Partida Rol por web

Os encontráis en la plaza Sur del pueblo de Aguas Fuertes, está amaneciendo. Ha pasado un año desde la última vez que os visteis. 

Habéis salido de Callidyrr por la mañana temprano llegando a la costa de la espada casi amaneciendo del siguiente día, una vez desembarcado habéis ido por el camino hasta el pueblo de aguas profunda llegando al pueblo al día siguiente al  amanecer.

Astarté: la jefa druida te ha enviado a Aguas Fuertes como la prueba que debes superar para convertirte en druida por derecho, no te ha dado ningún tipo de información . Has llamado a tus compañeros que han acudido con presteza para ayudarte como siempre en tu misión Dashean, Agakor el iluminado y Kendal Luz del norte.

Rena Fraulerk : has accedido a acompañar a Astarté al pueblo de Aguas Fuertes por intervención de la jefa druida.

Igneel FireClaws: has pasado un año entrenando bajo un eladrín que te enseño los secretos de la magia , la raza eladrin accedió a instruirte , por causa de un dracónido Agakor el iluminado , que ayudó a una eladrina llamada Astarté a convertirse en druida. En deuda con la raza dracónida los eladrines te acogieron, Agakor el iluminado te visita para que puedas ayudar a Astarté en su misión y así devolverle el favor de haberte convertido en Mago.

1. Las puertas de la ciudad.

Una gran puerta cruza bajo un alto muro y se abre a las calles de Aguas fuertes. Varios guardias de aspecto aburrido montan guardia en la entrada.

Dos puertas de hierro, la puerta Este y la puerta Oeste, son las entradas principales de la villa. Estas puertas permanecen abiertas durante el día, dejando un paso de 20' por 20' que conduce hasta el pueblo a través del muro. Hay una pasarela que cruza sobre la abertura, conectando ambas partes de la muralla. Dos torres, que forman parte de la muralla, se alzan a 40' por encima de la puerta. La puerta Oeste y la puerta Este permanecen cerradas con llave durante la noche, aunque se abren para aquellos que quieran abandonar la villa. Cada una de las puertas cuenta con una guarnición de cuatro guardias.

Los viajeros solitarios y los grupos pequeños pueden entrar y salir gratis; los comerciantes y mercaderes pagan 5 pp por carro o carreta. A los monstruos y las criaturas que parecen monstruos se les niega la entrada.

2. La Plaza Sur.

Carros y tiendas rodean un gran pozo comunal en el centro de esta plaza. Los habitantes de Aguas fuertes se afanan en torno a la zona, comprando comida, ropa y artesanía.

Los caravaneros y mercaderes fluviales colocan sus carros y tiendas a lo largo de la muralla sur, cerca de las tiendas permanentes del pueblo. Los PJs que busquen comida, suministros u objetos variados pueden encontrar lo que deseen aquí.

No obstante está amaneciendo y las tiendas se hallan cerradas, solo los caravaneros y mercaderes están a punto de abrir sus puestos.(están en la parte sur del mapa pegado a la muralla pero no se ve en el mapa son una tres casillas más en total incluido los puestos y la muralla).

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Astarté llega apoyada en su vara. Ha crecido algo, no mucho, pero el cambio se muestra en el porte. Ha dejado de ser una niña inocente y ha madurado. Quizá ha ganado algo de amargura, se preguntan aquellos que la conocieron antes, al ver su gesto adusto.

Viste tan diferente que parece que es otra persona. Todo en ella está tomado de animales y plantas. Desde los cómodos mocasines de cuero hasta la armadura de pieles y la vara que ha sido evidentemente tallada a partir de una rama caída de un árbol. Tanto es así que cuando se dirige al grupo que le espera y saluda sorprende a algunos.

Agakor, amigo. Sé bienvenido. Ha llovido mucho desde la última vez que nos vimos.

Astarté relaja el gesto y abraza con cariño al paladín.

Hola Kendall, espero que tu luz no se apague.

Luego se dirigió a Dashean. Seguía siendo un enigma pero la druida había cambiado y ya no se sentía mal por ello. Se dirigió a él de igual a igual.

Hola Dashean. ¿Cómo va todo?

Finalmente se dirigió a aquellos que no conocía.

Hola, soy Astarté. Muchas gracias por venir a ayudarme. Espero que amanezca vuestra vida, igual que hace ahora en este lugar.

Sólo una druida podía usar aquellas expresiones. Esperó tranquilamente a ser respondida. Se la notaba más madura y no se ponía nerviosa por ser observada. Sonrió finalmente. Un atisbo de su antiguo yo.

Vamos a divertirnos, ¿verdad?

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Dashean vió al grupo que le había acompañado en la anterior misión junto a Astarté para proteger a la chiquilla, y luego apareció esta. Era evidente que había dejado atrás su niñez y se había convertido en mujer, no físicamente, que también, ya que sus rasgos se habían endurecido, pero sobre todo en su manera de moverse y la expresión de su cara y su mirada.

Cuando ella le saludó el elfo con el rostro cuebierto por su verde capa articuló unas palabras, algo poco usual ante extraños a los que no conocía de nada ni sabía que podía esperar de ellos:

- Bienvenida Astarté, veo en tus ojos que la vida se ha dejado ver ante ti con su dureza, como ya os avisé. Encantado de estar a tu lado de nuevo.- luego miro al resto, sobre todo me fijo en los que no había visto nunca para evaluarlos, parecían servidores de las artes arcanas, así que su apariencia no mostraba su verdadero poder y había que tomar una distancia prudencial con ellos, algunos estudiosos de las artes arcanas primaban sus estudios antes que sus "amigos" o compañeros. Finalmente hice un gesto de saludo al resto de los presentes y una leve sonrisa al mirar al paladín.

Habia pasado un año desde que dejaran a Astarté con aquella mujer. La Eladrin habia estado en sus plegarias, deseandole un buen camino y un destino acorde a sus deseos. Kendal y Agakor habian estado sirviendo a la orden durante todo este año, principalmente pequeñas misiones de escolta, de defensa de algunos lugares alejados y aislados, o patrullar.

Agakor acudido junto a Kendal, su superior en la orden, con el que habia estado sirviendo este año, como hiciera años antes tambien de encontrarse con Astarté. El draconiano estaba contento de haber recibido noticias de Astarté y consideraba que les asignaran aquella mision obra del mismisimo Bahamut. Somos afortunados de que nos asignaran en concreto esta mision. Propio de la obra de Bahamut...  Hace una pausa, mirando de reojo a Kendal mientras caminan  ¿O debo atribuirte a ti el merito, amigo mio? Comenta, mostrando esa hilera de enormes dientes en unamueca que busca ser una media sonrisa.

¿Crees que Igneel acudira a la visita? La pregunta se ve cortada cuando pasan por la entrada de la ciudad, y ve el colmado. No puede evitar relamerse, con hambre, al haber pasado los ultimos dos dias de viaje, comiendo raciones frias, y no precisamente de algo que a el le gustara. Se dispone a hacer la pregunta sobre entrar, cuando ve que aun esta cerrado, y ve a Kendal seguir adelante, aunque se queda con la localizacion del colmado, pasa de largo. Al llegar a la plaza, ve a lo lejos que varias caras conocidas ya se han reunido alli.

Con pasos agigantados, avanza hacia la Eladrin, a quien antes de decirle algo, le da un fuerte abrazo -quizas con demasiada fuerza- que consigue levantarla del suelo, para acto seguido, liberarle de la presa. Astarté, no sabeis cuanto me alegro de veros nuevamente. La carta que nos enviasteis ha sido una de las mejores noticias que recibi en los ultimos meses.

Observa ahora a Rena. No la reconoce, asi que hace una reverencia con un gesto de la cabeza, agachandola. Soy Agakor, de la Orden de la Esama de Plata, encantado. Los amigos de Astarté son mis amigos.

No reconoce a Igneel, suponiendo que el si tiene alguna descripcion sobre Agakor, o que Kendal si puede reconocerle. Asi que se gira hacia Dashean. Lo primero que le sorprende es escucharle hablar. Es lo primero que oye de su boca. Aunque algo mas seco que con los demas, estiro la mano hacia el, con intencion de estrecharsela. Me alegro de volverle a ver, Dashean.

Miro con sorpresa el abarazo que le da Agakor a Atarté y me vuelven los pensamientos de un cruce entre aquellos dos...Luego cuando alarga su mano para estrechar la mía me llevo dos dedos a la frente y muevo la cabeza, sin estrechar la mano del dracónido.

Por mucho que pae el tiempo, algunos no cambian. Carraspea y disimula el gesto de quedarse con la mano tendida, haciendo que lleva la mano al pecho, y estira la armadura para colocarsela bien, como si despues de tanto caminar, alguna de las correas no estuviera en su sitio. Despues de aquello, y del gesto del Eladrin, decide imitarlo, llevando dos dedos a la frente, y repitiendo el gesto que le hace.

Era posible que las costumbres del Eladrin le impidieran hacer algunas cosas. O Bahamut sabia. Agakor habia intentado ser cordial y tender un lazo de amistad, pero el picaro seguia mostrandose igual que siempre. Asi que, tras saludarle, vuelve junto Astarte y Kendal, para preguntarle como le fue este año.

Kendal camina junto a su compañero y amigo hacia el interior de las murallas observando todo lo que le rodea. De pronto Agakor hace un comentario y lanza una pregunta a la que el guerrero contesta con una sonrisa en la boca...No mi buen amigo. No tengo nada que ver en esta decisión... Sin decir nada mas, sigue su camino hasta llegar a la plaza sur.

Agakor lanza otra pregunta pero antes de poder ser contestada este se adelanta a pasos agigantados hacia la plaza que hay frente a ellos. Al principio Kendal no cae en la cuenta, pero conforme va avanzando empieza a reconocer los rostros que en ella se encuentran.

Kendal llega tras su compañero hasta el grupo y saluda a todos con una sonrisa y un... Cuanto tiempo amigos mios... dice mirando de reojo a el pícaro y devolviéndole la mueca.

My Lady... dice dirigiéndose hacia Astarte cuando esta se acerca a el para saludarle... Dichosos los ojos que te vuelven a ver.

Bien, pues parece que el destino ha decidido juntarnos otra vez... dice mientras ve el pequeño desencuentro entre su compañero y Dashean haciendo un gesto de negación con la cabeza en clara muestra de desaprobación por la actitud de uno de ellos.

Kendal repara en otra joven que no conocia (Rena). Se acerca a ella y se presenta... Hola, mi nombre es Kendal.

Rena estaba obligada a seguir a la joven eladrín, mantuvo el silencio la mayor parte del viaje, claramente la humana no era muy habladora y no le gustaba mucho la compañia al parecer.

Llegaron hasta la plaza sur, nuevamente se veía en su cara la incomodidad de aquel lugar, demaciada gente, demaciados posibles conflictos, estaba muy acostumbrada a los conflictos, su vida era uno. Miró a su alrededor y observó antes de que nadie se acerque a todas las personas armadas en la plaza.

Al parecer había dos dracónicos, otro eladrín y un humano, éstos se acercaron con una sonrisa, como se acercaban todos...

¿Será una trampa? Pensó la bruja buscando posibles caminos de escape.

Observó a la muchacha que se encontraba con ella, a aquella que le habian encomendado seguir... no era de su agrado seguir a nadie, pero tenía una deuda que debía pagar. Su vida dependía de ello.

El dracónico se presentó muy amablemente solo para recibir de Rena algo inesperado, una risa estrepitosa y sin decoro alguno.

Jajajajajaja! no me vengas con esas idioteces... ¿ves que soy una dama acaso? No, aquellas son damas... dice señalando a unas mujeres congregadas en la plaza comprando.

La mujer luego de tan estrepitosa respuesta volvió a fruncir el ceño y a ocultar su cara bajo su capucha.

Otro hombre vino a presentarse, ésta vez menos carismático que el último pero con el mismo tenor de caballero.

¿Hoy es el día de presentaciones formales? pregunto nuevamente con su tono burlón. Si es así pues mi nombre es Rena... ¡Jajajajajajaja! mientras tomaba su falda y hacia un ademan para saludar de manera formal, claramente con todo el sarcasmo que se puede tener en esa situación.

A Keldar no le gustaron los modales de la mucha cuando esta ironizo ante las nuevas presentaion y se burlo de ellas. Pero aun asi, el guerrero no hizo gesto alguno. Dirigio su mirada hacia Agakor y le hizo entender que no diera demasiada importancia a la actitud de la joven.

No sabia que reaccion esperaba la mujer por su parte, pero el ni se inmuto, mirandola fijamente, dejandola reir y darle sus explicaciones. Solo una palabra cruzo su mente Imbecil para darse cuenta, que tras eso, quizas deberia rezar para encontrar la entereza que un paladin debe mantener. Aun asi, como caballero, asiente, y añade.  Como desee. Pero nadie le llamo dama. Contesta, de forma bastante concisa. Y aunque el no era quien mas mundo habia visto, aquella mujer distaba mucho de poder considerarse una dama. Quizas mujer, con algunas reservas.

Vuelve junto a Kendal, mirandolo y a sabiendas de lo que debia estar pensando, simplemente movio la cabeza de lado a lado, negando lentamente, en un gesto de infinita paciencia. Sobre la guadaña, simplemente la ignoró. Cada uno porta lo que mas gusta, y el nada tenia que objetar respecto a ese tema.

La muralla sur explota de repente, sepultando a mercaderes y comerciantes que se encontraban en esa parte ,  enviando escombros y polvo en todas direcciones . Los aldeanos comienzan a gritar y a huir mientras un grupo de goblin carga a través del agujero del muro.

Creo que no es tiempo de seguir charlando...

Gritó Rena a los que la acompañaban, su cara de felicidad de repente se había convertido en cara de placer mientras señalaba lo obvio.

Ante el paso del tiempo, y viendo que la villa comienza tener algo de vida, Agakor esta apunto de plantear a los alli agrupados ir a comer algo, bien asaltando el colmado, bien sea en la taberna. Junto a Kendal, se gira hacia el grupo, y cuando alza uno de los dedos de la mano izquierda para decir algo, la muralla, explota. El gesto me obliga agachar parcialmente la cabeza, protegiendome de posibles cascotes que pudieran caer, y tras eso, mira que los demas esten bien.

Gira sobre si mismo, observando de donde procede la explosion, y al ver los goblins entrar en tropel, muestra los dientes, gruñiendo, mientras se arma con un hacha de mano y un enorme escudo con el simbolo de Bahamut, y posa su mirada hacia los goblins.

Viendo como avanzan e inundan el pueblo, se dispone a lanzarse a por ellos, buscando que centren su atencion en él, y no en los aldeanos o inocentes del lugar.

Dashean siempre atento a su alrededor reacciona con rapidez ante el estallido de la muralla y la aproximación de los goblins. Era el momento de ver con que se había juntado esta vez, aunque no era definitivo, en un combate alocado commo el que estaba por venir podía saberse con quien se podía contar o no en una aventura que sin duda empezaba con alguna sorpresa para estirar los músculos.

Kendal se relame mientras su compañero habla de ir a llenar la panza en algun lugar de la villa. De repente una fuerte explosicon cerca de la posicion donde se encuentran hace estallar una murlla por los aires haciendo que los cascotes creados caigan a diestro y siniestro por buena parte de la zona. En un acto reflejo el guerrero intenta cubrirse con como puede de la caida de proyectiles ( cascotes ).

Cuando fija su mirada hacia donde se ha producido la explosion observa como un elevado grupo de goblins hacen acto de presencia irrumpiendo en la villa. 

Preparaos para la lucha muchachos!!!... grita con una voz potente  mientras se prepara para la batalla.

Astarté esperaba una tranquila reunión. Se hablaba de ir a comer algo cuando sucedió el ataque goblin.

¡Por las nubes!

Susurró sorprendida. Vio al resto del grupo prepararse y cómo los aldeanos salían corriendo. Ella no iba a echarse tampoco atrás, no iba a abandonar a quienes le habían ayudado. Era el momento de pelear.