Partida Rol por web

- Los Camiones y el APC reducen la marcha al llegar junto a las lanzaderas.

- El Capitán Jupiter abre el perímetro de marines para permitir pasar a los vehículos.

- El Cabo Bishop y la Soldado Sixka conducen sus respectivos camiones de modo que el Camión 2 queda junto a la "Matrazza" y el Camión 1 junto a la "Barge".

- De inmediato, el Técnico Trashman comienza a preparar las operaciones de repostaje de la "Barge", mientras que el Coronel Clarek comienza con las de la "Matrazza". Los tripulantes de los Camiones 1 y 2 les ayudan.

- El Teniente Coronel Lemontov se reúne con el Capitán Jupiter y con el Coronel Clarek junto a la "Matrazza". El Coronel parece prestar más atención a las operaciones de repostaje que a nada más.

- "Coronel. Coronel." - Saluda a ambos Coroneles.

- "Tenemos seis bajas correspondientes a la primera y segunda escuadras, incluyendo al Sargento Deathsword. Esas dos escuadras han usado drogas de combate, y su efecto decaerá justo cuando llegue la oleada de infectados.

He puesto a las escuadras primera y segunda en retaguardia. Cuando seamos atacados usarán armas de fuego para cubrir nuestros flancos y posibles ataques por el norte. En total son catorce marines.

Tengo tres escuadras intactas, la tercera, cuarta y quinta. No han trabado combate ni usado las drogas de combate.

Mi estimación es que puedo defender este lugar durante entre 30 a 40 minutos." -

El resto del camino fueron pendiente a lo que acontecía en el otro camión. Un infectado, algo más atlético de lo normal, les había obligado a realizar una maniobra, casi imposible con semejante vehículo, que había dado su fruto - no lo dude - respondió ante la advertencia de la Soldado.

Al poco, llegaron a la zona de las lanzaderas - muy bien, situémonos junto a la lanzadera - dijo señalando a la "Barge" - y volvamos al APC cuando el Coronel Clarek nos dé el visto bueno - comentó devolviendo una leve sonrisa a Hékate tras su gesto amable.

Cuando el Coronel dispuso todo, el Sargento Mayor marchó hacia el APC - Con su permiso, Coronel, nos requiere el Teniente Coronel

- "Er... Sí, de acuerdo Sargento Mayor. Ocúpese de que todo el equipo regrese al APC. El Teniente Coronel se reunirá con ustedes de inmediato. El tiempo es esencial para cumplir la misión." -

Randolf desciende del APC intranquilo tras su largo mutismo y escucha la estimación de Alpha Jupiter.

No será suficiente...

Tras este oscuro pensamiento se aproxima al grupo.

-Teniente coronel, si lo que dice es cierto no podemos perder un instante para acceder al mausoleo y hacer todo lo posible.

Sarah, infórmame de si nuestra misión en el mausoleo puede ser cumplida en 30 minutos y si recibes con más intensidad esa red local a la que no podías enlazarte antes.

- "Estimación de probabilidades de éxito de la misión: 25%.

Estimación de que el Mausoleo pueda ser el origen de la red local: 50%." -

ARZOBISPO OLSON DRAKE:

- Puede que estas gentes no sean creyentes. Puede que se hayan dejado llevar por los males de la ciencia. Pero parecen estar aquí para ayudar, aunque no sabes de donde vienen.

- Ves que les sirven y obedecen muchos hombres enormes, sin duda seres artificiales.

- Uno de ellos es más colosal que los demás y está hablando con un hombre que pese a vestir uniforme de Coronel se mancha las manos de grasa igual que un Técnico cualquiera... El Teniente Coronel Lemontov también está hablando con ellos.

- No te hacen caso, pero no debes permitir que se olviden de ti. Ellos no lo saben, pero ahora son tu rebaño, tu congregación, y su salud espiritual es tu responsabilidad.

El Cabo Frank Bishop esboza una leve sonrisa ante el comentario del Teniente Diamond.

- Ha salido bien y es lo que cuenta - dice con satisfacción -. Pero el infectado volverá y deberemos estar preparados.

Las lanzaderas ya están próximas y al igualq ue el resto de vehículos del convoy reduce la velocidad para detenerse definitivamente junto a la Matrazza.

- Coronel Clarek - dice el Cabo al tiempo que saluda militarmente a su superior -. El camión tiene su cisterna llena de deuterio. Estamos listos para proceder al abastecimiento de combustible a la lanzadera.

Los siguientes minutos, transcurren con las labores de repostaje de la Matrazza, bajo las órdenes del Coronel benjamín Clarek.

CANAL DE MANDO C2

- Teniente Coronel Lemontov, las labores de repostaje han concluido prácticamente. Solicito nuevas órdenes en relación a los camiones. ¿Los usaremos para alcanzar el Mausoleo o debemos dejarlos aquí?

- Sí, señor - me limito a decir al tiempo que abro el compartimento del APC -. Teniente Coronel Lemontov, ¿considera oportuno aprovechar este tiempo de espera mientras se repostan las naves para hacer siquiera una limpieza somera del interior del compartimento de tropas? Con todos esos fluidos ahí dentro, el riesgo de infección será elevado, creo - digo dubitativo ya que no sé muy bien cómo funciona ese virus. La verdad, es que esa sopa viscosa y maloliente se filtra hasta la cabina de conducción y si fuera uno de los que va ahí detrás, no me gustaría estar pisando esa mierda y si al menos, podemos quitar lo más gordo, eso que saldremos ganando.

El arzobispo había esperado pacientemente que alguien le respondiera, pero nadie lo hizo. No era ya cuestión de que fueran o no creyentes, era cuestión de simple educación o civismo, él era de todos aquellos quién más derecho tenía a dejarse llevarse por lo sucedido. Había perdido a su rebaño, a sus feligreses y por un momento había estado apunto de dejarse llevarse por la ira y gritar a aquella gente que nisiquiera sabía responder a una simple pregunta.
Fué en aquel momento de necesidad cuando tuvo una revelación que le tranquilizó y le lleno de verdad. Así que con animos renovados se dirigió al hombre que llevaba el uniforme de coronel, al igual que en la iglesia en el ejercito había rangos y esperaba que al menos por esa razón se le respetara y se le respondiera.

Coronel dijo con voz trémula pero enérgica Soy el Arzobispo Olson Drake, en estos momentos y tras la muerte de toda la archidiosesis soy quién está al cargo de este planeta maldito. Les ruego que tanto si han venido a ayudar explicitamente como si les ha enviado Dios en su máxima sabiduría, que vayan al Mausoleo Criogénico en busca de supervivientes. Si alguno de mis feligreces queda con vida allí se encontrará o como mínimo podremos contactar con el resto de hogares y lugares del planeta, en busca de alguien que haya resistido. No negó con la cabeza con gesto cansado no puede ser que solo haya quedado yo.

- "Encantado, Arzobispo. Es un placer descubrir supervivientes con vida. Le daría la mano, pero como ve las tengo sucias del trabajo de revisar esta lanzadera.

Arzobispo, esta posición no es segura. Desde la órbita nos han comunicado que más de un millar de infectados vienen hacia aquí. Sin embargo, no puedo ofrecerle nada mejor, me temo.

Mis hombres se disponen a desplazarse hacia el Mausoleo Criogénico Cruzix en ese transporte blindado de tropas. Si hay más supervivientes no infectados, los traerán.

Y ahora, señor, a menos que quiera ayudar al Técnico Trashman con la revisión de su lanzadera, le rogaría que nos dejase trabajar. Vamos contra reloj y necesito de toda mi concentración para repostar la "Matrazza" y asegurarme de que podrá volver a volar para sacarnos de este planeta." -

El Coronel escucha lo dicho por el Cabo Bishop y le responde en lugar del Teniente Coronel Lemontov:

- "Cabo, el proceso de repostaje de las dos lanzaderas será lento, y tiempo es algo que no tenemos. Deben partir de inmediato hacia el Mausoleo con el APC1. No se entretengan más de lo necesario o la misión fracasará." -

Los ojos del arzobispo se llenaron de lágrimas y de una fina capa de esperanza.

Gracias, que Dios le bendiga. Rezaré para que sus hombres vuelvan con vida.
Porque ahora, aquellos hombres eran su rebaño, creyesen o no en Dios en sus cuerpos palpitaba un alma que merecía una oportunidad de salvación.

- Como ordene, señor - dijo el Cabo como única respuesta a lo señalado por el Coronel Clarek -. En ese caso, y si mi presencia no es necesaria, iré al APC.

El Cabo regresa a la cabina del camión y tomando su mochila, vuelve a colocársela a la espalda. Acto seguido se dirige al APC. Una simple ojeada le basta para comprobar el desagradable aspecto del interior. Permanece en pie junto a la entrada, a la espera de que lleguen el resto de operativos.

- El Sargento Marine Deathsword llega a la zona arrastrando los pies. Su servoarmadura está destrozada y porta entre sus manos el voluminoso peso de otra servoarmadura que también parece dañada, ésta vacía y manchada de sangre.

- "¡Señor, el Sargento Deathsword regresa, Señor!" -

La cara de los allí presentes no presagiaba nada bueno, quizás el tiempo ya iba en su contra, así que animó a su compañera de camión a que le acompañara sin dilación - vamos Soldado, el Teniente Coronel nos espera - y se dirigió hacia el APC, donde Lemontov les aguardaba.

- Señor, la lanzadera "Barge" está repostando, ¿cuáles son las siguientes órdenes? - dijo escrutando la cara de Lemontov intentado atisbar la moral de éste - si no tiene inconveniente, ayudaré al Soldado Stuntmant para prevenir contagios innecesarios y agilizar nuestra marcha hacia el mausoleo .

Cada vez aparecían nuevos nubarrones sobre la idea de ir al mausoleo, quizás fuera su propia tumba, pero no podían dejar aquel planeta en aquellas condiciones sin, al menos, intentar hacer algo para enmendar la situación - chico, a esto le vendría bien algo de fuego, así acabaríamos antes - comentó a Stuntmant viendo como había quedado el compartimento de tropas del APC.

Asumo que las instrucciones de dejar el repostaje e ir cagando leches al APC, y en su interior, al mausoleo criogénico, también van por mí, así que, a falta de otras instrucciones, acompaño al cabo Bishop hacia el vehículo blindado.

Cuando veo el lamentable estado en que se encuentra, recuerdo que hace un rato he estado pegando tiros ahí mismo contra un montón de infectados. El comentario del Sargento Mayor no me parece descabellado.

El que tenga que limpiar esto, se va a merecer un plus, pero ahora no tenemos tiempo para melindres. Comprobad que vuestras ropas están bien aisladas antes de entrar, para evitar cualquier contacto con los fluidos. No queremos que esos infectados muertos nos contagien.

Antes de entrar en el APC, yo mismo reviso cuidadosamente mis botas, sobretodo a ver si tengo algún agujero en las suelas, y luego comrpuebo el resto de mi ropa, especialmente en la espalda y las piernas.

Viajar en el APC era como pasarla dentro de una lata de conservas, y que para colmo olía mal debido a la sangre. Pero lo peor no era eso, sino el evidente desprecio que el Arzobispo demostraba por él y el consiguiente peligro de que lo delatara ante el resto. Tan sólo podía rezar por que el hombre religioso, irónias aparte, creyera que todos los demás estaban al tanto y no diera voz a su descubrimiento.

Podría haber respondido su pregunta, de no ser porque no me correspondía revelar datos de la misión ni me interesaba darle ocasión de que se pusiera a gritarme androide a la cara. Permanecí en el APC un momento antes de acercarme al Coronel Clarek, debía solucionar un asunto antes de seguir con la misión.

- Coronel, ¿sería tan amable de indicarme a quien puedo pedirle un comunicador personal?

- "Me temo que no hemos tenido la previsión de traer comunicadores de sobras, Consejero." -