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Encuentros (Jinete y Zafiro)

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20/09/2018, 13:30
X Zafiro

Zafiro parpadea escuchando aquellas palabras. A pesar de que la ligereza con la que hablaba de los hijos podría llegar a causarles algún desencuentro en el futuro, aquel era el tipo de regalo que no te planteabas si era cierto o no. Simplemente deseabas que lo fuera y te entregabas a ello aferrándose para no perder ni una sola palabra. ¿Eso era lo que Jinete veía en ella?

El aspecto castigado del guerrero  se transformó de la melancolía a una genuina ilusión de las que aflojan los pesos del alma, llevándose consigo gran parte de los fantasmas que la rondaban.

Si, consiguió hacerla sonreír. El alivio que sentía sólo le dio para responder a una única cosa, de entre todas las que había escuchado.

Entonces me alegro de que todo lo que voy descubriendo en ti sea maravilloso. - Y esta vez no le importó el asiento inestable, el movimiento incesante o el dolor de su propio cuerpo. Girándose en el asiento y olvidándose por completo de las riendas, sus labios cruzaron la distancia que los separaba con una exhalación, sellando la emoción que se había disparado en su pecho con un beso de los que se dan sin pensar y sin prudencia.

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06/10/2018, 09:01
X Zafiro

 

Hielo verdadero

 

No era agradable que la viesen llorar. Además, se suponía que en aquella tierra no estaba bien visto. Pero no pudo contenerse. El tintineo del hielo le recordó algo que siempre había sido suyo. Una canción. Un murmullo. Un recuerdo. ¿Cómo se sentía... Si, era exactamente así. Era como si tras las primeras grietas simplemente no pudiera parar de llorar. Eran lágrimas que venían desde tan atrás que casi parecía imposible que pudiese recordarlo. Por eso dolía tanto.

Tal vez por eso había tardado tanto en reaccionar tratando de concentrar toda aquella energía que los azotaba. 

Pero ya había terminado. Tras el abrazo de Jinete, el emperador había permitido que se quedase con la esquirla de hielo. Pero con condiciones. Aun debía controlarla en una noche y que las penurias de sus tierras desaparecieran.

Se sentía demasiado inquieta para dormir. Bastaba un silbido para que la estrella la siguiese, y Jinete se había ido en algún momento a rezar mientras que Stone marchaba al templo. Con chispa y los otros atrás sólo le quedó un consuelo.

Encontró refugio junto a Soplo. Necesitaba hablarle y contarle lo que había descubierto, aún con temor de que le doliese tanto como le había dolido a Stone. Pero él parecía asimilarlo mucho más rápido. Como si, al igual que ella, se hubiese negado a olvidar.

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06/10/2018, 09:05
X Soplo

Cuando Jinete llegó a la habitación lo recibe una bocanada de aire fresco. No de la clase insoportable, pero sí del tipo que te invita a abrigarte. Antes incluso de distinguir el entorno, le llega la voz de Soplo.

- Entonces, ya tenemos una pieza más. - Su voz suena casi ausente, distante como solía serlo él.

Buscando con la mirada puede ver a la muchacha recostada, apoyando la cabeza en el muslo de Soplo mientras éste acaricia y peina sus cabellos algo húmedos. A pesar de su tono de voz, el gesto es claramente afectuoso, y cuando Jinete entra en la sala, él levanta los ojos extrañado.

Pero por supuesto. Habiéndose quedado atrás, Soplo no tenía manera de saber lo que había pasado entre ambos.

El envoltorio con la estrella en su interior está en el centro de la habitación, cubierto de diminuta escarcha, pero por lo demás parece contenida y reposa en calma. La mirada de Zafiro descansa sobre ella. Sus ojos delatan que lleva un buen rato llorando, lo cual no te sorprende.

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06/10/2018, 09:07
X Jinete

Una arruga en su frente indicaba la preocupación de Jinete al mirar a Zafiro, el ceño levemente fruncido que se estiró al comprobar que la esquirla no parecía haberse descontrolado.

El propio Jinete se sentía "cansado" por así decirlo, había utilizado todo su Zeón y sentía los pensamientos fluir lentos como la miel en vez de raudos como solían. Cualquiera podría haber objetado que con su inteligencia sus pensamientos lentos aún podían aventajar los de alguien normal pero el hombre apartó ese pensamiento sintiendo la irritación de no sentirse él mismo.

No obstante se las apañó para esbozar una sonrisa en la que por una vez la pipa no hacía acto de presencia y dijo -te estaba buscando bella durmiente. ¿Cómo te encuentras?- evitó hacer referencia a Soplo, con el cuál aún no tenía confianza o a los ojos rojos, algo que podrían hablar con tranquilidad cuando estuviesen solos.

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06/10/2018, 09:07
X Zafiro

Al escuchar sus pasos acercarse no reaccionó de inmediato, como si su atención aún estuviese lejos de aquella habitación, tarareando aquella canción tan íntima con una voz que en su mente era la representación perfecta del afecto incondicional. Por un segundo se había acercado a su madre tantísimo que podría haber sentido su caricia y el corazón le bombeaba con tanta fuerza que mareaba.

La voz de Jinete llegó distante, pero logró traerla al presente, y con éste... una sonrisa.

- Si yo soy la bella durmiente ¿Quien eres tú? - trata de responder con una picardía que no alcanza a ocultar otra clase de sentimiento. - Estoy bien. El recuerdo que recuperé ha sido... Enorme. Y a la vez, más una sensación que algo sólido. - Hace el amago de incorporarse y se gira hacia Soplo cogiendo su mano - Gracias por resistirte a olvidar. Temía ser la única. - Duda - Y lo que me has contado de Gota... - Aquel muchacho tímido al que apenas recordaba excepto por su nariz chata - Aún me cuesta creerlo, pero hablaré con él cuando regresemos - si es que sigue vivo y si es que conseguimos regresar - ese último pensamiento asesta un golpe a su ánimo, pero al instante trata de alejarlo de sí. Se inclina, dejando un beso rápido en su mejilla antes de levantarse definitivamente - Eres grande. - le dedica una última sonrisa de agradecimiento antes de girarse hacia Jinete y que su gesto se dulcifique. Acorta distancias hacia él y alarga las manos, esperando tal vez recibirlo o tomar las del contrario. - Me has encontrado ¿Te quedarás conmigo esta noche?

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06/10/2018, 09:09
X Soplo

El acróbata recibe el gesto de Zafiro con una media-sonrisa irónica, pero cuando ve su último gesto lanza una mirada indescifrable a Jinete y se levanta 

-Les dejo solos...

No es lo que quería, pero hasta él se daba cuenta de que empezaba a sobrar. - Ya hablaremos.

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06/10/2018, 09:10
X Jinete

Yo sería Vigilia - contesta Jinete al quite alargando su sonrisa. Observa y escucha tanto a Zafiro como a Soplo comprendiendo sólo parcialmente sus palabras -¿Quien es Gota?- aunque prefiere esperar pacientemente en vez de hacer preguntas que podrían resultar inoportunas.

Su espera se ve recompensada cuando Zafiro se pone en pie y se acerca, él coge primero sus manos pero aún se las apaña para inclinar la cabeza en dirección a Soplo. Una pequeña parte se pregunta si además de las dagas de Plata debe empezar a preocuparse de vigilar también el aire, pero esa duda se vaporiza cuando mira a Zafiro en los ojos y desliza sus manos sobre las suyas acercándose y acariciando sus brazos hasta rodearla y abrazarla.

Hasta el alba y después...hasta que me asegure de que hemos irritado lo suficiente a cualquiera que nos esté esperandosu tono es claramente jocoso e íntimo ya que baja la voz mientras su rostro se acerca al de Zafiro, sus labios casi pegados a su oreja. Sus labios besan con suavidad el lóbulo antes de alejarse y subir hasta la frente de la joven donde depositan otro suave beso.

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06/10/2018, 09:14
X Zafiro

Se despide cuando Soplo pasa a su lado - Ya te veo. Y descansa. Te lo lo has ganadoTodos, en realidad - Se tiene que reconocer a sí misma. El balance después de aquella visita era positivo al fin después de tantos viajes agridulces. Ninguna pérdida que lamentar y solo un poco de burocracia con la que cumplir. Y además estaba él. El consuelo de aquellos brazos cálidos era asombrosamente reconfortante. Mantenía los ojos cerrados cuando sintió la puerta cerrarse tras la salida de Soplo, mientras se dejaba arrullar por aquella voz suave llena de matices.

Sonaba tan tentador, y sin embargo... - Me falta poco para terminar 

La entrega de la estrella tenía condiciones. Aún podrían reclamarla - lo cual sería como si me arrancaran un brazo - Mañana por la mañana quiero presentarme ante los sabios - La estrella era importante para ella aunque desconociera el por qué o desde dónde venían aquellas sensaciones. Perderla sería como si todo el esfuerzo de aquella parada en el camino no hubiese servido de nada, más allá de algunos logros personales.

Aunque la imagen de los guardias derribando la puerta tiene su encanto - ríe de buen humor y retrocede un paso tirando ligeramente del contrario, atrayéndolo hacia si - necesitamos un respiro nosotros también ¿no crees?. Y después.... - Se encoge de hombros - ¿Descansar? ¿improvisar? - Sonríe dejando asomar un ápice de timidez contenida - ¿Qué te apetece a ti? - Una insinuación no verbalizada, un jugueteo incontenido. Podría no ser una experta, pero había una sensualidad incipiente en su gesto que era innegable, incluso con el quimono algo maltratado por los rigores del camino.

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06/10/2018, 09:15
X Jinete

Niega con la cabeza ante Zafiro aunque sin fuerza -dudo que el emperador se atreviese después de sus palabras. Pero si así fuese se encontraría con ciertas dificultades.

No era sólo fanfarronería, pero no era lo que Jinete quería ahora en realidad. De hecho abandonó rápidamente ese discurso y en vez de eso dijo con una sonrisa lobuna -se me ocurren muchas cosas, pocas tienen la palabra descanso incluidas y si mucha improvisación- aprovechó la cercanía del rostro de Zafiro para robar un suave beso, sólo uno antes de volver a alejarse y decir -pero antes de eso hay otra cosa que me gustaría hacer. No temas, no será largo, es sólo una pequeña afición que busco compartir contigo.

Una de sus manos acaricia la mejilla de la joven mientras él susurra -cierra los ojos.

Espera a que la joven cierre los ojos y entonces aclarando su garganta entona:

Es hielo abrasador, es fuego helado,
es herida que duele y no se siente,
es un soñado bien, un mal presente,
es un breve descanso muy cansado.

Es un descuido que nos da cuidado,
un cobarde con nombre de valiente,
un andar solitario entre la gente,
un amar solamente ser amado.

Es una libertad encarcelada,
que dura hasta el postrero paroxismo,
enfermedad que crece si es curada.
..

No parece que haya terminado, ¿o si? Jinete carraspea y dice con una voz algo preocupada -parece que no he conseguido terminarla. ¿Cómo crees que podría terminar? ¿Será un problema de memoria? ¡Necesito tu ayuda!

Sólo cuando ella abre los ojos puede ver que Jinete no parece preocupado en absoluto, su sonrisa de oreja a oreja así parece indicarlo, lo que no evita un gesto apremiativo por su parte.

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06/10/2018, 09:16
X Zafiro

No estaba segura de cómo interpretar aquello de las dificultades, pero lo que logró que un escalofrío erizara su espalda fueron sus siguientes palabras acompañadas de aquella sonrisa despiadada. ¿Alguna vez le había gustado tanto la idea de no descansar? aquel hombre tenía la capacidad de presentar cualquier pequeña travesura como si fuera una delicia, aún cuando el plato principal prometiesen ser ellos mismos.

Responde al beso casi con torpeza. No lo esperaba tan corto, aunque disimula al momento dejándose llevar por la curiosidad. - ¿Una afición? ¿Y será una de las que podré enorgullecerme, o una de esas que me hagan lamentar mi "Mala suerte"? - Sonríe recordando sus palabras de unos días atrás, aunque por supuesto acaba confiando y cerrando los ojos... y un momento después, la sorpresa.

La joven se queda estática, escuchando esa voz y la melodía única de cada verso sorprendida de que algo tan hermoso pudiese existir. El cierre abrupto la dejó con la urgencia de lo interrumpido. Un relato sin final ¿o se trataba de un acertijo?

El ruego que siguió la llenó de un momentáneo temor ¿Que terminase el poema? ¿pero cómo? Abre los ojos, encontrando su sonrisa de frente mientras sentía que el apremio tiraba de ella - Y-yo jamás había escuchado ese poema ¿Pero cómo? - Frunce un poco el ceño, cayendo en la cuenta de algo y dando un pequeño empujón al contrario que no logra moverlo ni un centímetro - ¡Es imposible! No me creo que lo hayas improvisado. Yo no... - Se muerde el labio. Broma o no, una parte de ella no había dejado de pensar en esa melodía que parecía querer dibujar algo sólido en su mente, solo que a diferencia del contrario ella no conocía gran cosa de historia, ni poesía ni ninguna otra faceta del Arte. La pobre artesanía que era capaz de replicar con sus manos distaba muchas leguas de la magia conmovedora de él ¿Pero qué podía ser?

Cuando se da cuenta, se había llevado un nudillo a los dientes en una pose de concentración mientras hacía memoria y repetía para sí - ¿Un anhelo de algo que hace daño? No, daño no, pero lo buscamos, y puede doler.  - reformula para sí los primeros cuatro versos antes de continuar esforzándose en pensar deprisa - ¿Qué clase de refugio busca? - Sentencia tras rumiar los cuatro siguientes, pero parece que hasta ahí llega su esfuerzo, demasiado agotada como para mantener la concentración, tal vez tras haberse tomado de forma demasiado literal un juego - Lo siento muchísimo. No sé cual es la respuesta. ¿Tal vez felicidad?

Levanta los ojos hacia el contrario ¿Se estaría divirtiendo? No estaba enfadada en absoluto. Más bien tenía la inestable vergüenza de quien no conoce las reglas del juego aún cuando trate de impresionar al maestro. Sonríe y trata de relajarse - ¿Seguro que no recuerdas el final? Es contradictorio, pero muy hermoso. -  Y justo cuando deja de buscar, le llega del golpe una posible respuesta y abre los ojos al comprender lo evidente que era. De nombre valiente aunque también pudiese camuflar el miedo de estar solo, un anhelo y algo que crece cuando se cubre el dolor de su ausencia. Su expresión se enternece - ¿Hablas del amor?

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06/10/2018, 09:16
X Jinete

En ningún momento interrumpe a Zafiro, en vez de eso parece observarla con suma atención viendo como sus pensamientos dan forma a sus expresiones. Se plantea la posibilidad de hacer las cosas más difíciles distrayéndola pero esa tentación se desvanece con rapidez y en vez de eso se encandila con sus ojos, el leve rubor que tiñe sus mejillas y los gestos de su boca, el sonido de su voz y el discurrir de su mente.

No es hasta que Zafiro acierta que termina de recitar:

Este es el niño Amor, éste es tu abismo.
¡Mirad cual amistad tendrá con nada
el que en todo es contrario de sí mismo!

Su último verso termina bajando la voz hasta que se convierte casi en un susurro y muere cuando acerca sus labios a la frente de Zafiro despositando otro beso y susurrando.

Muy bien, estaba seguro que acertarías. Pero la próxima vez no te pondré las cosas tan fáciles... ¿Por donde íbamos?- parece realmente satisfecho cuando dice burlón -cada vez parezco un viejo más senil y ya no recuerdo... ¿que íbamos a hacer? Si me lo recuerdas quizá yo me acuerde de si lo improvisé o no.

A pesar del cuerpo en el que habita su sonrisa ahora mismo es la del joven que ha cometido una trastada y es incapaz de ocultarlo con esa sonrisa que hace que uno se pregunte la verla... "¿que habrá hecho ahora?" aunque muta rápidamente a una distinta en la que se puede ver la bramosía en él, en sus ojos y en como sus manos que abrazaban a Zafiro parecen querer atraer aún mas sus cuerpos.

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06/10/2018, 09:17
X Zafiro

-Fáciles - repite ella con un asomo de escepticismo antes de rendirse a otra leve risa ligera que delata los nervios a los que trataba de no prestar atención. Sentir su cuerpo tan cerca era a la vez una invitación y un desafío contra cuya dulce atracción no pensaba oponerse. - No eres ningún viejo. Eres un pirata - recuerda con una sonrisa traviesa. Saboreaba ese nombre con alevosía - Y como tal, no tienes edad sólo el anhelo del mar en las venas - termina la frase acercándose esta vez ella con un beso corto en la comisura de sus labios antes de alejarse lo justo para contemplar su rostro con ojos brillantes. Una mano asciende para acariciar el contorno de ese rostro que la mantenía atrapada en aquel extraño embrujo. Y tras él, la atroz marca que le cruzaba el rostro junto a otras más pequeñas y casi imperceptibles a la vista - Un pirata con tantas cicatrices como misterios.

El recorrido de de sus dedos se desliza hasta los labios de él. Quería atrapar cada detalle, el brillo travieso de sus ojos, la textura de la ternura que encerraban los besos que aún no había hecho suyos. Pero el apuro en el que la había puesto la lleva a retrasarlo con un nuevo jugueteo. - Me estabas contando qué tal con tus rezos. Pocos piratas conozco que sean tan píos.

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06/10/2018, 09:17
X Jinete

Jinete no parecía alguien dado a controlarse, no pasado cierto límite que parecía estar bordeando peligrosamente. Sus ojos clavados en los de Zafiiro como esquirlas de ónice en las que el deseo iba sobreponiéndose a todo lo demás lentamente. Seguía escuchándola pero podía verse cómo tenía que hacer cierto esfuerzo para mantener su mente racional en el presente y no dejarla vagar mientras el instinto pugnaba por tomar el control.

Los piratas son libres, actúan según les conviene, abordan y saquean, mienten si así lo ven conveniente y rinden pleitesia a la mar y el ron.

Una de sus manos bajó y al mismo tiempo empujó un cuerpo contra el otro mientras hablaba, la otra subió hasta acariciar su nuca, su rostro se acercó mientras hablaba y puede que estuviese contestando, pero su cuerpo parecía seguir otro camino distinto.

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06/10/2018, 09:18
X Zafiro

- ¡Ahh! - Exclama arqueando la espalda cuando las fuertes manos del pirata terminaron de robarle cualquier ruta de huida u escapatoria. La fuerza casi eléctrica de sus ojos oscuros atravesaba los suyos, siempre con el magnetismo de quien parece ser capaz de atravesarte el alma aún sin proponérselo. El deseo que sentía en el cuerpo del contrario despertaba intensamente el suyo propio ¿pero era prudente? En una fracción de segundo sus miedos se alzaron chocando frontalmente entre lo que deseaba y todos los "debería" en los que había llegado a creer en un momento o en otro.

Esa parte de ella hizo que inconscientemente se tensara con un ruego silencioso. Quería suplicar por más tiempo. Era pronto y todo parecía ir demasiado deprisa ¿Era normal estar asustada? Pero en realidad no era la primera vez entre ambos, aunque sí lo fuera sin el juicio nublado, y su cuerpo respondió a las caricias, infinitamente más honesto y libre que lo que sus miedos querrían demostrar por sí solos. Y es finalmente el deseo el que vence y afloja la tensión respondiendo al anhelo del varón con un primer roce de sus labios entreabiertos sobre los del otro una, dos y hasta tres veces antes de fundirse con el deseo del contrario mientras lo rodeaba a su vez con sus propios brazos. Quería descubrir y deleitarse con su fuerza, con sus contornos y formas. Y a su vez quería que él la descubriera. Que usase sus manos para reconocer su piel y le recordase que no era una niña. Que era una mujer. Quería despertar en sus brazos y sentirse viva. Y lo quería todo a la vez - Entonces, me rendirás pleitesía? - Pregunta entre besos en lo que una sonrisa anhelante cruza entre ambos con un aleteo envuelto en nuevas caricias.

- Porque quiero que me descubras más. Quiero sentir más. - Un estremecimiento la hace removerse, pero en lugar de arrebujarse lo que hace es mover un hombro de forma que lo deja al descubierto, vulnerable a sus caricias. Para ella todo era nuevo. Todo era asombroso. Todo era inesperado y a la vez le llegaba con la naturalidad de lo que es como debe ser dejándose llevar por la senda que él le marcase. Y otra vez el miedo trata de lanzar una advertencia, pero a aquellas alturas la débil sensación de peligro solo servía para que aquella transgresión fuese aún más excitante. Para querer ir más allá.

Anhelaba sentirse amada desde mucho antes de entender lo que significaba aquella palabra.

______________________________________

 

En otro momento, en otro lugar... Junto a la costa que lleva hasta Paradise Paradise

 

 

En aquella noche pensaba Zafiro y en las que vinieron después. Era tan fácil dejarse llevar y ceder las riendas. Era tan agradable simplemente confiar en que todo iría bien y dejarse querer. Pero ahora el miedo le atenazaba la garganta. Y no había escogido de acompañante a ningún tonto o inconsciente. Y lo supo. Un retraso. Mal humor e hinchada. Por supuesto que lo supo.

Cuando se guiso dar cuenta estaban solos.

- ¿Por qué tenía que haberse dado cuenta? - Se preguntaba amarga - Lo más probable es que no sea nada. Un retraso. No pasará nada y no tendríamos por qué haber discutido como va a pasar ahora - No era la primera vez que le pasaba, pero sí es la primera vez que aquello podía significar Algo. Y la simple idea la aterraba mucho más de lo que podría llegar a atraerle. ¿Cómo podía ser aquel el momento?

Y el sentimiento de Jinete era muy diferente ante aquel descubrimiento. Por un momento sintió envidia de él ¿Cómo podía estar tan tranquilo? - No lo entiendo, Jinete. - Dice al fin rompiendo el silencio que se había auto-impuesto. Si al menos hubiese podido salir de dudas antes de que la abordara, pero la duda la estaba demoliendo. - ¿Cómo puedes desear tanto que pase, cuando eso significaría que tantas cosas cambiasen?

Está seria cuando se enfrenta a sus ojos - Quiero regresar. A mi hogar. Y desvelar el misterio de quien somos. Sabes lo importante que es para mi.

¿Cómo podría seguir viajando de esta manera si trajese a una criatura al mundo ahora?

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06/10/2018, 09:24
Caodin

Porque si ocurre es que era lo que debía ocurrir.

No impediría el regreso... y el cambio es algo que siempre ocurrirá.

Con la vida que llevamos ningún plan de futuro es estable pero por eso todo es posible.

Ella no parece disgustada por la respuesta de Jinete, cuyas palabras siempre parecen tan inteligentes, pero arruga el gesto.

Que no lo impida no es una certeza. Como mucho, una esperanza.

Si pasa no rechazará a la criatura, pero ni se conocen desde el tiempo suficiente ni quiere propiciar que pase.

Todo lo que él tiene de inteligente ella lo tiene de tozuda, y parece bastante inflexible en que el caballero acepte otras vías para el placer.

Es una certeza para él, se defiende Jinete.

O como mucho es un retraso.

Aparte de eso no le importa tomar las precauciones que sean precisas.

 

Pero ella sigue incómoda, y eso se traduce en su postura corporal, en el tono con el que empieza a escribir una respuesta a los maestros, antes de obligarse a retomar el control tras tachar lo primero que había escrito, en la distancia que toma hacia la borda del barco como si encontrase alguna clase de consuelo con tan solo observar el mar. Aquello del amor tenía más dimensiones ocultas de lo que ella había creído en un primer momento. En casa todo era más sencillo.