Partida Rol por web

A Partir de Ahora.

Capítulo 1

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29/08/2008, 22:11
Mary Ann Windsor-Hancock

Miré a Claire cómo si fuera un sueño, pero sus palabras me devolvieron a la realidad.

- No no... es solo que es muy agradable conversar con él, nada más dije ruborizándome más. Me alejé de la ventana y me fui a mi tocador a arreglarme el cabello. Espero que no tenga problemas al venir con nosotras... sería una auténtica injusticia. No dejaré que Padre le haga ningún mal, claro que no diré nada. Dije seria mientras uno de sus delicados dedos rozó suavemente la parte alta de la mejilla bajo el ojo. Fue un gesto casi involuntario, pero Claire lo entendió perfectamente pues era una de sus señales favoritas.

Notas de juego

SEÑAL:
rozar suavemente la parte alta de la mejilla bajo el ojo: significaba HOMBRE APUESTO A LA VISTA.

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29/08/2008, 22:20
Claire Windsor-Hancock

Sonreí ante la señal de mi hermana, sabía perfectamente lo que aquello significaba y ni siquiera tenía que decirme nada acerca de lo que haría por conservar el trabajo de Theodore.

-No creo que tenga ningún problema si no saben cómo lo consideramos, anda ya, olvida eso es hora de darnos prisa.

Me terminé de alistar antes que entrara Ema, justo a tiempo para decirnos que debíamos bajar a desayunar y se sorprendió de vernos listas dejando escapar una frase sobre las ganas que teníamos de marchar ya.

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30/08/2008, 00:15
Mary Ann Windsor-Hancock

Mary estaba preparada también pero sus pensamientos corrían junto a un joven apuesto en los verdes campos de Winfield entre risas y saltos.

- Vamos a desayunar que ya tengo hambre y quiero partir pronto. dije serena a Ema, manteniendo la excitación y la alegría en mi interior. Al pasar guiñé un ojo a mi hermanita.

Notas de juego

Master GUAPA esto no tiene solucion... a este paso montamos solas la historia...

Hermanita esperemos al lunes a ver jajajajajjaja

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31/08/2008, 02:46

El carruaje visualizó Wortham Manor unas siete horas luego de partir de Londres. Era una distancia corta para un paisaje tan diferente. La cuestión era que la ciudad no quedaba muy lejos de Windfield, esa era una de sus ventajas; la segunda estribaba en el hecho de ser tan diferente al paisaje de ciudad.

Claire y May Ann visualizaron con emoción la fachada de la enorme casa. No era una de las mejores del distrito ya que había terratenientes que superaban su fortuna con facilidad, pero era un edificio valioso. Amueblado totalmente por dentro, lleno de cuartos, con la necesaria cantidad de sirvientes para asearlos y tenerlos al día.

Hoy, deberían simplemente ubicarse y asignarles las tareas elementales al servicio. Aunque la mayoría de ellos ya estaba pre-enterado de sus quehaceres por Lord Hancock. Las dos damas de compañía: Louisa y Felicia, estaban sentadas junto a cada chica en el carruaje. Ni bien llegaron se bajaron primero y luego ayudaron a descender a las damas.

La mansión les recibía con sus ojos de ensueño. Eran casi las diez de la mañana.

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31/08/2008, 03:42

Patrick llega a Skylands Manor. La estancia es tan enorme como había imaginado, los sirvientes ya están haciendo la tarea de preparar el lugar para la llegada de Francis, que puede ser de aquí a unos días, como tardar una semana completa. El hombre nota que ya ha cesado de llover. Sube a su habitación para escribirle a su protector y decirle que la casa está en orden. Busca en el cajón y hay unos papeles, le pide a los sirvientes un poco de tinta que es traída de inmediato.

Mientras escribe unas líneas, simples, cortas que el mensajero llevará a Londres prontamente, observa por la ventana. El paisaje es sobrecogedor, es increíble que aunque la distancia entre la ciudad y está campiña es corta, siete horas a caballo sin paradas, el mundo pareciera otro. El verde decora cada cosa, con un suave respandlor.

En ese momento cree ver una figura femenina, mirando la casa. Pero se pierde en un segundo sin que el hombre pueda saber de quién se trata.

Notas de juego

Si puedes escribir la carta, yo se la copio directamente a Francis. Sobre la chica, sólo has visto una silueta en ropas comunes, pero ha sido unos segundos nomás.

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31/08/2008, 04:01

Temprano por la mañana Sussane se dirige a la pequeña boutique en la parte un poco más habitada de la campiña. Saludas a sus hermanas y parte con prisa, caminando. No tienen más que un caballo y la distancia no amerita que lo lleve ya que lo reservan para las cuestiones de emergencia. La boutique no queda demasiado lejos, además Sussane gusta del ejercicio.

Mientras va hacia su pequeño negocio ve que alguien ha llegado a la mansión de Skylands. Se detiene al notar los dos carruajes aparcados afuera así como los sirvientes que vienen y van. Contempla la enorme casa con algo de nostalgia. Pero no hay tiempo para eso, jura que alguien está en la ventana pero llegará tarde a la única fuente de ingresos de su familia y parte nuevamente con prisa.

Treinta minutos más tarde está detrás del mostrador de la pequeña boutique, sin poder evitar pensar en la mansión y en contarle la novedad a sus hermanas.

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31/08/2008, 04:44
Susanne Cornwell
Sólo para el director

Por suerte la lluvia había cesado, aunque corría un viento que calaba hasta los huesos, así que se cerró bien la capa y ajustó las amarras del sombrero para que no se le volara con el viento.

Como de costumbre acortó camino por los prados de la mansión Skylands. A veces, cuando dispone de tiempo, se detiene a conversar con la señora Spooner que es algo así como el ama de llaves del lugar, pero esta vez no lo hace por dos razones: está retrasada y ha llegado gente al lugar.

Algo muy parecido a un suspiro se le escapa al contemplar la construcción evocando antiguos recuerdos.

-¡Buenos días señorita Cornwell! -la voz de la señora Spooner la trae otra vez a la realidad.

Susanne sonríe y responde al saludo de la mujer cuya edad fácilmente llega a los cuarenta. Le parece ver a alguien que la observa desde la ventana, pero no tiene tiempo de averiguar. Le dice adiós con la mano a la mujer y se excusa por no poder quedarse con ella a charlar.

Cuando llega a la boutique sus mejillas y nariz están sonrosadas. El arrobo de las mejillas es causado por la rápida caminata y el de la nariz consecuencia de respirar el aire frío.

Ya sentada tras el mostrador, mientras se pregunta quiénes habrán llegado a la mansión y espera la llegada de sus hermanas para poder cuchichear con ellas al respecto, continúa la lectura del libro que comenzara el día anterior.

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31/08/2008, 16:16
Mary Ann Windsor-Hancock

Por fin... un suspiro de melancolía salió sin poder evitarlo. El verano pasado no pudimos venir y lo añoraba tanto... era mi lugar preferido en el mundo. Claro que no tenía muchos a los que ir y ser la dueña de la casa o la hija de los dueños. Pero en mi mente yo era capaz de viajar y navegar a lugares lejanos y mundos extraños. Aunque lo cierto era que nunca lo hacía, nunca había salido de Inglaterra y no tenía el valor de enfrentarme a mi padre para hacerlo. Así que esperaba que mi esposo, cuando lo tuviera, fuera el que me llevara a esos viajes soñados.

Al menos en Winfield podía soñar despierta y buscar a ese apuesto caballero que cumpliera mis sueños, sin tener al lado a mi padre y mi madrastra que me vigilaban a cada segundo. Aquí los sirvientes eran más tranquilos, más humildes, más fieles y mucho más... discretos.

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31/08/2008, 15:55
Patrick Collins
Sólo para el director

Su experiencia le decía que comunmente la gente que vivía en el campo era más sencilla y de corazón alegre. Asi le había sucedido en Irlanda, en Inglaterra, en Portugal y España. Los urbanitas, enrocados en su pomposo sentimiento de superioridad cosmopolita, estaban comunmente demasiado enfaenados en su lucha por el éxito y la vida en un ambiente algo hostil como para bajar tanto la guardia. Graves damas con vestidos grises, cosiendo bordados en oscuras y frías casas junto a las fábricas, donde planea siempre el fantasma de la tuberculosis.

Sin embargo, como aquella solitaria figura femenina, el campo era otro mundo. Un mundo arcaico, sencillo, de gente cuyas mayores aspiraciones se cifraban en la riqueza del espíritu, y comunmente la material (la comodidad es la aspiración de nuestro siglo, pensó). Pero, sobretodo, aquellas familias sencillas gustaban de los eventos en sociedad: familia, amigos y desconocidos. Había oído decir que, un rico o un noble no es mucho en Londres, pero en el campo es un Dios. Quizá en eso había algo de razón. Recordaba la exitación de las jóvenes señoritas de la campiña cuando, aún siendo muy jóvenes, el difunto lord Heddington visitaba alguna casa de campo: grandes bailes, cuchicheos entre señoras, requiebros y chanzas, pero sobretodo recordaba a aquellas señoritas de clase baja, bellas y sonrosadas, revoloteando como gallinas excitadas por la presencia del gallo en el corral, cuchicheando entre ellas y soñando con seducir a algún adinerado caballerete que diera lustre y posición a su familia.

La reflexión le sorprendió con cara de bobo, mirando a la ventana. Luego reparó en el tintero, y tras un parpadeó prosiguió en la redacción de su carta. Terminó de escribirla, con buen puño y letra comprensible, y echó sobre la tinta los polvos, pasando el rodillo para secarla y doblarla luego. Escribió despues el destinatario y el remitente, cerrando el papel con una gota de lacre que aplastó acto seguido con el sello. Era una misiva corta, al estilo militar. Gustaba de la eficiencia prusiana, y no era un hombre de muchos verbos.

Llamó al mensajero, y le entregó la misiva con gesto grave. Lo estuvo mirando a través de las cristaleras de la ventana mientras salía afuera, montaba en su caballo marrón y salía disparado tras darle un beso a la criada que le salió al paso. Aquello le hizo parpadear, y le arrancó una mueca sonriente. En verdad, en aquella inmensa campiña verde y florida, surcada de bosques de hoja caduca y riachuelos de agua cristalina, no era dificil imaginar que el amor era un sentimiento que debía flotar en el aire.

El administrador picó a la puerta, y Patrick suspiró. Ahora le esperaban unas horas de charla acerca de los arriendos, deudores y patrimonio de la familia en la región. Esperaba que no durara mucho, pues tenía ganas de dar un paseo a caballo y redescubrir aquella comarca cuya belleza sobrecogía al corazón.

Notas de juego

Milord.

He llegado hoy mismo a Skylands Manor, y todo parece en órden. La servidumbre es de confianza, antiguos criados y criadas de vuestro padre. El ama de llaves me ha puesto al tanto de los preparativos que han hecho para vuestra llegada. Me ha comunicado, asimismo, que si decidís honrar a esta casa con una fiesta o una visita con vuestra venida, tengáis a bien comunicarlo en plazo razonable para preparar la despensa y otros detalles necesarios para que no os falte de nada.

Hacía muchos años que no me sobrecogía con la belleza de estas campiñas, sin duda incomparables, aún tras haber visto los enormes sembradíos castellanos y la inmesidad de las aguas del océano. Me estoy poniendo poético, y os pido disculpas, pero pensé que este paraje es buen lugar para que ambos desconectemos durante unos meses de la bulliciosa Londres, además de alejar los fantasmas de muerte y pólvora de un pasado no tan lejano. A bien seguro, los habitantes de la región se complacerán en saber de la venida del nuevo Lord Heddington.

Espero vuestra llegada. Sinceramente vuestro:

Patrick Collins
[Fecha y firma]

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31/08/2008, 18:52
Claire Windsor-Hancock

Al fin lo habìamos conseguido, lejos de las miradas vigilantes de padre y su mujer, ahora estàbamos allì para divertirnos lo màs que se pudiera por una buena temporada. Me apeè del carruaje cuando la mujer me ayudò y luego, tomando de la mano a mi hermana, echè a correr al tiempo que le decìa:

-¡Venga! Recuerda còmo corrìamos aquì cuando èramos niñas.

El fresco viento de Winfield me dio en el rostro, mis manos se helaron pero estaba feliz de estar allì; le echaba tanto de menos que el no haber ido el año pasado, incluso me habìa enfermado. Màs ahora era distinto y pasarìamos una buena temporada allì. Bajo los peldaños de la entrada ya se podìa ver a los sirvientes haciendo una fila esperando para recibirnos, aquello me gustaba por demàs.

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31/08/2008, 19:56
Mary Ann Windsor-Hancock

Al escuchar las palabras de Claire salí corriendo hacia la entrada como cuando éramos niñas y veníamos con nuestros padres a pasar los veranos. Todo estaba impregnado de recuerdos... sobre todo de Mamá. En Londres Lady Greace los había hecho desaparecer quitando cuadros y con sus horribles perfumes... pero aquí... en Winfield, toda la casa olía a Mamá... adoraba estar aquí.

Hacía todavía frío para salir sin abrigo, y era temprano por lo que la cara recibió un aire fresco y matutino lleno de olores reconfortantes...

Llegué exahusta a la puerta, respirando costosamente, me daba igual lo que pensaran los sirvientes algunos negando con la cabeza y otras sonriendo divertidas. Todos conocían mis locuras y a pesar de ir creciendo cada año, sabían que no iban a parar.

Al darme la vuelta para buscar con la mirada a nuestras queridas y pesadas, Louisa y Felicia, vi a Theodore Smith sonriendo mirándome. Volví la cara ruborizada y me acerqué a Claire mientras me pasaba el dedo gordo y el indice por alrededor del ojo juntándolos al final del mismo.

Notas de juego

Señal: me pasaba el dedo gordo y el indice por alrededor del ojo juntándolos al final del mismo = significa nos están mirando.

en este caso: vino acompañado de un rubor con lo cual era: ¡Qué vergüenza! me estaba mirando!!!!

jajajajaja

estas señales cuando estemos con más gente lo que hago es hacerlas y luego el texto este de explicación, lo pongo en otro post dirigido solo a mi hermanita... asi ella entenderá la señal y los demás no.

jijijijijiji

que te parece? tu puedes hacer lo mismo? asi no tenemos que recordarlas de memoria. :P

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30/08/2008, 16:18
Grégoire Byrne
Sólo para el director

Bajo del carruaje, protegiendome rapidamente cerca de la pared de la casa, mirando los alrededores con una mezcla de sentimientos

Otra vez aqui, el tiempo sigue siendo como era

Vuelvo mi mirada rapidamente hacia la anfitriona, saludandola con un educado gesto, quiza algo afrancesado, nunca se debe minusvalorar el poder de los rumores asi que siempre se debe ser extremadamente educado, mas con mis ideas

Maravillosa sin duda, gracias por esperar mi llegada, parece que con la lluvia el carruaje ha tenido que venir un poco mas despacio.

Despues de escucharla de nuevo esbozo una sonrisa agradeciendo

Si, sera lo mejor, con la mañana seguro que me podra poner al dia con todas las maravillas de la region

Notas de juego

ya me puse apellido ingles

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01/09/2008, 03:03
Claire Windsor-Hancock

Entendì enseguida lo que habìa querido decirme mi hermana con su seña y sonreì, luego de saludar a todo el mundo, entramos en la casa. Estaba tibia como siempre a esas fechas y olìa a madre; todo estaba tal y como lo recordaba, me encaminè enseguida a la cocina, tras la ventana podìa ver el establo y a Theodore que ayudaba ya con la montura cansada. En la mesa de la cocina, habìa un montòn de manjares dispuestos para nosotroso, yo me morìa de hambre como siempre y enseguida me sentè a degustar tan ricos platillos.

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01/09/2008, 09:09
Mary Ann Windsor-Hancock

Tras ser pillada in fraganti como una niña corriendo y riendo, me dirigí serena y tranquila a la cocina, aunque por dentro me moría por ir corriendo y visitar antes toda la casa para ver que era real, que estaba allí realmente.

Una vez en la cocina, tomé un poco de pan y jamón para recuperar las fuerzas por el largo viaje.

- Claire ¿qué sugieres que hagamos hoy? pregunté a mi hermana antes de que llegaran las damas de compañía. Casi nunca contaba con ellas, me daban pena, pero me agobiaban, sobretodo en Winfield.

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02/09/2008, 16:06
Claire Windsor-Hancock

-Sugiero que vayamos a dar un paseo por los alrededores, a llenarnos de este aire limpio que nos regala Winfield-dije, creyendo que tal vez en un paseo, podrìamos incluso encontrarnos a nuestro primo.-O incluso podrìamos ir al pueblo, comprar algunas cosas, no lo sè. Elige una de las dos, nos llevaremos a Theodore con nosotras.

Sonreì con picardìa, habria de ver de què estaba hecha mi hermana.

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02/09/2008, 18:50
Mary Ann Windsor-Hancock

No es necesario llevar a Theodore, dije sacando la lengua solo a mi Claire querida. Creo que es mejor ir al pueblo para que las marujas comenten que por fin las Windsor hemos llegado. Jijijiji. Además quiero comprar algo de fruta en el mercado. Aquí es deliciosa, ¿lo recuerdas? Mamá siempre nos compraba esas peras tan ricas y fresquitas.

Al girarme vi de nuevo al muchacho descargando el equipaje, llevábamos tanto que tardaría todavía un buen rato en subirlo a nuestros aposentos.

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04/09/2008, 01:40
Claire Windsor-Hancock

Mirè a mi hermana con alegrìa, claro que querìa ir. Escaparme cuanto antes de nuestras cuidadoras pero en especial, conocer a alguien interesante o algo interesante que hacer en el pueblo el tiempo que estuvieramos en èl.

-Podemos llevarlo, solas no nos dejaràn ir y creo que a èl le agradarìa màs venir con nosotras que quedarse con un montòn de viejos en esta casona-puse cara de suplica a mi hermana.

Notas de juego

Perdona la demora, pero leì tu post y luego me olvidè que estaba y me lo pasè :( Un besote y espero que me disculpes.

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04/09/2008, 07:28
Susanne Cornwell
Sólo para el director

Susanne acababa de cerrar el libro y se disponía a servirse un vaso de agua cuando la campanilla de la puerta sonó. Alguien había entrado a la boutique. Dejó el vaso sobre la bandeja, el mismo lugar de donde lo había tomado y se puso otra vez frente al mostrador.

-¡Señora Rooney! -exclamó al ver de quién se trataba y le hizo una graciosa reverencia- ¡Qué alegría volver a verla! -dijo sonriente saliendo de detrás del mostrador- ¿Cuándo regresó? Creí que se quedaría en Londres por lo menos hasta que acabase el invierno.

La mujer, que tenía unos cuantos años más que su madre, se sentó en uno de los dos sitiales que Sue mantenía en la boutique para que clientas como la señora Rooney o Lady Chatterley descansaran.

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04/09/2008, 08:59
Mary Ann Windsor-Hancock

- No insistas Claire, tiene mucho trabajo y si le entretenemos ahora luego tendrá que hacerlo sea la hora que sea. Nuestras damas de compañía están para eso, dijo rascándose la nariz.

Muchas veces jugaban a eso, a ser una la hermana responsable y la otra la caprichosa, pero no siempre era Claire la que se encaprichaba con algo, que bah! Además les solía funcionar que sus padres o sirvientes, por dejar de verlas pelear daban el capricho y las dos se salían con la suya.

Pero esta vez, realmente Mary Ann, no tenía muy claro que quisiera llevar de carabina al joven Theodore. Era cruel hacerle sentir así, sabiendo que nunca podrían llegar ni siquiera a ser buenos amigos por culpa de las diferencias sociales.

Notas de juego

rascarse la nariz: que rollo!!!!!!!!!!!!!

Nada nada, no pasa nada. Besos.

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04/09/2008, 17:35
Claire Windsor-Hancock

Demasiada era la insistencia de mi hermana, ni siquiera parecía la de siempre, así que me encogí de hombros un tanto enfurruñada y asentí.

-Se hará como quieras, no quiero ponerte de mal humor...

Cogí un trozo de pan dulce de la mesa y me lo llevé a la boca, ahora no estaba yo con ganas de hablar, ni tan emocionada como hacía unos minutos pero había que comportarse como si eso hubiera sido para nosotras una regla que vinieramos cumpliendo de hace mucho.

-¡Lousia!-grité haciendo aparecer a la mujer enseguida.-Busque mi abrigo y el de mi hermana, iremos al pueblo.

La orden era directa y clara, con muy poco de amabilidad pero ellas tampoco la tenían casi nunca con nosotras, ellas obedecían las órdenes de la señora Hancock.