Partida Rol por web

¡Malditos fueran todos!

El Fulgencio por tener una mujer tan puta que se metía bajo las sábanas con cualquiera y luego por puros celos tenía  que robar el cuerpo de una muerta y el moro por haber alertado a Fulgencio, cuando lo fácil habría sido apuñalarle por la espalda, no obstante Potencio corrió hacia él mientras sacaba el cuchillo para apuñalarle antes de que pudiese reaccionar.

En torno a los gritos de Tariq, Fulgencio se dio la vuelta*, dejó el cuerpo del tipo al que abofeteaba (que presumiblemente sería ese Brisco) y cogió su arma.

¡A quién ofendéis así!, ¡que la rata será la puta de tu madre! -decíale furioso el de Salete, sobre todo estando "picado" con el askari desde su encuentro previo en casa de Brisco...- ¿No entendéis que con la ofensa del cuerpo sálvole la herencia a mi Señor Ramiro, le libro de éste zorro de su sobrino y de paso cóbrome yo la venganza del adulterio de mi señora? Pero... ¡qué explicación habría de daros a tres infames plebeyos como vosotros!, ¡APARTAD! -y entonces se levantó, sacó su espada, y caminó hacia vosotros-.

¡Sincera soy, mi señor! -dijo Xisca cabizbaja-, que un buhonero vendía un veneno en éstas tierras, y Brisco mandóme a por él. Et que luego debió echárselo a la mujer de don Ramiro hasta que murió del corazón, e que ni el médico supo la causa, pues ese veneno no dejaba rastro... Quizá con el susto de su caída en la cuadra de la casa no lo oyera, pero pedí clemencia... ¡Líbreme señor! Si vos fuera capaz de... de... dejar marchar... ¡Correría y Correría! ¡Me iría de aquí sin mirar atrás! Que sólo fui mandada y no actuante, et que si me dejar huir para siempre le rezaré a Dios para con vos el resto de mis días...

-Tu, mujer de medio manto. Tu yacías con él. ¿Acaso no te dijo el por qué? ¿Para que iba a querer matar a la mujer de Don Ramiro?-dijo el caballero con desconfianza- además, pardiez, que eso no explica los tratos que tiene ese malnacido con el demonio.

Para la herencia, mi señor -díjole una vez más al caballero de Arbás-. Don Ramiro no tiene descendencia, y si su mujer no estara... todas sus posesiones y títulos ser los llevaría don Brisco, su sobrino, lícito heredero. No sé de qué tratos me habl señor... tan sólo déjem marchar, ¡se lo suplico! ¡Deme ésta montura, y diga que se la robé! ¡PIEDAD!

La chica se arrodillaba, tomaba tu mano diestra y la besaba por el dorso superior.

PNJOTIZADO.

PNJOTIZADO.

Iniciativas:

Tariq: 25
Potencio: 23
Fulgencio: 18
Damián: 17

¡Sueltame!-bramó el caballero con mal talante, no tenía tiempo que perder pero no era cruel. Aquella mujer solo había cometido el pecado de enamorarse de quien no debía. Una sensación que el caballero conocía- Marchaos ya y no mireis atrás. El caballo se queda conmigo pues lo necesito para reunirme con mis compañeros y dar caza a ese malnacido. Alejaos de este pueblo y rezad a Dios por que no volvamos a encontrarnos-la amenaza era vacía pero sin duda suficiente para que la mujer se mantuviese alejada de problemas. Era todo lo que podía hacer. Ahora lo más acuciante era reunirse con sus compañeros.

- ¡Que la ira se vuelva contra ti! -gritó Potencio imbuido por el miedo del combate mientras lanza el cuerpo hacia delante e intentaba apuñalar al hombre por dos veces -y seas castigado por la mano del justo.

Fulgencio se abalanzó finalmente contra dos de vosotros con la intención de atacar dos veces: la primera contra el askari y la segunda contra el joven escudero, sendos ataques con la bastarda fijada entre sus manos...

Resumen turno 1:

Tariq no dudó en lanzarle dos de sus cuchillos a ambas manos, pese al claustrofóbico pasillo rocoso. Sus dos filos viajaron arrojados con precisión, volando desde cada una de sus manos hasta su pecho y su pierna derecha:

Daño1: 8 (-6 por coraza corta): 2 puntos de daño.
Daño2: 5 (sin proteccón) (/2 por pierna): 3 puntos de daño.

Acto seguido, Potenció no lo dudó y con el cuchillo también fue al encuentro del de Salete, y cosiole a doble puñalada, que fueron con rabia directas al bajo vientre (bien avenidas y llenas de saña del ladronzuelo):

Daño1: 5 (-6 por coraza corta): sin daño.
Daño2: 8 (-6 por coraza corta): 2 puntos de daño.

Finalmente, el joven Damián* preparose para recibir cualquier espadazo del Fulgencio, dispuesto a entrechocar la su espada con el terrible acero de éste. Esperó, y al acto le llegó un ataque (igual que luego al askari):

Daño a Damián: (Crítico en la parada): sin daño.
Daño a Tariq: 7 (-3 por Gambesón Reforazado): 4 puntos de daño.

El golpe se lo llevó Tariq, aunque su armadur bajo sus ropas protegióle bastante bien.

____________________________

Tirad iniciativa y declarad (para agilizar) 1d10+AGI). Declarad tan sólo 2 acciones o 1 acción extendida (no declaréis "hago tal y en el caso de... hago cual". Sed precisos.

La Xisca te soltó, se subió un poco el vestido y comenzó a alejarse, mirándote incrédula por dejarla huir. Sin duda que dejar escapar un prisionero se suele pagar demasiado caro, pero a buen seguro que a ella no le interesaba revelarlo. Enseguida comenzó a alejarse de allí, por el camino que os habían llevado hasta el salto del Pericullo, hasta que ya no la viste más.

Luego pensaste en tus compañeros, pues llevaban ya hasta diez minutos allí dentro, bajo la cascada.