Damián, sabedor que poco podría hacer al no portar armadura alguna, finalmente optó por lo más sensato; hacer perder el tiempo a su adversario y dar oportunidades a sus compañeros, por lo que permaneció a la defensiva, intentando igualmente interponerse entre Fulgencio y el moro y el pícaro, para permitir a estos últimos poder flanquear la defensa al enemigo.
Motivo: Iniciativa
Tirada: 1d10
Resultado: 6(+15)=21
Motivo: Parada 1
Tirada: 1d10
Resultado: 9(+70)=79
Motivo: Parada 2
Tirada: 1d10
Dificultad: 70-
Resultado: 7 (Exito)
Motivo: Parada BUENA 1
Tirada: 1d100
Dificultad: 70-
Resultado: 45 (Exito)
Motivo: Parada BUENA 2
Tirada: 1d100
Dificultad: 70-
Resultado: 91 (Fracaso)
Idem turno anterior, pero esta vez paro y paro (2 veces) intentando que los ataques vayan hacia mi.
PERDÓN POR LAS TIRADAS (estaba espeso hoy). Ten en cuenta únicamente las tiradas que ponen Parada BUENA 1 y 2.
Pelayo decidió no darle mas vueltas a lo de la muchacha, al fin y al cabo ahora tenían cosas más importantes en las que pensar. Se ajusto la espada al cinto y se dispuso a internarse en busca de sus compañeros.
Si puedo tirar algo para encontrar otro camino u otro rastro dimelo.
Motivo: INI
Tirada: 1d10
Resultado: 6(+20)=26
Mil perdones Orthanc, es lo que te dije de la empresa que se me lleva la vida xD pero a partir de ahora me voy a marcar un ratito todos los días para contestar y actualizar partidas porque sino me veo que acabo dejando la comunidad.
En este turno Ataco y Esquivo
Iniciativas:
Tariq: 28
Potencio: 26
Fulgencio: 25
Damián: 21
Motivo: Iniciativa
Tirada: 1d100
Resultado: 60(+15)=75
Motivo: Iniciativa
Tirada: 1d10
Resultado: 10(+15)=25
Damián: yo siempre suelo tirar aleatoriamente los destinatarios de los pnj enemigos. No puedes decirme que "intentas que los ataques vayan hacia mí", ya que tiraré un dado y éstos hablarán.
Por otro lado, Damián, declara otra acción, puesto que con una "Parada" exitosa puedes evitar todos los ataques de 1 adversario en un turno (con lo que te quedaría otra acción).
Iremos en Órden: Damián, declara la acción que te queda y ejecútala.
Non hizo falta quitarse las armaduras o desvestirse, pues viste como tu jovial y alocado escudero caía en poca profundidad en el Pericullo, et cómo Tariq y Potencio andaban sobre la caída del algua sin problema alguno. Ataste el caballo a un árbol, et que luego te dirigiste al agua. Una vez en la orilla, notaste ésta muy fría y poco a poco tus piernas se sumergieron hasta casi el pecho.
Tras traspasar la caída de la pequeña cascada, viste una caverna interna. Era una estrecha cueva, aunque no era excesivamente grande (sino más bien alargada). Al final de aquel pasillo rocoso (no muy largo, por cierto, y excavado de forma natural). Veías al fondo a Tariq, Damián y Pelayo, con sus armas extendidas, contra un tipo: era Fulgencio (el cual también llevaba su espada en alto contra ellos): ¡ESTABAN LUCHANDO!
Viéndose el joven afortunado en la lid del combate, finalmente decidió aprovechar su destreza para atacar al de Salete.
Motivo: Espadazo limpio
Tirada: 1d100
Dificultad: 70-
Resultado: 17 (Exito)
En ese caso ataco nuevamente.
Damián: ejecuta el daño, bonus y localización.
Potencio y Tariq: podéis también ejecutar acciones, daños, etc, etc., (todo).
Adelante.
Motivo: Daño
Tirada: 1d8
Resultado: 1(+1)=2
Motivo: Localización
Tirada: 1d10
Resultado: 5
Motivo: Ataque a la cabeza + suerte
Tirada: 1d100
Dificultad: 70-
Resultado: 28 (Exito)
Motivo: Daño + bonus
Tirada: 2d6
Resultado: 6, 4
Yo voy a hacer lo que declaré: desenfundo y ataque a la cabeza con suerte.
Tirada pasada sin necesidad de Suerte, así que me resto 1 de Suerte y el tipo se come 20 PD. Me parece a mí que, como no pare mi golpe, el de Sale te va a durar lo que dura la Semana Santa XD
Motivo: Ataque
Tirada: 1d100
Dificultad: 75-
Resultado: 61 (Exito)
Motivo: local
Tirada: 1d10
Resultado: 4
Motivo: daño
Tirada: 1d6
Resultado: 1
Motivo: mod daño
Tirada: 1d6
Resultado: 1
Motivo: esquivar
Tirada: 1d100
Dificultad: 60-
Resultado: 75 (Fracaso)
Ataco con mi súper daño y esquivo.
Fulgencio no iba a ser menos, y se preparó para atacar a Tariq con su espada. Luego intentaría esquivar el primer embiste que le llegara.
Motivo: Destinatario, 1D - 2P- 3T
Tirada: 1d3
Resultado: 3
Motivo: E. Bastarda contra Tariq
Tirada: 1d100
Dificultad: 60-
Resultado: 87 (Fracaso)
Motivo: Esquiva
Tirada: 1d100
Dificultad: 15-
Resultado: 96 (Fracaso)
Resumen Turno 2:
Tariq sacó su hacha y alzolo sobre su cabeza con fuerza. Bien asido entre sus manos, lo descargó con furia sobre el de Salete, que nada pudo hacer para impedirlo:
Daño: 10 (sin protección) (x2 en cabeza): 20 puntos de daño
La hoja del askari viajó de abajo a arriba con suma fuerza ¿Habédeis vuesas mercedes visto en jornada de tormenta cómo un rayo parte hasta el roble centenario? Pues de esta guisa quedó el querido Fulgencia, que la hoja del hacha entró por la cabellera tan verticalmente que le partió en dos sesera, lueg cara, y luego garganta. No llegó al corazón porque la potencia del ataque quedó suspendida por la protección de la caja torácica...
Por supuesto, la sangre y las vísceras de la cabeza se esparcierton por doquier, haciendo desplomar el cuero del de Salete al instante.
Todo ello viólo Pelayo, el caballero de Arbás, que acaba de entrar en la cueva bajo el Pericullo*.
*: Podéis volver a postear para todos.
Fulgencio a Requetemuerto.
El joven no pudo más que dar un pequeño salto para atrás, intentando evitar no mancharse del torrente de sangre que manaba del de Salete. Mirando con renovado respeto al moro, igualmente se santiguó, pues incluso un malnacido como Fulgencio al menos debía tener oportunidad de comparecer ante el Altísimo. Hecho esto díjole al árabe.- Recuérdame que si alguna vez peleo contra ti, me ponga dos bacinetes.-
Entonces, viendo a su señor Don Pelayo, Damián sonrió y le informó de lo acontecido.- ¡Mi Señor! ¡Qué alegría veros! Encontramos a Fulgencio matando a golpes a Brisco. Fulgencio mismo confesó haber robado el cuerpo de la muerta si bien Brisco fue quien la mató. Luego embistió contra nosotros, hasta que encontró el hacha del moro.-
- ¡Eh! no todo el mérito es del moro. Que yo también he participado y le he intimidad con mi destreza con el cuchillo...- dijo por decir algo, pues obviamente sus golpes no habrían servido ni para quitarle a Fulgencio la roña de entre las uñas, pero no podía quedarse callado sin más o peor aún, no podía felicitar al perro infiel y putero que tenía por compañero de desdichas.
- Bueno... vamos a buscar entre sus pertenencias -se arrodilló junto al cuerpo y se puso a rebuscar.
¿Hace falta que tire Descubrir?
-No me jodáis -dije, simplemente, entre las alabanzas de unos y los desdenes de otros. En aquel combate ninguno había merecido elogios, no cuando tres hombres habían atacado a uno solo. Habría que ver a aquellos dos en combate singular contra el de Salete, que sería un fideputa, pero cojones le había echado más que nosotros tres juntos.
Mientras Damián hablaba con el recién aparecido caballero (a buenas horas) y el rastrero de Potencio comenzaba la rapiña, me arrodillé junto a Fulgencio, solo para limpiar de sesos el hacha restregando el filo con sus ropas. Después, aún sin guardarla, me acerqué a donde se encontraba Brisco para comprobar su estado.
Continuamos hoy. Espero la intervención de Pelayo.
-¡¿Que diantres ha ocurrido?!-exclamo sorprendido el caballero al encontrarse a sus compañeros en tan peligrosa situación. Había llegado justo a tiempo para ver como caía Fulgencio. Tras escuchar las palabras de su escudero pareció calmarse-mal día es hoy si tanta sangre ha sido vertida, hacía mucho tiempo que no tenía la mala suerte de tener que presenciar algo asi. Imagino que él no os dejó opción-dijo dando un suspiro- Tenemos que pensar en que hacer a continuación.
Mientras el caballero Pelayo aparecía entre sus compañeros sorprendido, a Potencio le faltó tiempo para llegar saquear el cadáver del de Salete, aunque nada encontró excepto su coraza bajo sus ropas y su espada bastarda, obviamente, a un lado. Tras explicarle el pupilo Damián lo acontecido a su maestro de armas, la cosa parecía haberse calmado, y el único ruido era el sonido de la caida de agua en la entrada de la pequeña cueva donde estábais. Instantes después, Pelayo pudo ver a Brisco al final de la cueva, el cual yacía muerto también, fruto de golpes y puñetazos probablemente, pues tenía la cara amoratada y llena de sangre (hecho "un cristo").
Claro que, si Pelayo estaba allí, ¿acaso non cabe el preguntar dónde estaba la montura del tal Brisco? et lo más importante ¿y la Xisca?
Podéis salir y volver al castillo sin problema.
- Como ya no va a matar a nadie en el otro mundo, voy a quedarme su espada y su armadura -dijo saqueando el cadáver -ufffff la Virgen cómo pesa la condenada armadura -dijo levantando la coraza y echándosela al hombro - bien... veamos...ah allí está el pobre hombre -se acercó a Brisco a ver si encontraba algo de valor que ya no necesitase.
A ver si hay suerte y saco una buena tajada de esto...
-¡Potencio! Dejad a los muertos tranquilos, ¿que clase de hombre sois? Además no queremos que en el pueblo nos tomen por vulgares ladrones, deja los cuerpos en paz-le ordenó el caballero malhumorado tras ver aquel detestable comportamiento, no era un vulgar saqueador.