Partida Rol por web

¡Por fin se fue! No me lo creia. Me acerco al teléfono y marco el número de Luke:

- Muy buenas campeón, adivina quien ha terminado por fin de trabajar hoy, y se muere por ir a bailar. No, no necesito cenar nada, tan sólo espérame en la puerta en 5 minutos, lo que tardo en peinarme y despedirme de mi secretaria. Chao, un beso.

Cuando colgó llamaron a la puerta del despacho con tres golpes secos y de mediana fuerza.

La puerta se abrió y la cabeza de la secretaria se asomó ligeramente.

¿Ainhoa? Ha llamado un federal, el agente Kerenski, ha dicho que necesita hablar urgentemente contigo, que hay vidas que dependen de ello. Su cara se puso acorde con la gravedad de aquellas palabras. Me ha dado su número para que le llames en persona. Ah, dice que el agente Ian Shaw de la policia le ha dado el número de la consulta. Sus ojos se iluminaron al pronunciar aquel nombre. Ian Shaw era un agente de policia afroamericano, con el que Ainhoa colaboró en el pasado. Si no hay nada más que hacer me voy a ir. ¿Cierras tú?

Maldición, cambio de planes- Eh, si, si, no te preocupes, ya cierro yo- le amago una sonrisa de circunstancia, mientras cojo el teléfono y vuelvo a llamar a Luke:

- Oye, soy yo otra vez, olvídalo. Más trabajo. Mañana hablamos. Un beso.

Seguidamente marco el número de Keranski. No sé qué es lo que pasa pero Ian no le habría dado el número de la consulta si no fuera importante. Me dejo caer en la silla, mientras suena el tono, y me froto los ojos con la mano izquierda.

Una voz fuertemente masculina sonó desde el otro lado de la línea sin demasiada emotividad.

Agente Kerensky al telefono.

- Si, agente Keranski, soy la doctora Fairway, Ainhoa Fairway. Me ha dicho que mi secretaria que necesitaba hablar urgentemente conmigo. Tengo entendido que ha sido el agente Shaw quien le ha dado el número de mi consulta. Dígame, ¿de qué necesitaba hablar conmigo.

Si doctora, gracias por llamar. Estoy trabajando en un caso y necesitamos la ayuda de un psiquiatra profesional. Por cuestiones de tiempo no podemos recurrir a los profesionales de la agencia, y le pido su ayuda y experiencia en este caso. Ell agente tragó saliva. Se trata de un caso de asesinato multiple.

Elevo las cejas sorprendida:asesinato múltiple no es un delito común.

- Muy bien, ¿quiere que acuda a su oficina o cómo quiere que procedamos?

Si le parece bien...iré yo a su oficina cuando le venga bien...precisamente tengo conmigo a una victima del asesino, aunque por el momento a escapado...se lo explicare mejor una vez allí. Le parece bien doctora?. El tono del hombre era agradecido.

La historia cada vez se me hace más extraña, pero desde luego no me voy a negar.

- Le llamo desde la consulta, si quiere venir aqui, le esperaré. Pero si está con una víctima, quizás necesite descansar y la vería en el hospital, donde luego podría dormir...pero si quiere venir aqui, le espero. Puede contar conmigo para lo que necesite.

La señorita esta bien, aunque es posible que sufra algun tipo de daño de tipo emocional. LA ultima victima fue su mejor amiga en su propia casa...si le parece bien, hablare con ella y nos pasaremos por alli en cuanto podamos...

- Perfecto, les espero aquí, entonces.

Muchas gracias doctora, Alli estaremos.

Cuelgo el teléfono y me quedo mirándolo balanceando mis gafas en la mano izquierda, y el ceño fruncido. No me gusta la situación, ni la conversación y hubiese preferido trabajar con Ian.

Finalmente poso las gafas en la mesa, me levanto y enciendo la pequeña radio que tengo sintonizando una cadena de música clásica. Mozart invade la sala. Me vuelvo a sentar, y reclino la cabeza hacia atrás, tocando mi colgante para tranquilizarme.

Pasado un rato alguien llamó al interfono, era la voz de Lucas Kerensky, Ainhoa abrió sin decir nada, por el videoportero pudo ver que se trataba de un tipo de pelo largo, castaño claro y una cara que no le ayudaría a infiltrarse en una banda, cualquiera que lo viera por la calle sabría al instante que era del FBI. Tenía esa mirada astuta de detective. Le acompañaba una muchacha morena, de ojazos azules como dos oceanos, aspecto de europea del este, era joven y guapisima, tan hermosa que incluso parecía extraño.

Abro la puerta en silencio, tratando de no resultar grosera al mirar a la muchacha  -madre mia, es preciosa- y les hago pasar, y sentarse. En lugar de sentarme tras la mesa, actitud que podria intimidar a la chica, me apoyo en un lateral de la mesa, mirándoles. Finalmente, pregunto en tono suave:

- Bien, cuando se encuentren preparados podemos empezar a hablar. Les ayudaré en todo lo que esté en mi mano.

La muchacha se mostró incomoda por el hecho de estar en una consulta psiquiatrica y saludo escuetamente a la doctora con una única palabra a media voz.

Hola. Pasó una mano por el negro pelo que le caía por la frente y lo recogió tras la oreja, sus ojos azules se fijaron un instante en la doctora. Después permaneció de pie junto al agente Kerenski.

Miro a la chica pensando deberiamos haber ido a un hospital, no quiere estar aquí.

Le sonrio alentadoramente, antes de decirle:

- Hola, soy la doctora Fairway, pero puede llamarme Ainhoa. Sientese por favor. - miro al policía - usted también, si no le importa. ¿Me cuentan qué ha pasado?- trato de no sonar ansiosa al hablarles, y procuro mirar más al policia. La muchacha se ve muy incómoda.

Le presento a la señorita Jovanovic...Inna Jovanovic. Hmos venido para ver si puede ayudar al FBI en una investigacion de asesinatos multiples y profanacion de los cadaveres...asi mismo hay una vertiente en el caso en el que el asesino parece querer jugar con la policia...

Apoyo un momento la mano en la espalda de Inna para darle animos. La señorita Jovanovic, resulto implicada por el asesino, que mato a su compañera...Tal vez por error, o premeditadamente.

- Señorita Jovanovic, lamento conocerla en estas circunstancias.- le digo con una inclinación de cabeza.

Después de este intercambio de palabras, me siento tras mi mesa y saco una carpeta para comenzar a tomar notas de la reunión.

- Oficial, parece que no tienen claro quién era la víctima, si la señorita Jovanovic o su compañera... y ha hablado usted de profanación de cadaveres.- Me quito las gafas, y sujetándolas por la patilla apoyo el dorso de mi mano sobre mi boca para mirarles detenidamente. Finalmente me vuelvo a poner las gafas antes de preguntar:

- Necesitaría que fueran algo más explícitos conmigo si quieren mi ayuda. Señorita Jovanovic, ¿está en condiciones de hablar, o quizás preferiría descansar? El oficial podría ponerme al día, y yo arreglaría el papeleo para que usted pasara la noche en un hospital, vigilada.

La idea de pasar la noche en un hospital aterraba más a Inna que el hecho de hablar con una loquera por lo que levantó rapidamente la mirada hacía Lucas, mirándolo con terror y luego hacía la doctora.

No.. estoy bien, puedo hablar.