Partida Rol por web

Mientras voy llenando la mochila, de pronto suena la cabalgata de las valkirias. Me quedé helado, again. Paralizado, ojiplático, con cara de inmensa perplejidad.

“Hay que tener mala leche”.

¿Había sido Michael? No tenía sentido. Pensé en alguien.

-Lo mismo ha sido el cabrón que controla las cámaras. Un degenerado pajillero.

Lo teníamos claro. Pillé algo más, nervioso, mirando hacia el exterior. Buscando huecos por donde escabullirme y comprobando el camino hacia mi coche. Después, con cuchillo o no, rebusqué en los escombros por algún trozo de madera o hierro contundente.

Sam estaba preparándose cuando empezó a escuchar todo eso totalmente estupefacto.

- ¿Pero que coj-..? Si esto no lo había hecho Michael con tal de vengarse o ganar tiempo para él mismo..

- Mierda.. quizá podamos aprovechar todo este ruido para confundir a esos infectados, podemos salir por otro lado, seguramente ellos entren por el hueco del alunizaje, podemos salir por la entrada principal, rodearlos e ir a los coches. Pensó Samuel, no lo tenía muy claro pero es lo que mejor se le ocurría dada la situación.

Con rapidez Kate busco alguna bolsa donde poder meter un par de botellas de agua y algo de comida que pudiese quedar por el restaurante, con su mano diestra sujeto con fuerza el cuchillo, no creía que le sirviese para mucho, pero la daba más confianza.

Escucho con escepticismo las ideas de aquella doctora y del estrambótico ser con pistola y un palillo en la boca, aquel loco le daba miedo, un escalofrió recorría su espina dorsal cada vez que le miraba, así que opto por ignorarle.

De verdad vuestro plan es una locura, da igual quien tenga las llaves, esas criaturas están ya en el aparcamiento, nos mataran a todos trato de que el resto de las personas le escuchasen, pero dudaba mucho que estuvieran por la labor Y donde pensáis que podemos ir, estarán todos los sitios igual, pero sin insistir mas termino de recoger las pocas cosas que se pensaba llevar.  Agua y comida es lo imprescindible, un mechero necesito un mechero y empezó a rebuscar en los bolsillos de Jerry por si este fumaba.

Con disimulo asintió a Paul y se acerco a el para susurrarle es una locura, enfrentarnos a esas cosas, yo al menor problema me largo, pero no se donde ir, luego hablamos mas concluyo y se volvió a alejar de el en dirección a Samuel, esperando poder cruzar con el unas pocas palabras para que entrase en razón, si le convencía a él quizás tuviesen una oportunidad de salir vivos de aquel infierno.

Debajo del pañuelo una gran sonrisa se dibujó en el rostro de Charlie al escuchar la teoría de Allison, sobre que la 4x4 tenía que ser de Michael. Siiii... Jeeeeejeeee. Ya saboreaba el momento en el que lo estuviera matando.

Charlie podía entender que Allison le gustase tanto a Ronald, la perra estaba buena y tenía tetas de embarazada, pero ahora le estaba comenzando a gustar a él. Le parecía bien que descuartizara el cadáver de Jerry como a un pollo, hizo que le reventaran la cabeza, veía útil que Carla sea carne de cañón en el parking... ¿Será que esta mujer poquito a poco se vuelve más interesante?.

Le pedía su atizador para abrir las taquillas cuando la música empezó a sonar, y los zombies como una mente colmena se tratase, comenzaban a ir hacia el restaurante.

La idea de Samuel era excelente, pero había un detalle. -Pero ahora necesitaremos si o si las llaves de la 4x4 o que le hagas un puente... ¡estos enfermos del demonio vienen al ala izquierda donde están todos nuestros coches!- La 4x4 en el sector derecho iba a quedar despejada, ¿Y si ese era el plan de quien haya puesto la música en el restaurante? ¿Tenér vía libre para llegar a su transporte?

-Doctora, tenga, si no es para abrir taquillas, que al menos abra unas cuantas cabezas.- Le dijo y le tendió el atizador que llevaba colgado de la cintura. ¿Lo tomaría? ¿Se volvería más interesante?

Comenzó a ir hacia la galería y pegó un chiflido para que Bobby le siguiese.

-¡Unidad, al ala derecha! O nos cruzamos al malnacido que nos uso de distracción en pleno escape a su coche, o vamos a buscarlo. ¡Ya, ya, ya!-

Sam empezó a caminar hacia la galería antes de que esos infectados acabasen por llegar a escuchar el concierto de Elvis Crespo. Igualmente no iba demasiado adelantado, pretendía conformar una piña con la gente que había allí, alejarse demasiado sería peligroso para todos.

- ¡Venga vamos! no quería reconocer que Charlie tuviera que dar las ordenes pero era mejor tener una voz cantante que seis disonantes. Además tenía una pistola.

Antes de que se alejase Kate, la detuvo un momento.

-Espera -susurró. Y le cuchicheó alguna cosa aprovechando que estaban detrás de la barra y la confusión general.

-Nosotros podemos salir por la puerta de emergencia lateral, esa de ahí, del restaurante. -la señaló con la mirada.

-Los...los infectados entrarán por el boquete. Corremos por el muro lateral, enfrente está mi coche. Aquí...no veo que podamos defendernos mucho tiempo. -Si se escondían, ¿se marcharían estos zombies, aburridos? Ni de coña.

Encontré un mechero, uno que encendía de verdad y Bobby no me hizo ni caso, como era de esperar. Al menos no me arrancó un brazo al hablarle. En ese momento la discoteca se activó como tal. Aquello no podía estar programado, alguien debía estar jodiéndonos o creando una distracción para huir. Fuese lo que fuese, atraía a la masa que había fuera. Había que salir.

- Podemos aprovechar el sonido y las luces para salir por el otro lado y bordear el lugar. Esto tiene que tener más puertas... - Dije y miré como Charlie me tendía la barra de metal y miré el maletín médico. - O golpeo cabezas, y no tengo fuerza para eso o llevo el maletín que podrá salvarnos a alguno, Chalie. - Le dije al hombre y luego me acerqué a él. - Y no quiero que el hombre que consigue que la voz de mi cabeza se calle, muera de una infección... así que llevaré el maletín y seguiré a tu lado.

Casualidad o no, cuando Charlie estaba cerca, no oía a House en mi cabeza.

- Pero si te molesta para moverte, puedo llevarlo. Quizás si pueda rematar a los que estén en el suelo... - Le dije al fin, tendiendo mi mano para cogerlo y seguirle a por la galería, como una polilla sigue a la luz en la oscuridad.

Se quedaban sin tiempo. No sólo llegaban ya al parking si no que alguien había convertido el restaurante en una puta ratonera de desfase. 

Destiny se encogió y miró a su alrededor con desconcierto. - ¡¿Qué?! - O más bien, ¿Qué clase de hijo de puta les había puesto en aquella posición? Está claro que Charlie no era el único psicópata, pero sí el que estaba de su lado, si se podía decir, así que con la insistencia también de Sam, la joven se deja llevar por la dinámica del momento y acepta las órdenes de otros, pegándose al ala derecha. Después de todo, ella no tiene ni puta idea de qué hacer. 

La doctora parecía seguir con la idea de querer salvar gente y dejar el asunto se la matanza a Charlie. El marine volvió a guardar el atizador enganchando uno de los extremos al cinto.

 Tsss... Es un buen arma, no como esas mierdas improvisadas como las patas de mesas rotas y hierros  doblados, esos solo dificultan la precisión para impactar, sería un desperdicio ser usada solo para rematar, para eso están las suelas de los zapatos.  

​​​​​Aunque tener una opción melé estaba muy bien, Charlie sabía que lo suyo eran las balas. Quizás el Sargento Rodríguez haga buen uso del atizador, o alguien más de la Unidad. Pensó, aunque aún no tenía claro quien iba armado y quién no.

-¿A qué te refieres con voces en tu cabeza?- Le susurró en privado. ¿Podría ser? La doctora está... ¿Incompleta? Una sonrisa se formó en el rostro de Charlie, aunque no podía verse por el pañuelo. Esto es... Interesante. Jeeeejeeeee. -¿Y qué te dice? Doctora... Quizás debería darle lugar a la voz, seguro solo quiere lo mejor, ¿No lo ha pensado? Todos esos médicos de la cabeza no saben nada... ¿Qué acaso no hay iglesias y templos en todo el mundo? ¿Qué acaso no le hablan todos esos millones de personas a ese "dios"? Ah no... Pero esos no están "locos", por más que ese "dios" no les responda aunque vayan a misas todos los domingos, paguen el diezmo y tantas otras estupideces, no... Para esos médicos de pacotilla solo están locos los que en efecto escuchan una voz en su cabeza, como Ronald. ¿Sabe que creo, Doctora? Que esos médicos de la cabeza solo están celosos y resentidos de que no tienen a un Dios dentro suyo que les responda, que les hable, que les guíe...- Así es como se consideraba el narcisista de Charlie, para él no era "como" un Dios, sino que en efecto, él era todo un Dios, aunque en realidad, si debía de parecerse a algo, era a un puto demonio. -Si tienes a un Dios también, libérelo, doctora... Jajaaaaaa.- Parecía invitarla a sentir la belleza de la locura desatada.

Y de repente, Charlie volvió a mirar a Allison como había hecho un buen rato antes durante unos segundos. La miraba del mismo modo en el que probablemente el Guasón miró a la Doctora Harleen Frances Quinzel antes de que diera su primer paso para convertirse en Harley Quinn.

Kate se acercó más a Paul y le rodeo con sus brazos como si estuviera consolándole y dándole fuerzas para lo que se avecinaba, una vez cerca le susurro para que solo ellos pudieran escuchar sus conversaciones

Vale me parece bien, su plan es una locura y no me fio de ir todos en esa camioneta con ese loco, pero salgamos todos juntos, si hay problemas corremos hacia tu coche.

Se volvió a separar de el y respiro profundamente preparándose para aquel infierno.

El grito de Carla ahí afuera sirvió como pistoletazo de salida para la carrera de vuestras vidas.

Salisteis disparados hacía vuestros nuevos objetivos, pero una vez mas, el grupo se disolvió: Paul y Kate se quedaron atrás y se fueron corriendo en dirección contraria, hacia la puerta y salida de emergencia que daba a uno de los laterales del edificio.

El resto del grupo corrió hacia la entrada principal, encabezados por Ronald seguido de Allison, Samuel y Destiny.

Desde las cristaleras del restaurante como de la entrada principal pudisteis ver lo que sucedía en el parking de fuera: varios grupos numerosos de zombies se abalanzaban hacia el restaurante por la música que aún tronaba. En esa dirección estaba Carla que dio media vuelta en su huida al verse perseguida por una marabunta de seres no-muertos.

Vuestros ojos también captaron como dos figuras agazapadas, avanzaban con cuidado desde el callejón lateral de la derecha para cubrirse agachados en uno turismo, cercano al 4x4. Reconocisteis todos a Michael y alguno de vosotros a Frank que iba con él, el tipo que estaba en la sala de control de aquel local.

Si esa perra de Carla huye hacia aquí y atrae a estos enfermitos del demonio a nosotros, ¡Me va a conocer la maldita! Pensó al notar que la empleada del local se giraba para huir de la horda de zombies. ¿Y dónde mierda se metieron Paul y Kate? Ese maldito par de insubordinados... ¡Sabía que no debía darles una segunda oportunidad!

Entonces notó al gerente y a otra persona que desconocía escondiéndose en la parte derecha del.estacionamiento, la cuál poco a poco quedaba despejada.

Charlie gruñó.

-¡Ese hijo de puta de Michael nos usó de carnada para salvarse!- El marine no estaba seguro de intentar un disparo para frenarle, o echar a correr a toda prisa para salir por el ala derecha sin más e intentar darle alcance. 

-No sé qué demonios haya ahí adentro.- Dijo señalando a la puerta de la galería en el ala contraria a la del restaurante, de todas las veces que había ido al local, nunca estuvo allí. -Pero sí sé que hay salidas de emergencia en esa parte lateral del edificio.- Ronald había estado ahí antes, cuando salvó a Bobby de ser comido por uno de esos malditos enfermos. -¡CORRAN, QUE SE ESCAPA CON NUESTRO COCHE!-

Esta era nuestra oportunidad. Kate estaba de acuerdo..Así que…ahora o nunca.

-Vamos, Kate –susurré.

En cuanto los demás se marcharon hacia el lado derecho en busca del 4x4, nosotros tiramos para el lateral opuesto, aprovechando que todas las hordas de infectados se dirigían descerebrados hacia el boquete causado por el coche, o hacia la puerta principal.

Armado con la barra de hierro en una mano y el cuchillo de cocina en la otra, cargando con la mochila, y sin saber qué demonios estaba haciendo, que no era ningún héroe y me temblaba todo el cuerpo,salí delante de la chica y, pegadito a la pared, caminé unos pasos, esperando a que turba asesina entrase a la bolera para después correr hacia mi coche.

Sam hizo por correr también pero prefirió mantener la retaguardia con tal de que los demás no parecieran muy alejados, vio que Paul y Kate habían desaparecido de nuevo, ya no podía hacer mucho por ellos dada la situación.

No corrió más que Charlie así que se quedó a la mitad del camino en la galería.