Partida Rol por web

Abajo la Basílica — Orígenes

7. El Poder de las Elecciones.

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11/11/2013, 17:54
Alexandre

Los sirvientes de Akiko te dieron la librea de los Masaki, una que por fin podrías llevar con orgullo. Si es que a aquel traje de mangas acampanadas se le podía llamar librea. Te explicaron que aquello era un ko-shemi, más cómodo y adecuado para el uso diario que el shemi, que se reservaba para ocasiones más formales. Vestida de esa guisa, te dirigiste al Cuartel de la Guardia.

Te llevaron ante a Alexandre sin muchas ceremonias. El recién ascendido teniente de la guardia despachó a un soldado con el que había estado hablando antes de echarte un segundo vistazo. Y un tercero. Te miró de arriba abajo como si te hubieras convertido en un dragón. El joven esbozó una sonrisa que tuvo que contenter para no convertirla en una carcajada.

—Vaya pinta tienes.

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11/11/2013, 18:43
Rowane

Rowane se sentía realmente extraña con aquello. No era una ropa fea, es más, era hasta cómoda: La tela suave sobre la piel, las costuras holgadas, aquella especie de "cinturón" se ajustaba como un guante sin apretar... pero simplemente se sentía extraña. En la vida se había vestido así.

Cuando finalmente llegó hasta Alexandre y este la miró de aquella manera no pudo evitar que las mejillas le adquiriesen un ligero tono granate. No porque le diese vergüenza que la mirase un hombre o porque creyese que se estaba riendo de ella (la drow conocía a la perfección cómo sonaba una risa de mofa y aquella no lo era) sino porque, qué diablos, tenía razón.

Ehr, ya... —se rascó la nuca—. Supongo que lo de dar el pego por una drache... como que no.

Carraspeó mirando de reojo una de sus orejas puntiagudas de color oscuro. Aunque enseguida recordó hacer el saludo de cortesía.

Me han dicho que queríais hablar conmigo, señor...

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11/11/2013, 19:09
Alexandre

—Sí. Y después de todo lo que dijiste en aquella pelea no soy el único que quiere hablar contigo, ni siquiera el más importante —cruzó las manos a la espalda—. Su excelencia, el Escudo del Crepúsculo, quiere tener una entrevista contigo, en persona. Si he insistido tanto en que vinieras lo antes posible es porque tengo a sus Capas Blancas respirándome en la nuca todo el santo día.

Hizo una mueca de fastidio.

—Un consejo... no vayas a esa entrevista sola. Mademoiselle Lieselotte es la persona más carismática que he visto en mi vida. Te arrollará con su presencia si no tienes a alguien que te eche una mano.

 

Akiko puede acompañarte

Clemence puede acompañarte

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11/11/2013, 21:49
Rowane

Rowane agradeció enormemente que el ko-shemi le tapase las piernas porque estaba totalmente segura de que habían empezado a temblarle como si estuviesen hechas de gelatina. ¿Mademoiselle Liselotte? ¿La misma Mademoiselle Liselotte que tenía un asiento en el triumvirato y mando en el ejército de Revraine? ¿La jefa suprema de los Hijos de la Luz? ¡¿La mujer más poderosa del país?!

M... mientras sólo sea con su presencia con lo que me arrolle creo que ya podré darme con un canto en los dientes—tragó saliva y se secó el sudor de la frente con el dorso de la mano. Aquello daba auténtico miedo y era totalmente absurdo intentar ocultarlo así que ni lo intentó—. Gracias por el...  consejo. Lo haré.

No obstante, lo que si resultaría del todo absurdo sería haber sobrevivido a un ataque tan peligroso como para que ahora la colgasen en medio de la plaza por blasfema. No. Espera. Si aquella mujer hubiese querido aniquilarla directamente le habría cortado el cuello dijera lo que dijera Akiko. Pero estaba viva, ¿por qué quería hablar con ella (¡con una drow!) entonces?

Se rascó una mejilla con incomodidad

Supongo que lo que dije no debió de gustarle a mucha gente—murmuró. Luego recordó que Alexandre era el primero de la lista de personas a quienes no parecía haber dejado indiferentes—. ¿Usted... de qué quería hablarme exactamente, monsieur?

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11/11/2013, 22:03
Alexandre

—Directa al grano ¿eh? Siéntate —dijo Alexandre, ofreciéndote un asiento mientras él mismo se apoyaba sobre la mesa—. Lo primero que quería hacer es darte las gracias. Llevaba dos años detrás de este caso, y varias veces he estado apunto de arrojar la toalla. Soy consciente de que mis esfuerzos no hubieran sido suficientes para arrestar a esos indeseables si no me hubieras ayudado. Y con tu ayuda, mi nuevo puesto como Teniente de la Guardia. Este cargo me permite hacer muchas más cosas por la ciudad. Y también por ti.

Calló un instante.

—¿Es... mademoiselle Akiko una señora de tu agrado? ¿Es... adecuado? ¿Estás bien?

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11/11/2013, 22:40
Rowane

Rowane se sentó aunque parpadeó con gesto inocente. Era la primera vez que alguien importante le daba las gracias en su corta vida y a decir verdad... aquel calorcillo en la boca del estómago sentaba bien. Saber que había contribuido a la causa de una persona buena la hacía sentirse bien.

Me... alegra haber podido ayudar—dijo con la torpeza tímida de alguien que recibe por primera vez un comentario positivo en su vida. Carraspeó—. Es decir, de nada.

No obstante, cuando Alexandre le preguntó aquello sobre Akiko arqueó las cejas con sorpresa.

¡S-sí! claro que sí—respondió—. Es una mujer buena, no me trata como si fuese un animal. Y creo que no estaría viva si no me hubiese ayudado.

Se rascó la nuca.

—Pero... gracias por preguntar.

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13/11/2013, 11:43
Alexandre

—Es una mujer excepcional —admitió Alexandre, con un cabeceo—, como tú. Por mucho que se jacten de su virtud, no creo que haya muchos Hijos de la Luz que sean capaces de sacrificarse por otra persona.

Hizo una pausa mientras se cruzaba de brazos.

—¿Puedo preguntarte por tus motivos? ¿Por qué sacrificarte por él? Los testigos dicen que te dio la espalda y te traicionó. ¿Él y tú...? —dejó la frase en el aire.

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13/11/2013, 15:12
Rowane

Rowane primero no entendió a qué se refería Alexandre. Luego lo pilló de golpe y aquello la hizo negar a toda velocidad con la cabeza.

Porque es... era... —tartamudeó, y se mordió el labio inferior al darse cuenta de que no sabía si usar el presente o el pasado de modo que simplemente continuó con la frase— ...mi amigo. El único que he tenido.

Torció el gesto con amargura.

Ellos querían que lo matara sólo para divertirse—añadió—. No... No me convertiré en un monstruo para combatir una monstruosidad. Ni abandonaré a los míos sólo para beneficiarme yo.

Pero Lurian sí la había abandonado a ella. Aquello le entristecía el corazón, no sabía qué pensar, ni qué pensaría él. volvió a tragar saliba, sentía la boca seca pero se obligó a levantar la vista. No quería preguntar aquello por puro miedo y al mismo tiempo necesitaba saberlo.

—¿Qué va a pasar con Lurian... ahora, monsieur?

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13/11/2013, 19:13
Alexandre

Alexandre enarcó las cejas en un gesto de sorpresa... y algo más. ¿Respeto?

—Sólo he oído palabras tan nobles en labios de mi madre. Y era cuando nos contaba a mi hermana y a mi historias en las que aparecían caballeros de brillante armadura y princesas encantadas —bufó—. Pero parece que en el mundo real una esclava tiene más honor que la mitad de la nobleza de Port Coueur.

Se levantó de donde estaba y se dirigió hacia detrás de su escritorio.

—Lurian está en el calabozo. Será juzgado por intentar asesinarte, y lo más probable es que termine remando en galeras el resto de su vida —dijo, he hizo una pausa para evaluar tu expresión—. Pero no he olvidado que te hice una promesa. He aplazado el juicio hasta que corroboraras si, después de todo lo que ha sucedido, quieres que la cumpla... o si prefieres que la acción legal siga su curso.

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14/11/2013, 00:45
Rowane

¿La había llamado noble? Rowane no supo qué decir así que no dijo nada.

No obstante, apretó los labios en una fina línea cuando escuchó el destino que le esperaba a Lurian. Si aquello no era irónico, que bajaste Celestar, estuviese donde estuviese, y lo viera: Ella decidiendo el destino de otro...

Y no la hacía sentir bien.

¿Puedo... ?—titubeó sintiéndose extraña ante la idea de estar preguntando algo por iniciativa propia—. ¿Podría... verlo?

No tenía claro nada, nada excepto que necesitaba que su amigo la mirara a los ojos y le dijera por qué le había dado la espalda.

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14/11/2013, 11:32
Lurian

Alexandre asintió, y te pidió que lo acompañaras. Descendisteis a los calabozos del cuartel, y te guió hasta la celda de Lurian. Pidió al carcelero que abriera la puerta y te dejó a solas con él.

Lurian había estado sentado en un jergón de paja, hecho un ovillo en un rincón. Se levantó en cuanto sonó la llave en la cerradura, poniéndose firme como cuando DeGaulle pasaba revista a los gladiadores. Cuando te vio desvió la mirada con evidente incomodidad. Pero no dijo nada. No había nada que pudiera decir que borrase su traición.

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14/11/2013, 13:43
Rowane

Rowane simplemente se quedó mirando al elfo, esperó, esperó pero no pasó nada. Simplemente Lurian no la quería mirar, no se atrevía a mirarla. Eso era todo. Aquello en sí ya era una respuesta dolorosa que hizo que las cejas se le combaran lijeramente.

El teniente Alexandre dice que te van a enviar a las galeras. Pero se ha aplazado el juicio... —dijo al final. Y su propia voz le sonó extraña a ella misma al ser lo único que se oía en la habitación pese a que en realidad había hablado algo bajo. Aquella simple frase le había costado más de lo que en un principio había pensado—. ¿Sabías eso?

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14/11/2013, 14:13
Lurian

—No —dijo Lurian con un hilo de voz—. A mi nadie me cuenta nada.

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14/11/2013, 14:20
Rowane

...y también dice que lo ha aplazado para que yo le corrobore lo que quiero que pase—terminó la frase. Lo normal quizá hubiese sido algo de regocijo malévolo pero la verdad es que la drow hablaba con amargura—. ¿Es que no me vas ni a mirar?

Una parte dentro de ella quería recuperar a la persona con la que había compartido unas galletas y le había hablado de cosas que no conocía pero otra sabía que eso era imposible. Que ya nada iba a volver a ser igual.

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14/11/2013, 14:32
Lurian

Lurian alzó la vista, pero la desvió enseguida.

—No puedo mirarte a la cara, después de lo que te hice. No hay nada de lo que haga o diga que pueda reparar el daño. Si sirve de algo: lo siento.

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14/11/2013, 14:53
Rowane

Intentarlo al menos, sería un buen comienzo—gimió Rowane haciendo un esfuerzo sobrehumano para que no le temblase la voz—. ¿Tuviste... tuviste el valor de levantar tu hacha contra mí pero no tienes valor para mirarme a los ojos y decirme que sientes haberlo hecho?

Tenía ganas de llorar de frustración y de gritar de enfado a la vez pero no lograba decantarse por ninguna de las dos cosas así que no hizo ninguna.

Lurian, sirve si lo intentas. Si lo sientes de verdad, entonces... por favor, tengo... yo... —al final no pudo evitar que se le trabasen las palabras hasta el punto de que no sonaba como una exigencia, sonaba como una súplica— ... necesito saber que mi amigo sólo se equivocó.

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14/11/2013, 15:48
Lurian

—Me equivoqué —admitió Lurian, levantando la cara—. Pensaba que era mi última oportunidad de ser libre. Prefería matar... prefería morir intentando recuperar un resquicio de algo a lo considerar una vida. Lo que no sabía es que mientras eso sucedía, un contingente de guardias estaban pegando una patada en la puerta. ¡Eso lo hubiera cambiado todo!

Hizo una pausa y te miró fijamente.

—Porque tú... tú tampoco lo sabías, ¿verdad?

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14/11/2013, 17:36
Rowane

A Rowane la frase de Lurian le había sonado a que necesitaba una razón para no considerarla prescindible pero decidió borrar ese pensamiento absurdo y quedarse con lo que de verdad le importaba: Con que consideraba lo ocurrido un error.

Negó con la cabeza.

Sabía que Alexandre quería "demostrar" que había Capas Blancas poco virtuosos—suspiró—. Pero no pude hablar contigo hasta el combate...

En honor a la verdad, ni si quiera se había creído en un principio que realmente Alexandre estuviera buscándole las cosquillas a alguien tan importante. ¡Incluso le había dado miedo la primera vez que lo había visto!

Lo que dije en la arena no fue porque hubiera un contingente de guardias dándole una patada a la puerta—añadió—. Lo dije de verdad. Me daba igual lo que ofrecieran, no pensaba matarte... n-no tengo a nadie más.

Tuvo que volver a apretar la mandíbula, ¿por qué su maldita voz se empeñaba en sabotearla a base de intentos consecutivos de trabarse? Con o sin guardias, la razón que le había dado a Alexandre era inalterable: no habría sido capaz de vivir con la carga de haber matado al único amigo que tenía únicamente para que unos pocos Celestarum lo pasasen bien.

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15/11/2013, 12:39
Lurian

Lurian desvió la mirada, y por unos incómodos momentos no dijo nada. Después, alzó el rostro.

—¿Qué va a pasar ahora?

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15/11/2013, 12:54
Rowane

Quieren que sea yo quien decida qué hacer contigo... —masculló Rowane—. En principio le pedí a Alexandre que te buscase un buen amo pero ahora... ahora sé exactamente lo que voy a hacer.

Se quedó un momento en silencio. No por nada sino porque necesitaba coger aire disimuladamente. Sentía algo que se revolvía dentro de ella y empujaba hacia abajo, algo que estaba enfadado con Lurian y quería darle una lección por haberla dejado tirada, por hacerla sentirse una ingenua.

Rowane apretó los dientes con gesto tozudo.

Quizá pueda encontrar a un buen amo en las viñas, en el campo... Uno que sepa reconocer un trabajo bien hecho como hacía Monsieur Galois.

Esta vez fue a ella a quien le costó mantener la mirada.

"Dejar esta maldita espada que no hace más que daño a otros drow"—titubeó frotándose las manos nerviosamente. Al instante descubrió el porqué de que Akiko se pasara el día metiéndolas dentro de las manga: era el lugar perfecto cuando no sabías qué hacer con ellas—. Es... Era tu sue-sueño, ¿no? Me acuerdo. Me... lo dijiste.