Partida Rol por web

Estaba examinando a Carla, parecía un desmayo, quería echar un cable, se trataba de un desmayo sin mayor importancia. Bueno, importancia sí la tenía, pero no tenía los problemas que el tipo del coche. O, en realidad, sí, todos teníamos más problemas y tribulaciones que el conductor, que había palmado. Y quien no, con esa hostia.

Pero Allison se abalanzó y ocupó mi puesto, que ella tenía muchísimos más conocimientos que yo Parece que era doctora en medicina. Genial. Me aparté, y dejé a ella y a los compis de Carla que se ocuparan de ella.

Entonces, cogí el teléfono que seguía en mi bolsillo a la vez que recogía mi mochila. No veas, qué noche.  Marqué el número de la policía, que ellos avisarían a urgencias y a los bomberos.

— 911, aguarde un momento por favor. Todos nuestros operadores están ocupados. — contestó una máquina.

Suenan pitidos, comunican.

Aquel tipo pareció coger la manta que había encima de la camioneta y salió corriendo en dirección la zona limítrofe del parking con una valla de madera que daba a un campo de maíz.

Viendo que Carla estaba siendo atendida por la doctora y Paul había echado mano a su móvil para llamar seguramente a urgencias, Sam se quedó con las manos en la cadera cogiendo aire para luego girar la cabeza y mirar hacia el exterior a donde había ido Roland.

Para colmo el señor Simon había llegado y viendo que todo estaba patas arriba Sam se dedicó a explicarle lo que había pasado.

- Ese coche y ese tipo se han estampado contra la bolera, señor Simon, Carla parece haberse, conmocionado por la situación. Sam lo explicaba con cierta incredulidad porque tampoco creía que fuera a pasar algo así.

Aquel tipo se puso como una furia, la cara roja como si quisiera emular uno de los espantosos colores de aquel traje. Agarró un vaso de agua que había detrás de la barra y se lo echó encima de Carla.

— Venga, ¡espavila! No te pago para que estés dormida en los laureles. Hay que llamar al Sheriff para que venga ahora mismo y a los del seguro. 

Luego se giró buscando a alguien.

— ¿Jerry? ¿Jerry? Donde esta ese inútil cuando se le necesita. Hay que empezar a arreglar este desastre.

Iba a seguir con su discurso cuando escuchó por un momento a Samuel, aprovechó para respirar profusamente, pues no había parado de gritar y quejarse desde que había aparecido.

— ¡Eso ya lo veo lumbreras! — hizo un amago para decir algo mas, pero se mordió la lengua.

— Bah! Jerry!! Jerry! — siguió gritando histérico.

Empezaba a recuperarse del susto. La presión y los nervios le habían provocado una bajada de tensión y había perdido la consciencia por unos instantes.

Estaba abriendo los ojos y tapandose como podía la falda del vestido al verse con las piernas levantadas.

Iba a decir algo cuando el vaso de agua le cayó encima y pareció tener un efecto instantaneo en ella.

— ¿Eeh? Ah... uh.... — tosió un par de veces, le habría entrado agua por mal sitio.

— Sss...siii ahora mismo Micha... señor Simon.

Hizo lo que pudo para bajar las piernas y empezó a incorporarse con los codos.

¡Hijo de puta malnacido! Pensó Ronald mientras veía cómo escapaba con una manta. El vaquero bajo el arma finalmente, no mataría a nadie aquella noche, o eso pensaba.  ¿Se habrá llevado algo más además de la manta? Ya revisaré más tarde...

-¡NO! ¡¿QUÉ HACES, RONALD?! ¡ERA LA OPORTUNIDAD PERFECTA PARA MATAR A ALGUIEN!-

El vaquero volvió a chiflar, tan fuerte como pudo. Si Bobby seguía sin aparecer, al menos serviría para llamar la atención de los demás.

-¡ALLISON!- Llamaba a la doctora a gritos mientras corría hacia el Honda Civic, estaba estacionado en la parte opuesta a la camioneta. -¡ALLISON! ¡CREO QUE HAY ALGUIEN QUE ESTA HERIDO AQUÍ AFUERA!- Miró hacia la zona más lejana en dónde alguien parecía que se retorcía.

¿Lo escucharían? A saber...

Destiny trató de ser de ayuda con la luz. Al menos todos estaban intentando colaborar para poner un poco de orden en la situación. Bueno, o casi todos. Destiny duda de cuanto deberían manipular el coche, el cuerpo, pero con médicos y mecánicos presentes no piensa interferir más de lo que se le pida.

Ese tipejo no, ese tipejo exige. - ¡¿No ves que es la primera que necesita ayuda?! ¡Espabila tú joder, que para eso es tu puto local! - Saltó absolutamente indignada, a tomar por culo la cordialidad. Ese tipo no se merece ningún respeto, no lo da él en primer lugar. Sheriff, y seguro, a quien le importan los bomberos, o la ambulancia. - Capullo... - 

Viendo que la mujer se encontraba bien y que el dueño del local no era más que un maldito egoísta y retrasado, me fui a por mi bolso. - Buena suerte con el sheriff, señor. Me gustaría quedarme para ver como le explica que ha alterado por completo la escena de un accidente, que incluso podría ser un asesinato. Pero no me encuentro muy bien que digamos... creo que es el mal ambiente que ha generado en este sitio y que no me viene nada bien.

Cogí mi móvil del bolso, saqué un par de fotos de la escena, con el coche dentro y todo destrozado y lo guardé. El sheriff lo iba a necesitar para encular acusar a aquel hombre por obstubción a la justicia y alteración de pruebas. La parte de los altercados en ambas ciudades, lo omití. Le saldrían canas o sin duda alguna se le desharía el peluquín que llevaba puesto, porque se veía a la legua que no era su pelo natural, antes de que llegase un coche aquí para ver a un hombre muerto y con cuatro o cinco clientes en el local, pues yo me iba y no sabía si la oferta de Ronald seguía en pie.

- Lamento que las citas acaben así. - Dije mirando a los presentes. - Pero con este ambiente, yo me marcho. Además, tengo un largo paseo hasta Kansas.

Dicho esto, me encaminé hacia la salida. Esperaba que Ronald no andase muy lejos.

Aquel tipo lleno de furia cargó contra las dos mujeres.

— ¿Alterar la escena? Sois vosotros que habéis empezado a toquetear y a mover el.. el.. cadáver. — dijo señalando al conductor accidentado.

— ¡De aquí no se va nadie hasta que llegue el Sheriff y les tome declaración! — gritó escupiendo babas de la rabia que tenía. No estaba acostumbrado que nadie le acusase o le llevase la contraria en SU local.

Cogió el móvil y empezó a marcar un numero de teléfono, mientras no dejaba de señalaros como quien apunta con una pistola.

...

— ¡Sheriff Coltran! Michael Simon del Bowling Paradise... si.. si.. Mire me da igual, no creo que haya ahora mismo nada mas importante. Un coche se ha estampado en el restaurante de mi local... si como lo oye... si hasta adentro. — empezó a hablar con su tono característico, con alguien al otro lado del teléfono.

— ... si... vale... ok... si... — cuelga el teléfono.

— Que nadie toque nada ni haga nada. El Sheriff Coltran vendrá en seguida para la Certificación de la Muerte y a tomar declaración del accidente.

Poco a poco, entre conversaciones y discusiones, el restaurante se iba convirtiendo en una jaula de grillos. Un pequeño pitido del motor del coche ayudaba a que los tonos fueran mas altos de manera involuntaria.

Desde fuera llegó un grito de alguien, seguramente Ronald, aunque parecía que estaba en movimiento o corriendo pues se escucho entrecortado y de pasada. Os quedasteis con algunas palabras clave tan solo.

— ¡... ALGUIEN ... HERIDO ... AFUERA ... !

Por el otro lado, desde dentro de la cocina se empezó a oír algunos ruidos, como si a alguien se le estuviera cayendo una vajilla entera. Parecía haber una especie de discusión o barullo indeterminado.

— ¡... FUERA ... NO... VÁYASE ... !

- A ver si se entera así. No va a venir nadie y yo no me voy a quedar aquí toda la noche escuchando su berborrea. Hay altercados en Topeka y Lawrence por el toque de queda con la gripe. Así que me voy a mi casa, que bastante complicado va a ser lograrlo. Y no se preocupe. Mañana mismo hablaré con el sheriff, con las fotos que he sacado sabré si usted tocó algo más o no. Yo simplemente me limité a hacer mi trabajo cuando debía estar disfrutando de una cita, no aguantando sus tonterías. - Le dije encarándome a él. No sabía que me pasaba. Si era por el cabreo con House o mis hormonas alteradas por el embarazo. El caso era que ni me reconocía. Solía ser bastante sumisa y diplomática.

- Que de aquí a que llegue el sheriff lo mismo el coche está hasta en la calle... y sin heridos que atender, no pinto nada aquí, así que ya sabe. Llame a quien quiera, pero yo me largo. - Y retomé mi paso hacia la salida del local. Me preocupaba, entre otras cosas, que Ronald no hubiese vuelto ya... ¿y si se había largado con mi coche?

Solo saliendo lo descubriría.

En ese momento escuché la voz que creí que era de Ronald. - ¿Alguien herido? - ¿Ve? Me necesitan fuera. - Alegué mientras caminaba y escuché esa segunda voz en la cocina, expresando algo que no me gustaba nada. Dudé un segundo y busqué con la mirada algo que me sirviese como arma, no fuese que alguien, drogado y atropellado por ese conductor, buscase venganza en el primero que se cruzase.

Pero no vi nada y salí al exterior a ver que pasaba y si Ronald estaba bien.

Sam miraba a Michael discutir con Destiny y la doctora Allison con las manos en la cadera y rodando los ojos dando vueltas sobre si mismo examinando la escena hasta escuchar casi al compás ambos gritos.

Iba a ir fuera a ver a qué se refería Ronald si es que ese era su grito, pero viendo que la doctora hizo su marcha más rápido decidió cambiar su método de actuación y acercarse a la cocina a ver o escuchar mejor que pasaba ahí dentro. Otro disgusto tras otro, la noche no parecería acabar normal. Además tendría algo de sangre de la mano mustia de ese cadáver en su propia muñeca, lo cual no mejoraba el asunto de sentirse cómodo.

Kate dio un grito horrorizada cuando ambas constataron que aquel hombre estaba muerto, no era la primera vez que había visto algún paciente muerto, pero era algo que nunca deja de impresionarte.

Aunque no conocía a aquel hombre, sus enormes ojos almendrados se llenaron de lágrimas. Pobre hombre, que tragedia terminar así pensó para sus adentros.

Cuando levanto la vista vio que la situación con Carla estaba controlada, pero a su alrededor había estallado un polvorín de gritos y quejas causados por la incendiaria actitud de estrafalario hombre de rojo llamado Simón.

La doctora parecía marcharse con malos humos, típico de esos engreídos siempre están igual, asi que Kate se acercó a Paul para ver si había podido contactar con la policía

Esta muerto, has podido contactar con la policía le pregunto con un voz triste y apagada. Esperando su contestación se dirigió a todos los presentes Si alguien me indica donde está el botiquín os puedo revisar esos cortes superficiales dijo para todos los presentes mirando a aquellos cocineros esperando que alguno le indicase donde estaba.

-E...No, no hay forma de contactar...Comunican o se corta. En el 911 todos ocupados...ya sabes. Estoy probando pero nada. Lo mismo los bomberos. -Tenía el móvil en la oreja, insistiendo, un ojo en Kate y otro en el coche y en todo el follón que se estaba montando. El tal Simon era un capullo de mucho cuidado. 

-¿Estás bien, Kate? -repetí, aunque la chica ya me había dicho que sí antes. Me encontraba nervioso, el vaquero se había ido, la doctora se largaba, Samuel a la cocina, y Destiny discutiendo con el dueño. Y más jaleo fuera. 

Joder. Lo mejor sería marcharse también, pero lo responsable era quedarse y ayudar. Hasta que llegasen las autoridades. Mientras me lo pensaba, seguía al teléfono. Vi los intentos de Carla y la ayudé a ponerse en pie.

-Con cuidado. Cógete a mí. Sin movimientos bruscos. Así, va. Olvídate de ese idiota.

El 911 parecía que estaba colapsado. Algunos de vosotros habíais estado mas pendientes de las noticias, al parecer la gripe aquella que llevan ya varias semanas hablando de ella se ha vuelto algo mas serio, o quizá es la típica excusa que usan los delincuentes para echarse a la calle. Otros hablan de toques de queda, suena todo muy rocambolesco.

Destiny, Paul y Kate se quedaron cerca de la desagradable escena del gerente del local con la pobre Carla. El cocinero indio, que se lo estaba pasando en grande, indicó a Kate que detrás de la barra había un botiquín. Carla a su vez, aún aturdida se intentaba incorporar con vuestra ayuda.

Samuel por su lado, pasó de largo a aquella situación y se fue directo a las cocinas, parecía que alguien tenía algún problema ahí adentro.

Allison, atendiendo al grito que se escuchó de Ronald desde fuera, decidió pasar entre todos los escombros para ir en su busca. Parecía estar atenta al suelo a ver si podía recoger algo que le sirviese como arma. Estaba echo todo un desastre pero te agachaste para coger una de las patas de madera de un taburete alto roto por el impacto. Justo al agacharte, tu bolso se quedó enganchado con un clavo que había saliendo de una de las mesas rotas y al levantarte de golpe rajó todo tu bolso haciendo caer todo el contenido en el suelo.

Rashid estaba disfrutando de lo lindo. Le había tocado las piernas a Carla, además estaba grabando todo lo ocurrido en un directo de TikTok que estaba convencido que se haría viral.

— En la caja, detrás de la barra — dijo con un pronunciado acento a Kate, mientras seguía grabando disimuladamente la discusión y el accidente.

El gerente os daba ahora la espalda y parecía intentar llamar insistentemente a otros números, sin demasiado éxito. Entre llamada y llamada iba soltando improperios y se iba paseando por la estancia, soltando miradas de soslayo al destrozo.

Entraste por las puertas batientes hasta la cocina. Estaba bastante limpia y ordenada, suponías que ya habían terminado sus turnos de cenas y los chicos habían estado recogiendo. Había un par de fuegos en funcionamiento, seguramente estarían adelantando algo para mañana.

Había al fondo de la cocina otra puerta batiente que daba a otra estancia. Parecía que los ruidos venían de mas allá, por eso había llegado el grito tan apagado.