Partida Rol por web

Holdio se agacho justo cuando el puñetazo se aproximaba a su nariz. Al levantarse rapidamente quedo cara a cara con el fallido agresor. Sus ojos ya no eran los del amigable monje. Sus manos ya estaban cargadas de adrenalina y su mente ya pensaba en como derrotar a su enemigo. Pero aun así quedaba cordura en el.

-Vete, si vuelves aquí saldrás lastimado. No quieres ver a Yrvis gruñiendo creeme.-

Estos hombres no valen la pena.

Atravesando el Bosque de Nalak'Hum

El grupo de elfos empieza a alejarse de vosotros. El mago no pronuncia palabra alguna en su marcha. Todos se quedan en silencio mientras ven como se van alejando hasta perderse en la oscuridad del bosque. Las antorchas son apagadas para no llamar más la atención. El cielo estampado por miles de estrellas brillantes hace de guía. El viaje prosigue y todo vuelve a la normalidad... 

Los minutos pasan lentamente bajo el sordo ruido de vuestros pasos sobre la tierra húmeda. Las nubes corren por el cielo, tejiendo un sigiloso manto que os oculta la tenue luz del firmamento. El frió comienza a notarse en el cuerpo, y pese a que no tenéis signos de cansancio físico volvéis a notar ese otro agotamiento. Avanzáis en silencio, dando vueltas a vuestros pensamientos.

Al cabo de unas horas la capitana se acerca a ti...

Era lo mejor que podíamos hacer Eriüm. Lo sabes tan bien como yo. 

Espera unos segundos antes de continuar.

Antes de que se marchara me dio esto... 

Beyit saca cuidadosamente un pergamino enrollado. El sello lacrado en él te es conocido. Recordando, te das cuenta de que es el mismo pergamino que había en el templo.

Él se rindió Eriüm...  el Archimago se equivoco al elegirle. Todos cometemos errores...

Sabes que se refiere a lo que pasó la mañana anterior con la llegada de los humanos.   

Ahora somos nosotros los que debemos encontrar a alguien para que nos ayude a entender. Esta es la clave de todo. Aunque tengamos la ayuda de la Orden del Martillo Dorado, si no conseguimos descifrar el pergamino estamos perdidos.

¡Serás...! suelta al fallar en su golpe con el puño. 

El soldado finalmente desenvaina su arma. Sus ojos son de rabia. Puedes leer sus pensamientos como un libro abierto. Su mirada se desvía hacia sus compañeros que no se mueven en absoluto para echarle una mano. Al verse siendo ridiculizado por un simple monje entra en cólera y carga contra ti. 

Eriüm corría en silencio siguiendo a la capitana y ensimismado en sus pensamientos, aunque su rostro no mostraba preocupación alguna, en su interior volvía a fluir la duda. La misma duda que surgió cuando le ofrecieron esta misión. No sabe muy bien si a sido por la reciente situación del joven mago o si era porque no iba a estar a la altura ante tanta responsabilidad.

Avanzaba a gran velocidad esquivando los obstáculos del denso bosque casi sin dificultad, el frío de la noche comenzaba a calar aun estando bajo el efecto del hechizo del Archimago y aunque no sentía agotamiento físico en su interior se sentía pesado dejando escapar una leve mueca. Poco después Beyit rompió el silencio, intentando aclarar el incidente con el joven Guildam.

No se preocupe, No voy a ser yo quien cuestione sus ordenes, Capitana. Las palabras del elfo eran más secas que de costumbre. Quizás esta vez no estaba de acuerdo con la decisión de la elfa aunque tampoco iba a hacer nada por intentar detenerla, nunca lo había echo y no iba a empezar a hacerlo ahora...

La capitana continuó hablando y desveló el autentico motivo del regreso de Guildam. Así que fue el quien decidió abandonar... la verdad es que no le guardo rencor, no creo que sea el único que piensa no estar a la altura de esta importante misión.Su voz había cambiado, era más suave y aunque intentó ocultarlo en sus palabras, no creía que a Beyit se le pasara que hablaba de el mismo.

Encontrar a alguien que sepa descifrar este manuscrito no va a ser tarea fácil. Pero va a ser más difícil encontrar a alguien en que confiar. Esperemos que eso no pase...

Los ojos de Holdio cambiaron de golpe. La mar tranquila que en ellos reposaba ahora se encontraba en plena tormenta.

-Yrvis defiende al niño.-

El combate inicia.

Al cabo de unas horas más veis como con la luz del nuevo día se asoma por encima de las copas de los arboles. Sabes que todavía os queda al menos un día entero para salir del bosque. De nuevo el sol se hace dueño del cielo iluminando vuestro pesado camino. Los washás no han vuelto a hacer ninguna aparición en toda la mañana. Crees que estáis a salvo, fuera de la zona que tiene más peligro. 

Pero cuando todo parece ir bien empiezas a percibir algo. De nuevo entre los arboles una presencia se mueve. Esta vez no son los pasos torpes y pesados de una criatura. Es algo más sutil, algo que nadie del grupo parece haber percibido. Es distinto, como si el aire llevase consigo palabras pero que para ti no tienen ningún significado.

Esta vez las cosas se tornan en tu contra. Tu golpe pasa cerca de tu adversario pero este lo esquiva. Y de un golpe certero el soldado parte tu maza y te golpea con la espada. El dolor es tan profundo como la herida que acaba de producirte en el pecho. Caes al suelo de rodillas y de forma natural te pones la mano sobre la herida. Sangras de forma abundante y todo empieza a darte vueltas en la cabeza. En pocos segundos empiezas a oír las voces más y más apagadas. La vista se nubla y empiezas a marearte cayendo finalmente al suelo.

Antes de perder el conocimiento solo notas el cuerpo de Yrvis cerca del tuyo... 

Todo es confuso...

Todo es oscuro...

Solo sientes desolación en ese lugar...

Solo percibes un gran vació...

Te encuentras solo ante un gran abismo, solo, sin nadie más... 

Arya mira a Jokibin y no puede creerse lo que le esta diciendo y con todo lo tranquila que puede le dice creo que deberíamos hablar esto mas despacio y tu y yo a solas no crees..

Después sigue pensando en lo que ha dicho la bruja y en lo que Jokibin le contesto y que ella no ha sido capaz por estar desde luego completamente sobrepasada.

Sigue esperando a que su amigo decida que deben discutir sobre ello.

Se da la vuelta y se va directa a la salida del carromato a la espera de que vaya detrás de ella y puedan hablar sin que haya nadie `presente.

Jokibin sale justo detrás de ti. A las afueras del carromato todo esta oscuro. El el campamento de mercaderes muchos ya se han ido a dormir. Y una fría y suave lluvia os va mojando...

Se pone la capucha de la túnica por encima de la cabeza.

Arya, no puedo permitir que pierdas todo lo que tienes. El clan lo es todo para ti.  

El hermano del guerrero sigue dentro del carro respetando vuestro deseo de hablar en privado.

¿Si huyes a donde iras? Tienes que enfrentarte a Iofur. No puedes dejar que se haga con el mando.
 

Arya le mira y sabe que en parte tiene razón pero no quiere decirle que no quiere que deje de ver por que una bruja ha profetizado que ella vaya a morir.

Ademas ella le necesita con todos sus sentidos en orden si se queda sin visión no podrá cuidar de ella como hasta ahora y eso la aterra pero procura que no se le note mucho.

Cuando le ha escuchado le dice estas loco piensas que te voy a dejar que pierdas tu visión para que yo pueda estar viva un año mas y quien te dice que después me muero o me matan en combate.

Esto es una locura yo no lo veo nada claro desde luego estamos locos o que no habíamos venido a estos y nos encontramos esto

Vamos a pensarlo yo cuando dije negociar no me refería a jugar con la vida de la gente desde luego.

SE queda callada la espera de ver que le dice Jokibin sobre todo lo que le ha soltado sin darle ni siquiera tiempo a poder rebatirle ni una acción.

El bosque se abría en pequeños claros donde el sol penetraba con dureza quemando los rostros y haciendo más duro el avance. Eriüm se mantenía en silencio había liberado su mente de preocupaciones y pensamientos tras hablar con su capitana y arreglar el malentendido anterior. Aún quedaba todavía mas de un día para salir de aquel espeso y fascinante bosque.

Atento a su alrededor y en armonía con la naturaleza pudo escuchar como el viento traía consigo un susurro, Eriüm agudizó sus sentidos y lo llevaron a descubrir como una presencia se acercaba de entre los matorrales, por el ruido seco de sus pasos podía saber que no se trataba de los Washas ni de ningún animal que el conociese. Algo va mal, creo que vamos a tener visita muy pronto.

Le hizo un gesto hacia los arboles a Beyit avisándole del peligro mientras sacaba su arco y lo armaba con una flecha, derrapó levantando una fina humareda al remover la tierra y se quedó fijo mirando hacia la zona de arboles donde había notado esa presencia. Alguien se acerca, Capitana...

Te das cuenta de que el suelo de pronto se desmorona bajo tus pies. Caes irremediablemente en el abismo oscuro y profundo. Tu cuerpo cada vez se hace más liviano, hasta que en un momento dado lo dejas atrás. Ves como tu cuerpo cae perdiéndose en la oscuridad...

Ahora solo eres una esencia que permanece inmóvil en el aire. En este estado comienzas a percibir cosas que antes no. Todo parece tomar sentido. No estas solo sino rodeado de otros entes parecidos a ti. Te hablan y te observan curiosos...

...¿De donde eres?

...Eres distinto, no deberías estar aquí

...Vuelve por donde has venido, todavía no tienes que regresar a este mundo.

El sonido cesa de golpe. La capitana te mira extrañada, parece que ella no ha oído nada. Los hombres ni siquiera parecen haberse percatado y siguen adelante. La capitana se acerca a ti...

No era nada Erïum. No hace falta que estés tan alerta. Los más peligroso que podíamos encontrarnos ya está a varias millas de nosotros. Salimos de territorio washá hace horas.

Pone su mano sobre tu arco bajandolo hacia el suelo lentamente mientras no separa sus ojos de los tuyos.

Vayámonos. Este bosque tiene vida y no quiero quedarme atrapada en él. Así solo conseguirá lo que quiere, atraerte hacia la espesura donde jamás podrás salir.

Beyit te anima a seguir el camino, mientras miras a los arboles con recelo, como si supieras que alguien te esta espiando entre ellos.

¿Que hago aquí? Yo debería estar con Yrvis. ¿Donde está?. ¡El niño!. La violencia no es el camino.

Entre el remolino de pensamientos Holdio obedece. Mientras retorna sus pensamientos van siendo mas claros y de a poco empieza a sentir de nuevo sensaciones fisicas que todavía no han de ser nitidas.

Distinto ¿yo?...

Eriüm miraba sin cesar los arboles y los alrededores a la espera de ver lo que producía esos ruidos y susurros. Estaba preparado para atacar al mas mínimo movimiento esperando pacientemente a que el objetivo tuviese un error y se dejara mostrar, tal y como había aprendido en la escuela de Nalak'Hum. Se que estas ahí, déjate ver...

La capitana se acerco lentamente a el y su fina voz tranquilizó un poco al elfo que no puso resistencia cuando le bajó el arco. Algo o alguien nos está siguiendo capitana, créame no es fruto de mi imaginación. Que no se dieran cuenta los humanos no es de estañar, pero me sorprende que tu no lo hayas notado...

Beyit continuó intentando convencer al rudo arquero que no dejaba de mirar hacia los arboles. Al fin Eriüm asintió con la cabeza y volvió a colgar su arco a su espalda. Beyit continuó mientras Eriüm seguía estático en su posición echando un último vistazo a los árboles. No es el bosque lo que me preocupa... se dio media vuelta y prosiguió la marcha aunque ahora estaba mucho mas atento a todo lo que le rodeaba y de vez en cuando miraba hacia atrás para asegurarse que nadie le seguía.

Después de escucharte Jokibin parece enfadado. Puede que crea que su decisión solo forma parte de él, y si ha decidido sacarse para salvarte la vida es decisión suya.

Esa bruja sabe que van a volver a envenenarte. Y yo no lo pienso permitir. Si te enfrentas a Iofur morirás amenos que tengas ese remedio. 

Si no piensas dejar que yo me sacrifique por ti es mejor que nos marchemos de aquí. ¡Escapemos si quieres! ¡Huyamos de nuestro destino! ¡Deja que Iofur consiga lo que quiere!

Pero si escapamos... lo perderás todo, perderás tu vida tal y como la conoces.

Jokibin vuelve a entrar en la caravana dejándote sola para reflexionar. Has de tomar una decisión... permitir a tu amigo que se sacrifique para salvarte la vida, o escapar de la trampa de Iofur.

Antes de que te des cuenta vuelves a sentirte pesado, cada vez más y más pesado. Todo vuelve a oscurecerse y los entes que antes te rodeaban se desvanecen como la bruma de la mañana al caer los primeros rayos de sol...

De golpe notas como tu cuerpo se convulsiona. Abres los ojos desconcertado, empapado en un sudor frió. Te miras las manos y las mueves dándote cuenta de que vuelves a estar en tu cuerpo. Piensas en la experiencia que acabas de vivir... ¿realidad o simplemente un sueño?

Una vez tu mente esta más despejada observas el lugar en el que te encuentras. Parece ser el interior de una caravana. Las paredes interiores son de madera. Hay varias cosas a tu alrededor... mantas, jarrones, vasijas y frascos.

Estás seguro de que te encuentras en una caravana por el sonido inconfundible de los pasos de un caballo. El espacio interior es pequeño y notas como de vez en cuando das un pequeño bote causado por la irregularidad del terreno.   

No hay nadie en el interior del carro pero supones que alguien tiene que llevar las riendas en la parte externa.