Partida Rol por web

Una intimidatoria figura os observa desde un promontorio cercano. Sólo distinguís si silueta pues el naciente sol del amanecer emerge por su espalda. Los segundos pasan lentamente mientras el rápido ciclo solar del planeta hace que la figura sea cada vez mas reconocible.

Observáis que su servoarmadura es completamente negra, sobre ella lleva una larga y pesada túnica de aspecto monacal. En el cuello destaca un pesado emblema con la forma del Aquila Imperialis prendida a un collar de cuentas blancas. Tiene los brazos cruzados sobre el pecho y entre ellos descansa una poderosa arma que, en el silencio del amanecer, casi juraríais que oís zumbar gravemente del poder contenido que alberga.

Pero lo que llena vuestros corazones de sobrenatural respeto y miedo es su rostro. El casco con el que se cubre tiene el visor tallado en forma de una cruel y sonriente calavera de un blanco inmaculado que resalta contra el negro de la armadura.

Segui entrando en el bosque sin percibir la figura del Reclusiarca,estaba ocupado intentando detectar una corriente de agua o algun animal comestible.

Estoy a punto de seguir a Vindictaes al bosque cuando veo la sombría figura.¿Por el invicto Khan quien demonios es ?.Adopto una posición defensiva y espero

Espero que esté bien...

Akhamanus esperó con paciencia en el suelo a que sus nuevos "compañeros" terminaran de hablar.No sabía porqué estaba allí,o quién le había traído.Al parecer los demás neófitos,si eso eran,tampoco lo sabían.

Uno de sus nuevos camaradas dijo pertenecer al glorioso capítulo de los Ultramarines,pero Akhamanus no reconoció su voz.

Tanto da,si realmente lo es,entonces ya es alguien a tener en cuenta. pensó el ultramarine.

En ese momento,los demás Astartes callaron,y Akhamanus abrió un solo ojo para buscar el motivo.La figura negra lo impactó como al resto,pero sabía que no se dejarían amilanar.No un Astartes.

Akhamanus,extendió sus brazos y prendió un par de piedras punteagudas,para usarlas como proyectiles con que cubrir a sus camaradas,en caso de combate...

- Soy Praetus, Reclusiarca de Los Custodios de la Muerte. – Su voz de por sí poderosa es amplificada por la unidad vocal de su servoarmadura y llega hasta los mas recónditos escondrijos de vuestra alma. – El Emperador, Bendito sea por toda la Eternidad, ha hecho brillar con cegadora fuerza Su Bendición sobre vosotros. Habéis sido elegidos, jóvenes neófitos, para formar parte de Los Custodios de la Muerte, Cámara Militante de la Ordo Xenos de la Sagrada Inquisición. – Directo y sin ambajes Praetus arrojó la información directamente contra los neófitos. Si habían sido elegidos debían demostrarlo.

Su cabeza se movió lentamente para observar a los jóvenes astartes comprobando sus reacciones.

Mientras estoy escuchando las palabras del poderoso Reclusiarca mi faz es un rostro de piedra, inmóvil y sin mostrar ningún atisbo de sentimiento alguno. Cuando este acaba de hablar, con voz grave y bien modulada asiento humildemente mientras pronuncio Alabado sea el Emperador. Que sea haga su Voluntad por siempre... Como sello final hago la señal del Aquila Imperial.

El "Sacerdote" hablaba, y Rothgar no le terminaba de hacer gracia. Frunció el ceño inconscientemente, no le gustaba que le separaran de los Lobos Espaciales. Seguía sirviendo al emperador y por lo tanto a Leman Russ pero no como quería hacerlo. Le habían hablado de otros capítulos, y de los que más palabra había oído era de los Ángeles Oscuros y muchas no fueron buenas. Había oido sobre la inquisición y algo sobre su organización, pero si le preguntaban por el Ordo-Xenos, lo máximo que podía decir: "Aunque no haya visto ninguno ¿eso no es un colmillo de un orco?". Aun no había sido adiestrado totalmente en la organización del Imperio, lo que no era poco. Aunque parecía que otros si lo entendían.

El palo se me cae de la mano al oir la palabra "inquisicion".El Emperador nos proteja

Nada mas ver bien al marine, nada mas saber su rango, Benahia hincó la rodilla derecha sobre la hierba y apoyo su mano izquierda sobre el palo dejandolo en vertical. Escucho con todos sus sentidos lo que les dijo tal eminente figura dentro de los Astartes. Casi se le saltan las lagrimas al oír semejante noticia... Se sintió orgulloso, con el pecho hinchado por el honor de ser nombrado para peternecer a ese cuerpo. Se levanto con los ojos enrojecidos por la emoción y la alegría e hizo el símbolo del águila mirando fijamente al Reclusiarca - Es un gran Honor Señor

Solte mi rama e hice una reverencia al Reclusiarca mientras musitaba una breve plegaria al Emperador por haberme elegido,y otra a Sanguinius para que me sirviera de modelo y me guiara para cumplir la voluntad del Imperio,para terminar me acerque un poco para poder ver bien al Reclusiarca,hice el signo del aguila y me arrodille.

Tras permanecer rodilla en tierra, rezando, desde mi despertar, salgo de mi estado de tranquilidad interior cuando el reclusiarca nos habla.

Contemplo cómo el veteano capellán nos habla, y siento cómo el orgullo va poco a poco inundando mi ser.