Partida Rol por web

Introduccion:  Niveles 6 a 8 por Patrick Kapera

La leyenda del reino de Timatrel es notoria. Conocido por sus poderosos señores de la guerra, hechiceros que manejan homúnculos y archienemigos de los pozos más profundos del Abismo, Timatrel se ha convertido en una tierra poderosa y acogedora en los últimos 600 años, debido en gran parte a los esfuerzos del caudillo Tirmdgael , un miembro de la nobleza fundadora de esta tierra. Pero tu grupo sabe la verdad. Te aventuraste a entrar en la Tumba de Tirmgael hace unos seis meses, y allí descubrieron que el señor de la guerra caído, en realidad era, poco más que un traficante de poder mezquino y avaricioso. Poseído por una fuerza que también deseaba el reino -un raro demonio incorpóreo nescent , que habitaba su cuerpo y aumentaba su ya increíble poder a niveles imprevistos-, Tirmgael intentó derrocar a los antiguos señores de la guerra solo para reemplazarlos. A través del cuerpo aumentado, el nescent abatió y eliminó a los otros señores de la guerra, eventualmente, dominando el reino. Pero antes de que pudiera consolidar su dominio y arrojar a Timatrel a una edad aún más oscura, los paladines de Garadon, una célula virtuosa de justicia y luz descubrieron el secreto de su poder. Los paladines atrajeron a Tirmgael al centro de su propia fortaleza y lo atraparon allí en un poderoso campo antimagia. Su cuerpo se secó y murió, pero el nómade permaneció dormido, gimiendo por su oportunidad de venganza. Durante su visita a la tumba-fortaleza de Tirmagael hace seis meses, accidentalmente le libererste de su prisión. Ese enemigo ha sido vencido, al menos por el momento, pero el recuerdo de su batalla campal contra él persiste a medida que os acercais a la sala capitular original de la Orden de Garadon. Habeis sido convocado a alli a dar explicaciones a los paladines de la orden.

GARADON MANOR
Esta antigua fortaleza se encuentra en las tierras pantanosas de Niligor, a solo unas pocas millas del mar abierto. A medida que se aproximan al señorío, el camino serpentea sobre tierra, abriéndose a una isla de la misma. Árboles de hoja caduca y una jungla de enredaderas cubren el edificio atrapando el calor y la humedad circundantes. Paladin gracias a un chequeo (*Manejo de animales DC 20<13+8=21) notas que las monturas estan algo asustadizas. Los demas a menos que estén prestando mucha atención, no se dan cuenta de lo nerviosos que están sus caballos. Sinembargo si cuando se lo indica el paladin

*(Saber local picaro 19 natural+ no se que modificador). El encapuchado por alguna razon sabe sobre los rumores de esta mansion

DC 10 Los paladines de Garadon todavía son venerados, pero han tenido poco impacto en la tierra durante muchos años.
DC 15 Algunos dicen que los paladines se han vuelto perezosos y estafadores. Debido a su suerte en la vida, han perdido la ambición.
DC 20 Garadorn Manor es una antigua estructura gótica con túneles cavados por debajo de la superficie.
DC 25 Se supone que un artefacto antiguo reside en la mansión de Garadon, la espada de Tirnagael

"No fue culpa mia" insiste el encapuchado rojo
"A ver, estaba intentando huir, como siempre. Y lo siguiente que recuerdo es estar a punto de acabar con la amenaza ¿Como iba yo a saber que si lo liberaba, un demonio se quedaría libre?"

Lo cierto es que el encapuchado tiene sus momentos de utilidad... e incluso de VIRTUD, pero tambien tiene sus momentos en los que deberiamos de tirarlo a la basura. Y puede que estemos en grave peligro por culpa de un merluzo como él.

"Pero bueno, los paladines lo arreglaran todo ¿No?"
"Esto les pondrá de buen humor, y lo mismo hasta te prestan la espada mágica de la orden, Capi ¡Estoy seguro, segurísimo!"

Aunque si alguien tuviera Vision Verdadera y viese al alma que sigue al encapuchado y que le posee para que sea util... vería que está con MUCHO ODIO, está en plan "Yo lo mato, lo mato, yo lo mato..."

Gabriel escuchó a El Encapuchado, como cosa rara había metido la pata, afortunadamente no estuvo allí en ese momento por lo que no lo juzgará, bueno ni modo, será un problema que hay que solucionar, será divertido eliminar todas las presencias malignas que liberaste, dijo Gabriel al momento que miraba a Yenros y le sonreía, al menos tendríamos trabajo, solo hacía falta que los dioses nos ayudarán con las armas necesarias pues el coraje ya lo teníamos desde hace rato.

Gabriel deseaba demostrar de lo que estaba hecho, no era un simple curandero, era alguien hábil en batalla que haría temblar a los enemigos tan bien como los demás podían hacerlo.

Vamos a ver que le deparaba a el equipo ante los paladines, seguro Yenros daría la cara en esta situación.

Bajo de mi compañero y me acerco extendiendo mi mano hasta alcanzar al Encapuchado, agarro su hombro con mi guantelete metálico y aprieto hasta hacerle daño. "Ya has hecho suficiente, sera mejor que me dejéis hablar a mi ante los paladines" Digo esto ultimo mirando hacia Gabriel y Aerith. "Explicare nuestra situación y ofreceré nuestros servicios a la causa de subsanar nuestro... tropiezo". Libero la presión sobre el hombro y me adelanto para tomar la primera posición del grupo para comenzar a marchar hacia la puerta de Garadon.

Miro hacia atrás, hacia el clerigo. "Gabriel, este lugar no parece un sitio de justicia y honor, tengo un mal presentimiento... pero cuando nos reciban los paladines no hagáis ningún movimiento en falso, podrían equivocar nuestras intenciones aquí... solo... permanecer atento, cuento con vos" Esto ultimo lo acompaño con un ademan de cabeza. Farruco no ha sabido que decirme de lo que ha sentido, pero algo no esta del todo bien...Pienso mientras doy los últimos pasos y llamo a la puerta con dos golpes secos de mi puño cerrado.

Asintiendo ante las palabras del paladín, la transmutadora del grupo dejó que fuera el quién iniciase las conversaciones con el resto de paladines, según decía. No en vano, Yenros era colega de todos ellos, así que seguramente se entendería a las mil maravillas con los colegas de profesión. Para la elfa, todos los paladines no dejaban de ser unos tipos peculiares que seguían una moral interesada, acorde a los desígnios de su deidad.

- Muy bien, Yenros. Será mejor que lleves tu la conversación con esos paladines que comentas. Por otro lado, si todos esos rumores que conoce Jhon son ciertos, ardo en deseos de inspeccionar este lugar. Podría ser algún foco arcano y haber en el mismo objetos de utilidad. Aunque también he de decir que me da escalofríos. Siento el mismo presentimiento. Podría ser que haya fuerzas que desconozco en ese lugar. De acceder al mismo, propongo que usemos todos nuestros poderes y habilidades para no caer en ninguna trampa. Por mi parte vigilaré las presencias mágicas y vosotros dos. - Dijo señalando al paladín y al clérigo. - Podríais hacer lo mismo, en cuanto a magia o detectar maldad se refeire. He oído que los paladines tienen ese poder. - Después miró al negro del grupo, al encapuchado rojo. - Jhon, tu eres bastante habíl y avispado, seguro que podrás detectar cualquier trampa mundana, de haberla. - Dijo sonriente.

El encapuchado, un poco cansado de tanto guantazo del Capitán Cancionacero, decide callarse.

Pero no sin antes acercarse a una pared y arrancar un panfleto que hay allí pegado.

"Coñe ¿Hasta aqui han llegado?" piensa mientras intenta hacer desaparecer el papelote

LA ENTREVISTA:

El interior del señorío es cómodo. Muebles de caoba y exuberantes alfombras decoran el interior de piedra gótica, creando una atmósfera melancólica que permanece acogedora. Aunque hay cuartos para ellos, los sirvientes ya no viven en la casa solariega. Un paladín os saluda, y los conduce a la sala de estar (área n. ° 3). La guía informa al grupo que este es un momento de muchos festivales y funciones cortesanas, y que la mayoría de la Orden (especialmente la paladines de alto rango) están lejos. Él es rápido en señalar que el resto de la Orden está a su servicio. Tres paladines permanecen en la finca, todos los cuales se encuentran en la sala de estar.

Sir Caenti, no lleva armadura y lleva una espada sagrada a su lado, dos guardias armaodos y con armadura, ocupan posiciones cerca de los rincones interiores de la sala, los acompañan. Una vez que los personajes están sentados cómodamente,  ofrecen refrigerios, comienza la entrevista. Las preguntas se centran en las experiencias de los personajes en la Tumba, especialmente en lo que respecta a la presencia demoníaca, elementos mágicos de importancia (como el Anillo de Tirnagael, presentado en "Out of body  out of mind ">Fuera del cuerpo, fuera de la mente"), y la condición y ubicación del nescente en la aventura.

El Encapuchado Rojo le pasa la chuletilla a Yenros

Cita:

Satisfecho de su (Mala) labor y de la pérdida de artefactos irremplazables, En Encapuchado Rojo saca pecho.

"Y no te olvides de pedirles que nos paguen bien, Capi. Quiero una nueva capuchita, seré el Encapuchado Lila"

Miro a los ojos al paladín que me habla mientras me pregunta sobre nuestra última aventura, cuando es mi turno para hablar le respondo: Viajábamos por el reino y escuchamos en un par de aldeas sobre un lúgubre lugar en el interior de una montaña. Hago una pausa y miro hacia el encapuchado con bastante ira, mi mirada debería prevenir futuras intervenciones.

Tras sortear toda una suerte de peligrosas y mortales trampas, llegamos a la cripta suspendida sobre un volcán, allí Gabriel gracias a sus conocimientos espirituales pudo discernir que el gran héroe era en realidad una marioneta de un espíritu demoniaco el cual poseía al paladín. Hago otra pausa y miro hacia Aerith.

El combate fue una autentica pesadilla, pronto nos dimos cuenta de que no éramos rival para semejante monstruo, y tuvimos que huir. No sin antes lanzar una poderosa explosión arcana, que debió hacer ignición algún tipo de trampa o mecanismo. Pues tuvimos que correr por nuestras vidas antes de que la cripta cayera sobre el cráter de lava sobre el que estaba suspendido. Tras una última pausa respiro hondo y termino mi relato.

El espíritu no pareció haberlo conseguido, o al menos no por donde abandonamos nosotros la mazmorra, si había objetos o artefactos de valor se perdieron en el derrumbe. Termino mi relato y clavo mi mirada en el paladín que tengo delante, esperando su juicio. Que dios sea loado, ¿que hemos liberado? Antes de que el paladín responda y alzando mi mano con la palma abierta a modo de disculpa sigo hablando.

Sabed que haremos todo lo posible para enmendar nuestra falta, no pretendíamos mal alguno y nuestras intenciones eran aplacar las preocupaciones de los habitantes del lugar. Consciente de que comenzaba a divagar decidí guardar silencio esperando la respuesta de nuestros anfitriones.

- La historia que cuenta mi compañero Yenros es cierta.  Afirmo punto por punto todo lo que ha dicho. Es por eso que hemos llegado a quí, para ver que podíamos hacer para ayudar... - Añadió Aerith.

Gabriel se dedico a escuchar a cada uno de los compañeros, solo podía hacer eso, era el más nuevo del grupo y poco sabía de las aventuras compartidas anteriormente, más aún así, empezaba a aclararse algo y era el que ya tenían un nuevo trabajo, al menos el viaje no sería en vano definitivamente.

Le emocionaba la idea del combate, el liberar la tierra de criaturas malignas era su prioridad, la cual compartía con el equipo pero en especial con Yenros debido al noble camino que este había ya iniciado, indudablemente se sentía a gusto con el grupo, ojala las aventuras a continuación estrecharán más los lazos que empezaban a formarse entre todos, quizás en un futuro no muy lejano podamos incluso tomar un nombre como grupo, algo así como "Gabriel y sus compañeros defensores del bien" 

Por su parte, el Encapuchado Rojo va a hablar en algun momento, pero siente la mirada inquisitiva del Capitán Cancionacero sobre él, y tambien un sexto sentido le advierte de como si un acompañante invisible, una conciencia (O consciencia) le vigilase diciendole una perla de sabiduría

"Escoria pícara, si no puedes mejorar mi silencio, entonces CALLATE" le parece oir a la sardónica voz.

"GLUBS!!" dice el pobrecito, más aterrado que un cerdo en el matadero. Y procede a guardar silencio.

La entrevista toma poco tiempo (las preguntas son específicas y bastante puntuales), y concluye en media hora Durante este tiempo, se realiza comprobaciones de habilidades para cualquiera con el Averiguar intenciones (DC 20). El éxito indica a las PJ que algo anda mal: los entrevistadores parecen terriblemente ansiosos, por hombres que dicen haber encontrado la serenidad (Paladines), y hay una sensación de rabia apenas contenida detrás de sus palabras. Este conocimiento otorga a aquellos que superen estar en la  ronda sorpresa al comienzo de "El ataque"

Después de la entrevista, los paladines revelan su verdadera naturaleza y atacan a los PJ. Sus tácticas son simples: apuntar al personaje más débil y abrumarlo, luego pasar a la siguiente víctima. Son guardias negros y no retroceden, ni corren; luchan hasta la muerte, sabiendo que fallar, es mucho, mucho peor.

La reticencia de los animales me puso alerta, pero jamas pude imaginarme algo como esto, al ver como los paladines agarraban sus armas eche mano de la mía para interponerme e intentar rogar de nuevo por la falta que pudiéramos haber hecho. Pero cuando salí a su paso estos cambiaron su apariencia y mostraron su verdadero rostro. Malditos seáis. Es lo único que cruzo por mi mente mientras mi espada se encendió mientras atacaba al primero de ellos y me posicionaba de tal manera que mi cuerpo sirviera de escudo para mis compañeros.

- ¡Formad tras de mi! ¡Tú, siente mi castigo!

Mis ataques son algo torpes por la sorpresa de la amenaza, mi prioridad es proteger a mis compañeros y muevo la espada con prudencia mientras contengo a los enemigos.

Los Blackguards , habian sido lo suficientemente inteligentes como para mantener su tapadera, hasta el ataque , pero no cogieron al paladin por sorpresa quien se levanto he hizo un ataque, que fallo por muy poco a uno de ellos, seguramente si en otras circustancias le habria dado (ca 20 de blackguards vs 19)

Uno de los dos primeros caballeros negros aprovecando el avance del paladin dio un paso de 5 pies y aprovecho a flanquear lo con uno segundo . Mientras que uno tercero ba a atacara al clerigo mientra se movia hacia el (Accion standard), pero asi mismo tambien fallaba el golpe

Ruido de entre chocar de espadas sono en la sala , con el bravo de Yenros, contra dos de ellos. Ahora le tocaba el turno al resto de compañeros, que no iban a dudar en ayudar a su compañero

La expresión del encapuchado cambia por completo. Incluso parece que es algo más pálido, como el acero de sus dagas

"Mala suerte, niños. Vereis: No me gustan los pícaros, como al que no le gusta una cucaracha ¿Pero con vosotros? Esto va a ser por negocios... y un poco por placer" y desenfunda a su cuchilla de hierro forjado.

Dado que han intentado flanquear al santo de Gabriel, El encapuchado da una lección muy valiosa: Cuidado al flanquear, porque puedes ponerte donde a MI me interesa.

Y así, el muy bribón intenta clavarle la daga en la base de la columna, y retorcerla ¡Que dolor!

"¡Capitan! ¿Sin piedad con estas almas corruptas?" pregunta al valeroso paladín que les guia. Sabe que le pidió que formasen tras él, pero no permitirá que dañen a un amigo -y hombre santo- y queden indemnes por ello.

De golpe y porrazo, nunca mejor dicho, aquellos paladines se lanzaron contra el grupo y en especial contra Yenros y el clerigo. Por fortuna, ni los unos ni los otros consiguieron acertar con sus golpes, pues todos estaban bastante acorazados con sus vistosas armaduras.

Por otro lado, Aerith vió que el encapuchado rojo se lanzaba con sus dagas, buscando la espalda del enemigo con sus gráciles movimientos. No obstante, parecía que también tendría problemas en acertar contra los paladines.

Así, la transmutadora sacó de su mochila la varita que había comprado recientemente, aunque dudó en usarla. Viendo que todos tenían problemas en acertar sus golpes, la transmutadora conjuró uno de sus hechizos para nublar los sentidos del enemigo y dar ventaja al resto.

- ¡No ve nona hi no! - Gritó, mientras lanzaba algo de su sáquelo del cinturón, repleto de componentes para sus formidables hechizos.

- ¡Ahora, gente! ¡Atacadles ahora! - Anunció a sus Camaradas.

Gabriel quedo sorprendido ante el cambio de los supuestos paladines a paladines oscuros, la frase vaya sorpresa paso por su mente y apenas dando tiempo a reaccionar saco su maza de fuego y se puso en guardia mientras veía al encapuchado saltarle por un lado y colocarse en posición estrategia para atacar a quien venía por mí.

Más atras se escuchaban las palabras de un conjuro de la maga que sin duda jugaría a nuestro favor por lo que solo quedaba la acción de Gabriel y esta era atacar a quien venía por mí. Aprovecho que el paladin oscuro se descuido con la pirueta del ágil encapuchado y lanzando su maza hacía arriba y saltando con toda su fuerza para caer con impulso sobre este le dijo Toma en el nombre de Pelor criatura maligna!!! 

El ataque fue todo un éxito y al mismo tiempo que el paladin sentía el dolor del golpe propinado también sentía el daño de fuego de su maza pesada.

Encapuchado dejalo como colador de pasta!!! respondí frente a la pregunta echa a Yenros!

Mire de reojo al que consiguió sobrepasarme. Gracias a dios Gabriel ha podido esquivar su ataque... pero  no puedo dejar que él caiga. Vuelvo a mirar a los dos que tengo delante, en sus caras veo la lucha a muerte que acaban de desatar. ¡A MUERTE! Grito intentando insuflar valor a mis compañeros y jugando me lo todo por el todo levanto mi espada sobre mi cabeza y me preparo para asestar un poderoso golpe sobre el enemigo que tengo delante. Si retrocedo para defenderme ellos pueden llegar hasta mis compañeros, he de aguantar. Y dejo caer mi espada.

El guardia negro consigue esquivar mi torpe ataque desde arriba, pero deja su costado al descubierto y girando con coordinación mi torso y caderas consigo alcanzarle por fin en su costado causándole una fea herida. Vuelvo a levantar la espada y espero las acometidas, pues vendrán, de mis dos enemigos.