Partida Rol por web

¡Aaaah! - grita Adam al en el momento de ser quemado. - ¡Me cago en el bicho!.. - enfurecido por el dolor que sentía en su mano izquierda. Aunque a los pocos segundos.. deja de dolerle. - Que raro.. esto ya no duele.. - murmura mirándose aún la mano, luego dirije su mirada hacia "eso" y le sonríe.. - no sé que serás ni de dónde has venido.. pero eres muy rarito.

El dragoncito menea la cola contento mientras abre la boca como intentando decirte algo, pero solo salen dos volutas de humo de su nariz.

Parece que el extraño ser te quiere mucho y tu, te das cuenta que también sientes algo de apego por él.

Al pasar alunos días, Adam va haciendo buenas migas con aquel pequeño bicho sin nombre, juegan dentro de la casa, lo estudia con detenimiento.. - tiene alas.. estaría bien enseñarle a volar, pués sus padres no están aquí.. Hum.. - piensa en voz alta.
Así que como extra, algunas vezes a la semana, saca a la lagartija al aire libre para hacerlo correr por fuera e intentar que mueva las alas, incluso al principio, se las movía él con las manos para enseñarle el gesto que devía hacer para despegar.

Después de varios días, y de muchas ratas, tu dragón ha crecido de manera impresionante. Ahora tiene el tamaño de un perro grande, pero sólo su cuerpo, ya que si cuentas su cola y lo largo de su cuello, es bastante más largo.

Mientras le enseñas y le explicas como volar, el bicho intenta hacer lo que le dices. A veces ves como se eleva unos centímetros del suelo, pero al poco tiempo vuelve a caer... parece que día a día estás haciendo progresos.

Otro día de prácticas y los dos amigos se van al desierto una vez más. Como de costumbre, Adam lo ayuda a elevarse un poco, esta vez parece que el bicho logra volar unos metros más que de costumbre pero.. - ¡Aaaaaah!¡Mierda! esta vez parecía que lo lograba.. ¡JaJaJa! - dice al ver empotrado de cabeza en la arena a su lagartija. Parece se lo esté pasando bien.

Lo saca con cuidado de ahí y este estornuda, provoandole unas risas a Adam.

Venga va, esta vez sí. - lo anima, se levanta y lo dispone para un nuevo intento.

Tu dragón, después de un par de intentos, consigue levantar el vuelo. Primero poco a poco, después, comienza a elevarse, más y más.

Poco a poco, tu dragón solo parece una mancha en el cielo, después, se pierde entre las nubes...

¡Bien! - esboza una sonrisa al ver que su bicho asciende rápido aqnque.. no vuelve.. - Vaya. en parte, es normal que se haya marchado. - dice para sí mismo, ya le había cambiado esa cara alegre por una triste. Se tiró en la caliente arena del desierto en decubito supino ((XD)), mirando al cielo y pensando en los momentos que había pasado con "aquello"..

De repente, después de casi una hora de estar tumbado en la cama, sientes que una gran ráfaga de viento que mueve por completo tu tienda en el medio del desierto.

Después, sientes un golpe en el suelo que hace moverte de donde estás tumbado y un gran rugido que resuena en todos los alrededores.

Uhg.. - se despierta del sueño, se refriega la cara para intentar ver bien. - ¿Y ahora qué? - piensa enfurecido saliendo de la cabaña rápido para ver de qe se trataba.

Un gran dragón es lo primero que vez al salir de la cabaña. Sus alas están completamente desplegadas, mientras que su morro se acerca a tu rostro para tocarlo lentamente.

¿Dónde estabas? ¿Es que no me esperabas? Dice el bicho directamente a tu mente.

Venga ya.. - dice con los ojos entrecerrados al ver a ese enorme dragón acercarse y tocarlo con el morro.. - ¿eres tu?¿hablas?¿como coño has crecido tanto? joder.. - Adam no tiene pinta de estar nervioso ni asustado sólo lo mira a los ojos, lo que pasa es que aún no lo asimila.

¿Tanto te sorprendes? Soy un dragón, Adam. Tu dragón. Así que ve haciendote a la idea. Te dice el dragón bastante prepotente.

Dicen que los dragones se parecen a sus Jinetes.

Aaaah.. ¿y porqué MI dragón? - le pregunta extrañado. - Joder, que wapo - dice para sí mismo dando vueltas alrededor de la megalagartija. - ¿como te alimento yo?¿dónde te escondo? pobre de mi.. - suspira..

Esconderme... siempre puedo salir volando de aquí y por alimentarme no te preocupes, puedo cazar lo que quiera cuando quiera. No gastarás una moneda en mi.

¡JaJaJa! veo que eres un dragón muy asequible.. - bromea sin ser irrespetuoso. - bueno, y.. ¿estás aquí por algún motivo en especial? - le pregunta con una sonrisa. - he leído que los dragones desaparecieron de la faz de la tierra hacía muchos años e incluso había pocas por no decir nulas pruevas poco fiables que demostrasen que exististeis.

Pero... ¿de dónde sacas esas historias? Hay dragones, siempre los ha habido, sólo que la mayoría aún se encuentran en huevos. Y ahora estoy aquí, para que tu seas mi Jinete.

Vaya.. ¿tu jinete? suena genial. ¿Y que se supone que devemos hacer?¿cuál es tu cometido? - Adam se lleva una mano en la cara como avergonzado por tantas preguntas de una sola vez. - lo siento, pero esque esto me ha pillado en frío, tengo mucho que preguntar..

No sé que debemos hacer ni nuestro cometido. Sólo sé que ahora estoy unido a ti por un lazo mucho más grande que la simple amistad. Ahora somos uno, y te protegeré con mi vida.

¡JaJaJaJa! esto parece sacada de una novela de caballería, querido amigo. - se ríe por el comentario del dragón. - aunque es de verdad, es real.. - suspira..

¿Tienes nombre? piensa para comprovar su teoría; el dragón no mueve la boca al hablar, no será que..

No, no tengo nombre. Tendríamos que buscarme uno, uno que nos guste a ambos.