Partida Rol por web

Abajo la Basílica

5. La Ciudad Duerme y tu Verdad Despierta.

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23/02/2011, 11:20
Director

Aquella noche Astor no había querido hacer el amor. En lugar de ello, te había invitado a dar un paseo por la bahía de Port Coeur. Era una noche apacible y la luz de las estrellas jalonaba de plata el manto del mar.

Astor había estado hablando sobre vosotros mientras tú te mantenías en silencio. Había dicho que con el dinero que le pagaba a Aimée podríais tener una pequeña casa para vosotros solos. Que así no tendrías que abrirte de piernas a otros hombres. Fuiste vagamente consciente de que tus reservas hacia Astor se debían al desengaño que tuviste con monsieur Avar. Y por qué no decirlo, tu juventud no duraría siempre. Quizá fuera la acritud de tu carácter o la frialdad con la que te entregabas a tu profesión, pero cada vez atraías a menos hombres. Te llamaban "la puta de Astor" a tus espaldas, y empezaba a gustarte cómo sonaba. Te planteabas si Aimée te permitía seguir en su burdel sólo por los buenos dineros que se dejaba el joven. ¿Qué ocurriría contigo si tus reservas terminaban por espantarlo? Aimée no tendría más remedio que echarte del Dragón Rojo. Podrías ganarte la vida por tu cuenta un tiempo, pero luego, ¿qué? ¿Te convertirías en una más de los mendigos que luchaban por sobrevivir en El Nidal? ¿Terminaría tu vida en cualquiera de los callejones hediondos de la ciudad, apuñalada por un puñado de cobres por una mano más rápida o más artera que la tuya?

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23/02/2011, 11:38
Comte Edmon Avar

Tus sombríos pensamientos se vieron interrumpidos por el traqueteo de un carruaje. Te apartaste instintivamente. Esos vehículos los utilizaba la nobleza de Port Coeur, y los cocheros no escatimaban en latigazos para hacer que los plebeyos se apartaran.

Para tu sorpresa, el carruaje se mantuvo a vuestra altura. Su puerta se abrió y viste la familiar figura del Comte Edmon Avar. Con menos pelo y más grasa en el abdomen de lo que recordabas pero no había duda que era él.

--Sube --ordenó con frialdad.

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23/02/2011, 21:48
Lotte

Jamás habría pensado que ver a Edmon Avar fuera a ser un alivio, pero hizo que Astor dejase de hablar y ella de pensar. También Lotte se quedó muda de sorpresa, mirando al hombre al que había jurado matar y al que tardó un momento en recordar que odiaba.

Miró de reojo a Astor y después levantó los ojos hacia su antiguo cliente, que parecía muy intimidante todo rico y noble en su carruaje.

-¿Para qué? -preguntó con toda la seguridad que pudo.

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23/02/2011, 21:55
Comte Edmon Avar

Notaste como el rostro del Comte se inflamaba con la ira por el mero hecho de que no corrieras a cumplir su orden. La rabia subió pronto a sus ojos, que parecían echar chispas. A tu lado, Astor estaba más tenso que la cuerda de un arco e igual de dispuesto a saltar sobre el Comte.

--¿Para qué va a querer un hombre a puta? --siseó Edmon Avar.

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23/02/2011, 22:06
Astor

--¡Ahora está conmigo! --rugió con torpeza Astor--. ¡Lárgate!

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23/02/2011, 22:07
Comte Edmon Avar

El Comte le prestó menos atención que a un gusano moviéndose en el fango. Te miraba a ti.

--Sube. Ya.

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24/02/2011, 14:58
Lotte

-Calla. -Cogió a Astor por el codo, un gesto para tratar de calmarle.

Estaba igual de tensa que él, pero no quería que se metiese en problemas por marcar su territorio. Y para qué. Era un árbol donde ya habían meado muchos. Miró a Astor de reojo, y enterró en el fondo de su conciencia la idea de que si no se había subido en el carro para abrirle la barriga al Comte como un cerdo era por temor a que él la repudiara. Eso y que se estaba acobardando, al tenerlo delante.

-No. Si quieres follar prueba con el cochero. A mí déjame en paz -respondió, intentando imitar la frialdad de Avar y fallando.

Le dio un pequeño empujón a Astor para que empezase a andar.

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26/02/2011, 16:51
Comte Edmon Avar

Notaste la férrea presa de la mano del Comte en tu muñeca cuando trataste de alejarte pacíficamente de allí. Volviste el rostro para encontrarte con el suyo, desencajado por la ira. No era un hombre acostumbrado a que nadie le negara el menor de sus caprichos.

--¿Desde cuando una puta puede decidir? --espetó Edmon con voz glacial acercando su rostro al suyo--. ¡Sólo sois carne, como la que se compra en el mercado! Es el cliente quien decide qué comprar. Si esto es un truco, no pienso pagarte ni un cobre de más. ¡Sube al coche ramera, no lo diré otra vez!

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27/02/2011, 20:03
Lotte

Se giró y le miró con ojos asustados. Trató de liberarse con tirones y forcejeos, pero no era lo bastante fuerte. Eso y las palabras del Comte bastaron para hacerla dudar. Sintió ganas de escupirle, pero no lo hizo. Ni tener a Astor al lado podía envalentonarla tanto. Era como le habían dicho, después de todo. Edmon Avar y otros hombres como él hacían lo que querían en la Ciudad Baja, y nada iba a cambiar mientras así fuera.

-Suelta. Suéltame. Por favor. Ya voy -dijo en tono de súplica. Si no accedía acabaría recibiendo una paliza, o peor.

Tendría que empezar a salir a la calle armada con algo más que una daga. Si salía de aquella. Evitó mirar a Astor, pues no creía ser capaz de transmitirle nada con una mirada, que por otro lado podía ser interceptada.

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28/02/2011, 13:39
Astor

--¡Lotte! --el grito de Astor era el de un hombre desesperado, al que acababan de partir el corazón. Fuiste incapaz de mirarle a la cara, pero no te hacía falta para imaginarte lo que estaría pasándole por la cabeza--. ¡Lotte, por el amor del cielo! ¡No lo hagas! Te lo ruego, ¡no lo hagas!

El Comte cerró la puerta del coche, y aún escuchaste cómo Astor aporreaba la puerta.

--¡No lo hagas! --repitió, como un niño pequeño.

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28/02/2011, 13:44
Comte Edmon Avar

El Comte no le prestó atención y chasqueó los dedos para que el cochero se pusiera en marcha. Durante unos momentos, el monsieur Avar ni siquiera te dedicó una mirada. Fingiendo desinterés o calmándose, poco importaba. Un silencio espeso, sólo roto por el traqueteo del carro, se extendió entre ellos.

Por un momento, tus ojos y los de Avar se cruzaron.

--Quítate eso y túmbate en el asiento --ordenó el comte con voz seca. Estaban uno enfrente del otro, y los asientos eran suficientemente amplios para que el Comte te poseyera ahí mismo. Que era precisamente lo que parecía que quería hacer.

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03/03/2011, 00:54
Lotte

Tenía tiempo para pensar qué hacer mientras él permanecía en silencio. Podía acabar con él; tenía una daga en algún sitio, tan ensimismada estaba que no era capaz de recordar si en la bota o bajo la cinturilla de la falda. Era lo que estaba buscando cuando conoció a Astor y los suyos, y seguramente cuando accedió a subir al carro. Podía acostarse con Avar y seguir su camino. Después de todo era una puta, como él había dicho. Era más fácil y tenía menos posibilidades de acabar en la horca, pero la voz de Astor seguía suplicándole. Parecía que le hablaba a gritos desde el pescante, rogándole que no le traicionara. O también podía saltar del carro en marcha.

Cuando el Comte la miró y habló por fin Lotte se estremeció. El silencio se le había hecho corto. Se aclaró la garganta y se quitó la blusa y las botas, en una de las cuales vio una empuñadura de metal deslucido que se apresuró a tapar con la falda. Se recostó en el asiento, apoyada sobre un codo, y se preguntó alarmada si estirando el brazo podría llegar hasta el cuchillo.

-Estoy lista -anunció.

A partir de ahí todo era esperar la primera oportunidad y no echarse atrás. Y entonces atacar.

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03/03/2011, 12:29
Comte Edmon Avar

El Comte te echó una mirada lasciva, se levantó de su asiento e hizo ademán de echarse sobre ti. Pero se detuvo, y con él, se detuvo también tu corazón en el pecho. ¿Habría visto la empuñadura de tu arma antes de que la tapases con tu falda? Quizá podrías alcanzarla antes de que...

--¿Estás limpia? --preguntó entonces, sin piedad. Pareció caer en la cuenta de algo más y añadió con sorna:-- Todo lo limpia que puedes estar con agua y jabón, al menos.

Edmon Avar esbozó una sonrisa cruel.

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03/03/2011, 13:02
Lotte

Le dio un vuelco el corazón, y después se relajó y contuvo un gesto de desdén. Aquel hombre verdaderamente merecía morir. Estaba limpia y él lo sabía. Posiblemente por eso lo Lotte no se había bañado hasta los seis años, cuando se había caído al agua en el muelle del sur. Era un milagro que estuviese tan sana como lo estaba. Había descubierto el jabón unos años después y la había fascinado. Compraba mucho más del que utilizaba o del que muchos consideraban razonable, y se lavaba lo mejor que sabía y con bastante frecuencia.

Edmon Avar sabía esas cosas, si no las había olvidado. Y no sólo se burlaba de ella sino que le recordaba que el jabón no era suficiente para limpiarse de encima la mierda de la Ciudad Baja.

-Sí -respondió, tajante, pero enseguida corrigió el tono-. Puedo marcharme, si lo prefieres.

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03/03/2011, 22:44
Comte Edmon Avar

--No --replicó él, secamente.

El Comte se sentó a tu lado, y se tomó su tiempo en pasar las manos por tus muslos. No hablaste ni te moviste. Habías aprendido con los años qué era lo que esperaba Edmon. Pagaba por su satisfacción. No quería tu aliento ni tu entusiasmo, no necesitaba tu aprobación. Esto era por su placer, no por el tuyo.

Cuando el Comte estuvo preparado, se bajó los pantalones, te abrió los muslos y te montó. Apenas una decena de embestidas y se derramó dentro de ti. Toda la tensión, toda la rabia de su rostro pareció disiparse. Se quedó un momento tendido encima de ti, descansando. Sabías que después te poseería de nuevo, esta vez a placer.

Y sabías que era el mejor momento para trincharle como un cerdo... si es que no te echabas atrás.

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05/03/2011, 15:09
Lotte

Apretó los labios para acallar un quejido y después se quedó en silencio. Se había propuesto mirar hacia un punto inconcreto al otro extremo del carro, pero los ojos se le iban todo el rato hacia la pila de ropa. No era distinto de ninguna de las otras veces, ninguno de los otros hombres, plan de asesinato aparte.

Estiró una mano y palpó el bulto de ropa en busca del cuchillo. Encontró una puntera y después tocó la empuñadura con la punta de los dedos. Levantó rápidamente el arma y la hundió entre las costillas del Comnte. Era una postura incómoda y extraña, pero Lotte sabía muy bien dónde clavar un cuchillo.

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06/03/2011, 13:01
Director

La hoja se hundió con total facilidad entre las costillas del Comte. El acero le destrozó el pulmón derecho así que Edmon no encontró aire para poder gritar. Contemplaste sus ojos desorbitados por la sorpresa y el horror. Su gesto estaba congestionado en una mueca del dolor. Se retorció y trató de cerrar el puño para golpearte.

Entonces sacaste la daga y le asestaste otra puñalada. Y otra, y otra.

El Comte dejó de forcejear y sentiste el peso de su cuerpo muerto sobre ti. Su sangre manaba a borbotones de las hemorragias internas, manchando tu piel.

El cochero, ajeno a lo que había sucedido seguía conduciendo el carruaje sólo los dioses sabían dónde.

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07/03/2011, 19:09
Lotte

Descansó un momento, con los ojos cerrados y la mano aún agarrando el arma, hasta que el peso del Comte le hizo difícil respirar y se dio cuenta de que se estaba manchando. Le dio impresión y con algo de esfuerzo empujó el cuerpo al suelo del carro. El miedo había dado paso a una sensación de triunfo: lo había matado. Más tarde habría tiempo para otras emociones, pero ahora sólo había cabida para el alivio y la victoria.

Se limpió sin mucho ahínco con la ropa de Edmon y tiró para sacar su ropa de debajo del cuerpo. La cintura de la falda se había manchado un poco de sangre, aunque casi no se dio cuenta. Se limpió, arrancó la daga del torso del Comte y la limpió descuidadamente en el asiento. No se atrevió a buscar dinero en el carro, pero de haber sabido escribir habría grabado algo en la puerta. No sabía el qué, alguna obscenidad.

-Cabrón -le dijo, ya que no podía dejárselo escrito.

Pasó por encima de un brazo y abrió una rendija la puerta del carruaje, esperando un momento oportuno para saltar. Cuando lo consideró oportuno le dedicó una última mirada al hombre que había matado y saltó.

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08/03/2011, 09:23
Director

Notas de juego

Haz una tirada de Saltar contra CD 23, please.

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08/03/2011, 11:43
Lotte
- Tiradas (1)

Notas de juego

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