Partida Rol por web

Muy buenos días, me llamo Dan Stevenson. Dijo un hombre, trajeado como el resto, que aguardaba en aquel despacho con los brazos cruzados y sentado en la parte anterior de su escritorio de madera.

Mostraba una sonrisa muy cortes y era bastante alto, a las mujeres del grupo les resultó atractivo y a los hombres les pareció un buen tipo. Era una de esas personas que dejan una buena impresión sin ni si quiera esforzarse.

Tendrán muchas preguntas que hacerme... Lo sé. Pero por favor, ponganse comodos. Dijo señalando con la mano abierta unas sillas que había frente a él.

Bien, somos una agencia del gobierno. Por supuesto una agencia secreta. Dijo mirando complice a Kerensky y con una sonrisa tranquila en los labios. Ni si quiera el FBI nos conoce.

Su gesto tomó una expresión más seria y sin ningún rodeo más comenzó:

Como alguno de ustedes ya sabrá se ha desatado una epidemia brutal en la ciudad... El Presidente Obama quería frenar esto de raiz... Pero se nos ha espacado de las manos. Necesitamos ahora de su ayuda. Son personas muy distintas y capaces, cada una en una habilidad. Hemos estado siguiéndoles durante años y por sus características sabemos que son los que mejor pueden funcionar para esta misión.

Hizo un breve descanso para beber un trago de agua de un vaso que tenía al lado.

Señora Ainhoa Farway, usted es una gran psiquiatra. Mi buen amigo el señor Dickens da buena fe de ello, ha sabido usted aguantar sus locuras sin desquiciarse, finalmente no sabiamos que más hacer. Nos será muy útil su ayuda para analizar el comportamiento psicológico de las personas que contraen la enfermedad y... tragó saliba incomodo. también de unos hipoteticos terroristas... Aún no descartamos nada.

Señora Emy Craft, que decir de su don especial, capaz de ver el futuro con total certeza.. usted sola casi reune al grupo. Sin duda, creamos o no en ese poder nos puede ser de gran ayuda.

La señora Tracy Grant y el señor Robert McWim nos serán imprescindibles para determinar la enfermedad y combatirla, tanto por su componente humana como por su componente animal. Necesitamos saber de donde viene, cual es su composición y sobretodo como combatirla. Dispondrán de los mejores avances y equipos para ustedes dos.

Señor Pendergast, me alegro de verle de nuevo, aunque lamento haberle hecho buscar a todas estas personas sin contarle nada, espero que entienda que era totalmente necesario. Su ayuda es igual de improtante que la del resto, necesitamos sus conocemientos sobre metereología. El tiempo puede jugar una gran baza en la propagación de la enfermedad.

Señor Warface, sus conocimientos avanzados sobre la telecomunicación nos serán también muy útiles. En el ministerio de hacienda no pasó inadvertida su última visita... Dijo sonriente.

Señor Bender Smart, nunca viene mal tener un profesor cerca, una mente despejada y libre como la suya que pueda dar un punto de vista más social, a parte usted es un gran entendido en la materia de biologia.

Y por último pero no por ello menos importante, el señor Lucas Kerensky que puede aportarnos sus conocimientos tácticos y su gran habilidad. Ha hecho usted muy buenos trabajos en el FBI, según me consta.

Bueno, eso es por lo que están aquí. Ahora es su decisión la de continuar o no. Quien lo haga, estará obligado a hacerlo hasta el final. Quién no quiera continuar, podrá renunciar ahora mismo. Se le inyectará una dosis de escopolamina y no recordará nada de los últimos días.

Guardó silencio y les cedió a ellos la palabra con un gesto de manos.

Miro durante unos segundos a mis compañeros de un modo cómplice y silencioso. Realmente no me parece muy decoroso por parte de esta "agencia secreta secretísima" el tenernos a todos en la inopia absoluta.

Desde luego son ellos los que parecen estar al mando de todo, así que sin pararme a pensarlo demasiado miro a Ainhoa y a Luc, tomo una de las sillas centrales que nos ofrece y me siento mientras comienzo a hablar intentando mantener una calma que no estoy segura de tener.

Señor Stevenson - comienzo a decir con una sonrisa y tratando de que mis palabras no suenen maleducadas -  debe comprender usted que todo esto resulta bastante... teatral.

Me refiero a que la mayoría de nosotros no estamos acostumbrados a que nos conduzcan a ciegas, nos hablen de entidades secretas y nos propongan colaboraciones impensadas. Al menos, no sin algunas explicaciones previas que, de momento, no creo que usted nos haya dado. - Le miro aún con una sonrisa en los labios intentando adivinar por su expresión lo que está pensando sobre mí.

Aprieto los dientes durante todo el numerito anterior. todo es tan perfectamente estereotipado que no me cabe duda que es mas una representación que algo real. Hasta el tipo que nos habla parece mas un actor o un político que un agente.

Aun así, parece que por fin alguien piensa darnos información y eso es lo que me decide a quedarme. Asiento a la doctora Grant cuando me mira y luego sin sentarme aun levanto la voz para hablar.

Bueno señor Stevenson...realmente me alegra encontrar a alguien dispuesto a responder a algunas cuestiones...siendo la primera y mas importante que se me ocurre, Porque las agencias estatales y de la ciudad no saben nada de esta enfermedad?...no hay nadie trabajando en ello, ni iniciando la cuarentena ni nada por el estilo.

No dejo de mirar a nuestro interlocutor con una mezcla de curiosidad e irritación. Acerco también una silla pero sin dejar de mirarle, y escucho las palabras de Tracy y Luc. En todo esto hay dos ideas que me rondan desagradablemente por la cabeza:

Cita :
 

- ¿Me está diciendo que todo el tiempo que llevo tratando al señor Dickens ha sido una farsa, que ese hombre que veia conspiraciones en todas partes trabaja para ustedes? Por dios bendito, he medicado a ese hombre.... No puede ser. ¿Cuánto tiempo llevan observándonos? ¿O quizás pregunto mejor cuánto tiempo hace que nos ronda una amenaza del calibre de la que está hablando?

Mi voz se ha revestido del frio profesional, mirándole fijamente a los ojos. Me da igual lo atractivo que pueda parecer, me gustaría ver a través de su mirada qué demonios guarda en su cerebro.

Doctora Grant, estoy casi seguro de que no hubiera preferido que dos agentes se presentasen en su casa con este aspecto y le hicieran venir, y seguramente si lo hicieran se negaría, llamaría a la policia o no nos creería. Además la base del éxito de esta agencia es el secreto. Cuánto menos conozcan de nuestra existencia mejor para nosotros y para los intereses de América.

Doctora Fairway, el señor Dickens ha sido nuestro agente infiltrado en su caso, sí. Cada uno de ustedes han tenido a uno, yo mismo me encargue del señor Pendergast.  La amenaza lleva rondando desde el atentado del 11 de septiembre, y desde entonces ha habído muchas alarmas y amenazas de este tipo. Esta que nos atañe lleva poco tiempo. Pero también le dire que llevamos vigilandoles a ustedes desde mucho antes de que esto ocurriera.

Sí las agencias estatales desconocen lo que esta sucediendo es porque aún no está confirmada como amenaza. Usted sabrá que hay que seguir unas pautas y un protocolo de emergencia. A mi sinceramente me parece una perdida de tiempo, pero la ley es así. Por eso mismo nosotros existimos, para actuar antes que lo haga el resto.

Bien, si no hay más preguntas procederé a explicarles lo que nosotros hemos conseguido, qué más bien es poco, y como esta la situación.

Molesta, enojada aún y con el ceño fruncido, reconozco que este personaje es quien tiene todas las respuestas, asi que me cruzo de brazos y sólo digo:

- Soy toda oidos.

Cuántas tardes de locura he pasado escuchando al sr. Dickens.... si la situación no fuera tan anormal, hasta me reiria.

Extiendo la mano y aprieto con suavidad el brazo de Ainhoa.

Supongo que el que mandasen a un paciente falso la habrá molestado profundamente. La conozco lo suficiente como para saber que se preocupa por sus pacientes y que este paciente falso se ha aprovechado de ella. La miro a los ojos e intento darle a entender que por ahora no podemos hacer nada con todo esto.

Luego miro al agente y suspiro.

Ya veo...tanto secretismo y le sorprende que todo vaya muy lento...espero que cuando esto termine no les ofenda el montón de denuncias que tendrán por lo que han echo y ocultado...es mas, creo que es delito conocer una posible epidemia por ataque terrorista y no denunciarlo...sean ustedes agente, el presidente o el Papa.

Sonrío tirante y abro y cierro las manos intentando calmarme yo.

Pero no le interrumpo mas...por favor, deslumbremos con lo que saben...

Comienzo a sentirme mal. Todo este tiemo¡po he seguido unos fantamas con excitación. Fantasmas que se volvian cada vez mas reales, pero ahora han alcanzado una magnitud insostenible.

Me apoyo en la pared mientras sigo escuchando.

-¿Que esperan de mi?Yo no serviré para esto...necesitan a un genio de esos de grandes laboratorios...

Acepto el gesto de Luc con una sonrisa de agradecimiento, y vuelvo expectante a ver si este tal Dan Stevenson nos va a aclarar algo. La sensación de haber sido manipulada me da un regusto amargo en la boca, y por un momento pienso que no he ido a visitar a mis sobrinos.

Cuando Luc empieza a mover las manos convulsivamente, soy yo quien toma una de las suyas, y le sonrio suavemente. Espero que entienda el mensaje: No te preocupes, estamos juntos en esto, salga como salga.

Como poco el procedimiento a seguir para el reclutamiento de los sujetos implicados ha sido bastante original, aunque un poco nefasto, me atrevería a decir.

Toki mira atentamente al hombre que tenía delante.

Las cosas, señor, no se hacen así, cierto es que pueda tratarse de un asunto de seguridad nacional, y que por costumbre, hasta que no se encuentran los implicados no se revela el objetivo, pero se nos podría haber tratado con algo más de delicadeza, por lo menos el FBI piensa en el bienestar de la gente a quien compromete.

Eso si, le agradecería que dejaramos el altercado de hacienda para otra ocasión, nadie quiere despejar los trapos sucios de nadie, verdad señor Stevenson?

Sonrio a Ainhoa un segundo mientras paro el movimiento nervioso de mis manos, y luego con un suspiro largo e interior, me calmo para escuchar con atencion al resto de mis compañeros en esta extraña aventura.

Ante las primeras palabras de Toki, solo puedo asentir dándole la razón. Pienso lo mismo que el...

- Bueno, ya nos está teniendo demasiado tiempo en ascuas. Por favor, comience a explicarse. Le aseguro que todos los que estamos aquí nos morimos por saber qué sucede, y qué esperan que hagamos cada uno.

Miro al señor Stevenson con cara de pocos amigos y asiento al oir las palabras de Ainhoa. No sé si es que se quiere hacer el interesante o que quiere burlarse de nosotros, y la verdad es que ninguna de las opciones me gusta...

Yo simplemente cumplo con mi trabajo, señores, si creen que su queja merece ser oida hablen con el señor Presidente que es quien dirige esta agencia. Pero por favor, no maten al mensajero. Dijo con un tono de voz calmado sin pretender ser arisco ni hostil.

Vayamos a lo que de verdad importa. Tenemos constancia de que el virus lleva un par de semanas entre nosotros, pero sin afectar a demasiadas personas. Sin embargo en los últimos días ha crecido notablemente, la situación no se ha vuelto totalmente descontrolada, pero si que se han registrado más pacientes afectados en las últimas horas, y va en aumento.

Los hospitales del interior de la ciudad comienzan a acumular personas, nadie externo a nosotros conoce la situación, lo cual evita el pánico pero esto no tardara en saltar a primera plana de los periódicos.

Desconocemos cual es el origen del... llamemoslo virus, porque tampoco sabemos si realmente es eso, y tampoco sabemos por que antes no afectaba a muchos humanos y en las ultimas 48 horas está comenzando a hacerlo masivamente.

Conocemos sus sintomas, primero empieza como una gripe normal y con sintomas similares, para luego convertirse en algo más extraño a lo que no estamos aconstumbrados. Las pupilas se vuelven rojas, sin que eso afecte para nada a la visión del sujeto, ningún medicamento hace mejorar lo más mínimo. Transcurrido un tiempo que suele variar con la resistencia del sujeto, este fallece por paro cardiorespiratorio. Ya han muerto tres personas en las últimas horas.

Esta cifra va camino de aumentar drasticamente... Como les dije antes, estamos ante una terrible epidemia.