Partida Rol por web

La doctora le observó durante unos instantes más y luego se encogió de hombros suspirando. Allá él entonces...es su vida. Con gente así no se puede razonar Ari Hacía tiempo que había asumido que con ciertos pacientes simplemente no servía de nada el intentar razonar. Terminó de examinarle y se giró en la silla para ver los resultados del análisis que en ese momento se mostraban en la pantalla. Bueno...podría estar mejor pero qué se le va a hacer. Tomó unas cuantas notas.

Túmbese por favor le invitó mientras cogía los electrodos. Recordando su último comentario dijo irónica No me diga, cabo, que un aguerrido miliar como usted, de la tierra nada más y nada menos y con dos criogenizaciones en su haber tiene miedo de las agujas enarcó una ceja socarrona mientras le echaba el gel conductor y le colocaba las ventosas sobre la piel. Los pitidos regulares y acompasados del corazón del soldado llenaron la habitación. Ariadne examinó la pantalla atenta con gesto concentrado.

Vairy teclea botones, como siempre. Con monotoneidad, como lo ha hecho siempre. Cualquier observador casual que no tuviera una especial empatia habria jurado que estaba totalmente concentrado en su trabajo

Pero el interior del ingeniero es muy diferente

Cuando el electrocardiograma hubo acabado Ariadne sonrió mientras retiraba las ventosas y le tendía un papel para que se limpiase.
Ya está...comentó. Por favor, póngase este mono. Le servirá de protección mientras el soldado hacía lo que le había mandado tecleó rápidamente en su ficha. Uff...ya casi sólo quedan 3, por hoy...pero ¿cuántos más deben de quedar? Sólo de imaginármelo me mareo. Se apartó un mechón rebelde de la cara con gesto ausente. Definitivamente mañana hablaré con Vitel acerca de esos estimulantes. creo que esto no es comparable a las guardias de 72 horas...
Bueno...pues vamos allá, cabo dijo cuando éste hubo terminado de enfundarse el traje. Con una sonrisa para infundirle ánimos le acompañó hasta la cámara criogénica y, mientras el soldado se acostaba, preparó la inyección. Ya sólo queda una comentó con ligereza mientras le pinchaba. Que tenga un feliz descanso le deseó sintiéndose, como siempre, un poco tonta por sus palabras. Pero algo tendré que decir ¿no? Apretó el botón que daba inicio al proceso de criogenización y volvió la vista a la pantalla observando con expresión seria y atenta la evolución de las constantes vitales en el monitor. Sin darse cuenta contuvo el aliento, tensa, aún muy presente en su mente la casi fallida criogenización por del Director Colonial.

Ariadne suspiró soltando todo el aire contenido cuando los pilotos verdes se encendieron. Menos mal...Alzó la mirada hacia Vairy que estaba al otro lado de la cámara y sonrió ampliamente aliviada.

Calendario Estelar Estándar:
- Año: 3770.
- Mes: Enero.
- Día: 02.
- Hora: 23.00 h.

El Soldado acude menos de un minuto después de que la criogenización del Cabo Flebers se haya completado con éxito.

- "Con su permiso, Doctora". - Parece un poco tímido al principio, pero después se anima diciendo:

- "Siento la actitud del Cabo Flebers. La verdad es que está un poco insoportable últimamente. Antes era casi el último mono, el Soldado Conductor más borracho del personal auxiliar de Mando. Pero, por algún motivo le cayó en gracia al General y le nombró Policía Militar. Luego llegaron los ascensos de Terra, y claro el rango mínimo para ser Policía Militar es el de Cabo, así que se llevó un ascenso." -

- "Desde entonces se ha estado escaqueando incluso más que de costumbre del trabajo, mandando todas sus tareas a los Soldados." -

De repente, se para, y sonríe turbado:

- "Espero no haberla molestado contándole todo esto..." -

Cita:

Ariadne se volvió hacia la puerta y observó al soldado. Vaya, no me van a dejar ni un minuto de descanso...pensó contrariada pero se las arregló para sonreír mientras se dirigía hacia la puerta, no sin antes hacer una mueca subrepticia de circunstancias a Vairy.

Hola soldado, ahora sí que es su turno sonrió pícara mientras se quitaba los guantes de latex y se ponía otros nuevos. Con expresión amable escuchó toda la parrafada del soldado y restó importancia a sus palabras encogiéndose de hombros. No pasa nada, señor Olympus, viendo la actitud del cabo Flebers la verdad es que me podía imaginar algo así...Y si ahora yo también pudiera escaquearme, lo haría ya que estamos. Permaneció unos instantes observándole y volvió a sonreír antes de dirigirse al ordenador. Bien...soldado...desvístase por favor y deje todas sus pertenencias en esa bolsa hizo un ademán indicándole dónde y centró su atención en la pantalla.

Vairy observa un punto en el vacio. Ya ha terminado de revisar la nevera, para cercionarse de que todo esta bien. Y ahora espera a que Ari le lleve al oficial de turno

Y mientras que, por fuera, parece estar simplemente abstraido, por dentro no deja de pensar en Flebers, y en lo que dijo

Quien se ha creido hablando asi a Ari, y a su propio compañero??? Que le ocurre a ese tio???

Pero, mientras da vueltas a la cabeza a la escena anterior, mientras observa la lejania aparentemente aburrido, no puede dejar de pensar que lo que de verdad le molesta... Es que hayan fastidiado los ojos con los que el cabo mirara a la doctora

Centrate, tio. Esta gente depende en parte de ti...

El Soldado Artillero obedece todas las instrucciones de la Doctora y no dice nada más, es obvio que está bastante nervioso y asustado.

- "Doctora Snow. El Jefe Médico, el Doctor Vitel, desea, si no tiene inconveniente, ayudarla en el proceso de criogenización y aprender el proceso." -

Ariadne escuchó atentamente a la IA y asintió.
Bueno...la verdad es que parte del proceso lo puede hacer cualquier médico...comentó en voz alta a nadie en particular mientras seguía examinando al soldado. Éste, al final, había sucumbido al nerviosismo y la preocupación y en silencio se sometía a su examen. Respetándolo, Ariadne se sumió en sus propios pensamientos mientras trabajaba. En un momento dado miró de reojo a Vairy y no pudo evitar esbozar una sonrisa al verle apoyado sobre la cámara, perdida su mirada en el vacío. Durante unos instantes, su habitual rostro sereno fue dominado por una expresión tierna y sus ojos brillaron de cariño. Sólo un par de horas más y podrá descansar...El instante pasó y los pitidos del analizador atrajeron de nuevo su atención. Fruciendo el ceño por su debilidad y rezando interiormente porque no se hubiera dado cuenta de nada, centró de nuevo su mirada en la pantalla.

Acompáñeme le pidió al soldado mientas se dirigía la cámara. Vairy...llamó la atención de su compañero vamos a comenzar. Preparó la inyección mientras el soldado se tumbaba. Buenas noches se despidió sonriendo amable y dio al botón de cierre.

Codo con codo el ingeniero y la doctora trabajaron durante media hora revisando que todo saliese bien. Algunos pensaban que la criogenización consistía simplemente en dar al botón y ya está, y de hecho cuando se hacía de manera automática así era, pero cuando era individual se requería vigilancia constante de las constantes vitales, del ritmo al cual se iba reduciendo la temperatura dentro de la cámara para que, si algo iba mal, en cualquier momento poder parar el proceso. El instante de más riesgo era justo cuando se alcanzaba el mínimo de temperatura y el paciente entraba en coma, dejando su corazón de latir. La transición tenía que ser suave, cuidadosa si se querían evitar futuras complicaciones. El silencio, roto ocasionalmente por algún pitido o chasquido, se adueñó de la sala.

Ariadne levantó la vista de los indicadores que parpadeaban en verde. No pudo evitar sonreír aliviada.
Últimamente cada vez que llega este momento no puedo evitar sentir cierta ansiedad le comentó a Vairy mientras comenzaba a recoger y se quitaba los guantes con un chasquido. Esbozó una mueca PParezco una interna en sus primeras prácticas...

Parece que en el momento de entrar la el proceso esarrollado en ela´rea está en su auge y, por lo que parece llevado a cabo satisfactoriamente.

- Buenos días de nuevo Doctora Snow...Johansen...Espero no ser demasiado inoportuno pero parece que por aquí todo está tranquilo, al menos el señor Johansen no parece muy alarmado - hago un gesto con la cabeza al técnico a modo de saludo informal e intento bromear acerca del cansancio del hombre que cabecea sobre una consola de mandos.

Vairy desecha los pensamientos de su cabeza y vuelve a su estado habitual de animo. Aunque por fuera no se han notado mucho las divagaciones interiores del ingeniero

Si. Supongo que nos hacemos viejos Bromea dramatizando un poco con la voz, mientras sonrie. Despues se quita los guantes y se apoya en la pared, suspirando

Oye, va a venir Vitel??? Dos medicos trabajan mejor que uno. Aunque quizas deberiamos haberlo pensado antes de criogenizar a Proud...

Comenta dirigiendo una mirada al lugar donde reside el cuerpo del director colonial. Pero rapidamente gira la cabeza, quitandole importancia al asunto

Eso si, espero que su incorporacion temporal no signifique que el pobre Vairy tenga que dedicarse a tareas mas interesantes como... Fregar, por ejemplo

Termina sonriendo

Vairy termina de hablar justo en el momento en el que entra Vitel a la sala. Con una media sonrisa, le saluda

Buenas, Janus. Pues la verdad es que estamos esperando al siguiente proyecto de tempano de hielo. Llegas en el momento adecuado para echarnos unas cartas mientras tanto

Bromea, antes de hacer un hueco para que el doctor se apoye en la pared, si lo desea

Ariadne iba a abrir la boca para contestarle pero en ese momento entró el doctor Vitel. Le saludó con una inclinación de cabeza mientras guardaba la ficha del soldado en el ordenador. Ante la broma de Vairy frunció el ceño ligeramente pero luego se encojió de hombros Era totalmente imposible que dejase de hacer esas bromas, como poner puertas al mar vamos. Dándose por vencida suspiró.

No le hagas caso Janus, pasa y ponte cómodo. Nos alegra tenerte por aquí. Una cara nueva para variar sonrió socarrona mirando de reojo al ingeniero.

Calendario Estelar Estándar:
- Año: 3770.
- Mes: Enero.
- Día: 03.
- Hora: 00.01 h.

- Se presentan en el área criogénica militar la Sargento Rachel Philips y el Sargento Mayor Wulf Heartworth.

- Lo mismo digo, la enfermería ees un desierto si no tenemos en cuenta al Teniente Diamond que más bien parece no querer nada de nadie y, por si fuera poco del resto de los doctores ni rastro, hasta he terminado con el papeleo de los ingressos del último mes. Así que se agradece que alguien me saque de aquel zulo - digo resoplando sintiendome aliviado por algo de conversación inteligente.
-¿Que el parece si de paso que procede con los dos siguientes pacientes me explica el proceso por encima, dudo que sea tan sencillo como para poder aprenderlo por inspiración divina - sonrío socarronamente.

Bueno la verdad es que al menos la primera parte lo podría hacer cualquier médico le explicó dirigiéndose hacia los militares que acababan de entrar en la sala. Hola saludó tendiéndoles la mano Sargento Philips usted será la próxima, Sargento mayor el proceso llevará aproximadamente una hora así que si le parece puede ir a la sala de espera mientras tanto le pidió amable. Mostrándose conforme el militar se limitó a saludar y salió de la estancia. Ariadne se volvió hacia la mujer mientras la guiaba hacia la camilla donde les esperaba el doctor Vitel Por favor desvístase y meta todas sus pertenencias en esta bolsa. Luego mientras se ponía los guantes le explicó a Janus. Primero les hago un examen médico completo para comprobar su estado de salud inmediantamente antes. Cualquier sospecha de que algo está mal y no sigo adelante. El riesgo sería demasiado grande comentó mientras cogió la jeringuilla.