Partida Rol por web

Tras salir del bastión, emprendéis el camino hacia vuestro destino. Al cruzar por el pueblo algunos que estaban en la taberna os dan las gracias por haberlos salvados, y que rezaran a los Aytir para que velen por vosotros, a los pocos minutos dejáis el pueblo atrás y emprendéis el camino...

Enormes bosques se alzan ante vosotros, llenos de vida y animales que se mueven entre la naturaleza, la mayoría huyen nada mas veros, pero algunos se quedan un momento parados mientras os observan con desconfianza y huyendo rápidamente ante el menor atisbo de peligro, por el momento podeís seguir un viejo camino de aspecto poco transitado pero, mas seguro que ir por en medio del bosque...

Hemos llegado tan lejos y no ha pasado nada. Esto no tiene buena pinta. Miro a mis compañeros a ver como avanzan. Algunos un poco distraídos, tal vez. Miro a los alrededores. No es normal tanta paz a estas alturas del bosque

Miro a Sven - psss - el típico sonidito con la boca - ¿No te parece demasiado raro que por aquí no nos hayamos encontrado a alguien ya? ¿A mi me huele muy mal. Tal vez sea un trampa. ¿Tú qué crees?, creo que deberíamos coincidir en ese aspecto. -

Me dedico a ver a fondo los alrededores, los árboles, los arbustos, todo lugar que pueda esconder un peligro que nos aceche. Abro las orejas bien, por si algún sonido extraño aparece y poder dar la voz de alarma.

Miku camina por el bosque,. el bosque le gustaba, no era realmente como el que habia en su hogar, pero aun asi el bosque le gustaba, le hacia sentirse libre sin duda. Caminaba un poco alejada de lo demas, a veces algo adelantada, a veces se atrasaba, simplemente caminaba por el bosque, sin duda mas tranquila y agusto que lo que estaba en la ciudad. Aun asi procura estar atenta a todo, sus experiencias pasadas le han hecho ir con cierta precaucion en el bosque

Por fin nos ponemos en marcha. Cuanto antes solucionemos esto, antes podremos volver a nuestras vidas y mis viajes.

Ante el comentario de Nonth, me ajusto mis ropas y le miro.

- No me parece tan raro. El tiempo por aquí no es precisamente el más adecuado. - Digo señalando la nieve. - Es normal que no nos encontremos con nadie en los caminos. No te preocupes. 

A pesar de mis palabras, me aseguro de tener tanto las armas como el escudo en su sitio. 

Hakkon respiro profundamente el frío aire, contento del desarrollo de los acontecimientos. Había bebido, había comido y había peleado, todo lo que se le podía pedir a un buen día, y ahora se dirigía a lo que podía resultar ser todo una aventura.

La gratitud de los aldeanos le había agradado e incomodado a un tiempo, pero siguió su ejemplo y elevo una silenciosa plegaria a los dioses para que mirasen favorablemente sobre su tarea y fuesen testigos de sus hazañas.

El pesado norne caminaba en la retaguardía del grupo, su corpachón alzandose tras sus compañeros, contemplando distraidamente el paisaje mientras vigilaba las lindes del camino. Los bandidos y los animales no le preocupaban, pero no le divertía la idea de que algún hombre-toro rezagado se les hechase encima de improviso.

Mientras avanzas hay momentos en los que te da la sensación de que algo os observa.

Alterado me muevo en el caballo un poco más de la cuenta, y se nota. Ahora ya estoy lo más atento posible a los alrededores mientras avanzamos.

Sven - susurro - tenía razón. Algo nos está siguiendo. no sé qué es, pero estoy seguro casi al cien por cien de que no es buena señal. Estate al loro. - ahora aproximo la mano, poco a poco, a mi espada corta - Y te aseguro que ésta vez, no me equivoco. Hay huellas evidentes. Los arbustos, las ramas... todo parece lleno de ojos que nos observan.

Hago una señal al grupo completamente disimulada, para que piensen, a poder ser: ¿Qué está haciendo este tío?

y así tal vez se pongan alerta, por algún peligro próximo.

Vosotros dos...Vais tan ensimismados en vuestros pensamientos, que miráis sin ver, pero tu Hakkon, en un momento dado te vas a tropezar y vas a caerte al suelo (si no quieres pegarte el tortazo padre, tírame de acrobacias) 

Ante el comentario de Nonth mi cuerpo se tensa ligeramente. Puede que al estar en casa esté más confiado de lo habitual y por eso no me he dado cuenta de las pisadas o que nos seguían. 

Mentalmente registro lo que llevo encima... A parte del escudo y las dos espadas, en la parte baja de la espalda llevo una ballesta de mano y en la bota una pequeña daga, a parte, sé defenderme bien con los puños desnudos por si llegara el momento...

Sin mover la cabeza, observo por el rabillo del ojo a mis compañeros. Hakkon y el borracho pelean a corta distancia, al igual que Nonth... Arryken es el único que puede dar soporte desde la distancia, mientras que Miku también puede ofrecer cierta cobertura, aunque me preocupa que esta última no sea capaz de encajar un buen golpe... 

- Arryken... - Digo hacia mi compañero en voz alta. - ¿Qué te parecen las vistas? ¿Ves algo interesante? 

Si me mira, intento mantenerle la mirada de forma seria, a ver si logra entender que un comentario tan ligero no puede ir acompañado de esa mirada. 

-Mhhm? respondio simplemente Arryken, levantando la cabeza. Habia estado todo el trayecto mirando el suelo, pensativo. Caminaba en la mitad del grupo, ni muy junto ni muy alejado de los demas, con las manos en los bolsillos. No habia dicho una palabra desde que salieron del bastion de Brienn.

Lo cierto era que la charla en aquel sitio lo habia desconcentrado. Si conseguian reparar las cadenas y lograban complacer a la gobernante, quizas esta pudiera darle una pista que lo acerque un paso mas al asesino del maestro Walder. Los grupos de mercenarios en el norte no eran escasos, pero este en concreto controlaba una tecnica unica que, hasta donde Arryken sabia, ellos dos solos dominaban.

-Lo siento, no estaba prestando atencion. Muy bonitas, muy bonitas: Tu pais es un lugar hermoso... dijo con tono despreocupado, aunque tenia el ceño un poco fruncido. Alzo las cejas intrigado ante la cara de Sven Hay poco movimiento de animales grandes en este sendero... Es normal? O algo los espanto?

Ante el comentario de Arryken, me quedo un poco sorprendido. Había creído que era una persona mucho más observadora de lo que parece, sin embargo, sigue siendo la mejor opción, ya que Miku está demasiado lejos para poder mandarla algún tipo de "mensaje" sin que llame la atención.

- Bueno Arryken... - Mientras digo esto me llevo una mano a la cintura, de manera que pueda ver la ballesta que tengo en la parte baja de la espalda. - Aquí en el norte... No solo nos tenemos que preocupar de los animales grandes... - Y hago un ligero gesto con mi mano hacia la ballesta. - Hay cosas peores...

-Claro, claro dijo Arryken, aun distraido, mirando la ballesta y pestañeando un par de veces seguidas Por eso estoy siempre preparado.

El Joven Pesaroso suponia que eso queria decirle el Principe cuando hizo aquel gesto con la ballesta. Podia a ver alguna amenaza que no hubiera detectado en las cercanias? O se referia a otra cosa?

Caminaba con las manos en su cabeza, no parecía molestarle tanto el frío, aunque ahora ya llevaba ropa más abrigadora (para viajar sí). Escuchó a los muchachos conversar pero no tenía mucho que agregar, solo se quedaba mirando los curiosos paisajes con atención.

"vaya que son extrañas las cosas por aquí..."

Continuáis avanzando sin mayor dificultad, cuando de repente una explosión hace temblar la tierra, y vislumbráis un poco mas lejos como una figura alada se eleva y desaparece entre las nubes... 

El piso tembló, Ake casi sé cae, pero al recobrar su estabilidad, sale corriendo en dirección de la explosión, desde donde se vio salir a aquel ente ; aunque tendría que tantear la zona de donde fue-voy a ver si hay alguien en peligro!!- luego de eso y sin comprobar si alguno le seguía, acelera el paso. Aunque probablemente necesitaría esa ayuda extra.

"ojala eso no sea el susodicho demonio... nunca había visto uno"

Tan ensimismado estaba el bárbaro que no reparó en las ramas del gran árbol que pendian sobre el sendero, bajo las cuales sus compañeros habían pasado sin esfuerzo ni problema alguno pero contra las que él choco de cabeza. Se apartó con un gruñido, solo para tropezar enseguida con una gruesa piedra del camino.

La cosa podría haber acabado allí si en ese momento el suelo no hubiese retumbado y temblado, haciendole perder el equilibrio por completo y caer rodando (y rezongando) por una pequeña cuesta llena de arbustos medio enterrados.

Hakkon reapareció instantes despues, más humillado que magullado, sacudiendose de encima nieve y cardos por igual, con la esperanza de que nadie hubiese sido testigo de su torpeza.

 - Me pareció ver algo entre los arbustos - masculló, poniendo cara de "lo tenía todo planeado", cuando se dió cuenta de que todos miraban en otra dirección y de que el borrachín hechaba a correr como loco.

 - ¿Que mosca le ha picado a ese? ¿Me he perdido algo?

Miku se encontraba algo mas atrasada en ese mometo, caminando pegada al sendero, pero fuera de este, ya que le gustaba mas caminar por ahi, fue entonces cuando escucha aquel fuerte sonido de una explosion y cuando nota como el suelo tiembla. Casi por instinto mira al cielo y ve a esa alada criatura.

Es entonces cuando Ake se lanza en pos de la explosion, bien era cierto que tal vez podria haber personas heridas, o animales, Miku comienza a aligerar el paso mientras piensa:

- Si hay alguien o algo vivo alli tal vez pueda enterarme de que ha pasado

Comienza a correr para seguir a Ake, dispuesta a saber que es lo que habia pasado alli

¿Qué ha sido eso?

No solo tenemos explosiones sino que una gran criatura alada ha salido volando.

- Será mejor que nos demos prisa... - Y tras decir esto, cojo mi escudo y salgo detrás de Ake, intentando guardar las distancias por si acaso se tratara de una trampa.

No, la cueva calculáis que se encuentra a casi 2 días de distancia, y esta explosión se ha sucedido bastante antes, os encontráis a media tarde y salisteis por la mañana del pueblo.

En cuanto a esa cosa le ves aspecto humanoíde con dos alas reptilianas, se detiene un momento en el aire, y luego se mete entre las nubes, pero durante un segundo, en un claro de nubes, te parece verlo y se dirije hacia el norte.