Partida Rol por web

Una vez dejamos al tendero más contento que unas castañuelas por haberle comprado semejante cantidad de cosas, nos dispusimos a continuar nuestro camino, no sin una advertencia por parte del tendero "Se puede dar un rodeo y serán 3 días más".

Se estuvo sopesando la opción de rodear la ciudad pero... - Hermanos, ¿ahora nos vamos a achantar por una Ciudad Fantasma? estoy con Tritón y Guthrid, atravesemos esa ciudad, que el camino está siendo un tanto aburrido y necesito algo de acción e ir calentando para cuando lleguemos a por el espejo - comenté tranquilamente.

Empezamos la marcha y conforme nos acercábamos a aquella ciudad las monturas se comenzaban a poner nerviosas - ssooooo.... ttshhhh... ttssscchchhh... aarrrreeeeee... - se escuchaba por doquier para intentar contener el nerviosismo de las monturas. En uno de los tramos ya más cercanos a la ciudad, mi montura se hizo ingobernable. Levantó las dos patas delanteras, relinchó agudamente y me intentó descabalgar... pero en un alarde de serenidad me conseguir agarrar a las cinchas y apreté fuertemente las piernas contra el lomo de la bestia y ahí me quedé. Agarrado como cual garrapata a la piel de los animales, me quedé resoplando y respirando varias veces profundamente cuando el jamelgo que relajó un poco.

Una vez la bestia tranquilizada, observé a los demás para ver si tenían la misma suerte que yo.

Llorense avanzaba lentamente. Notaba como su montura está exageradamente excitada y cada vez más ingobernable...

Se planteó sinceramente liberar al equino y dejarlo marchar sin más por donde había venido. En ese estado no le servia para nada, salvo para acabar haciéndose daño.

El resto de sus compañeros no lo estaban pasando mejor con ese tema... El camino era estrecho y cerrado. Teníamos que abrirnos paso cortando arbustos mas de una vez. Resumiendo que nos pasamos mas tiempo abajo del caballo que sobre ellos...

Y en una de estas que estaba encima, por no seguir mi instinto natural de bajarme, el jaco se encabrito y me lanzó al suelo...

Por el bramido de un Troll, noooo.. PUMMM.

El dolor fue intenso por un momento más largo que corto. Pero el guerrero-montaraz supo guardar el temple y evitó que su montura huyera despavorida, amarrando las riendas con firmeza...

Soooo caballo... Tranquilo tranquilo...Está bien, desde ahora iré andando a tu lado eh? Venga toma una rica zanahoria. Si llegamos allí te daré otra o una manzana!!!

Para que el animal se apaciguara le dio una zanahoria, mientras le hablaba al oído, con voz dulce...

El grupo avanzo lentamente por un desfiladero donde los caballos empezaron a inquietarse. Guthrid intentó maniobrar, pero el caballo lo tiro al suelo y hecho a correr.

auch!!! Vaya... parecia un vuen caballo. Una lastima que tenga que seguir a pie...

Todos estuvieron conmigo en seguir por el camino que conducía directo a la ciudad abandonada. En pocas horas nos encontramos la senda que nos llevaba hasta la entrada, no iba a ser fácil llegar con nuestras monturas, estaban alteradas...hasta tal punto que el mago perdió la suya y Llorense se "bajo" de la suya para continuar a pie. Malleus y yo pudimos controlarlas, eso si con muchos problemas".

Tranquilo bonito, no te pongas nervioso, son sólo cuatro ramitas, vamos, siiiiiiiigue, siiiiiigue.

El caballo estaba nervioso y me tiro al suelo haciéndome un coscorrón.

Intente sujetar el caballo pero las tiras se me resbalaron y éste escapó.

Me temo que me tendrá que llevar alguien o ir todos caminando.

comenté tras la perdida del caballo 

El miedo se apoderaba de las monturas y ya algunos estaban dejando a sus jinetes tirados, mi pony también inquieto pretendía librarse de mi y buscar refugio lejos de aquella ciudad tenebrosa. A las puertas del poblado fantasma nos estábamos quedando sin lo más importante en un viaje largo de ida y regreso: un medio de transporte rápido.

—Vamos compañeros, tu y yo somos pequeños pero no nos espantará un poco de niebla.  

No intentéis seguir montados hermanos... Como hay que ir abriendo paso a hachazos, creo que lo mas propio es que dos de nosotros llevemos a los caballos de las riendas, al menos a los que aun tenemos con nosotros, mientras el resto van abriendo el camino... Nos podemos ir turnando para mitigar la fatiga, y así igual los jacos van mas tranquilos...

Yo tengo un buen golpe, pero no es muy serio... voy a ponerme algo para evitar la inflamación... Si alguno más necesita unas curas sencillas...

Al ver que los caballos estaban inquietos y que algunos perdian los caballos, la marcha se hizo más lenta.

continuarón caminando,  cuando el sol estaba ya alto estaban a unos 20 metros de la puerta principal, si continuaban unos pasos más ya no habría cuenta atras...

... ¿Dais esos últimos pasos, ahora?

Veía como los demás tenían bastantes problemas para mantener a las monturas controladas - ¡vamos! pandilla de vagos y dominad a vuestras monturas... - comenté al ver los problemas a los que se estaban enfrentando.

Una vez visto que algunas monturas salían corriendo despavoridas y otras simplemente no permitían que fueran montadas, yo volví a acariciar a mi jamelgo - Estamos hechos el uno para el otro, no te dejaré escapar, así que no te me vayas a ir ¿entiendes lo que te digo? - le comenté entre susurros mientras le obsequiaba con una chuche.

Una vez todo se tranquilizó, estábamos ya en la entrada a la ciudad fantasma - Ya está, ante nosotros se levanta la entrada a la Ciudad. Solo falta atravesarla y en breve tiempo estaremos al otro lado - comenté mientras me adelantaba al grupo unos pasos y desenvainaba a Ahuwen - Ahuwen, préstame tu poder para poder ver entre las sombras de aquí a que salgamos de esta ciudad... - pensé mirando fijamente mi maravillosa espada (ya es sabido que con ella puedo ver a 3 metros² lo oculto o invisible). Descabalgué de mi montura con la espada en ristre y agarré fuertemente las cinchas del caballo muy cerca del morro, el cual acariciaba de vez en cuando para que no se pusiera nervioso y estuviera tranquilo.

Avancé hacia la entrada de la ciudad......

Malleus en cabeza se adelanta el primero con la espada en mano da unos pasos, esta cerca de la entrada de la ciudad, en esta puede ver en el marco de piedra unos relieves desgastados por el tiempo, enmohecidos y llenos de un telar de arañas, por la boca de la figura de G. el Gris sale una araña de patas largas, se dan cuenta toda la compañía que es  la imagen de ellos mismos. 

Malleus continua avanzando y ante los ojos del grupo sencillamente desaparece delante de ellos. 

Hace un día estupendo de primavera,  las murallas parecen mejor cuidadas, hay cola para entrar en la ciudad por culpa de una caravana de feriantes y acróbatas, te sientes un poco mareado y el estomago esta revuelto, ha sido avanzar hacia la puerta y de golpe sentir una presión y ver aquello. un anciano con un carro de fruta se pone detrás de tí.

- Hee caaballero!, - te dice con la boca a falta de dientes - Si xxxxxxx. - no entiendes lo que dice entre que le falta dientes y el idioma que parece muy antiguo, solo llegas a entender que te señala la espada desenvaina y luego hacia la puerta de entrada con guardas revisando y haciendo preguntas a los feriantes, te vuelve a señalar la espada y los guardías con gesto de desaprobación. 

El chico te mira y se agarra a la pierna del anciano mirandote con cara de enfado tras las palabras de su abuelito.

Miras para hacía atras  y ves las montañas de antes llenas de arboles y vegetación y el rio tiene caudal de agua,  no ves aún a los demás, en la cola piensas que hay a ese ritmo una espera de unos 10, 20 minutos, para acceder a dentro de la ciudad. Las ropas parecen de otra epoca.

vi como el guerrero se caminaba hacía la puerta y desaparecía, en esta. Habéis visto eso, iba con la espada en mano y al acercarse a desaparecido, Llorense tú hermano ya no esta, y mirad esas caras en los marcos de la puerta de estrada, son las nuestras, ¿que significa todo esto? Yo espero antes de continuar para ver que hacen el resto si los demás continuan caminando yo también. 

Exceptuando Malleus y un servidor, el resto de la hermandad descabalgo a la fuerza, no pudieron aguantar el brusco movimiento de su montura.

Al ver como el guerrero se adelantaba un poco para buscar con el poder de su espada rastros del mal, lo seguí a pocos pasos. 

Venga chicos, no tenemos tiempo para pasear.

La puerta de la entrada estaba tallada con imágenes que pude reconocer enseguida, éramos nosotros. No necesitaba de la espada de Malleus para saber que nadie hospitalario nos esperaba dentro.

Entonces, ZASS, el guerrero desapareció ante nuestros ojos. Estaba a pocos metros delante mía, los recorrí para ver que extraña magia se lo había llevado o si había caído en alguna trampa.

Hace un día estupendo de primavera,  las murallas parecen mejor cuidadas, hay cola para entrar en la ciudad por culpa de una caravana de feriantes y acróbatas, te sientes un poco mareado y el estomago esta revuelto, ha sido avanzar hacia la puerta y de golpe sentir una presión y ver aquello. un anciano con un carro  esta delante de ti y delante de él esta Malleus 

- Hee caaballero!, - le dice A malleus  con la boca a falta de dientes - Si xxxxxxx. -Malleus  no entiende lo que dice, entre que le falta dientes y el idioma que parece mas viejuno, solo llegas a ver que te señala la espada desenvaina y luego hacia la puerta de entrada con guardas revisando y haciendo preguntas a los feriantes, te vuelve a señalar la espada y los guardías con gesto de desaprobación. 

El chico mira hacia adelante a Malleus y luego hacia atras a  triton y a jiogar  y se agarra a la pierna del anciano miran con cara de enfado tras las palabras de su abuelito.

(...)

Mirais  atras  y veís las montañas de antes, llenas de arboles y vegetación y el rio tiene caudal de agua,  no veis aun al resto, en la cola pensais que hay a ese ritmo de avance, puede haber una espera de unos 10, 20 minutos, para acceder al interior de la ciudad. Las ropas que portan  parecen de unos siglos otras.