Partida Rol por web

¡A Sangre y Fuego! (chat)

Epílogo

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11/05/2009, 15:56
Director

Conclusión de la Aventura.

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11/05/2009, 20:40
Director
Sólo para el director

EPÍLOGO

Habéis sobrevivido a numerosas horas de lucha contra las abominaciones de la Disformidad, pero finalmente habéis logrado alcanzar el exterior de la mina tras destruir la Piedra, posteriormente bautizada como “Antítesis”, principal fuente de amenaza para este lugar. En aquellos siniestros túneles lograsteis demostrar vuestra valía haciendo frente a todo tipo de criaturas retorcidas y horripilantes fruto de la herejía. Definitivamente os habéis mostrado dignos de la profética misión encomendada por el Inquisidor Antón Zerbe que de seguro visualizó vuestro triunfo. El Retorno sobre vuestros pasos no tuvo mayor problema, pues los obstáculos ya eran para vosotros bien conocidos, y así alcanzasteis de nuevo el colosal sello, al otro lado del cual los impresionados soldados de la Guardia Imperial os esperan. Con paso firme os abrís camino entre ellos para poneros en presencia del comisario Nihilius, posiblemente este es el más sorprendido de entre todos los presentes.

Ansioso, el sombrío oficial os pregunta sobre lo que habéis visto y los seres a los que os habéis enfrentado en el tenebroso abismo, vosotros con resulta altanería le contestáis que con mutantes y otros horrores del Caos, siempre sin dar mayor importancia al asunto. Abrumado por el relato os muestra su gratitud por haber eliminado el peligro y os promete la mención de vuestros nombres ante sus superiores. Paralelamente a estas charlas apreciáis como una lanzadera aparece entre las espesas nubes para surca los cielos cercanos y finalmente tomar tierra no muy lejos del campamento. El comisario os comenta que una vez se haya confirmada la exitosa destrucción del enemigo por un par de escuadras de exploración, el 97º Batallón será felizmente retirado para ser dirigido hacia otro glorioso destino en servicio del Imperio y las mina Gorgónida será reabierta solventando así los problemas comerciales que padecía este sistema. Es por estos hechos que los cuatro sois llevados hasta el cuartel general con los máximos honores, siendo conscientes de que todos admiran vuestra entrega hacia la causa del Dios Emperador.


Acólito

Escoltados por el comisario y sus tropas no llegáis retornáis al campamento no llegando a tener tiempo de penetrar en el edificio principal, pues cuando estáis a punto de hacerlo llega hasta vosotros una peculiar comitiva. Un hombre joven de ropajes grises que es flanqueado por dos guardias imperiales os saluda preocupado. Se presenta a si mismo como acólito al servicio de vuestro maestro lo cual confirma mostrándoos un anillo con el sello de Zerbe. Os da aviso de que vuestra presencia es requerida de inmediato en otro lugar, por ello os exora a que le acompañéis hasta la lanzadera que aguarda. Una vez en la nave, ya dejados atrás los horrores vividos, os hace entrega de un informe digital a cada uno. El acólito asegura desconocer el contenido del mismo y os comunica que sus órdenes se limitan a llevaros hasta la órbita de este planeta y embarcaros en “El Cielo Descarnado” que os llevará a Iocanthos, donde os espera vuestra próxima tarea.

Unos resignados, otros convencidos, no podéis evitar acatar las órdenes de este representante del Inquisidor. Y así os disponéis a alzar el vuelo, no sin antes deshaceros fríamente y con un certero disparo por la espalda de vuestro mancillado compañero XXX. Pues aunque a veces se toleran en cierto grado la mutación, por lo general ningún mutante es bien recibido en vuestro oficio. Evidentemente, con el tiempo recibiréis una mención especial por parte de Antón Zerbe en reconocimiento por vuestra dedicación y compromiso con el Imperio demostrada ya desde vuestros comienzos. Parte así vuestra nave elevándose hacia un incierto destino mientras sobre las ásperas llanuras de Seperis Secundus yace el cuerpo, aún caliente, de vuestro compañero.

¿FIN...?

Notas de juego

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12/05/2009, 03:10
Director

EPÍLOGO

Un leve tintinéo es lo que alcanzasteis a oir, como el choque de dos metales, después un fuerte resplandor que todo lo cubre y tras él...

...la deflagración.

Así es la vida, y la muerte, en el 41º milenio.

¡FIN!

Notas de juego