Partida Rol por web

El hindú pasaba de todo y el tal Simon otro tanto, ofendiéndonos con ese dedo de uña sucia en alto. Dudé entre arrancarme o quedarme con las chicas, ayudando en lo que fuese.

No hizo falta decidir, fue la misma Carla quien nos encomendó una misión. El rescate de su bolso y la medicación.

-Por mí vale. ¿Estarás bien, Carla? Tu jefe es un gilipollas. Si quieres nos quedamos uno de nosotros contigo.

Negó con la cabeza algo triste, por desgracia era su realidad día a día, pero necesitaba ese dinero al final de mes como agua, y las propinas no estaban tan mal. Solo que Michael tenía sus días malos y hoy era el peor.

— Será mejor así, cielo. Gracias. Yo me ocupo de él.

Tu perro era fiel y aunque no sabía hacer trucos ni demás historias te hacía caso, siempre iba donde tu ibas. Era extraño que no acudiera a tu llamada, claro que habían muchos factores extraños esa noche. Ya no se oían ladridos, así que era posible que estuviera viniendo.

Esperaste un par de minutos y ... nada.

Bueno, si Carla se "ocupaba" de él, de sobras lo conocía y lo aguantaba. Joder, qué asco de algunos putos trabajos.

-Vale, pues vamos y regresamos enseguida.- Miré a Kate, con cierta duda en mis ojos. Quizás la chica quería marcharse finalmente, a saber, nadie se lo censuraría. Aunque tampoco veía necesario que me acompañase, total, era aquí mismo, un momento, it, coger el bolso y volver. -¿Vienes?

Y, de cualquier forma, seguí insistiendo al 911. El que la sigue la consigue, o algo así, ¿no?

Bobby no aparecía y la preocupación en el rostro de Ronald era patente.

Allison debió notarlo pues le instó a ir a buscarlo. Dejar a la doctora sola no le sentaba bien, más considerando que había rateros merodeando, pero su perro podía estar en problemas, esa desaparición no era una actitud normal.

-Ten mucho cuidado, si alguien intenta robarte, grita y vendré corriendo. ¿Si?- Le dijo y partió a toda prisa a buscar al can.

Mientras corría, continuó llamándole a los gritos y chiflidos.

Destiny esperaba no tener que posponer más las cosas, pero lo que sea que esté pasando, no es ahí. - Muy loco todo. El imbécil ese del dueño no para de decir tonterías, pero por lo menos Carla se encuentra mejor. - Una buena noticia, al menos. - Sí, mejor vamos juntos. Allison ha salido a atender a alguien más. Por lo visto hay alguien más ahí fuera herido, y Paul y Kate creo que han ido a por el botiquín para algunas heridas menores. - Le informa.

Le sorprende que Sam esté tan tranquilo, como para bromas. - Vamos con cuidado. Lo de ahí dentro no suena muy bien. - 

- Genial, pues vayamos hacia delante entonces. y Sam señaló la salida contraria a por la que había entrado, la que continuaba.

Estaba claro que era el tipo de persona que calmaba los nervios con falso buen humor, o al menos eso parecía. Se puso a caminar hacia esa misma puerta lentamente.

- Oye, Destiny. Sé que no viene mucho al cuento pero.. ¿Sabes que ese tipo era de esa empresa, OneWorld? Los mismos que no han parado de salir en las noticias últimamente.

- Espera. Llévate la pata de la silla. - Le dije al hombre antes de que saliese corriendo en busca de su can. - Puede que esté en problemas y necesites un... arma... - Y le tendí el palo para luego verle marchar y correr hacia las sombras segundos después, en busca del herido.

Antes de llegar saqué mi móvil de nuevo y le puse la linterna.

-¡Tranquila, Allison!- Le dijo cuando ya estaba tomando distancia  y escuchó que le hablaba para darle un palo que podía servir de bate. -¡No solo soy un Ex Marine del Cuerpo de Raiders...- Sacó a Charlie de su funda y tiró de la recámara, estaba lista para ser disparada.

-...sino que también soy un ranchero de Kansas!- Y como tal, siempre iba armado. Aquello no quería decir que Ronald fuese de gatillo fácil,  lo cual no era, pero las personas tendían a comportarse de forma más complacientes cuando veían a una pistola calibre .50 apuntándo a su entrecejo, como sucedió con el yonki que husmeaba en su camioneta momentos antes.

Continuó avanzando en búsqueda de Bobby sin tomar el palo que la doctora le ofreció, aunque imitó su excelente idea de ir con flash del teléfono encendido.

Avanzasteis y abristeis la puerta en el fondo de la cocina, al parecer daba a un pequeño almacén donde guardan todo tipo de comida y material para la cocina. Era todo estanterías de metal llenas de sacos de arroz, latas de comida, verduras, etc..

Otras estanterías había maquinas de repostería, batidoras, cortadoras de embutido y demás enseres.

Al fondo podíais ver una puerta metálica con unos cierres muy característicos, seguramente sería la cámara frigorífica.

Detrás de unas estanterías a la derecha había otra puerta batiente. Era desde esa que ahora podíais oír como alguien quejándose y respirando con dificultades.

Te alejaste de Allison en busca de Bobby. Ibas rápido pero no podías evitar echar alguna miradita atrás para ver que todo estuviera bien. Ya hacía unos minutos que no oías ningún ladrido y te preocupaba.

Llegaste hasta la esquina y giraste para seguir rodeando el edificio intuyendo por de dónde habías escuchado a Bobby.

Al girar te encontraste en casi completa oscuridad, unas pequeñas luces de emergencia alumbraban de manera pobre. Había lo que parecía unas puertas metalicas que serían salidas de emergencia. También podías ver algunos contenedores apoyados en las paredes pintadas por grafitis así como algún que otro palé abandonado

Unos 50 metros mas adelante, al fondo de aquel callejón, pudiste ver una figura de un hombre con un perro, parecía que se estaban moviendo como locos, como si peleasen. Ahora si podías oír los sollozos de Bobby y unos gruñidos, pero que no parecían suyos.

La alegría por encontrar a su perro duró solo un segundo, que fue lo que tardó en percatarse de que estaba en una pelea.

-¡BOBBY, VEN AQUÍ!- Ronald era un tipo especialmente ágil, la rapidez era lo suyo, sin demorarse un instante levantó a Charlie y apuntó a aquél hombre. -¡BOBBY, CONMIGO, AHORA!- Le ordenaba.

-¡DEJA EN PAZ A MI PERRO O TE METERAS EN UN LIO EN EL QUE NO QUIERES ESTAR, TE LO ADVIERTO!- Continuó apuntando mientras hacía un desplazamiento corto de unos pocos pasos, cada segundo que pasaba tenía al objetivo cada vez más fijado. -¡VEN AQUÍ BOBBY!-

Avanzaste hacia el centro del parking totalmente a oscuras, valiendote de la luz de tu móvil. Entre la poca intensidad que daba y la farola dando fallo a veces te daba la sensación que veías algún espasmo o movimiento, pero seguías avanzando y seguía inerte.

Te dabas cuenta que estaba en medio de la trayectoria en la que había aparecido ese coche fuera de control y temías lo peor.

Ahora estabas al lado y viste que se trataba de una chica joven, seguramente no sería mayor de edad. Iba vestida con una falda corta y un top. Por desgracia pudiste corroborar tus temores, había sido atropellada, pues veías una de sus piernas en un angulo que era totalmente inhumano. Su rostro estaba manchado de sangre, como si la hubiera tosido, seguramente por daños en órganos internos.

Parecía que se había arrastrado unos metros pues, podías ver en el reflejo de tu luz, un rastro de sangre desde la posición del impacto.

Sí que es una pregunta extraña. - No lo tengo muy claro. ¿Controlan la calidad del agua, o algo así? Creo. - Contestó lo poco que le sonaba de las escasas veces que veía las noticias. 

Mira a la dirección de la que viene el sonido, prefiriendo centrarse en lo que se traen entre manos. - Parece que hay algún herido ahí dentro... - Comenta temerosa, dispuesta a seguirlo, pero preguntándose por qué el personal de las cocinas no habrá reparado en el resto de sus compañeros. Con - suerte - sólo será alguien con un ataque de pánico.

Sam se acercó a la puerta que se estaba moviendo y a la que miraba Destiny, dispuesto a pararla y luego empujarla un poco para mirar dentro, todo eso mientras seguía respondiéndole a ella.

- Si bueno, con todo ese odio generalizado que han volcado sobre ellos no me extrañaría que este hombre haya estado, huyendo de alguien que quisiera hacerle daño, pero bueno, es solo una idea. ¿Por qué no hay nadie aquí?

No necesité mucho más para saber que había fallecido, básicamente porque tal y como estaban colocadas sus piernas, tendría que dolerle horrores y estar gritando como una loca. Además, la sangre por la boca y orificios nasales me indicaban que había una posible hemorragia interna.

Aún así, me agaché junto a ella, miré sus muñecas, buscando que no tuviese sangre en ellas. Abrí el maletín y opté por ponerme un guante desechable para no mancharme. Al ver su rostro me dio pena. Tan joven y...

Tras ponerme el guante la tomé el pulso, antes de dejarla allí tirada, pues no podía hacer nada por ella. No tenía ni con qué cubrirla. Si estaba muerta lo tenía claro: retirarme el guante, coger el maletín, la pata de la silla y el móvil y buscar a Ronald. Él no me quiso dejar atrás... no iba a hacerlo yo ahora.

Y aunque me angustiase caminar con aquella luz, al menos la del móvil funcionaba.