Partida Rol por web

Una voz a su espalda logró sobresaltar a Faith, girándose esta para comprobar cómo una mujer se acercaba a ellos por el pasillo. Era la primera vez que veía a Bárbara Morse, pero había leído sobre ella, con lo que no le costó identificarla dada su indumentaria; aunque no se la había imaginado tan atlética. Por alguna razón que no alcanzó a comprender del todo, aquella mujer estaba interesada en que le pegaran, y la observó sorprendida durante unos instantes.

La joven asistió en silencio a la conversación entre los profesores después de que el director de la academia les presentara a la recién llegada. Pájaro Burlón tenía algún asunto entre manos y requería la ayuda del Hombre Hormiga. Justo antes de comentar que aquello que debía enfrentar podría haber sido una buena clase, Faith se dio cuenta de cómo les examinaba la heroína, especialmente en su caso. Fue en aquel momento cuando la chica comprendió que aunque no tuvieran que pasar exámenes, iban a ser igualmente examinados.

Cuando se quedaron a solas con el profesor Barton, Faith se fijó en la reacción de este ante lo sucedido, preguntándose si lamentaba más que sus compañeros tuvieran que irse; o el no poder irse con ellos por tener que ejercer de director. Aquel pensamiento la distrajo un poco de lo sucedido con Morse, y es que la joven tenía la impresión de haber comenzado ya con mal pie. Al oír lo referido a cambiarse, fue a pronunciarse, pero su boca ya semiabierta se cerró de manera repentina al darse cuenta de que Six movía su brazo tras acercarse a ella. Por un momento creyó que iba a pegarle, uno tan fugaz que ni siquiera llegó a reflejarse en su rostro.

Se puso tensa en seguida, aun tratando de mostrar una sonrisa, tanto por las maneras de la chica como por lo que le decía. Sin lugar a dudas, no era lo que en ese lugar esperaban de ella. Tuvo la impresión de que Six hablaba como Morse, y de que ese era el perfil que encajaba en aquel lugar, después de todo las dos mujeres que allí había visto poco o nada tenían que ver con ella; claro que, tampoco es que fuera de aquella mansión hubiera encontrado a muchas personas con las que sentirse identificada. ¿Importaba aquello realmente? Puede que no, pero casi parecía estar viendo en lo que debía convertirse, y tenía sus dudas acerca de poder alcanzarlo. ¿Quería ser así? Aquello tampoco importaba.

Faith asintió hasta en tres ocasiones cuando Six le preguntó si la comprendía, como si se tratara de una niña a la que estuvieran regañando, aunque a pesar de ello su compañera podría notar cómo su cuerpo había conseguido relajarse un poco. Faith aguardaba el momento de disculparse cuando la tatuada chica le sorprendió con aquellas palabras a las que precedió una sonrisa.

¿E-está hablando de protegerme?

Un ligero rubor apareció en las mejillas de Faith, así como una tímida sonrisa, viéndose en seguida liberada del brazo de Six y siendo empujada por esta hacia el ascensor.

Espera, ¿pastelito?

Pensó mientras se metía en el ascensor, reparando en algo que la inquietó pero que no tuvo ocasión de expresar ante la intervención de Bruce, que a su vez resultó un recordatorio de que había algo que debían afrontar.

- Y-yo sí tengo que cambiarme, Profesor Barton. – señaló finalmente, regresando a lo que les ocupaba, esperando que el que tuviera que acudir a los vestuarios no supusiera un problema para los demás. – Me recomendaron usar un traje especial. – quiso explicar, aunque de manera breve.

Brian también se había sobresaltado con la aparición de Pájaro Burlón e incluso se había sentido un poco cohibido con la examinadora mirada de la profesora. Después de subir la ascensor se dirigió a Ojo de Halcón.

—Yo también tendré que cambiarme, profesor—dijo dándole unas palmadas a su aparatosa mochila.

Los chicos bajaron por el ascensor al sótano de la mansión y  al salir a éste, el aspecto si se parecía más a lo que se podía esperar de un cuartel de superhéroes. Estaban en un pasillo de paredes metálicas y con una buena iluminación LED. Ojo de Halcón guió a los chicos hasta lo que eran los vestuarios. Se trataba de una sala con unas taquillas y dos puertas a izquierda y derecha. Una para chicas y otro para chicos.

—Bueno, mientras os cambiáis los que lo necesitáis voy a ir a buscar a Visión. ¿De acuerdo? Vengo en un momento.

Faith y Brian entraron a cambiarse, mientras Bruce y Six se quedaban a la espera. Sin embargo, al menos el chico no tardó mucho en salir. No se había cambiado de ropa exactamente, solo llevaba unas gafas de protección con montura naranja, una chaqueta de roja y anclados a la cintura... ¿eso eran unos brazos mecánicos como los del Doctor Octopus? Bueno mucho más cutres y rudimentarios. ¿Y por qué eran de color rojo?

—¿A que molan?—dijo con una sonrisa llena de orgullo.

¡Vuestro primer rol libre! Os daré unos días para que los PJs charlen entre ellos (y con Brian) y después seguimos con la primera clase. Si veo que la cosa se estanca ya tiro para adelante.

Mientras accedían al ascensor y comenzaba el descenso, la chica rubia confirmó al profesor que ella sí debería hacer uso de ese vestuario que les ofrecían, haciendo que Six comenzase a sentir una incomodidad que se acrecentó cuando Brian se subió al carro. Era algo que la chica había temido antes de acudir a aquella cita, el hecho se que fuera necesario o, al menos, conveniente disponer de un "uniforme". Los héroes a los que había visto, incluso en fotografías de periódicos usados, acostumbraban a llevar ropas ajustadas de llamativos colores, muchos de ellos ocultando su identidad con máscaras, antifaces y similares. Lo cierto es que Six no tenía nada de eso, ni intención al respecto tampoco. No se sentía a gusto con la idea de ir por ahí con lo que consideraba un disfraz, incluso siendo su vestimenta habitual ya de por sí algo estrafalaria.

Al menos, el chico invisible no parecía que fuera a cambiar de indumentaria, algo que supuso un cierto consuelo para la ex luchadora.

Al abrirse las puertas del ascensor, el pasillo que apareció ante ellos ya se le antojó a Six algo más semejante a lo que esperaba de una base superheroica. Casi deseaba ver el lugar donde podrían entrenar, aunque antes debían esperar a que dos de sus compañeros se cambiasen. Ella no había dicho nada al respecto aún, pero cuando su mirada se cruzó con la de Barton, sintió la necesidad de justificarse.

- Yo es que tampoco tengo otra cosa que ponerme, así que... -Explicó, e inmediatamente se arrepintió de sus palabras, por lo que daban a entender.

Y no porque dieran a entender una falsedad, no. Sencillamente, no le gustaba la reacción de la gente cuando se enteraban de que vivía, por ser delicado, con lo justo. La realidad era que aquella era su única chaqueta, aquellas sus únicas botas, y aunque tenía algún juego de ropa extra para cambiarse, su fondo de armario cabría en un cajón pequeño. Y sobraría espacio. No era infrecuente que acudiera a una de esas lavanderías que funcionaban con monedas, y se quedase en ropa interior esperando para poder lavar la ropa incluso que llevaba puesta, y ponérsela directamente de la secadora.

Cuando el profesor se ausentó, y los otros dos chicos acudieron a sus vestuarios, Six introdujo las manos en los bolsillos para esperar todo lo pacientemente que era capaz, que no era demasiado. No le gustaba estarse quieta, nunca lo había hecho, y terminó balanceándose adelante y atrás mientras tarareaba por lo bajo alguna canción que no recordaba dónde había oído.

- Entonces... -Habló al final, incapaz de aguantar la espera- ¿Tienes que ir siempre tapado para que la gente no se entere de que eres invisible? Parece una putada. -Indicó solidarizándose con Bruce- Aunque aquí no te hace falta, ¿no? Quiero decir... Estás entre colegas.

En ese momento, para sorpresa de Six, Brian salió ya del vestuario. Aunque lo poco que había tardado no era la fuente de su sorpresa, sino lo que llevaba puesto, una especie de arnés conectado a unos tentáculos robóticos de color rojo, que parecían moverse a su voluntad.

- ¡Hostia puta! -Exclamó la chica, acercándose a verlos de cerca- ¿De dónde has sacado algo así?

Al bajar al sótano, el edificio cambio completamente, aquella mansión antigua se convirtió de repente en un lugar supermoderno y sin duda aquello se parecía mas a lo que esperaba ver cuando le dijeron que acudiese a la base de los vengadores. La primera parada fue en el vestuario, como había dicho Bruce no tenia otra ropa que ponerse, al igual que Six, la cual pareció interesarse nuevamente por sus capacidades.

—En realidad no me quito el casco porque sin él no puedo hablar, bueno, sí que puedo hablar, sois vosotros los que no podríais oírme—. Al ver la cara de la chica, tuvo claro que no se estaba haciendo entender, así que se calló un momento antes de volver a empezar. —A ver, lo que pasa es que realmente no soy invisible, lo que me ocurre es que no tengo cuerpo.

Nuevamente se quedó callado mientras se llevaba la mano al casco como si se estuviese rascando la cabeza, su estado era algo que ni el mismo termina de comprender y estaba claro que tarde o temprano alguien preguntaría al respecto, así que le quedó bastante claro que debía habérselo preparado un poco.

Por suerte en aquel momento apareció el otro chico con unos extraños tentáculos metálicos saliéndole de la cintura, aquello no solo era raro, le daba algo de tiempo para buscar una mejor respuesta que darle a Six cuando volviese a preguntar, porque sin duda volvería a hacerlo.

—Pues sí que molan, la verdad. ¿Y qué puedes hacer con ellos?

Los chicos bajaron finalmente, dando a parar a una zona de la mansión que parecía mucho más acorde con lo que podía esperarse de una base superheróica. Faith miró a un lado y otro al salir del ascensor, dándose cuenta de que aquel lugar era mucho más aséptico, y sintiéndose de algún modo como en casa por ello.

Sonrió mientras eran guiados a los vestuarios, donde Ojo de Halcón se despidió de ellos para ir en busca de Visión, dirigiéndose ella pronto hacia aquella puerta tras la que se encontraba el lugar destinado a las chicas. Lo hizo de manera algo apresurada, pues no quería hacer esperar a los demás, y tan sólo Brian parecía ir a cambiarse también, pues Six y Bruce habían afirmado no tener nada que ponerse.

Una vez dentro, Faith se quitó la bandolera que llevaba y se dio prisa en sacar todo lo que necesitaba de esta, posándolo sobre un banco antes de quedarse un instante congelada. Por un momento contempló la posibilidad de que aquel lugar estuviera vigilado, pero negó con la cabeza, obligándose a descartar aquello; y con reparo comenzó a desnudarse hasta quedar en ropa interior. Fue posando cada prenda en aquel banco, las cuales iba doblando y colocando cuidadosamente, hasta que llegó el momento de enfundarse aquel traje; el cual tomó por la zona de los hombros un instante y lo sostuvo frente a ella.

Enfundármelo, literalmente.

Antes de ponérselo, la chica ya se había sonrojado, no tardando mucho en encontrarse dentro de aquel traje que se adaptaba perfectamente a su anatomía, y que debía reconocer que le resultaba mono. La joven empleaba ropa ceñida por lo general, pero llevar aquello se le antojaba que era más que ir ceñida. Le avergonzaba vestir de aquel modo, pero comprendía la necesidad de ello, y es que se trataba de pura ciencia. Vestir de aquella manera no sólo le facilitaría el movimiento, sino que aquel material le permitiría poder usar sus poderes sin contratiempos.

Se calzó con aquellas botas blancas y se puso los calentadores del mismo color, para añadir a su vestuario aquella especie de top blanco antes de ponerse lo que se asemejaba a unos largos mitones. Sonrió, pues con aquellos complementos se sentía algo más cómoda, aunque su rostro no tardó en tornarse serio al recordar que le faltaba algo más. Antes de ello, sacó un neceser y haciendo uso del espejo y los productos que llevaba en este se maquilló un poco más. Probablemente no hiciera falta, pero creyó que lo más apropiado era tomar ya aquella indumentaria con la que pensaba permitir que la vieran cuando tuviera que actuar en público, queriendo conservar su anonimato.

Si en circunstancias normales ya era habitual echar a Faith algún año más, tras retocar sus ojos y labios de aquel modo aquella sensación de que era algo mayor se enfatizaba. Se giró entonces, sin haber dejado de mantener cierto ritmo, y sacó aquella peluca blanca que le hizo soltar un suspiro. La posó momentáneamente y acomodó su cabello lo mejor posible para poder ponerse la peluca y así lo hizo, terminando por mirarse en el espejo sin mucho convencimiento mientras se acomodaba la blanca y corta melena. Aquella peluca era de una calidad increíble, daba el pego perfectamente, pero la chica no dejaba de verse extraña con ella; y aunque no creía necesitar la aceptación de los demás, y sus sentimientos no importaban realmente, no pudo evitar sentir cierto miedo a hacer el ridículo.

Guardó sus cosas en aquella bandolera, y sujetándola frente a sí terminó saliendo por la puerta por la que había desaparecido de la vista de sus compañeros, comprobando con pesar que todos estaban ya reunidos fuera. Tan sólo los extraños brazos robóticos que habían aparecido en el supuesto friki de los superhéroes lograron distraerla momentáneamente del pudor qué sentía  y que hizo que sus mejillas se mantuvieran sonrosadas.

- S-siento haber tardado. – se disculpó antes que nada, acelerando sus pasos hacia una de aquellas taquillas, en la cual metió su bandolera antes de cerrarla y regresar rauda con los demás. - ¿Creéis que tardaremos mucho? – se atrevió a preguntar, en parte esperando que sacar aquel tema evitara cualquier tipo de comentario sobre su aspecto. – He dejado a Cube atado en el jardín. Cube es mi perro. – matizó con una ligera y tímida sonrisa.

Para mostrar lo que podía hacer, Brian apoyó los brazos mecánicos en el suelo y se levantó por los aires. Una de las articulaciones pegó un chispazo y perdió momentáneamente el equilibrio aunque sin caerse.

—Es toda una historia—estaba tan entusiasmado que ni siquiera sintió reparos en hablar con Six—. Alguien subió a internet los planos de los brazos del Doctor Octopus. Sabéis quién es, ¿no? Uno de los malos de Spiderman (aunque en realidad no es tan malo). Pues nada, que estaba un día bajandome cosas y los vi. Así que hice lo que habría hecho cualquiera. Y cuando me puse a revisar los planos, pensé que igual podía construirlos.

El chico pasó a apoyarse en tres brazos y con el cuarto saludó como si dijera hola.

—Lo que os voy a contar no se lo digáis a nadie que como se entere mi padre, me mata. ¿Vale? La cosa es que el trabaja en un depósito de coches, así que empecé a colarme para pillar chatarra, cables, tornillos... ¡Y voilá!

Entonces reparó en que Faith había llegado y volvió a perder el equilibrio, aunque esta vez no parecía que hubiera habido ningún tipo de problema mecánico. Por lo que pudiera pasar Brian volvió a poner los pies en el suelo.

—Espero que en la Academia me ayuden a mejorar los brazos—dijo intentando disimular.

La confusión y el desconcierto se adueñaron del rostro de Six al oír aquellas explicaciones por parte de Bruce. Sus ojos se abrieron de forma intensa pero, aunque también separó sus labios para decir algo, se quedó muda sin saber si estaba entendiendo mínimamente al chaval. ¿No tenía cuerpo? ¿Qué significaba eso? ¿Acaso estaba diciendo... que no era una persona, una persona real, física, enfundada en un traje... sino un traje que se movía sólo? No, no podía ser algo así, y en caso de serlo, ¿cómo era posible? La chica no entendía nada, y se sintió estúpida al ser incapaz de razonarlo mínimamente. Y obviamente, tremendamente incómoda al no ser capaz de decir nada al respecto.

Por fortuna, Brian apareció con sus tentáculos biónicos, y Six se distrajo con ello, preguntando de dónde los había sacado. Al comprobar que eran de un curioso color rojo, los relacionó con la armadura roja y amarilla de Iron Man, así que su primera idea fue que los hubiera robado de Tecnologías Stark. Cómo podría robar a un Vengador y terminar asistiendo con lo robado a su academia era todo un misterio, pero cosas más raras podían pasar. Al fin y al cabo, ella misma había estado en la cárcel no hacía tanto, y después de toda una -corta- vida fuera de la ley, también estaba allí. Sin embargo, la historia de Brian era aún más enrevesada que simplemente haber robado aquello. En realidad, se los había fabricado él con piezas de un desguace y unos planos descargados de internet.

- Claro, cualquiera lo habría hecho, sí... -Murmuró Six con ironía observando cómo el chico hacía moverse aquellos tentáculos, logrando alzarse por los aires apoyado en tres de ellos. Puede que la mecánica de aquellas cosas necesitase aún algunos ajustes y mejoras, y Brian algo de práctica para usarlos, pero para Six resultaba impresionante que algo así hubiera podido hacerlo un chico de su edad- Debes de ser muy listo, pulpito. -Comentó con algo de vergüenza, creando un mote para su nuevo compañero que pretendía sonar cercano, casi cariñoso. Ella apenas si sabía leer y poco más, y allí estaba con gente capaz de leer planos complejos de mecánica robótica y construir con ellos artilugios mecánicos así de complejos.

El chico pulpo perdió nuevamente el equilibrio, pero no parecía que se tratase de un problema mecánico. La aparición de Faith hizo que Six intuyera que se había tratado de un problema de concentración, y es que el aspecto de la -anteriormente- rubia había cambiado radicalmente. Six se quedó mirándola boquiabierta, terminando por parpadear al darse cuenta de que se había quedado embobada mirándola de arriba a abajo. La nueva indumentaria de la chica era tremendamente ceñida, dejando más bien poco a la imaginación, la cual tenía con qué trabajar. Prácticamente era una malla azul con algunos adornos blancos, a lo que se añadía que ahora su pelo era blanco -¿o era una peluca?- y se había maquillado. Parecía otra tía totalmente distinta, aunque su actitud siguiera siendo la misma. Estaba claro que Brian había perdido el control de sus tentáculos al verla, pues el nuevo aspecto de Faith quitaba el hipo.

Concéntrate, idiota.

Six casi podía oír la voz de su amigo Dan, recordándole que dejase de tropezar una y otra vez en la misma piedra. No era momento ni lugar para pensar en chicas. Ni en chicos. Aunque iba a resultar difícil no hacerlo si a su alrededor vestían de aquella manera. Que no sólo era la ropa, sino que ésta dejaba ver el cuerpazo de aquella chica.

- Joooder, chica, cuando te sueltas no te guardas nada. -Dijo finalmente Six, sin pensar, como casi todo lo que hacía. Y al hacerlo, por supuesto, se arrepintió casi inmediatamente de sus palabras, carraspeando ligeramente mientras apartaba la mirada de Faith, parpadeando e intentando desviar la atención- Bruce me estaba explicando... bueno, sin mucho éxito, la verdad. Lo siento, tío, pero no he entendido gran cosa. ¿No es que seas invisible, sino que no tienes cuerpo? Igual digo una gilipollez, pero ¿qué eres, un traje que anda? -Preguntó al chico del casco. ¿O era el casco que hablaba?- A ver si vosotros que sois más listos podéis entenderlo, porque yo...

Bruce miró bastante intrigado aquellos tentáculos, sobre todo después de la explicación del chico. A él le gustaba la mecánica y no se le daba mal, pero una cosa era arreglar el carburador de una moto y otra muy diferente aquello. Obviamente eran mejorables, pero sin duda el tío debía ser un genio, y un friki.

—Vaya trabajazo, ya tenemos a nuestro propio Tony Stark, pero sin su dinero me temo.

Entonces Faith salió del vestuario, con una ropa que quitaba el hipo. Por un momento pensó que se habría transformado como hacían algunos héroes, porque le costaba bastante creer que una chica tan modosita pudiera aparecer de repente así vestida, pero se dio cuenta de que lo que llevaba era maquillaje y una peluca, además de que seguía siendo igual de cortada que antes.

—Esto sí que no me lo esperaba, que estas genial, pero… bueno—. Entonces se giró hacia la chica del pelo rosa, que parecía estar igual de impresionada.  —Vamos a tener que comprarnos ropa nosotros también.

Pero al dirigirse a ella pareció acordarse de lo que estaban halando antes, entonces el motorista agachó la cabeza, permaneció así unos momentos mientras, esta vez sí, pensaba lo que iba a decir.

—Tampoco soy un traje andante, lo que pasa es que estoy entre dos planos. A ver, yo tampoco sé muy bien cómo va el tema, así que solo explicaré la parte que se. La cosa es que hace unos años tuve un accidente y morí—. En ese momento se calló un instante y se limitó a asentir ante las caras de sorpresa de sus compañeros. —Y he estado muerto hasta el año pasado, mi padre hizo algún tipo de experimento raro para traerme de vuelta, pero obviamente no salió bien y él murió en el proceso. Ahora es como si estuviera en este mundo pero sin tener cuerpo, como si fuese un fantasma de una película, pero el Motorista Fantasma, que creo que entiende del tema, me ha dicho que no soy un fantasma propiamente dicho.

Entonces se llevó la mano al barbuquejo del casco y lo desabrochó para quitárselo, pareciendo entonces si un traje que andaba solo, se acercó a Six que era quien había preguntado y le cogió la mano, para llevársela hasta donde debería estar su cabeza y que comprobase como podía atravesarla. Entonces se la soltó y agarró el pañuelo negro que tenía en el cuello y se lo subió hasta donde debería estar su nariz.

—La cosa es mi casa quedó irradiada por el experimento que hizo mi padre y por lo que parece las únicas cosas que puedo tocar son las que están allí, a través de esas cosas es como puedo interactuar con este mundo—. Entonces alzo la mano derecha para que todos la viesen, movió sus dedos enfundados en un guante, para después darle una palmada en el hombro a la pelirrosa y seguir hablando. —Solo quedas tu por decirnos que puedes hacer.

—Por cierto. No, no puedo contaros nada del otro lado, mayormente porque no recuerdo casi nada. No soy radiactivo, ni mi ropa tampoco. Y morí en el ochenta y nueve, así que hay muchas cosas que me he perdido, pero si os digo que la música que escucháis ahora es una mierda.

Lo poco que alcanzó a oír Faith de lo que relataba Brian le llevó a pensar que debía estar hablando de cómo había construido aquellos tentáculos sobre los que se alzaba y que estaba segura de haber visto antes, y de dónde. Realmente resultaba admirable que hubiera podido construir algo así, aunque no se explicaba del todo cómo. Cuando notó que el chico perdía el equilibrio, dio un paso adelante de manera instintiva, dispuesta a hacer lo posible de ser necesaria su ayuda; pero finalmente no fue así.

Su pregunta acerca de la opinión de sus compañeros sobre si tardarían mucho quedó en nada. Nadie reparó en ella, recordándole a Faith que lo que ella tuviera que decir era algo secundario, comprendiendo además que aquello era normal; pues no sólo había interrumpido a los chicos, sino que lo había hecho vistiendo de tan estrafalaria manera. En seguida se dio cuenta de cómo la miraba Six, o más bien de cómo la inspeccionada, aumentando aquel rubor que las mejillas de Faith ya mostraban mientras, nerviosa, no sabía muy bien cómo colocar sus brazos; llevándola ello a adoptar distintas posturas en poco tiempo.

Las palabras de su tatuada compañera la sumergieron en cierta confusión, pues no tenía claro si aquello era un halago o tan sólo una apreciación acerca de que se había excedido. Cabía la posibilidad de que su aspecto incomodara a Six de alguna manera, pero recordando el modo en que la chica se había mostrado dispuesta a protegerla, terminó por asumir que aquello que le había dicho debía ser más bien algo bueno. Así, dedicó una dulce y tímida sonrisa a la joven de cabellos rojizos, terminando por volverse hacia Bruce al escuchar a este.

Su sonrojo se mantuvo ante el claro halago de su compañero, sonriendo también con pudor, aunque su semblante no tardó en cambiar a uno serio ante el modo en el que sus palabras terminaron.

Pero… ¿Pero qué?

Mientras Faith analizaba la situación, preguntándose qué podría estar haciendo mal, Six explicó cómo lo que a Bruce le pasaba no era que fuera invisible, sino que no tenía cuerpo. Aquello hizo que los ojos de Faith se abrieran como platos, mirando atenta a Bruce a la espera de su respuesta. Continuó anonadada ante lo que este contaba, resultando ser una especie de espíritu atrapado entre este plano y el de los muertos. Escuchar que su padre había muerto apenó a la joven, que dejó de mostrarse boquiabierta para bajar la mirada un instante. Sin embargo, en seguida la alzó nuevamente, asistiendo a aquellas pequeñas demostraciones que Burce realizaba, algunas con la ayuda de Six. Por alguna extraña razón, tan sólo podía interactuar con aquello que también estaba en el lugar en el que su padre había intentado traerle de vuelta. Faith no lograba comprender cómo aquello era posible, pero le resultó fascinante, así como algo que seguramente trajera grandes dificultades al chico.

Bruce quiso darles algún dato más, así como invitar a Six a hablarles de qué era lo que ella podía hacer. Faith se extrañó ante la mención de su compañero de que tan sólo quedaba la joven pelirroja, aunque lo aceptó con resignación. Aunque carecer de importancia para quienes serían sus compañeros le procuraba sentimientos desagradables, realmente era mejor así. A pesar de ello, Faith miró a aquel pañuelo negro para dirigirle unas palabras a Bruce.

- S-siento mucho lo de tu padre, - comenzó  a decir, haciéndose evidente que realmente lo sentía. - y… Todo eso debe ser muy difícil, a-así que si necesitas ayuda sólo tienes que decírmelo, ¿vale? – le propuso algo nerviosa, terminando por mostrarle una comedida sonrisa.

Que el ánimo decayera no parecía una buena idea, y trató de mostrarse risueña poco después, girándose hacia Six; a quien acabó mirando con verdadera ilusión en sus azules ojos.

- Estoy deseando ver de lo que eres capaz. – le soltó a Six con una gran sonrisa.

A Six no le había pasado desapercibido que la rubia... bueno, ahora la peliblanca, había preguntado algo acerca del tiempo que iban a estar allí, pues al parecer había dejado a su perro atado fuera. Sin embargo, tras haberse quedado mirándola de aquella forma por el poco discreto atuendo que llevaba, no se vio con fuerzas para hablar mucho más que para tratar de desviar la atención. Aún así, Bruce dijo algo que a la pelirroja le desconcertó bastante: que tendrían que comprar ropa.

- ¿C-comprar? -A la ex luchadora le tembló la voz ligeramente por la sorpresa, ante aquella idea. En primer lugar, porque no se veía vistiendo con un uniforme de ese tipo, unas mallas al estilo de los superhéroes habituales. ¿Era realmente necesario tener esa pinta? No tenía nada en contra, pero para otros. Claro que lo que más le desconcertaba era la idea de tener que gastar dinero en ello. Y es que el dinero era algo que no le sobraba, precisamente. Y su prioridad era pagar su parte del alquiler para tener un techo bajo el que cobijarse y, si era posible, comer todos los días- Bueno... ya se verá, tampoco me veo con ropa así, no es mi estilo.

El no hombre invisible trató de explicarse mejor, dejando claro que tampoco se trataba de lo que Six había entendido, lo que tampoco le sorprendió. Lo que sí lo hizo fue oírle decir que había muerto. ¿Muerto? ¿En serio? ¿Aquel tío estaba muerto? ¿Era un... fantasma? ¿Un muerto viviente? Bueno, no es que fuera lo más raro con lo que la chica se había cruzado en la vida, sobre todo cuando una vez se había pasado semanas luchando con demonios y huyendo de ellos por su supervivencia en una dimensión oscura como gran parte de la ciudad de Nueva York, pero la pelirroja aún conservaba la capacidad de sorprenderse. Además, las explicaciones del chico del casco la fueron tranquilizando y llenando de confusión a partes iguales. Su padre había hecho algo para traerle de vuelta, muriendo en el proceso y tan sólo logrando traerle a medias. Esa era la parte que menos comprendía, pues significaba que estaba en este mundo y en el otro, o en ninguno, y eso no lograba acomodarse en la cabeza de Six.

Cuando el chico tomó la mano de la chica, ésta reaccionó con suspicacia, poniéndose en tensión sin entender qué pretendía. Sin embargo, no tardó en darse cuenta de sus intenciones y dejó que guiase su mano hasta el lugar en que debía estar su cabeza, que sin el casco puesto era tan sólo un espacio vacío. Su mano atravesó el aire sin oposición alguna, y cuando Bruce soltó la mano de Six, la chica no dudó en bajarla hasta el cuello de su chupa y ponerse de puntillas mirando en el interior, con descaro y curiosidad. Sólo cuando se dio cuenta de que su cara debía de estar prácticamente en el lugar donde debía estar la de Bruce, parpadeó echándose para atrás y apartándose, algo avergonzada. Tan sólo había visto el interior de una prenda vacía, lo que era desconcertante, aunque las palabras de Faith sobre la pérdida del padre del chico también le resultaron chocantes, pues era incapaz de entender lo que se sentiría ante algo así.

- Ehm... Sí, supongo que perder a un padre debe ser una putada. -Afirmó volviendo a meter las manos en los bolsillos, encogiéndose de hombros. ¿Qué sabría ella?- Yo nunca he tenido de eso, así que...

No sabía lo que era perder un padre porque nunca había tenido uno, pero sabía lo que era perder. Llevaba toda la vida perdiendo, principalmente amigos. La vida era perder, perder continuamente. Todo lo que había conseguido lo había perdido, tarde o temprano, así que Six entendía que la vida era eso, una pérdida constante de la que había que sobreponerse. O, como le resultaba más sencillo pensar, un enemigo que te tumbaba una y otra vez, y ante el que había que ponerse en pie para plantarle cara y seguir luchando.

La palmada de bruce en su hombro no le resultó tan incómoda como el motivo de la misma, secundado por la propia Faith. Querían saber de lo que ella era capaz, y después de comprobar que todos tenían poderes o capacidades tan extraordinarias, lo suyo le parecía tosco y estúpido. Además, había algo en lo que había dicho Bruce que no le cuadraba.

- Faith tampoco os ha contado nada, ¿o ya habíais hablado entre vosotros? -Preguntó, extrañada de que ya supieran de sus capacidades, cuando era sólo a ella a quien le había hecho una pequeña demostración de forma discreta- Lo mío no es tan... guay como lo vuestro, siento decepcionaros. -Afirmó con molestia evidente, torciendo el gesto con un ligero rubor- Llevo toda la puta vida recibiendo palizas, una detrás de otra, así que supongo que me he vuelto profesional del tema. -Relató con acidez, encogiéndose de hombros- La cosa es que soy demasiado terca para rendirme, así que aguanto más de lo recomendable y sigo adelante... y cuanto más daño me hacen, más fuerte golpeo. Es como... -Sacó una de sus manos del bolsillo y se la miró, cerrando el puño con aquel vendaje de boxeador que llevaba puesto- ...como si acumulase ese dolor que me causan, y pudiera devolverlo al golpear. -Volvió a guardar su mano en el bolsillo y sonrió de forma forzada- No es nada tan "chulo" como lo vuestro, pero bueno.

Como se esperaba, sus explicaciones dejaron bastante confundidos a los demás, aunque parecieron entender mas o menos cual era su situación. Incluso la curiosidad de Six la llevó a querer mirar dentro de su ropa, momento en el que sus caras quedaron a escasos milímetros, cosa que en sus días de instituto hubiera aprovechado darle un pico. Pero a parte de que no tocarla, por lo poco que sabia de aquella chica, seguro que se las apañaba para darle una hostia interdimensional.

—Ahí dentro está todo en su sitio, eso te lo aseguró, pero así no lo vas a ver—. Dijo bromeando a ver que la chica se había dado cuenta de la situación y se apartaba ruborizada.

Ambas chicas reaccionaron a lo de su padre, aunque Faith parecía ser bastante más empática en ese aspecto.

—La verdad es que era bastante mejor científico que padre, por decirlo suavemente, supongo que por eso se obsesionó tanto con mi muerte, por culpabilidad. Además, al principio de volver todo fue demasiado confuso, así que tampoco tuve mucho tiempo para pensar en cómo me sentía respecto, pero gracias por el ofrecimiento Faith.

Le parecía curioso como dos chicas tan distintas y con personalidades tan diferentes, podían parecerse tanto en algunos aspectos, como la falta de confianza. O quizás era algo común de los jóvenes de aquella época, porque el otro referente que tenía era Brian, pero no estaba seguro de que él valiese como ejemplo.

—Contarnos la verdad es que nos ha contado poco, salvo que tiene un perro esperando, al que tendremos que llevarle agua o algo, pero algo si que ha enseñado—. Para dar énfasis a sus palabras extendió la palma de la mano señalando de arriba abajo a la chica disfrazada.

Ya se lo había imaginado, pero por lo que contaba Six, estaba claro que no había llevado una vida fácil. Pero hacer hincapié en aquello tampoco iba a servir de mucho, la chica necesitaba coger confianza en si misma y para ello debía centrarse en sus puntos fuertes.

—Espera, ¿Estás diciendo que tu poder es devolver todo el daño que te hacen? ¿Y dices que eso no mola? El poder de devolver las hostias te convierte automáticamente en una vengadora, al menos según el diccionario.

—Que no es chulo, dice—corroboró Brian las palabras del motorista sin cabeza—. ¿Sabes lo bien que me habría venido a mí un poder como ese en mi primer año de secundaria?

Al chico de los tentáculos no se lo veía muy impresionado por los orígenes de Bruce. Quizás porque realmente era un superfriki de los superhéroes y sabía que historias como esa estaban a la orden del día. Por mucho que le echara las culpas a la wikipedia, seguro que estaba al tanto de esas cosas.

—Pues si tu tienes poderes, el único normal soy yo—dijo mirando a Faith y hablando bastante rápido. Y dándose cuenta de que lo que había dicho sonaba bastante mal se apresuró a corregirse—. Quiero decir, que ser normal es lo malo. A ver, no tiene que ser malo, mira a Iron Man, pero en este mundillo... Bueno ya me entendéis. 

Con las palabras de Six acerca de que no sabía lo que era perder a un padre, Faith se entristeció aún más, determinando también que aquella era una de las cosas que le faltaban a su compañera de multicolor cabello.

Familia.

Todo aquel asunto terminó haciendo que la joven pensara en su propia pérdida. Ella también había perdido a su padre, aunque de otra manera; sin embargo, a menudo pensaba que igualmente lo había perdido para siempre. Aún ni siquiera le habían permitido ir a ver a sus padres, aunque esperaba poder hacerlo pronto como le habían prometido. No descartaba sin embargo que aquellas fueran promesas vacías para mantenerla callada, pero fuera como fuese, no pensaba rendirse.

Lamentó lo que Bruce contó acerca de su padre, el cómo lo veía él al menos. No era tan arrogante como para poder decir qué era lo que realmente sucedía en esa familia, pero sí tenía una opinión al respecto que quiso compartir después de que su compañero le diera las gracias.

- No creo que fuera sólo culpa… Seguramente te quería, y por eso quería que volvieras.- compartió algo temerosa, terminando por agachar su mirada incluso.

Pareció llegar el momento de que Six hablara de lo que podía hacer, y para sorpresa de Faith la mencionó, negando esta rauda en varias ocasiones ante la mención de la chica de si habían hablado ya entre ellos. Bruce respondió también a ello, mas no con gestos, mirándole Faith con evidente tensión; sobre todo cuando hizo aquel gesto con el que provocaba un barrido visual de su cuerpo. La chica se hizo pequeña, cruzando los brazos bajo su pecho, casi abrazándose a sí misma, preguntándose si se estaban riendo de ella. Quizás se había excedido. Quizás la peluca o el maquillaje sobraban, o podría haber optado por otros más discretos. Puede que también fuera ese el caso de los colores de su traje, o puede que el ir así vestida diera una impresión equivocada de ella. Faith sabía por qué llevaba aquella indumentaria, si los demás sacaban otro tipo de conclusiones, era problema de ellos, ¿no? Se sentía demasiado confusa, pero tenía muy claro algo: quería salir corriendo.

No fue así, sin embargo, y no por falta de ganas. Era allí donde debía estar, donde podría lograr sus objetivos, y tendría que aguantar lo necesario; como siempre hacía. Las miradas más atentas quizás percibieron un brillo en los ojos de Faith que no tardaría en desaparecer.

Durante la primera parte del relato de Six, Faith no dejaba de sentir lástima por ella, temiendo al mismo tiempo que la chica lo notara. Debía haber sido muy duro recibir tantas palizas, y es que además no creía que su compañera hubiera hecho cosas tan malas como para merecer semejante castigo. Faith había recibido castigos físicos en más de una ocasión, pero siempre los había aceptado bajo el convencimiento de que se los merecía, lo que le ayudaba a sobrellevar aquello. La admiración y el desconcierto se apoderaron de Faith a medida que Six continuaba con su relato, negando rauda cuando su compañera afirmó que aquello no era algo tan chulo como lo que el resto podía hacer.

A Faith se le habían quitado las pocas ganas que pudiera tener de hablar, pero finalmente no pudo evitar hacerlo, por Six. Aun así, no fue hasta que Bruce y Brian se pronunciaron; haciendo además este último un comentario con el que parecía afirmar que no eran normales si tenían poderes.

Aun sin poderes, no sería normal.

Fue lo que pensó Faith, mas no quiso decir nada con respecto a aquel tema. Desde su punto de vista, ser normal no tenía nada de malo, como su compañero había terminado dejando claro también. Ser “normal” no era malo, tan sólo limitaba tus posibilidades.

- No me decepciona lo que haces. – se pronunció la joven mirando a Six. – Es triste, pero bonito al mismo tiempo. – afirmó con aire reflexivo, sonrojándose al darse cuenta de algo. – A-además es admirable tu perseverancia. – concluyó algo nerviosa, pero mostrando una cálida sonrisa.

El rubor que se había adueñado de Six al darse cuenta de la posición en que se había puesto para mirar dentro de aquella ropa aparentemente vacía se acrecentó considerablemente al oír hablar a Bruce de aquella forma, maldiciendo para sus adentros mientras evitaba mirarle y giraba su rostro hacia ninguna parte. El comentario le había parecido bastante descarado, aunque no resultase ser nada en comparación a lo que vendría más tarde.

No hubo nada que la chica pudiera o quisiera decir mientras abordaban el tema del padre del chico. Él achacaba su obsesión por recuperar a su hijo muerto a la culpabilidad de no haber sido un buen padre, aunque Faith estaba convencida de que debía quererle para hacer algo así. Six alternó su mirada entre ambos, sin tener claro qué pensar al respecto. La gente "normal" parecía tener muy claro que los padres amaban incondicionalmente a sus hijos, pero eso era algo que ni ella ni la gente con la que se había relacionado siempre conocieran. Bueno, tal vez Candice, aunque cuando estaban juntas intentaban no hablar demasiado de los padres de ésta.

Fue abordando el tema de sus poderes, que le extrañó que Bruce hablase como si Faith ya hubiera hablado de los suyos, preguntando si acaso habrían hablado ya entre ellos. Bruce lo negó, pero al hacerlo hizo un comentario completamente fuera de lugar con un gesto que no dejaba lugar a dudas, y que hizo que Six abriera sus ojos sorprendida por la falta de tacto del chico.

- Jooooder. Y yo creyendo que iba a ser la bocazas de por aquí, pues parece que el puesto va a estar disputado. -Comentó con cierto sarcasmo, observando la reacción de Faith, que parecía querer que la tierra se la tragase, completamente avergonzada.

Intentando no incidir de más en aquel asunto, para ver si Faith lograba calmarse un poco, Six explicó como buenamente pudo las capacidades que atesoraba. A ella no le parecían gran cosa, pero las reacciones se fueron sucediendo, para su sorpresa. El primero en pronunciarse fue Bruce que, aunque con una pequeña imprecisión que hizo a Six negar ligeramente con la cabeza, afirmó algo que dejó a la chica pensativa.

¿Una Vengadora? ¿Según el diccionario?

Aquella idea, la de que se poder consistía precisamente en la venganza, permanecería en su mente un rato más, mientras Faith dejaba claro que no se sentía decepcionada, aunque Six no entendió a qué se refería con que aquello era triste y bonito. Six no lo veía ni como una cosa ni la otra, no sentía tristeza cuando le hacían daño, sólo dolor. Y devolver los golpes no tenía nada de bonito, o no se lo parecía. Sólo era su forma de enfrentar los problemas. Sin embargo, la intervención de Brian la hizo enarcar una ceja

- ¿Por qué? ¿Qué pasa en esa secundaria? -Preguntó con cierto ímpetu, imaginando que al chaval le habrían pegado alguna vez y descubriéndose con el deseo de devolver a esos capullos todo lo que hubieran podido hacer al super fiki aquel. ¿Por qué no? Esos tíos eran ahora su gente, en un momento en que ya no tenía "gente" en su vida. Iban a compartir aquel lugar, iban a trabajar juntos supuestamente, así que serían el equivalente a su vieja pandilla. Sólo esperaba no fallarles como había hecho con aquellos. Aún así, volvió a mirar a Bruce de medio lado, mostrándose pensativa- ¿Una vengadora, dices? La verdad es que tiene sentido... Me gusta cómo piensas, cabeza hueca. -Bromeó con el chico, de quien tan sólo veía un pañuelo tapando lo que debía ser la boca, siendo el resto del espacio que debía ocupar su cabeza un espacio vacío.

Mientras Brian retomaba la palabra, hablando acerca de que él era el único "normal" entre todos ellos, al no contar con poderes, Six se fue acercando a la posición de Faith. Sin embargo, frunció el ceño mientras oía cómo el chico trataba de corregirse y explicarse.

- Desengáñate, pulpito, aunque no tengas poderes de normal no tienes nada. -Le dijo con una media sonrisa en los labios- Te has construido unos tentáculos biónicos con chatarra y unos planos, a saber qué más podrás llegar a hacer. Eres un puto crack. -Le dijo con firmeza, señalándole con un dedo- ¿Quién sabe? Lo mismo un día puedes fabricarnos cachibaches para nosotros, también.

Mientras Six daba alcance a Faith, situándose justo delante de la chica, pasó por su cabeza la idea de que algún día pudiera pelear con unos guantes mecánicos fabricados por aquel chico, aunque lo terminó descartando. No le gustaba soñar con conseguir cosas, pues luego sólo sentía decepción al no conseguirlas. Y vivir en una constante decepción era demasiado duro, cuando la vida era ya bastante dura por sí misma. Se quedó delante de Faith, mirándola de arriba a abajo con el ceño fruncido, contemplando aquel traje ajustado que tan poco dejaba a la imaginación. Llevó sus manos a la parte baja de aquella especie de top demasiado corto que llevaba sobre las mallas y lo ajustó un poco, evitando suspirar al comprobar de cerca lo bien que le quedaba, y miró a la chica a los ojos.

- Está chulo. -Afirmó sonriendo, y bajó un poco la voz para seguir hablándole- Que no te importe lo que te digan, ¿vale? El uniforme es la hostia, y no enseñas nada. Que a las tías buenas se os coman con los ojos es normal, pero no aguantes mamonadas, ¿me has oído? -Le susurró, terminando por guiñarle un ojo con complicidad.

Los chicos hablaban distraídamente cuando el profesor Barton volvió. No lo hacía sólo, lo acompañaba un ¿hombre? Al menos lo parecía. Tenía el rostro rojo, el cuerpo de color verde, una capa del mismo color y en el centro de la frente tenía una gema de color amarillo.

—Os presento al profesor Visión—dijo Ojo de Halcón.

—Bienvenidos niños—los saludó cortésmente el sintezoide—. Creo que ya os hemos hecho esperar demasiado, ¿cierto? Venga, seguidnos.

Los dos profesores guiaron a los alumnos por el sótano de la mansión.

—Aunque he leído vuestros expedientes y tengo una idea clara de lo que puedo esperar de vosotros, lo mejor para empezar será saber en qué punto estáis de forma práctica. Además supongo que vosotros también tendréis ganas de algo de acción, ¿no? He preparado una pista de obstáculos en la que podáis poneros a prueba. La haréis en pareja, un poco de competición sana siempre viene bien. ¿Voluntarios para empezar?

—¡Yo! ¡Yo!—dijo alzando los cuatro tentáculos.

Faith no tenía claro si el que Six también pensara que las palabras de Bruce no habían sido la mejor de las ideas era algo bueno o malo. Por un lado aquello le servía para confirmar que en mayor o menos medida había interpretado bien las cosas, pero por otro, se sintió mucho más expuesta y le supo más amargo aún aquel trago.

Pero de eso se trataba, o esperaba, de un mal trago que pasar simplemente; uno más. En un primer momento no reaccionó ante el comentario de Brian en referencia a su instituto, sumida como estaba en su propia situación, aunque la pregunta de Six acerca de ello le hizo reparar en el asunto. El chico de los tentáculos parecía haberlo pasado mal en clase, algo que podía comprender, aunque su experiencia hubiera sido tan breve. Lo que no resultaba breve era el tiempo durante el que aún continuaba sintiéndose culpable, y llegó a plantearse en aquellos momentos si acaso debía compartir con sus compañeros lo que en cualquier momento podía suceder, aunque aquello no había vuelto a pasar desde entonces. Quizás lo había superado ya, ¿para qué alarmarles?

La joven continuó callada, a excepción de aquello que le dijo a su compañera de rojizos cabellos, a quien finalmente no supo si sus palabras le sirvieron de algo. Realmente no le importó, pues pudo saber que Bruce sí había estado mucho más acertado que ella animando a Six, y sonrió en silencio al ver lo bien que parecían llevarse ambos. La chica tatuada también tuvo buenas palabras para "pulpito", burdas, pero buenas; sin esperarse la joven que también las tendría para ella.

Casi sin darse cuenta, Faith se encontró con su compañera ya delante de ella, mirándola de un modo ante el que no sabía qué pensar. Terminó doblando sus brazos y alzando ligeramente sus manos para dejar vía libre a Six cuando notó que esta sostenía aquella suerte de top, observándolo con confusión, hasta que al ver cómo era ajustado miró a su compañera; encontrándose con los ojos de esta. La confusión terminó regresando a ella con aquellos susurros, pero antes de ello, Faith sonrió al ver que su traje era del agrado de Six, quien además afirmaba que no enseñaba nada de aquel modo.

¿A las tías buenas?

Aun habiendo ya comenzado a sonrojarse sus mejillas, aquel rubor se intensificó ante aquellas palabras, incluidas las referidas a que no aguantara determinadas cosas; aunque no sabía exactamente a qué tipo de cosas se refería su compañera. Meditó aquello un par de segundos, y aun sin estar demasiado segura de cómo se sentía y cómo debía responder, finalmente lo hizo.

- Lo intentaré. – susurró también, manteniendo una cándida sonrisa que ya había aparecido en sus labios al ver cómo Six le guiñaba el ojo. – Me gusta tu pelo. – añadió de pronto, ampliándose aquella sonrisa mientras apartaba aquel mechón que se había deslizado hasta el medio de la cara de la pelirroja.

Llegó el momento en el que los  profesores regresaron, y Faith se giró hacia ellos, pareciendo haber recuperado parte del entusiasmo perdido; aunque este no había reinado en ningún momento, temerosa de toda aquella nueva situación. Sonrió cuando Clint les presentó a Visión, mostrándose en seguida dispuesta a seguir a ambos profesores por el lugar cuando así lo indicó el segundo. Recordaba haber visto al recién llegado profesor en alguna fotografía, pero le llamó especialmente la atención la viveza de los colores de este y su vestimenta, no creía que en directo fuera a ser también de aquel modo; y la verdad es que ello contribuyó a que se sintiera aún menos ridícula, habiendo hecho las palabras de Six que se aminorara mucho aquella sensación.

Mientras recorrían el frío, pero para ella cálido sótano, Visión les explicó a qué se dedicarían; haciéndose evidente la alegría de Faith al comprobar que no iban a pelear exactamente, aunque pronto se tornó pensativa, para después sentirse preocupada. La prueba no iba a consistir en pelear, pero parecía ir a requerir de destreza o fuerza física, lo cual no era precisamente su fuerte. Sin embargo, pronto concluyó que podía haber maneras muy diferentes de superar obstáculos.

Cuando se preguntó para voluntarios para comenzar, Brian en seguida se mostró dispuesto a ello, estando Faith casi a punto de dar un paso atrás. Le daba algo de reparo comenzar, además de que creía que sería mucho más conveniente participar en segundo lugar. Miró a sus tres compañeros, aunque fue a Six a quien no tardó en acercarse. Además de no querer participar en primer lugar, tenía la impresión de que a Brian no le caía del todo bien, y tampoco estaba muy segura de lo que Bruce podía pensar sobre ella. Curiosamente, aquella que le había intimidado más en un principio era la que más comprensión había terminado demostrándole.

- ¿Lo hacemos juntas? – susurró a Six. – A-a menos que te importe mucho ganar...