Partida Rol por web

Nymrael cruza el portal pasando poco a poco, por si hubiera algo (o alguien) justo al otro lado no delatar su presencia al chocarse.

Riwen terminó de conjurar el primer conjuro, uno de volar, que guardó en el bastón. Siguió preparando el siguiente durante apenas diez segundos más, el conjuro más importante. Pero empezaron a volar cabezas y a ponerse la cosa chunga de veras. 

Dame otra de esas hierbas, hermanito. No podemos perder el tiempo. 

Y se la tomó. Luego lanzó el teleportar, amacenándolo en el bastón. 

Preparémonos. Ya están aquí los que os comenté. 

VUELVO ME QUITO EL SILENCIO Y SE LO DIGO A LOS DEMÁS. 

La voz de Nymrael vuelve a sonar en la estancia. Compañeros al otro lado están Rumpenstinsky (thuringwethil) y el primo de zumosol, del primo de zumosol del orco jefe poniéndose lonchas de la sangre de nuestros compañeros caídos... Tras un momento de reflexión continúa... Así que a lo mejor nos compensa hacer algo de turismo o espeleología con guías Olog hai... a ver si hay otra forma de salir de aquí.

Quizá sea mejor enfrentarse a un monstruo que a tres. Borraré la runa de la puerta. Así no podrán entrar... al menos inmediatamente. Intentaremos salir de aquí por otro lado o quizá con magia. 

Agarró la espada transformada en escoba borradora y se dispuso a no dejar un ápice de la misma. 

Ante la cercanía de algo grande y poderoso mi mente permance alerta, mi sudor frio me produce ligeros temblores, no de pánico o miedo, sino de tensión acumulada, tensión de la cercanía de algo grande, de algo que podrían cantar en el futuro los bardos a la lumbre de las posadas en el camino. Mientras mi mano sigue agarrando la flecha colocada en el arco dispuesta a ser lanzada. Comienzo a cantar una vieja canción de taberna que ironiza a los trasgos....

¡Azota! ¡Volea! ¡La negra abertura!
¡Atrapa, arrebata! ¡Pellizca, apañusca!
¡Bajando, bajando, al pueblo de trasgos,
vas tú, muchacho!

¡Embiste, golpea! ¡Estruja, revienta!
¡Martillo y tenaza! ¡Batintín y maza!
¡Machaca, machaca, a los subterráneos!
¡Jo, jo, muchacho!

¡Lacera, apachurra! ¡Chasquea los látigos!
¡Aúlla y solloza! ¡Sacude, aporrea!
¡Trabaja, trabaja! ¡A huir no te atrevas,
mientras los trasgos beben y carcajean!
¡Rodando, rodando, por el subterráneo!
¡Abajo, muchacho!

Riwen, rapido destruyelo! Siempre habrá tiempo de regresar por otra vía.

Los frentes se nos abren y es mejor luchar contra un enemigo que varios potenciales, ya nos cobraremos nuestra venganza.

Riwen borra la runa del suelo y el portal se desvanece dejando fuera a los excursionistas.

GRUOOOORG!!!!

Al ver aparecer la fea cara de esa monstruosidad, mis dedos sueltan la flecha preparada antes de llegar a apuntar, pasando al lado de semejante criatura, tras ello más sereno disparo una segunda vez, esta vez clavando mi flecha en su enorme torso - " ¡Que ardan, que ardan, árboles y helechos!
¡Marchitos y abrasados! Que la antorcha siseante
ilumine la noche para nuestro contento.
¡Ea ya! " -

Daño ataque 1 = 4 ptos. De golpe.

NO PODREMOS DETENER A ESA BESTIA!!

Loni señala a las otras dos salidas de la sala, la que sube y la que sigue al mismo nivel.

ESTAMOS DENTRO DE UNA MONTAÑA Y TIENE QUE HABER UNA SALIDA; SIEMPRE LA HAY!!

Anna vio aparecer la cabeza del Troll a lo lejos y disparó dos flechas con suma rapidez, fallando la segunda golpeando esta contra la fría piedra de la cueva.

Mordiéndose el labio inferior, masculló: mierda! Por lo bajo.

Este era un rival duro y había que matarlo con rapidez, no se podía permitír el lujo de fallar.

Comenzó a tararear una improvisada canción:

Troll Troll,

sube sube,

que la compañía te dará  

agua, fuego, rayo

y miedo!

Arggghhh

Asumiendo que era tirar el tiempo y el dinero Nymrael le colocó otras tres flechas al Troll. Apareciendo al lado de sus compañeros. No sabía que los enanos podían ser tan derrotistas Loni. Bram, vas a tener que dar lecciones de autoestima a tu primo.