de levantar el campamento, y sir Portius hace amago de querer hablar con el castellano. No se lo permite este, y tras  desistir, retoma las laboras de desmantelamiento del campamento.

Las tropas vuelven al castillo sin más problema. Una vez dentro a refugio y a resguardo,  las levas de campesinos  son disueltas, y pagadas por el propio castellano( cosa no obligada pero que le gusta hacer al castellano,  y todo vuelve al orden habitual.

Ya han pasado un par de días desde el saqueo del poblado. La amenaza no ha sido tal, y poco a  poco se vuelven a estabilizar las patrullas y las vigilancias.

Os dejo una tirada de una de estas opciones, cada uno que elija la que le de la gana. Alguna contiene más información que las otras.

¿Podría ser algún tipo de estrategia para que nos confiemos? ¿O realmente el castellano fue demasiado precavido? ¿Quizá evitó el conflicto?

No lo sé, pero la ausencia de ataque no me tranquiliza.

Todo este asunto le parecía extraño a Cadwallon, y se pasó bastante tiempo vigilando a Sir Portius. Era el único que se mostraba en abierto desacuerdo con el modo de actuar del Castellano, y Cadwallon había llegado a desarrollar una gran desconfianza por los motivos de Sir Portius. Sin embargo, puede que pronto tuviera que desistir y admitir que no había nada raro en él, puesto que no estaba resultando sencillo encontrar pruebas concluyentes de su posible traición, y no sería de buen caballero acusar a otro de algo así sin tener pruebas irrefutables.

La idea de dejarnos allí con los brazos cruzados no me gustaba nada. ¿En que pensaba el Castellano? Sir Portius, aunque sabía a ciencia cierta que escondía algo, tenía que darle la razón. Este tipo de ataques no podía quedarse en tan solo montar guardia un par de días en la zona afectada y volver a casa. Así que me dediqué a investigar y buscar información sobre las intenciones del Castellano.

Hay quien sospecha, que sir Portius tenía algún ser querido, intimo,  entre los “desaparecidos”, de la aldea fronteriza. Hay quien dice que solo una furcia de especial cariño para él, y otros aseguran que perdió a un hijo bastardo en el ataque. A lo mejor fueron las dos cosas, que no están reñidas.

Te enteras entre los corrillos de soldados, y tras escuchar alguna conversación inoportuna, que el castellano es muy partidario de tomar acciones bélicas contundentes contra el reino de Cornualles, pero es el señor conde, el que se lo impide. Si no estuviere castigado pensar así, alguno diría abiertamente que al señor conde, le faltan cojones para tal empresa. Además, el señor castellano, temía que todo aquel episodio fuese una trampa, y que el objetivo prioritario hubiese sido atacar su castillo. El castillo es un lugar estratégico, y perderlo  a manos córnicas costaría muchas vidas de Logres.