Partida Rol por web

A Partir de Ahora.

Capítulo II

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25/11/2008, 14:24
Susanne Cornwell

Las mejillas de Sue se ponen rojas como la grana apenas entender lo que el señor Lésdiguièrs le está queriendo decir. Se queda ahí, sin saber si recibir o no el pañuelo, frotándose las manos con el delantal para limpiárselas pero sabe que para eso necesita sumergirlas en agua. Finalmente acepta el pañuelo y se limpia la mejilla del lado que él le señala para mirarlo luego interrogante, deseaba saber si la mancha había sido retirada.

-Que pena con usted -le dice observando el pañuelo, entre la mancha de su cara y las manos éste ya no se ve pulcramente blanco-, lo he estropeado...

Sue piensa que no demoraría nada lavándolo y secarlo no sería gran problema, era una tela delgada y con la plancha lo conseguiría en unos cuantos minutos, sin embargo no se atrevió a preguntar si podía hacerlo, al señor Lésdiguièrs seguramente le estaban esperando en casa de los Hancock y si se había perdido probablemente fuese con retraso... pedirle que esperase a que ella lavara el pañuelo sería retrasarlo más.

-Muchas gracias -dice tras devolverle el pañuelo. El agradecimiento es tanto por el pañuelo como por el comentario del jardín-, pero es un mérito compartido no sólo mío.

Y así es como le explica, sin entrar en mayores detalles, que del jardín se ocupan las tres hermanas y también la madre.

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25/11/2008, 16:20
Jean Antoine Lésdiguièrs

Asiento con la cabeza cuando la joven termina de limpiar la mancha de tierra, Perfecta, digo con una sonrisa, recogiendo el pañuelo que me tiende negando con la cabeza, No se preocupe señorita Cornwell, es solo un pañuelo, escucho a la chica, así que tiene dos hermanas más, voy grabando todos estos datos en mi memoria, nunca se sabe.

Yo apenas llevo viviendo una semana por aquí, vivo en el pueblo, con mi primo, y me dedico a impartir clases de francés para ganarme la vida, aunque debo confesarle que mi gran sueño y pasión es ser escritor, aunque desgraciadamente parece que no he sido dotado de mucho talento para tales menesteres, pero no desfallezco, sigo buscando la musa que logre inspirarme otra vez charlando de más, Jean, vas a llegar tarde, y eso no sería demasiado apropiado en el primer día, ah, las chicas, ya sé que son peligrosas, pero hay veces que no puedo evitarlo, la señorita Cornwell se ve tan… ¿señorita?. A veces me asusto de las propias tonterías que llego a pensar.

Es un placer haberla conocido señorita Cornwell, y espero verla en otra ocasión, si usted me lo permite por supuesto, pero debo marcharme, pues la puntualidad es algo muy importante para los ingleses sonrío levemente, y no debería llegar tarde a casa del señor Hancock, por más que me agrade conversar con vos vuelvo a colocar la mano con el sombrero a mi espalda para hacerle una pequeña reverencia, y espero por si ella quisiera añadir algo, educadamente, antes de calarme de nuevo el sombrero y continuar con mi camino en dirección a la mansión.

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25/11/2008, 17:24
Elizabeth Cornwell

La joven escucha al caballero, con cierto rubor aún y el ceño un tanto fruncido... Le atormenta el hecho de haber quedado en ridículo delante tanta gente... Y que encima un joven tuviese que ayudarla, o se habría caído y ensuciado, y, seguramente, Anabel la habría reprendido por llegar tarde y encima sucia...

"Anabel... La tienda! No debo retrasarme... Pero... Si ya parece que mi cuerpo no me responde ni para las cosas necesarias... Y se supone que soy joven... Un hombre, Lizzie... Te ha tenido que ayudar un caballero.. Qué vergüenza!"

Azorada, sus pensamientos son interrumpidos por las palabras del joven... "Mi nombre...?"
Entonces, su expresión cambia, y una leve sonrisa se dibuja en sus labios...

-Su osadía...? Hum...-pensativa...-...Puede que lo hiciera... Pero quizás no debería arriesgarse...-sonríe, divertida. Se acerca un poco, y añade en un tono de voz más bajo...-...Hay quien, seguro, nos observa... Y qué dirían de mí, si, una jovencita como yo, diera su nombre a un desconocido por más que le hubiese salvado de una caída "fangosa"...?-Vuelve a alejarse, como si fuera ya esta vez a irse, y le mira, hablando ya está vez con tono normal...-Por supuesto, no le quepa duda que le estaré eternamente agradecida por la acción que ha realizado por mí...

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25/11/2008, 17:19
Susanne Cornwell

-¡Oh! ¿Entonces va a la mansión Hancock a impartir sus clases? -todavía no termina de hablar cuando ya ha bajado la cabeza porque se dio cuenta que la pregunta no era apropiada.- ¡Maldición, yo y mi lengua! -piensa- ¿Es que tú nunca aprendes Susanne?... Disculpe, usted, no he debido preguntar, no es algo de mi incumbencia -sonríe-. Siga usted adelante, señor Lésdiguièrs, escribir es un arte y ese arte es el que hace posible el placer de leer... no prive de ese placer a aquellos que con el disfrutamos.

Susanne se despide y al igual que él reverencia.

-Encantada de conocerlo también, señor Lésdiguièrs y seguramente no pasará mucho para que nos volvamos a encontrar... El viernes será el baile en Skyland Manor y no dudo que usted está invitado -sonríe por última vez-. Bonjour Monsieur, qui a un bon jour...

Susanne vuelve a arrodillarse frente al jardín y retoma lo que estuviera haciendo con una sonrisa traviesa en el rostro al imaginarse la cara de sorpresa que él debió poner al oírla hablar en francés. Claro, un francés un poquito oxidado, aunque no en demasía, de hecho era casi como su segunda lengua. Mal que mal en los tiempos que la familia Cornwell se contaba entre las más pudientes de la región, jamás se escatimó en gastos para la educación de las tres.

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26/11/2008, 00:33
Grégoire Byrne

La actitud de la señorita consigue sacarme una sonrisa un tanto mas amplia

Entonces señorita no me arriesgare a desairarla o a ponerla en una situacion que pudiera dar lugar a habladurias. Es mas, debo disculparme por mi falta de educacion y no haberme presentado todavia, mi nombre es Grégoire Byrne, y una vez que he corregido mi falta de modales de este momento, supongo que si tengo la suerte que los hados vuelvan a hacer que me cruce con tan agraciada señorita ya no sere tan desconocido y no sera una falta de tacto preguntarle su nombre

Contesto haciendo una ligera reverencia al presentarme

El tiempo que pase hasta que los hados me vuelvan a ser favorables tendre que recordar que es igual de posible el recordar un nombre que una mirada añado algo mas bajo, esperando mientras la señorita se aleje

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26/11/2008, 16:45
Francis P. Spencer

Uno de los hombres, que había estado charlando con el otro din bajar del caballo, a una distancia prudencial del carruaje, finalmente se acerca hacia las dos mujeres.

El caballo se mueve con soltura, claramente bien entrenado. Lo detiene junto a las damas, colocándolo de lado. Desmonta con cuidado y manteniendo agarradas las riendas con una mano inclina la cabeza para saludar a las damas.

-Señoritas... permítanme presentarme. Mi nombre es Lord Heddington. Me consta que es usted- le dice a Mary Ann- una de las bellas hijas de los Windsor-Hancock. ¿No es cierto?

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26/11/2008, 20:29
Patrick Collins

El irlandés siguió con su negro corcel los pasos del de su señor, manteniendo una distancia prudencial entre ambos. Cuando él bajó del caballo, Patrick hizo otro tanto, más por respeto que por ganas.

Se mantuvo de medio lado, con las riendas en la mano enguantada de negro. No sabía si había que volver a montar pronto, aunque intuía que su señor iba a conversar durante un buen rato con la señorita, o al menos intentarlo. Él, por su parte, prefería no meterse en esos berenjenales: reunión de pastores, oveja muerta. Las cosas de los nobles, son entre ellos mismos.

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26/11/2008, 21:35
Mary Ann Windsor-Hancock

Mary Ann observó como los dos jóvenes se acercaban a saludarla, estaba absorta en sus propios sueños cuando el primer joven se acerca y se presenta.

Vaya... Lord Heddington... ummmmmm...

Encantada Señor, dije bajando la cabeza en señal de saludo. Lo que hubiera dado porque Claire estuviera aquí, le habría encantado conocerle. Soy Mary Ann, la hija mayor. dije contestando a su pregunta. En cuanto a mi belleza, es una cuestión que no me concierne a mí comentar. me atreví a apostillar con una sonrisa pícara.

Miré entonces al segundo joven que no se presentaba y esperé educadamente a que lo hiciera.

Al final parecía que no sería tan aburrido ir al pueblo después de todo.

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26/11/2008, 21:48
Claire Windsor-Hancock

El profesor no aparece por ningún lado pero aún falta bastante tiempo, no puedo quejarme de que es una impuntualidad, así que intento relajarme y pensar en otra cosa. Estoy segura de que Mary Ann escogerá un vestido hermoso para mí, ella suele ser muy dulce conmigo, quizás porque soy menor y sabe bien cuáles son mis gustos.

Empiezo a caminar por el jardín con la ensoñación de aquella fiesta pues promete demasiado, parece que hace años no me emocionara tanto por una y en verdad era así. Aquí apenas he tenido tiempo para pensar en otra cosa que no sea esa fiesta, así que me ocupa todo el pensamiento. Pienso que incluso me gustaría que padre estuviera aquí, de no ser por esa mujer claro, me espanto el pensamiento de la cabeza pero cuando levanto la vista me encuentro con un joven caballero al que pronto reconocí como el muchacho del día anterior.

Mis ojos se cruzan con los suyos sin poderlo evitar, digamos que no es un desafío, sólo es que me ha tomado tan de sorpresa que no tuve tiempo de reaccionar según lo haría una señorita de mi clase ante la repentina aparición de un caballero. Hago una ligera reverencia con la cabeza y le sonrío, al fin que ya ninguno de los dos puede esconderse. Mis mejillas se sonrojan al pensar que es apuesto en verdad, mucho más de lo que parecía en la lejanía.

-Buenas tardes, caballero... Parece que somos vecinos - saludo educadamente.

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26/11/2008, 22:38
Elizabeth Cornwell

La joven le ofrece una tenue sonrisa, mientras se aleja...


-Es un placer, Señor Byrne... No le quepa duda alguna que le recordaré..
.-Se detiene, mirándole-...Y Sí... Si volvemos a encontrarnos, ya será usted un conocido, y quizás así, las malas lenguas no hablen...-Añade, divertida-..Que tenga usted un buen día!

Y se aleja, asegurándose de que el joven se de cuenta de que entra en la tienda de su familia, por aquéllo de hacer publicidad... Por supuesto... ¿Por qué, si no...?

Una vez dentro, se quita el sombrero y la capa, y muy lentamente y en silencio, los coloca en el sitio habitual... Como si ella hubiese estado siempre ahí...

De la misma manera, se pone a acomodar las cintas... Pronto Anabel le dirá algo para hacer, seguro, y ella debe estar preparada...

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26/11/2008, 23:20
Francis P. Spencer

-Oh vaya, que maleducado, disculpe que me haya quedado prendado ante usted. Este es mi buen amigo el señor Collins.- dice señalándolo con un gesto de la mano libre.- Me consta que Patrick- dice volviendo a señalarle- les envió una invitación en mi nombre antes de que yo llegara invitándoles a un baile en Skylands Manor. ¿Disfrutaremos de la presencia de su familia en el mismo?

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26/11/2008, 23:36
Anabel Cornwell

Finalmente, y tras un intercambio de sonrisas y palabras más que "sospechosos", la pequeña de los Cornwell se adentra nuevamente en al tienda bajo la atenta mirada de su hermana mayor, que suelta el trapo moviendo ligeramente los dedos sobre el mostrador.
-Vaya, vaya Liz... así que con distinguidos "lords" de alta clase sólo consigues comentarios mordaces, pero con humildes caballeros de chaquetas sucias no puedes evitar sonreír como una niña- comenta en tono de burla sin poder contener finalmente una risa despreocupada.

-No sé que os estaríais diciendo pero hay miradas que lo dicen todo... ¿sabes si irá al baile de Skylands?- pregunta con aparente y sencilla curiosidad, aunque la sonrisa traviesa sigue ahí.
Quizá ese muchacho consiga con su sola presencia lo que ella no conseguiría con horas de discursos y peticiones.
Si bien parece de clase baja, ellas también lo son en estos momentos y sin embargo han sido invitadas así que... quién sabe.

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27/11/2008, 08:52
Mary Ann Windsor-Hancock

- Señor Collins contesté educadamente con gesto de cabeza. Sí, Señor, recibimos la invitación. Mi hermana está encantada y acudirá a la fiesta. En cuanto a mí... miré la tienda que estaba junto a nosotros, una pequeña tienda de comestibles a la que me gustaba ir cada vez que podía, un agradable matrimonio la regenteba.

Volví la mirada al joven y su amigo, y sonreí de manera natural como si estuviera pensando algo muy agradable o me hubieran dado una muy buena noticia, pero no dije más.

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27/11/2008, 11:46
Jean Antoine Lésdiguièrs

Ya había comenzado a caminar cuando mi idioma natal hizo acto de presencia, hacía tiempo que no lo oía, y me sorprendió al escucharlo en alguien como aquella chica de aspecto tímido y humilde, era demasiada la curiosidad, o maldita sea, iba a llegar tarde, lo sabía, y sin embargo me giré para volverme una vez más hacia la chica, que se había vuelto a afanar en su quehacer.

[FR] No sabe cuánto echaba de menos mi idioma [FR] mis palabras suenan más fluidas, como si cada una que pronunciara me llenara de alegría [FR] Así que usted asistirá también a ese baile, [FR] le sonrío volviendo a quitarme el sombrero, pues no es apropiado dirigirme a una señorita con él puesto.

[FR] Señorita Cornwell, debo decirle que no le quedará más remedio que concederme un baile durante tal evento [FR] ahora mis ojos se vuelven algo más osados al mirarla, Aunque por ello me convierta en la envidia de todos los presentes las manos cruzadas a la altura del estómago, no es habitual este comportamiento, no sé si ha sido lo del idioma lo que me ha conmovido.

Notas de juego

[FR]hablo en francés

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27/11/2008, 12:55
Charles Patrick Avon

-Buenas tardes, señorita.- Dice al tiempo que se apresura a demostar para aproximarse. Inclina un poco el cuerpo en ligera reverencia para no parecer descortés, y una vez con las riendas en las manos se acerca un poco tirando de su montura. -Estáis en lo cierto. La finca de mi padre está al otro lado del camino, de lo cual me alegro.- Dice más como formula cortés, que como un verdadero sentimiento.

-Debéis disculpar mi descortesía de ayer. La situación apenas me permitió siquiera hablar y debí parecerles a usted y a su hermana un autentico bárbaro, abordándolas sin presentarme. Me llamo Charles, de la casa Avon. Conocí a su hermana casualmente una mañana y ayer pretendía saludarla para matar un poco la monotonía que impone este lugar. Sepan disculparme.- Concluye el joven, con buenos modo y tono suave y bajo.

Viste ropas de bajo oficial del ejército, de quien acaba de emprender una carrera militar. El echo de que no se desposea de sus ropa militares puede parecer ciertamente arrogancia, pero al ver su gesto quizás se aproxime más al orgullo. Lleva el pelo recogido tras la cabeza callendo sobre su espalda completamente limpio y liso. El caballo que le acompaña es un ejemplar ligero y de patas altas... un animal más aristocrático que hecho para los rigores de un combate.

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27/11/2008, 11:51
Susanne Cornwell

Casi no se movió del lugar en que estaba. Volvió a ponerse de pie y giró sobre los talones para poder mirar otra vez al francés.

-Así es, señor, me parece que toda la región estará presente, esa clase de eventos no son muy comunes aquí -le hablaba en francés y con bastante soltura-... no al menos entre las familias menos pudientes -añadió con cierta nostalgia aunque sin perder la sonrisa amable-.

Baja la cabeza para ocultar el leve sonrojo que sufren sus mejillas a causa de lo que él dice respecto al baile.

-No creo que usted vaya a ser la envidia de nadie por bailar conmigo, quizás si lo hiciera con alguna de mis hermanas -ella ha dejado de hablar en francés-, pero si ese es su deseo tendré a bien concedérselo... ¡Y ya no lo entretengo más porque no estaría bien que llegase tarde a su compromiso por mi causa!

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27/11/2008, 18:08
Elizabeth Cornwell

Elizabeth, observa a su hermana.... Y frunce el ceño...


-No he sonreído de ninguna manera especial! Sólo le he agradecido el hecho de que hubiera evitado que cayera en el fango...
-Continúa mirando a su hermana, un tanto avergonzada-...Aunque lo hubiese podido evitar yo... Tengo reflejos!-Señala en voz más baja...-Y no, no sé si irá al Baile... De hecho no sé nada de ese hombre aparte de su nombre que insistió en darme... Yo no se lo pedí...-No hacía más que excusarse, una y otra vez, su orgullo era verdaderamente poderoso...
Estaba claro que no estaba acostumbrada a que caballeros la "sacasen de situaciones apuradas", y que tampoco se sentía muy a gusto con ello... Le faltaba madurar en ese tema... Y mucho, por cierto, si no quería dejar a su familia en ridículo por no ser una "señorita de bien"...

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27/11/2008, 18:02
Claire Windsor-Hancock

Lo miro con aire divertido, parece que da mucha importancia al qué dirán y a las fórmulas, no está mal, según la posición que debe tener y el uniforme que porta está en toda razón de hacerlo. Me presento enseguida, no quiero cometer una descortesía. Mientras lo hago, observo el bonito animal en el que se pasea.

-Mi nombre es Claire Windsor-Hancock pero… - reparo en algo especial. –No sabía que conociera a mi hermana, señor Avon.

Mi hermana se acaba de meter en un lío verdadero si no me lo dijo, pensé que la primera vez que lo habíamos visto, había sido por la tarde anterior mientras iba para su casa, pero evidentemente y según sus palabras: no era así. Me sentí un tanto incómoda pero no con él, Mary Ann tenía muchas cosas que decir. Empecé a caminar lentamente para que él me imitara.

-Quizás ya sabe que estamos aquí por una temporada, ¿usted vive aquí todo el tiempo?

Bueno, sí, quizás era una pregunta tonta pero me había tomado por sorpresa, en la espera de una fiesta que me tenía nerviosa y ansiosa, todo hay que reconocerlo y a la espera de mi nuevo profesor de francés que parecía que pronto me quitaría la idea de que tenía gusto para la puntualidad. Sí, quizás también era una pregunta demasiado personal.

-Lo siento, no he querido ser indiscreta, señor Avon…

Me ruboricé de pies a cabeza, aquello no era bueno, estaba quedando como una tonta.

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27/11/2008, 18:46

Notas de juego

Avon, tu conociste a las hermanas Cronwell jaja, pero dejemos el turno, como que es un malentendido. O sea que tu creiste que conociste a la hermana de Claire

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27/11/2008, 23:10
Grégoire Byrne

Tenga un buen dia usted tambien señorita

Me despido, esperando hasta que la señorita entre en el edificio al que se dirigia, quiza para asegurarme de que no vuelve a necesitar ayuda con la abrupta calle

Una vez que ha entrado en su destino vuelvo a ir en busca del caballo, todavia pensando en que es una tienda donde ha entrado y que por la hora que es es posible que tenga algo que ver con los patrones de ella, quiza pueda saber algo dirigiendo la conversacion de forma inteligente con la señora Deburg

Perdido en estos pensamientos tomo el caballo y parto hacia mi destino al paso, sin forzar el ritmo para evitar caidas o llegar muy polvoriento