Partida Rol por web

- "¿Para qué diablos me han hecho venir? No soy ningún experto en explosivos ni en misiles." -

- "Buenas tardes. ¿En qué puedo ayudar?" -

- Gracias a todos por venir.

Farrington trató de explicar a todos qué era lo que había que hacer.

- Como ya saben, se decidió asolar la superficie del continente principal, con el objetivo de esterilizarlo contra la infección. Ya conocen los efectos de la infección, lo que hizo con los tripulantes y los colonos, y saben que no tenemos otra alternativa. No seguiremos hacia Eden hasta que hayamos terminado aquí.

Farrington no estaba del todo de acuerdo con la misión, pero trató de olvidarse de ello y de trabajar de la forma más eficiente posible con el excepcional equipo que le acompañaba.

- En la Conquest no había armas capaces de hacer esto, por lo que se decidió que se prepararan cinco proyectiles nucleares a partir del combustible nuclear del Mausoleo de la colonia y de misiles convencionales que pueden ser disparados desde las lanzaderas.

- Los principales problemas que existen, y que son la razón de que ustedes estén aquí, son los siguientes.

- No sabemos aún en qué estado se encuentran los misiles. Después del tiempo de almacenaje pueden haberse dañado de diversas formas: daños o descarga de las baterías y daños en los circuitos, estado del combustible de propulsión de los misiles, o incluso daños en los componentes mecánicos, giroscópicos, o de dirección. Recuerden que la Conquest ha pasado periodos sin soporte de vida ni atmósfera.

- Estos misiles parece que han sido diseñados contra objetivos en la superficie, pero es preferible que exploten a cierta altura. Hará falta reprogramar parte de la electrónica de control para que respodan a esta misión.

- Hay que diseñar las cargas nucleares para cada misil, fabricarlas y conectarlas a los sistemas del misil.

- Estos misiles no han sido diseñados para transportar cargas radiactivas, por lo que la radiación de la carga nuclear que les vamos a poner podría dañar o provocar errores en los circuitos.

- No tenemos demasiado tiempo para hacer todo esto.

Con eso, pensó Farrington, todos deberián hacerse una idea de lo que había que hacer.

- Consejero Talent, usted está aquí principalmente por su conocimiento del combustible nuclear del Mausoleo, y quizá pueda ayudarnos también con la circuitería asociada al mismo.

- Consejero Gloom, seguro que también podrá ayudarnos con el material nuclear, así como con el combustible de los proyectiles y baterías.

- Consejero Wool, le necesitamos para la parte de electrónica y mecánica.

- Clarek, usted es el experto en misiles y bombardeos. Tendrá que ayudarnos a revisar y rediseñar los misiles y las cargas. Nos ayudaría también si puede extraer la información de los misiles de la base de datos.

- Fomalhault, espero que usted también se nos una.

- Lemontov, - recordaba cómo le había dicho que el era experto en desembarcos y no en misiles o bombardeos. - Gracias por su ayuda. De momento no le necesitaremos, le avisaremos dentro de unas horas cuando hayamos terminado de montarlos.

Farrington, poco acostumbrado a dirigir, trató de ver que los demás le seguían y estaban dispuestos a trabajar con él.

- Bien, ¿alguna pregunta?

- "Está bien, ayudaré en lo que pueda..." - Dice con voz cargada de fastidio. - "Sarah, ayúdame con estos diagramas de circuitos. Sí... Ok." -

- "Claro, manos a la obra." -

Se sienta ante un ordenador y comienza a teclear a una velocidad sobrehumana.

- "Bien, con el equipo actual y los miembros del mismo, calculo una media de dos horas por misil. Contamos con todo lo necesario.

Tiempo estimado de finalización: 3 de la madrugada, con descansos entre un misil y el siguiente." -

Sonrío ante la extensa y concienzuda explicación de Farrington. Da gusto toparse con gente tan clara y tan preparada.

- Muy bien, caballeros, toca trabajar. Randolf, sabes que siempre es un placer trabajar contigo. Luego nos tomamos algo en la Cafetería, cuando terminemos. Invito yo.

Le miro con una mezcla de ironía y cariño. Talent me cae bien, y puedo entender su fastidio. Supongo que dentro de unas horas volverá a su carácter afable de siempre y, si no lo hace, siempre podré bombardearle con ironías, que suelen surtir buen efecto.

 - Adam… deja de adularme, de bien poco te puede servir, además siempre resulta sencillo invitar a algo cuando no te cuesta ni un mísero crédito.

Aunque dispuesto a realizar el trabajo que le habían pedido de la mejor manera posible, no podía dejar de pensar en de qué servía toda la educación que había recibido a lo largo de su vida cuando había terminado desempeñando las tareas de un simple operario. En aquel momento levantó la vista de la pantalla donde revisaba los diagramas que Sarah le había facilitado percatándose de la presencia del Coronel Clarek. Allí plantado, mudo, tan expresivo como una acelga. Parecía que no estuviese.

Y esos malditos soldaditos con todos sus secretos. Tanta autoridad solo sirve para ocultar su propia incompetencia… ¿Para qué saber hacer algo de utilidad si puedes ordenar a otro que lo haga por ti?

- Bueno, da igual…- musitó en un largo suspiro antes de volver a ojear uno a uno todos los diagramas de los diferentes sistemas de los misiles.- Sarah, realiza una simulación con los datos que actualmente posees e infórmame de qué sistemas se verían afectados por la radiación y de cuál es la probabilidad de que fallen.-

- "Iniciando simulación, Señor Talent. Mostrando visualización de resultados en segundo plano." -

Al parecer, su explicación había sido suficiente y todos fueron empezando a trabajar. A Farrington le tocaba coordinar todo ese trabajo además de su parte de los diseños. Antes de sentarse en una terminal, a trazar diseños y sacar tablas de cálculos, realizó una última petición.

- Victoria, habla con la Consejera Saltlake. Necesitaremos café y algo de comida, a ver si nos puede enviar a alguien con algunos suministros antes del primer descanso en un par de horas.

- "Sí, Ingeniero." -

Clarek se dirigió a un terminal para acceder a la información disponible acerca de los misiles. A pesar de que los conocía bien el dotarlos de una cabeza nuclear no era algo que se pudiera hacer a la ligera. De todos modos Farrington parecía saber lo que se estaba haciendo, o al menos cómo enfocarlo, y el resto del equipo tampoco eran unos incompetentes. El trato con ellos, al menos con algunos, era otra cuestión. Farrington parecía sacado de una novela decimonónica y a la espera de estrellarse con la realidad. En cuanto a Talent, la opinión de Clarek sobre él podría resumirse en una larga lista de insultos a cada cual más ofensivo...

CORONEL CLAREK:

- Encuentras lo suficiente como para ser de utilidad en todo el proceso, ayudando a Farrington y los demás.

 - Espero con impaciencia los resultados, Sarah.- respondió en un tono que, en caso de haberse dirigido a una persona, no habría dejado dudas de que lo quería cuanto antes.

Con curiosidad en la mayoría de ocasiones, o por deber en otras, iba deteniéndose de vez en cuando en aquella especie de libro de instrucciones que eran los esquemas de los misiles. Hacía ya mucho tiempo que se había visto obligado a aprender a moverse con cierta soltura frente a un ordenador, de ello había dependido su correcta formación, aunque estaba más acostumbrado a observar los flujos de energía y temperatura en las diferentes secciones del mausoleo criogénico antes que la programación de un arma de guerra.

- La información que Sarah te va suministrando te resulta de una considerable ayuda a la hora de configurar los circuitos del modo más adecuado posible.

Calendario Estelar Estándar:
- Año: 3784.
- Mes: Febrero.
- Día: 01.
- Hora: 18:00 h.

- "Consejero Wool, cuando termine aquí, el Comandante deseará verle en el Puente." -

Clarek no tuve demasiados problemas en encontrar la información que buscaba. Allí estaba: especificaciones, diagramas, esquemas, todo... Los examinó con atención. Hacía ya mucho tiempo que no manejaba material de ese tipo. Sin embargo, en contra de lo que muchos pensabana, Clarek no siempre había sido coronel, su madre no lo había parido vistiendo uniforme y con galones en la pechera, no. Hubo un tiempo en el que había sido cadete, soldado, cabo, sargento... y a lo largo de ese tiempo había hecho muchas cosas, había servido en multitud de unidades, había aprendido mucho.

Una vez terminó de revisar y seleccionar el material disponible lo envió a la terminal de Farrington para que éste lo examinase. De todos modos, una cosa eran los esquemas, la teoría, lo que el ingeniero había diseñado en un despacho pulcro y ordenado, y otra cosa era la práctica, lo que ocurría al desplegar el armamento en el campo de batalla. Farrington y los demás no tendrían problemas en lo primero, pero Clarek era el único que tanía cartas en lo segundo. No sería la primera vez que los soldados se veía obligado a improvisar reparaciones o modificaciones de emergencia en campaña, y aquella era, exactamente, su situación en aquel momento. 

- Los trabajos avanzan muy bien, aunque faltan aproximadamente 9 horas de trabajo para terminar.

- "Ingeniero Farrington, el personal de cocina ya se ha puesto en marcha." -