Partida Rol por web

A Sangre y Fuego (Conan RPG)

En tierra de Nadie.

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16/01/2012, 16:46
Director

Apenas una hora mas tarde ya habíais abandonado el campamento y lo veíais alejarse lentamente. El sol ya se había puesto a aquella hora y sería mas fácil rodear e infiltrarse en las lineas enemigas. Tendríais que ir con mucho cuidado de que no os vieran y la misión aun era peligrosa después de eso.

Aun así, Sargón aun tenía una sonrisa triunfal oculta por el yelmo. Ojalá pudiese ver la cara que se le pusiera a yolus cuando leyera la nota llena de orgullo y sorna bien camuflada entre lineas y lineas de protocolo pedante.

Notas de juego

Interpretad como vais, quienes vais (Sargón escribe una cartita a yolus), que hacéis, de que habláis y de como intentáis atravesar las lineas enemigas.

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16/01/2012, 17:07
Sargón Shutruk-Nahunte

"Carta a Yolus" por Sargón Shutruk-Nahunte. Frontera con Zingara, en el año de nuestroseñor X+Y, año de la Victoria sobre Zingara.

A su excelentisima persona, audaz oficial de la caballeria y miembro de confianza del gobierno de nuestro glorioso rey Conan.

Bajo el contexto de este conflicto armado de los poco fiables sureños, le hago saber que nuestro Rey - en una muestra de inteligencia tan habitual en él - me ha encomendado la misión de infiltrarme en las lineas enemigas junto con un grupo selecto de hombres a una zona que no me hes permitido escribir, por motivos evidentes, a gente agena a los elejidos.

Le explico esto conociendo su trayectoria en estas misiones para con nuestro rey y le encomiendo, con todo el fervor de un creyente en Mitra y en Aquilonia, que me permita conocer sus usuales quehaceres en estas acciones. Sería para mi todo un orgullo saber vuestras maneras, siempre con el talante expreso de saber sortear los errores que haya usted podido cometer. Con el afán del conocimiento que me brinda nuestro Rey al preferirlo cerca del campamento que en lo lejano, donde un humilde noble de Poitou pueda ejercer mayor exito en la guerra que cuidando de los corceles preferidos del rey. Honroso trabajo donde los haya.

Por ello, con toda la devoción de un joven oficial, le pido consejos y amistad. Siempre pensando en el futuro, donde nos pueda ser util una relación cortés, tanto en la caída como en la ascención. Sin que ello implique mal alguno en su carrera militar, pues la edad trae sus limitaciones. Es por todos conocido su valor en los tiempos mozos de su explendor.

Gracias por ofrecerme esta oportunidad.

A usted le otorgo el merito de mi exito.

Cordialmente,                                                                                                                                                                                    Sargón de la casa Shutruk-Nahunte de Poitou.

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18/01/2012, 17:55
Sargón Shutruk-Nahunte

Vamos los tres, por supuesto, y añadimos mi sabio particual (artorius? no me acuerdo) y añado un par de exploradores más de mis arcas de seguidores. Si nadie quiere traer a alguien más propongo acbaar de llenarlo con más exploradores o bien algun personaja PNJ random que pueda interesar.

La idea, visto el exito de la conversación, es pasar inadvertidos por lo que cambio mi armadura "nueva" por alguna de menor valor - o sea la que llevo en la ficha de personaje, que es de medio robada de los comabtes i comprada en el viaje de retorno - y nada de baños por una temporada. Hablo zingaro asi que por mi parte puedo medio camuflarme. El shemita puede pasar perfectamente por un judio que quiere pasta y el chino por un turista en busca de la Sagrada Familia.

Por otro lado propongo una ruta directa hacia Cordova despues de desviarnos del campamento por las montañas, para que no se nos pueda confundir con lo que en verdad somos.

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26/03/2012, 12:55
Jacob

- Sargón, es necesario que venga tu sabio oriental? Creo que llamará mucho la atención, y eso es lo último que queremos. ¿No hay alguna forma de conseguir pasar más inadvertidos?

Jacob recogio sus bártulos, ya siempre empacados. Cògió su bolsa de hierbas, sus papeles y libros para mantener su estudio, la piedra de afilar. Ajustó su arco para poco antes de su salida y afiló sus armas y cuchillos. El shemita empezaba a sentir de nuevo esa sed de sangre cruel derramada por las víctimas inadvertidas, aún sin tierra ni dueño, aún recordaba sus tiempos jóvenes en que en los días más áridos del desierto tenía que liquidar sin piedad a otros nómadas para poder sobrevivir. Mucho había ocurrido desde entonces, muchos kilogramos se acumulaban en sus carnes, sus músculos habían crecido incluso más que sus conocimientos.

Concentrándose, Jacob trataba de atarse sólo con su mente el cinto de la túnica oscura que tapaba su arma akbitana mientras mascaba unas hierbas relajantes. Sentía cada músculo de su cuerpo tenso y expectante, su mente rápida. Sus manos palpitaban con el deseo de atravesar carne humana.

- Amigo mío - se permitió tomarse más confianza de lo normal, pues las hierbas nublaban su buen juicio -. Es hora de ir a por esos cerdos cíngaros.