Partida Rol por web

Ahora si me retiro asintiendo a sus palabras. Debo estar listo, debo pasar la prueba de admisión y lograr salir de este lugar. Voy en búsqueda de mi almuerzo y así palear el hambre que tengo. Como y pienso, miro al resto que es lo que hacen mientras trato de divagar que hacer para poder logar mi meta. Solo tres días, es lo que me separa de la libertad. Pero debo probarme rápido, porque pase o no, debo estar listo para ese día y en la mejor forma posible. ¿Cómo haré tal cosa? Termino de comer y veo que hacen el resto del grupo, aun sabiendo que todavía guardo resentimiento por lo sucedido anoche con Gorak tengo que seguir sus órdenes y quizás hasta él me sirva para saber que debo hacer.

Voy hasta el vaciando mis pensamientos, solo concentrándome en el momento placer placer seguro no seria ni remotamente placentero para mi pero prefería medio engañarme en tal idea, me hinco ante el mirándole con cierta sumisión y con mis manos guio su aparato a mi boca sin pensar ni pro que lo hago solo haciendo mi mayor esfuerzo por complacerlo a pesar de saber que lo me cojera de la forma que le parezca.

Los que no estan almorzando de tu grupo, estan practicando combate grupal, formaciones como las que ya viste, en la que un grupo de oponentes rodea un solo blanco y le da la maza, o bien, donde la mitad defienden y la otra mitad atacan.

Las parejas del grupo 2 trabajan con flanqueos, mas que nada, y no hay sutilezas. Son golpes a matar. Los equipos normalmente son un tipo grande y uno mas ligero, el grande con armas pesadas o a dos manos, el pequeño armas ligeras. Parecido a Lilith...

Los del grupo 1, esos pocos, al igual que Tobei y Gorak, practican solos. Cada uno tiene un estilo diferente. Todos, practicando golpes a matar. No van a luchar para tomar prisioneros, eso es evidente. 

El hombre toma tus cabellos y te "ayuda", empujando su miembro con fuerza dentro de tu boca, retorciendote de vez en cuando las largas orejas con la otra mano. No tarda mucho en acabar dentro de tu garganta casi, es evidente que estaba necesitado...Te suelta, dejando que te recuperes y tomes aire.

-Manos y rodillas al suelo, elfa. Las de tu raza y clase se creen mucho... vamos a ver si sirven de monturas aunque sea.

Hace crujir sus nudillos.

Viendo como están dispersos, y que Gorak está solo entrenando, dudo entre dejarlo entrenar o ir a practicar con él y averiguar como es la prueba para pasar al segundo grupo. Quizás si lo hubiera vencido ya estaría en un círculo más elevado. Con paso tranquilo, pero decidido me acerco con él y estudio sus movimientos, veo la tosquedad efectiva que usa para atacar y trato de tomar nota de que es lo que hace para iniciar un movimiento, detectando cuando hace un ataque descendente o ascendente, barrido o incluso una finta. Si le llamo la atención, le indico que mi interés es entrenar en mi arma para mejorar mi técnica y ser más eficáz en el combate.

El estilo de Gorak tiene ciertas similitudes con los que viste en los orcos puros de Vado de la Daga. Se basa en golpes sin descanso para avasallar al enemigo, pero hay algunas diferencias. Para empezar, el musculoso abusador aprovecha el arma a dos manos, para rendir al maximo. Lo segundo es que ataca mas que nada con amplios barridos a tres alturas (cabeza, vientre, rodilla), abarcando mas espacio. No hay fintas. No hay desarmes. Solo golpes destructivos, muchos de ellos ignorando la defensa, usando cargas cortas para potenciar el ataque. Por ultimo otra curiosidad, no hay un golpe de gracia, sino que todo es una sucesion de ataques destinados a causar daño y matar, mientras se avanza.

No te presta atencion mientras transpira, golpeando con su bruta arma las estalactitas, arrancando pedazos de ellas mas de una vez. 

Con la clava en la mano, busco imitar esos movimientos a pesar del cansancio que ya tengo encima, buscando tener una efectividad similar a la del semiorco, sabiendo que no tendré la fuerza de esta mole pero en algo me asemejaré, la técnica la tengo con mi espada, pero al carecer de ella no tengo muchas opciones.

Golpeo hasta el cansancio y un poco más, hasta que el calambre le termine ganando finalmente a la determinación de dominar este arma. Debo avanzar, ser rápido y no mirar atrás, atrás solo deben quedar lo que morirán, mi meta es siempre avanzar. Motivado por estos pensamientos, cargo contra las estalactitas, buscando partirlas con un golpe en vez de varios. Esa es la meta, avanzar con cada golpe y no demorarme, dejar que los de atrás se encarguen de limpiar la zona, debemos actuar en conjunto para que nada nos demore, nada me demore. ¿Y los demás grupos estarán con nosotros? Solos no haríamos nada, seguro deben haber más grupos involucrados, mínimo los que buscan la comida con nosotros. Debo saber eso, cuando termine de entrenar le preguntaré a Gorak. Y con esta última idea en mente, sigo entrenando para poder mejorar mi técnica y tener más posibilidades ese día y también para poder superar una prueba que desconozco como será, pero de seguro que involucrará un combate, una demostración de valía.

Trato de no pensar en nada solo complacerle, no morderle, ni responderle mientras siento su sabor fundirse en mi boca y como me jala  de forma tan bruta,  sin embargo me concentro mas en tragar para no ahogarme y obedecerle apenas lo oigo apretando los puños en el suelo tragándome mi orgullo convenciendome de que vale la pena.

El entrenamiento continua hasta que comienzan los movimientos de los que van a buscar la cena. Solo entonces se detienen casi todos a la vez, comenzando a relajarse, frotarse las magulladuras y agruparse en torno a la fogata para buscar su racion.

Gorak, desde luego, es de los ultimos, ocupandose de mirar el perimetro y del orden de su "rebaño", como les insulta, las "ovejas de batalla". Ahora es buen momento para hablar, ya que de todos modos eres el ultimo en comer.

Mete sus dedos entre tus piernas, frotando en un rustico intento de masturbacion, o mas bien para lastimarte. Satisfecho, se arrodilla e introduce su miembro en ti. Con una mano, te jala del largo cabello, y la otra palmea tus muslos, comenzando a penetrarte. Puedes escucharlo gruñir. De vez en cuando te sorprende, pellizcando tu espalda y tus costillas con fuerza, o golpeandote el trasero. Todavia es, dentro de todo, "gentil". Te preguntas cuando empezara lo realmente malo.. y si habra alguna forma de evitarlo.

Con un importante calambre en los brazos, me acerco a Gorak para cumplir con mis tareas, pero siempre mirando y estando atento a los demás compañeros y demás personas de los otros grupos, que es lo que hablan acerca de lo que se piensa hacer, quienes más están con nosotros, como se piensa llevar a cabo. Cuando todo esto termina, busco un lugar en mi círculo cerca de Gorak, pero no le hablo de entrada, mi mente está volando en otras cosas ahora. Pensar que arriba tenía suficiente dinero como para empezar mi propio negocio y si me salía todo mal, volver a las aventuras, cualquier cosa o casi cualquier cosa es mejor que estar acá, sin la luz del sol y encerrado, privado de todo y todos. Despejo mi cabeza unos momentos para no seguir distrayéndome y poder eliminar mis dudas. Como y de paso hablo con Gorak. - Dime. ¿Cuántos más estamos en esto? - Buscando que el grandote hable sobre lo que sabe, con una mirada cómplice para que entienda de lo que hablo, pero sin buscar ser irrespetuoso, todavía mi cabeza se acuerda de sus golpes y mi entrepierna no olvida lo sucedido.

Gimoteo, si pensando en como evitar cualquier parte dolorosa, pero desviándome mejor en pensar en que sera algo placentero, concentrándome en eso, portándome lasciva jadeando, dando agudos gemiditos de sorpresa ante sus pellizcos, tratando de responder de forma placentera, como si fuera el mejor amante o más bien pensando en ese momento que es el mejor amante.

Lo que escuchas no hablan del tema. Se dan consejos o felicitaciones de su mejora en combate, o como trabajar mejor en la creacion de armas. Si alguien sabe algo, deben ser los callados, que son los lideres y los del grupo principal. Ellos solo cuentan en voz baja algunas anecdotas de sus hazañas y fechorias arriba algunos. El resto, no dicen nada... Eso en tu grupo. Los demas estan lo bastante aislados unos de otros para no poder saber mucho de ellos. Solo ves cerca a los humanos de la Costa y a los medianos. La cueva es lo bastante grande para que incluso, no hallas visto a muchos de los de los grupos que estan al otro lado, salvo los lideres que estaban cuando llegaste.

El semiorco te mira. Gruñe, pero te ha visto hablar con Tobei, por que responde.

-Esto es una fortaleza. Se necesita cada brazo o garra. +masculla por lo bajo+ Los que no ayudan...se quedan.

No tarda demasiado en acabar dentro tuyo, sin molestarse en sacarla. Se ve que le ha gustado tu acctuacion... Cuando su liquido caliente te llena, lo oyes suspirar. Da unos cuantos empujones mas, vaciandose. Luego se incorpora.

-Bien.. me gusta. Tal vez hagamos negocio nuevamente, elfa... Ahora, a asegurarse que no halla pequeños inconvenientes.. +murmura, mientras se sube los pantalones y se acomoda.

Te mira, arrodillada. Y sin vacilar, aprovecha que tu postura te deja mas indefensa para patearte con fuerza el costado, haciendo sonar tus costillas...

Gimo complacida de que me llene, y jadeando, pensando que me usaría más, pero al oírlo le miro con cierta inocencia antes de soltar un quejido ahogado y bajo por el golpe, no pongo resistencia, de hecho le miro algo lasciva, gimiendo tratando de pensar en algo placentero.

-Si si me me encantaría, a aunque no se que.. ah mas pedirle mi señor.-Musito tragándome el orgullo, mirandole incrustando en mi mente en ese momento que es un buen amante, creermelo para así tal vez salir menos lastimada.

-Jm.. una perrita complaciente. +gruñe, atizandote otra patada+ Esta bien... ya veremos... Tal vez venga sin nada para ti, si tanto te gusta, solo para que disfrutes de mi compañia, je..

Diciendo esto, deja de golpearte y sale de la habitacion. Le ves cerrar con fuerza y oyes como pone la traba desde fuera. Parece que por ahora, se ha terminado...

Está bien, pocos deben saber para que de alguna forma lo que aquí se sabe, no se desparrame. Me quedo tranquilo en que hay convicción en las acciones que piensan tomar. - Tobei dijo que tengo que superar una prueba. ¿Sabes cual es? - Esperando que el supiera de lo que le pregunto.

-Si.+responde simplemente+ Tu deber vencer uno de sus hombres al azar, mano mano. El perdedor venir aqui y luchar en primer linea. El ganador, luchar en segundo grupo.

No parece preocupado por lo que esto implica.  

¿Vencer a alguien al azar? Eso podría ser todo un desafío y más teniendo en cuenta mi último desempeño... Medito sus palabras, el parece feliz peleando en primera fila, donde todo sucede, yo quiero seguir vivo para volver a verla. Mientras sigo comiendo y guardando silencio, me pongo a observar a los del segundo grupo, que armas portan, su contextura física para saber que tipo de luchadores son. Mi técnica con las armas que puedo usar no está depurada, de suerte estaba empezando a usar mejor la espada y ahora me tengo que arreglar con un pedazo de piedra mal formada. Terminada la comida, me voy a dormir a mi lugar, esperando mañana cumplir con el desafío y aumentar mis chances de supervivencia.

Me muerdo el labio para no quejarme y cuando sale me acurruco sobándome tratando de no moverme mucho hasta después de un rato tomar el pergamino y acercarme a la pared por donde me comunico con mi compañera.

-El postre no fue muy dulce, pero ya tengo el objetivo.-Susurre contando las hojas y poniendolas en algún lado donde no fueran muy visibles comí lo que se considera cena y tras vestirme me pongo a recordar y memorizar los hechizos que habia planeado la noche anterior.