Partida Rol por web

A Sangre y Fuego (Rotgard)

Primera parte: La Mina Gorgónida

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02/09/2013, 19:55
Narrador

Tras prepararos adecuadamente y cargar con las armas que trajisteis u os han facilitado de forma rauda, el inquisidor os comunica por el microcomunicador el hangar al que debéis dirigiros para embarcar en una nave de transporte ligero. Al llegar al hangar veis una nave como la que os trajo a bordo pero más pequeña, incapaz de portar a más de ocho pasajeros por lo que veis en la zona de carga. Vais coincidiendo poco a poco y os vais sentando en alguno de los ocho asientos que hay repartidos en dos grupos de cuatro asientos pegados a cada pared lateral, entre los cuales hay un pasillo central que comunica la salita de pilotaje, la sala de carga y la compuerta de desembarco que se cierra cuando estáis los cinco; el copiloto (cuya cabeza está reforzada con una placa metálica y cuyos ambos ojos son artificiales) estaba ojo avizor ante vuestras sendas llegadas. Como el hangar es grande no tiene una compuerta común, sino largos pasillos de salida en los que entran las naves que van a despegar, tras las cuales se cierra la compuerta que da al hangar antes de abrir la que da al exterior, presurizando y despresurizando el pasillo de salida según toca.

Durante el viaje recordáis las palabras del inquisidor, por las cuales os quedó claro que no os considera los candidatos ideales para esta misión. Suponéis que en circunstancias más ordinarias la Inquisición habría estudiado este asunto a su debido tiempo, pero el daño causado a la economía del planeta (y, por extensión, a la de todo el sector) sería demasiado grave si no se resolviera el problema. Y por ello, suponéis, os han enviado a vosotros. Es una encomienda
bastante inquietante, puesto que no sois más que reclutas inexpertos, pero como dijo Marcus Toth erais los acólitos más inmediatamente disponibles.

Notas de juego

Por ahora habéis funcionado bien con el posteo libre, sin turnos definidos. Por mí podéis seguir así, el que no esté de acuerdo puede comentármelo sin problema en el off-topic.

Si no entendéis algo de lo que voy poniendo (en general) no os cortéis y preguntadlo en el off.

Y en resumen: estáis en la nave de transporte, os doy la oportunidad de hablar entre vosotros mientras descendéis al planeta, pero no es obligatorio que lo hagáis.

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03/09/2013, 13:17
Itzia

Me encontraba en el lado derecho de aquellos asientos, sentada en uno de ellos y con los brazos apoyados en mis piernas. No me gustaban demasiado las naves pequeñas pero no había otra que ir en esta así que me debía de aguantar. Mire a mis acompañantes a la misión, fijándome en sus atuendos y en ellos mismos, eramos muy diferentes cada uno... y creía que demasiado.-Espero que vengáis preparados para lo que esta por venir...-. Dije mirando hacia la pared de enfrente de mi sin mirara a ninguno en concreto.-Puede que no nos llevemos bien... pero esto hay que hacerlo bien-.Estaba claro que no veníamos a buscar amigos y cada uno tenia su personalidad así que debíamos de llevarnos bien por el bien de esta misión.

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03/09/2013, 16:26
Vret Copper

Entré en la nave con paso vacilante. Nunca me acostumbraba del todo a abandonar la tranquilidad de una buena nave con sus pasillos bien cerrados. No era más que incomodidad pero no podía evitar sentirme más a gusto en una.

Me senté pensativo y preocupado pues teníamos por delante algo más grnde que nosotros mismos. Sin desear molestar a nadie prefería no abrir la boca durante el viaje hasta que la muejr rompió el hielo:

Podríamos empezar por no prejuzgarnos. Dije con voz suave.Pensemos que cada uno quiere dar lo máximo de sí. nadie quiere morirse tan pronto. No normalmente.
 

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03/09/2013, 22:18
Solomon Gant

En silencio juego con el rosario que llevo entre las manos, no me gustan las entradas y salidas planetarias, nunca me han gustado, la verdad. siempre he preferido estar en tierra firme con el suelo directamente bajo mis pies o en órbita en una de las  inmensa nave del emperador que hace que no notes el tembleque que experimenta nuestra pequeña nave en estos momentos y me pone nervioso.

Cerré los ojos e iba a comenzar a recitar en silencio unos versos para ayudar a tranquilizarme cuando la asesina, Itzia creo recordar que se llamaba nos lanzó una arenga. La eschuché atentamente y también a Cooper, intentando hacer como que no oía el rugir de los motores atmosféricos que amenazaban con ponerme los pelos de punta.

El emperador a través del inquisidor Toth nos ha elegido, seguro que lo haremos bien. ¿Verdad .....?- me quedé mirando al clérigo como un tonto mientras intentaba recordar su nombre.

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04/09/2013, 00:37
Svein Cynewolf

Incluso reposado en su asiento, ya se veía a primera vista que Svein era un hombre de gran constitución y envergadura. Con una altura de poco mas de metro noventa, amplios hombros y pronunciada barriga, el clérigo mas parecía tener las proporciones de un oso que de un hombre. 

Pese a tener cincuenta años, su rostro estaba curtido por las inclemencias de su planeta de origen y se encontraba recorrido por pronunciadas arrugas como si de cuero se tratase, dándole un aspecto mas anciano de lo que realmente era. Su pelo, con un ligero comienzo del calvicie, antaño había sido rubio, pero ahora las canas lo habían emblanquecido hasta prácticamente hacer desvanecer ese color. Una hirsuta barba, cubría las facciones de su rostro, y sus ojos azules reflejaban una fiera dedicación bajo unas frondosas cejas que le daban un injustificado aspecto de tristeza.

Vestido con ropajes monásticos de su orden y una larga chaqueta antifrag, portaba encima varias armas entre las que se encontraban una espada de monofilo, una pistola automática y un rifle láser modificado, que sostenía entre sus manos mientras rezaba para si en voz baja. Sobre su pecho de tonel, pendía un resplandeciente colgante con el símbolo del Aquila Imperialis que parecía estar presta a desafiar a los enemigos del imperio.

Abstraído en si mismo, Svein no había prestado atención a su alrededor ni a lo que habían dicho sus compañeros, hasta el momento en que Solomon se dirigió a él.

Levantando la mirada, parpadeó mientras procesaba la situación dándose cuenta que había permanecido extremadamente callado, pero tal era el efecto que le causaba la presencia del inquisidor Toth. Uno no podía presentarse alegre ante la presencia de un Inquisidor sin arriesgarse a dar una apariencia de irresponsable...

- Por supuesto Arbitrador Gant.- Respondió finalmente con una sonrisa agradable.- Mientras mantengamos la fe en Aquel que se sienta en el Trono Dorado, no habrá hereje o ser impío que pueda enfrentar a nuestra fuerza y convicción, pues bajo el amparo protector del Dios Emperador estas jamas flaquearan.-

Ya que antes había estado muy seco y conciso, procedió a aprovechar la ocasión y presentarse convenientemente.

- Creo que antes no he sido muy extenso a la hora de presentarme.- Comentó a modo de disculpa.- Me llamo Svein Cynewolf, pertenezco a la orden Drusiana, y he vivido prácticamente toda mi vida en el santuario del mundo altar de San Drusus, hasta que tuve el honor de ser elegido por el inquisidor Toth para formar parte de su séquito.-

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04/09/2013, 09:17
Itzia

Al parecer todos estábamos de acuerdo en que debíamos de dar lo mejor de nosotros y eso me gusto. Escuche a mis demás compañeros estando de acuerdo en sus comentarios e incluso en el del clerigo que en apariencia parecía mas bien un animal que un hombre. Asentí con la cabeza a los comentarios mientras que acariciaba un colgante que llevaba el cual siempre me protegía en cada trabajo y misión que me habían encomendado , hasta entonces había surgido efecto por lo que esperaba que siguiera igual en esta misión.-Espero que este cacharro aterrice pronto-murmure mas para mi misma que para los demás. Les mire durante unos minutos detenidamente a cada uno de ellos y hablé.-Creo que deberíamos establecer un tipo de reglas... por ejemplo el no separarnos o no hacer el loco e ir a toda prisa, mejor es tardar y hacer bien el trabajo que deprisa y que fracasemos

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04/09/2013, 23:34

Nuestra misión ya empezaba, no había vuelta atrás, antes de que nos diéramos cuenta estaríamos en la superficie adentrándonos en aquella mina… mis acompañantes era cada uno más peculiares… los observaba en silencio… analizándolos, aprendiendo como eran… entre la que seguro que esta acojonada por estar en un pájaro de hierro y el que hace referencia al emperador cada vez que abre la boca… mal vamos… espero que sepan hacer algo…

Tras escuchar a la salvaje me vi tentado a responder… Más vale que nadie se crea un héroe… las prisas solo llevarán a la muerte… mejor caminar sobre seguro… sin correr riesgos innecesarios…

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05/09/2013, 17:35
Vret Copper

Parecía todo dicho ya. Aunque realmente me había alarmado alguna de las cosas propuestas: ¿no separarse?, ¿no cometer heroicidades? ¿que pensaban los demás queteníamos en mente?.

Reflexionaba sobre ello mientras miraba a uno y a otro intentando cambiar cada poco para no molestar a ninguno. ¿Cómo creéis que estará la situación ahí abajo? Espero que no haya que matar a demasiados en combate.

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05/09/2013, 23:04
Solomon Gant

No creo que tengamos que eliminar a muchos.- Dije en un susuro contestando al Psquico, mientras continuábamos nuestro inacabable descenso y seguía dándole vueltas a las cuentas de mi Rosario.

Si se tratara de eso una compañía de la guardia imperial haría mil veces mejor que nosotros cinco ese trabajo. Tiene que haber algo más que eliminar mineros.

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06/09/2013, 01:40
Svein Cynewolf

Ya centrado en el mundo real, Svein escuchó a sus compañeros mientras hablaban sobre la situación en la que se encontraban y de como debían enfocar la misión. Por supuesto aquel nerviosismo subyacente que percibía en sus compañeros era algo normal, sobretodo debido a su relativa inexperiencia en aquellas lides. Por su parte, no tenía dudas en que haría todo lo que fuese necesario para acabar con el mal que habitase en aquellas minas. El inquisidor Toth y por supuesto el Dios Emperador, no podían esperar menos que la mayor de las entregas.

- Caballeros, no seremos héroes, pero tal vez olvidan de que somos acólitos de la inquisición. Hemos sido elegidos de entre todas las almas perdidas del imperio, y nuestro deber es perseguir y eliminar la herejía en todas sus formas allí donde se presente.- Les dijo interviniendo sin perder la sonrisa beatifica.- Como bien a apuntado el arbitrador Gant,  el inquisidor Toth nos informó, una unidad de la fuerza imperial ya fue enviada a esa mina y no fueron suficientes, por lo que esta claro que la resolución del problema no se encuentra en la simple fuerza bruta. Investiguemos, estudiemos la situación y eliminemos el problema de raíz por todos los medios que estén a nuestro alcance. Estoy de acuerdo con que no debemos correr riesgos innecesarios, pero desde luego en nombre del Emperador y del bien del imperio, debemos estar preparados para la eventualidad de que tengamos que dar nuestras vidas si es necesario para la resolución de esta situación...-

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06/09/2013, 09:52
Narrador

Muy poco después de las palabras del clérigo el transporte se posa con precisión en tierra y os disponéis a desembarcar, listos para enfrentar con valor cualquier infortunio que este frío planeta minero os pueda prestar.

Tras desembarcar del transporte ligero, observáis cómo rugen sus motores y lo vuelven a elevar hacia el crucero que orbita alrededor de este maltrecho planeta. Cuando ha empequeñecido tanto que lo perdéis de vista, echáis un vistazo a vuestro alrededor. Os encontráis en un campamento de la Guardia Imperial, atestado de decenas de hombres y mujeres de aspecto alicaído, algunos ensangrentados y vendados, todos ellos ataviados con los uniformes grises del 97º Batallón. El campamento consiste en un mar de tiendas de lona dispuestas alrededor de cráteres humeantes, rejillas de ventilación de vapor que emiten bocanadas de apestosos gases violetas y los vestigios del reciente conflicto. Un chirriante bípode patrulla el perímetro, esquivando hábilmente los restos destrozados de antiguos edificios, vehículos calcinados y cadáveres aún sin enterrar. En el centro del campamento se alza un bloque de viviendas de color rojo óxido en cuyo exterior se ha colgado el símbolo del águila del Imperio. Más allá se extiende una cadena de montañas de poca altitud coronadas por una capa de hielo y las extensas instalaciones industriales. Chimeneas que escupen llamas, contenedores de almacenamiento, grandes cubas burbujeantes que rezuman vapores tóxicos y otras construcciones se combinan para conferir a las estructuras el aspecto de inmensos insectos de metal que se arrastran por entre los picos de la escarpada cordillera.

Recordáis con claridad las palabras del inquisidor: "Será vuestro primer objetivo el recabar toda la información necesaria", aunque también recordáis que dijo: "Al descender al planeta os informarán de los detalles y os harán entrega de todo material necesario para el cumplimiento de la misión" y por ahora nadie ha salido a vuestro encuentro, aunque obviamente os percatáis de que la mayoría de guardias imperiales os están mirando.

Notas de juego

Por ahora lo estáis haciendo genial, seguid así ^^

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06/09/2013, 10:51
Itzia

Esperaba que mis palabras y las del tecnosacerdote hubieran echo mella en los demás para que no quisieran hacerse los héroes y ponerse delante para llegar antes. Como bien decía el clérigo, Svein creo que se llamaba, había que pensarlo bien y actuar para zanjar el problema de raíz. No dije nada mas pues la nave estaba descendiendo y aterrizamos enseguida. Cuando puse un pie en tierra me fije en donde habíamos aterrizado, las vistas eran desoladoras.
Enseguida eramos el centro de atención de todo el mundo y los mire a cada uno detenidamente-Será adecuado no avanzar demasiado y esperar a que nos den toda la información...-Les dije a mis compañeros no demasiado fuerte y sin dejar de mirar a toda la gente que nos rodeaba, no tenia muy buena pinta nuestro alrededor.

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06/09/2013, 12:13
Vret Copper

El aterrizaje me produjo un efímero sentimiento de desasosiego que me hizo suspirar mirando el retorno de la lanzadera a las estrellas con un suspiro. Tal como nos habían dicho la compañía de la guardia imperial que nos precedió demostraba con cadaveres y heridos la árdua tarea incompleta. -Sonaba mejor en su momento.- Me dije al obervar a mi alrededor el panorama.

Aún así los segundos pasaban y carecíamos de comité de bienvenida. Señores -susurré- No podemos quedarnos aquí esperando, pareceremos imbéciles. Será mejor tomar la iniciativa y avisar quienes somos y a qué hemos venido. Si no os parece mal propongo que el arbitrador Grant tome la palabra ante la tropa. Si no me equivoco reaccionarán mejor ante su aspecto.
 

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06/09/2013, 17:00
Solomon Gant

El descenso había terminado y con los dos pies en el suelo me sentía mucho más tranquilo y relajado, aunque el aspecto del campamento que nos rodeaba era de todo menos agradable.

Lo que si que está claro es que si nos quedamos un segundo más quietos aquí esperando a que nos atiendan como si fuesemos un grupo de nobles lo único que haremos será empezar a parecer bobos a ojos de los reclutas.- les dije a mis compañeros y comenzé a andar hacia los soldados más cercanos.

En voz mucho más baja seguí hablando - Los soldados inexpertos son una fuente increible de información mezclada rumores y medias verdades, alguien deberá hablar luego con ellos sin la presencia de sus superiores.

Cuando llegué al grupo de guardias imperiales más cercano les dije con aire autoritario- Creo que nos están esperando.

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07/09/2013, 17:46

Ya habíamos descendido, estábamos solos y teníamos que valernos por nosotros mismos… si queríamos ver un nuevo día… Estábamos en un campamento de la guardia imperial, los milicianos nos observaban…

La salvaje quiere quedarse esperando a que un sequito la venga a recibir y le de manjares… no te jode… debería aprender que aquí están acostumbrados a ver gente bajar de “pájaros de hierro”… menos mal que el psíquico, para mi sorpresa,  y el arbitres parecían tener dos dedos de frente… Teníamos que movernos y aprovechar la información de esos pobres y asustadizos guerreros… había que jugar tantas bazas como pudieramos, si no hablaban con un arbitres, seguro que si lo harían con un inquisidor...

Me acerqué al sacerdote y le susurré… Inquisidor Svein… digo guiñándole un ojo… creo que sería útil que fueras a sonsacar información haciendo uso de tu verborrea… nombra al emperador tanto como desees y no escatimes en impartir miedo como inquisidor que eres… ya que si no te responden es que te esconden algo… y nadie en su sano juicio esconde nada a la inquisición… digo con una sonrisa malévola… podemos terminar de asustarlos si fuera necesario con... Vret, el gran torturador psíquico…

Hice un barrido con la vista a mi alrededor buscando si había algun servidor cerca...

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08/09/2013, 03:40
Svein Cynewolf

Svein miró a Screw enarcando la ceja de manera significativa mientras caminaba detrás del arbitrador Gant. Si hubiese sido otro clérigo, este probablemente se habría escandalizado ante lo que el tecnosacerdote le estaba proponiendo, ¿Hacerse pasar por un inquisidor cuando era meramente un novicio de su orden?

Ciertamente era una táctica que podía definirse de osada como mínimo, ya que dudaba mucho, que al inquisidor Toth le gustase enterarse de que sus acólitos se hacían pasar por inquisidores.

Sin embargo, le resultaba una idea tan deliciosamente atrevida como inteligente. De hecho casi le hizo soltar una tremenda carcajada, pero logró contenerse en última instancia para no llamar la atención sobre su persona.

- Una proposición interesante sin duda, pero creo que deberíamos primero hablar con los oficiales, ya que de poco serviría tal estratagema si han sido convenientemente informados por Toth de que somos acólitos y no inquisidores.- Le respondió después de cavilar unos segundos su proposición.- Después sin duda, ya habrá tiempo de usar nuestra "protestad inquisitorial" para interrogar a los soldados que estuvieron en las minas y descubrir en que nos estamos metiendo...-

 

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08/09/2013, 10:56
Narrador

El grupo de apesadumbrados y silenciosos soldados a los que Solomon se acerca (estando el resto de vosotros cerca de él) se le queda mirando. Concretamente uno, el que más cerca está de Solomon, de corta melena negra, se gira de forma notable para mirarlo directamente y se queda con cara confusa mientras os mira a todos. Cuando se le ve que va a decir algo otro joven soldado que llega corriendo irrumpe en la escena. Al alcanzaros se detiene bruscamente y se inclina hacia delante con las manos en las rodillas, en un esfuerzo denodado por recuperar el aliento. Tras una pausa, levanta la mirada y os sonríe. Es un muchacho joven, acaba de cumplir los dieciocho. Su brillante cabello pelirrojo asoma por debajo de su casco; tiene la piel pálida y llena de pecas, y unos rasgos juveniles. -¡Caballeros...eh...señora...bienvenidos a la mina Gorgónida! Han venido para ayudarnos, ¿verdad?… Lo supe en cuanto les vi… -dicho esto, hace otra pausa para respirar. -Les dije a todos que vendría alguien. Bueno, ¿cuál de ustedes es el inquisidor? ¿Quieren hablar con el comisario? -en ese momento, antes de que tengáis opción a decir algo, oís una voz ronca que dice: -¡Jurtz! ¿Otra vez ha vuelto a abandonar su puesto?. - El que habla es un hombre feo y rechoncho de mandíbula cuadrada, con la cabeza afeitada y un tatuaje color azul oscuro en el cráneo. Viste el mismo uniforme gris que los demás guardias imperiales, pero los galones de su manga indican que es un oficial de rango. Encajada en el muñón donde debería estar su brazo derecho hay ahora una larga barra metálica provista de una inquietante diversidad de accesorios. Jurtz balbucea, se pone colorado hasta las orejas y se mira los pies mientras dice: -No, sargento Raynard. Ahora mismo me vuelvo, señor. -el sargento Raynard taladra al joven guardia imperial con la mirada y luego se gira hacia vosotros. Uno de sus ojos es azul como el hielo, frío y de intensa mirada fija. El otro es un burdo postizo hecho de madera y desviado permanentemente hacia la izquierda. -Pues vaya tirando. A paso ligero. En cuanto a ustedes… menudo hatajo de inútiles. ¿Quién se supone que son? Está claro que ninguno es el inquisidor que había solicitado. ¿Y bien? ¡Hablen de una vez, no pienso permitir que armen ningún revuelo en mi campamento!

Notas de juego

Enserio, vuestra astucia, orden de posteo, ritmo y calidad me está sorprendiendo positivamente. Me ha costado unos tres abandonos, pero creo haber conseguido un buen equipo ^^

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08/09/2013, 13:28
Itzia

Bueno no estaban de acuerdo en que nos quedáramos quietos, algo que no me gustaba pero en el fondo tenían razón ya que si nos quedábamos mucho tiempo parados no hacíamos nada y habíamos venido justamente para cumplir la misión que nos habían encomendado. Asentí con la cabeza estando de acuerdo en que Solomon fuera la voz del equipo y avance junto a él. Pude escuchar un murmullo que hizo girar mi rostro viendo al tecnosacerdote susurrarle algo al clérigo, algo que no vía apropiado. En estos tiempos siempre habían personas que no eran de fiar y yo no era una persona confiada , por lo tanto aquellos gestos me hacían dudar.
Cuando vi a un muchacho pelirrojo pararse frente a nosotros me quede mirándole cuando me dijo ‘’ Señora’’ algo que no solían decirme demasiado. Tras vernos alguien le interrumpió con una voz bastante peculiar, enseguida mi mirada se fijó en él y en sus característicos ojos. Seguidamente el tono con el que nos hablaba no me gustaba para nada, de no ser porque estuviéramos aquí por una misión encomendada por el Inquisidor, ese hombre ya tendría una bala entre ceja y ceja, veníamos a ayudar y así lo agradecía…contuve mis ganas de contestarle para que Solomon interviniera y se explicaara.

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08/09/2013, 17:29
Vret Copper

Me había resultado simpática la llegada del guardia impidiendo que tuviéramos que dar grandes explicaciones. Ya pensaba que podíamos moverno a ver al comisario como propuso cuando llegó su superior. Y el infierno se congele antes que ese tipo pareciera mínimamente simpático. Tan pagado de sí mismo y tan despectivo...

Entrecerré los ojos y apreté las mandíbulas de rabia y temor. Cuando las manos estuvieron pálidas de apretar los puños no hice sino echar una mirada a mis compañeros, por el momento no había uno que fuera a replicar y pudieron mis ganas de empezar a demostrar que no éramos carnaza.

¡El inquisidor?, Dije con una sonora y oclusiva carcajada final, Tema el momento en que tenga que venir personalmente hasta su campamento sargento. Por supuesto que no somos el inquisidor Toth, somos su equipo. y si tiene alguna pega al respecto le recomiendo que agarre un transmisor y de le traslade a él mismo la queja. Mientras tanto... ¿con quien podemos hablar para ser informados de lo que pasa aquí y tenemos que solventar?

Dije de corrido, pensando lo mínimo indispensable esperando no trabucarme o perderme en ninguna parte del discuro. Un par de segundos después creía que iba a vomitar y traté de suavizar las palabras que creía habían sido muy duras. Y así cuando acabemos todos podremos seguir con nuestras cosas.

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09/09/2013, 21:27
Solomon Gant

Iba a contestar al sargento de la guardía imperial, pero el psíquico se adelantó. Me agradó comprobar que tenía "pelotas", eso siempre venía bien en cualquier compañero de armas. 

Mi compañero ya había dicho lo que deseábamos, ahora solo quedaba demostrar quien mandaba allí. En un tono lo suficientemente alto para que me escuchen los soldados de alrededor añado a lo dicho por Cooper.

Sí, por favor, exponga su queja al inquisidor personalmente. Su nave está en órbita en estos momentos, llame a su astrópata y trasládele personalmente esas palabras.- En ese momento repito tratando de imitar el tono de voz del sargento.-Inquisidor, el equipo de hombres que envió son un atajo de inútiles, ¿Qué coño se supone que ha mandado aquí?

Luego dejando de imitarle, aunque sin bajar el tono continúo. La cara que pondrá cuando la reciba no tendrá precio y - le señalo con el dedo- su traslado a una legión penal tardará menos de dos pico segundos en producirse.

Notas de juego

Editado por repetición de frase.