Diario de piedra

Bueno, Anne me ha pedido que escriba día a día todo lo que me suceda mientras estemos aquí, fuera del templo. Supongo que será parte del entrenamiento. Aunque es de carácter privado… No sé, sus razones tendrá, que sé yo.

-Día 1

Bien entrada la mañana he recibí la noticia, por fin íbamos a reunirnos de nuevo. Tenía… aún tengo bastantes dudas. He dejado a Plebo sola, con promesas que no se si voy a ser capaz de cumplir pero por otra parte necesito reunirme con mi familia, con Brisa, y también con Zafiro.

Llegamos Anne, Ada y yo los primeros a la posada y el dueño nos llevó a otra parte donde nadie pudiera molestarnos, nos puso unas bebidas que sabían peor que los desayunos de Anne y allí esperamos a los demás.

Fueron entrando hasta que por fin llego Zafiro, nada mas verme se me tiro de lleno, incluso ni me podía mover, estaba muy contento de volverla a ver pero fue tal la impresión que me quede helado y no pude decirla todo lo que querría, ya lo haré más adelante. Llego con el idiota de su maestro y un tío extraño del cual ya hablare más adelante.

Después por fin entro Chispa, me alegre mucho de volver a verle, es curioso como le he echado de menos aunque no tuviéramos mucho contacto en el pueblo, no sé qué habrá estado haciendo estos años pero ha crecido de una manera impresionante, al igual que su nuevo martillo.

Y el ultimo de todos fue Soplo, la verdad que nada mas verle me pareció que estaba mucho mas maduro, pero sigue asustándose por los jabalís así que…

Mas tarde cenamos todos juntos, hablamos un poco de todo, que habíamos hecho, como habíamos estado y ya conocí al tío este. Para resumir: lleva una mascara y es imbécil. Se cree que es el protector de Zafiro cuando es un completo desconocido, y se cree tan especial que quería una habitación para el solo, como si fuera el Emperador. No me fio de él, ni siquiera se va a quitar esa estúpida mascara para dormir.

En fin, ya es tarde por la noche y estoy viendo a Chispa que se esta durmiendo ya, y no quiero aguantar sus ronquidos. Ojalá mañana los maestros nos lleven de vuelta al pueblo.

-Día 2

Zafiro y el otro tío nos despertaron bien entrada la noche, hacia un frio hiriente que te acariciaba hasta los huesos y una tormenta salvaje que retumbaba el alma. Cuando salimos para avisar a los maestros estos habían desaparecido todos a excepción del de Soplo que dormía tan tranquilamente.  Bajamos a buscarlos pero nos encontramos con una entidad retorcida y oscura acechándonos en las sombras, afortunadamente el maestro acudió en nuestra ayuda y se deshizo de aquello y acto seguido se convirtió en hielo.

Recordatorio: intentar no derretir los cadáveres de esas cosas, explotan.

Seguidamente nos dispusimos buscando respuestas y a nuestros maestros adentrándonos en el pueblo. A los pocos paso distinguimos a los lejos a una mujer llamada Brillo que también venia de luchar contra aquellas cosas así que creímos conveniente que nos acompañara.

 Nos acercamos a un humo distante ya que creíamos que podríamos encontrar un refugio temporal para la lluvia y frio que nos azotaba, pero resulto que solo era un establo en llamas, y por si fuera poco se pusieron a sacar a los animales que estaban atrapados allí, como si no tuviéramos cosas mas urgentes que atender; al menos pude calentarme con las llamas.

Seguimos avanzando hacia el sur cuando nos encontramos a un psicópata que derrumbo su propia casa como su fuera una trampa mortal. Nos indicó sobre el ayuntamiento en el centro del pueblo y la cueva sobre el noreste. Pero el muy inútil se marchó corriendo, supongo que cuando los locos ven a alguien que no les tiene miedo salen por patas.

De camino al ayuntamiento nos encontramos con tres de esas cosas, así que tomamos un rodeo. Lo mejor de todo es que el idiota del otro tío activo una trampa que casi mata a Chispa. Pero a parte de aquello vimos como una daga también le impactaba desde detrás, así que salimos corriendo hacia allí, pero la figura escapo por los pelos.

El ayuntamiento estaba lleno de trampas que había preparado una niña de 13 años llamada Verde. Afortunadamente Zafiro pudo razonar con ella y nos conto todo este rollo que estamos sufriendo; se repite el mismo día una y otra vez, y cuando vuelve a empezar no recordamos nada de lo sucedido.

Con la guia de Verde conseguimos llegar a la entrada de la mina, donde afortunadamente a u minero llamado Ancestro que nos acompañaría al interior de esta con la condición de que la niña se quedara. Me parece bien los niños no deberían ser responsables de nada.

Ya en el interior de la mina el primer nivel no fue gran cosa, solo unas trampas que Ancestro consiguió burlar y ya. En el segundo luchamos contra unas salamandras de fuego, aunque no dieron mucho problema, pero llegamos a una bifurcación de tres caminos, la cual te he dibujado y anotado. Marchamos por el pasillo del medio y bueno, Zafiro fue capaz de llegar al otro lado del foso (por los pelos) y conseguimos cruzar a través de un puente oculto.

Bien, a partir de aquí viene algo muy importante, al otro lado hay una habitación, la cual contiene un cofre que debe abrirse con llave. En el interior de este hay varias cosas inútiles, pero lo importante es la vasija, en el interior del liquido de la vasija se haya media piedra, la cual parece tener escrito “TIERRA” en ella, y según el minero, sus ancestros usaron algo parecido para sellar un mal desconocido en esta mina. Tenemos que reunir las dos mitades y… probablemente quizá seamos capaces de salir de Preta-gati¹ y volver a nuestra realidad.

Hemos vuelto otra vez al principio de la noche cuando empezó todo y al menos esta vez conservamos nuestros recuerdos, por eso te estoy siendo tan especifico aquí Stone, por si llegamos a perder los recuerdos. Hay que actuar cuánto antes.

Me gustan los barcos dentro de lo que cabe, si ignoras el griterío de cubierta, que el agua en una semana ya huele rancia y que la humedad te cala hasta las costillas. A parte de todo eso es un sitio tranquilo, un buen sitio para calmarse y reflexionar, y como últimamente no estoy pudiendo meditar en condiciones voy a aprovechar para volver a este estúpido diario y concentrarme, a ver si sirve de algo.
Han ocurrido muchísimas cosas desde la ultima vez que escribí aquí y tampoco tengo la paciencia como para relatarlo todo, no, hoy no. Voy a centrarme en mis sentimientos y mi estado actual.

En momentos como este es cuando realmente echo de menos a mi hermana ya que ella siempre estaba tan segura y decidida para todo, tan madura y responsable, algo que no creo ser capaz de alcanzar. Yo en realidad solo soy un reflejo de mi hermana, intento imitar su entereza como si pudiera hacerla mía pero en el fondo no puedo, después de cada situación peligrosa me pongo a temblar sin que nadie me vea. Intento ser fuerte y mi principal razón para ello es Zafiro. Realmente es la única familia que me queda y la persona a la que mas aprecio, por eso intento ser una especie de referente para ella, algo de lo que pueda sentirse orgullosa, pero no se si mis decisiones son las correctas y en realidad lo estoy empeorando aun más. Ella es fuerte y poderosa, se que podrá seguir adelante aunque yo llegue a desaparecer algún día; cosa que inevitablemente ocurrirá, pero por el momento seguiré aun a su lado.

Hace tres años tras separarnos sentía una soledad burda y sorda, como todos los demás seguramente, y ni los entrenamientos en el templo, ni las lecciones de la maestra o sus tareas me alejaban de ese sentimiento porque en mis entrenamientos aprendí a aceptar el dolor físico, pero en lo que respecta al emocional, en eso tienes que encontrar la paz tu mismo. Y por unos años la encontré, la encontré en ella.

Ella.
La conocí por pura casualidad en un encargo donde me mandaron a comprar panes para repartirlos esa misma tarde entre los niños de la plaza. Ella era amiga de la hija del panadero y cuando me vio cargado con tal cantidad de pan me dijo con una cara entre divertida y soberbia "Seguro que los Onis agradecerán el pan para poder pasarte bien". En ese momento no lo entendí y me hizo gracia, ahora me doy cuenta que lo que tenia era envidia. Los siguientes días me di cuenta que se encontraba a las afueras del templo como si intentara ver lo que acontecía dentro, no se si llevaba mucho tiempo haciendo eso pero ahora si la reconocía. Cuando tenia tiempo salia a ver si quería algo, pero simplemente negaba y seguía allí mirando, excepto cuando tenia que salir a hacer los recados habituales a la aldea en los cuales me seguía desde atrás sin articular palabra, cosa que a mi no me molestaba. Poco a poco fue hablando más y más, preguntas sobre mi, sobre el templo; llegamos al punto de olvidar mis tareas y pulular por las aceras mientras nos inventábamos historias del señor del castillo y su ejercito de babosas voladoras. Era atrayente como una hoguera en la penumbra y sus ojos ardían como si del Ashura-Gati se tratara, y ese mismo fuego creció en mi interior por ella y en ella también por mi. Con ella ya no estaba solo, era algo más, algo que iba mas allá de todo entrenamiento, de todo objetivo que tuviera en la vida (si es que tenia alguno), todo se estrechaba hacia su dirección, una dirección que deseaba recorrer sin ninguna duda.
Y así pasaron tres años, con sus respectivos castigos por llegar tarde a mis lecciones, progrese de forma aceptable en el templo e incluso le di ciertas "clases" a ella también ya que tanto insistía; pero llego el momento de marchar y en cierta forma me aterraba la idea ya que aquí sentía un hogar, todo lo que necesitaba, pero el deseo de ver a los demás era mas fuerte. Y así llegó la despedida y el principio de todos los problemas, con una promesa que no sabia si podía cumplir pero tenia el alivio que cuando volviera, ella al menos seguiría allí.

Y así llegó la reunión y pude volver a estar con los míos después de tanto tiempo otra vez. Pero no eramos exactamente los mismos, ahora estaba el.

El.
Como definirlo en una palabra... el es... idiota.
Si no recuerdo mal, vino acompañado de Zafiro ya que ellos comparten el mismo maestro; se acerco con sus andares altivos, su ropa impoluta, un recogido magistral y esa estúpida mascara que tanto odio. Para resumir creo que no he odiado tanto a una persona con solo verla y ademas tenia que aguantarlo día tras día ya que iba a acompañar al grupo. Todo siguió igual hasta un momento muy concreto, hasta ese "¿Te quedarías conmigo?". No se si el aun lo recuerda, pero algo se rompió dentro de mi, todas mis defensas por los suelos, todo ese odio y aspereza desvanecido en solo segundo por una simple frase, y yo anonadado respondí. "Si".
Después de eso nuestra relación mejoro, no hasta el punto de simpatía ya que seguía habiendo ciertas puyas volando por el aire, pero si de una tolerancia necesaria.

Y llegó lo peor. Ella no me esperó, se fue. Y lo que es peor, prometida con otro. Todo se vino abajo, todo, y si no fuera porque el templo corría un grave peligro y tenia que solucionar esa situación no se que hubiera hecho. No quería comer nada, no quería hablar con nadie, no quería solucionar nada, quería que todo ardiera en llamas y si podía ser yo el primero; quería vomitar, quería llorar, quería desaparecer y lo intente, pero me siguió, no me dejo ir solo cuando todos se querían retirar, de todos, solo se dio cuenta de lo que intentaba el.

Jamas quise esto, no se como me vi envuelta en esa situación, me sentía vacía, nadie me comprendía así que sin ninguna palabra me mostré tal como soy, alguien roto y débil, ambigua; y también se mostró como era, alguien roto, ambiguo, precioso. Y ocurrió.
Después quise olvidar lo que había pasado, como si nunca hubiera ocurrido, pero empezó a crecer esa inquietud dentro de mi ese algo, como cuando de niño te empieza a gustar alguien por primera vez, todo tu interior se revuelve tan precipitadamente, muy bruscamente, y afloro un sentimiento ya conocido, uno que nunca quise que apareciera; pero le quiero y no se que hacer con ello.
¿Pero a donde va a llegar esto? No tiene futuro ninguno, aunque a veces pienso que soy yo quien se está encargando de ello porque lo doy por supuesto y en verdad la he cagado, igual debería hablarlo con el, en realidad no sé lo que siente o como se encuentra, pero es cierto que ya casi ni nos hablamos después de ese día, aunque yo me muera por agarrarle la mano y decirle cualquier tontería solo por poder seguir hablando, sin embargo tengo la sensación de que él no quiere o no le importa tanto como a mí. Quiero arrancarle de la cara esa estúpida máscara de la cara porque me duele que se esconda tras ella, toda su belleza y perfección, y el se sigue escudando ahí dentro porque el muy idiota no sabe lo maravilloso que es, al menos para mí si que lo es. Y en mi peor momento, nadie me ha hecho sentir tan amada.

Nunca pensé que podría enamorarme de esta forma porque, yo ya estoy enamorada de ella y... los quiero a los dos pero siento que debo decidirme ya que a la hora de la verdad, si no lo he hecho seguramente los pierda a ambos y no quiero perder ya a nadie más.
Con ella llevo (o llevaba) tres años juntos y la quiero, he pensado en ella todo este tiempo como mi futuro, como la madre de mis futuros hijos, mi compañera toda la vida. Ahora está todo difuso y desordenado, ahora no sé si la estaba idealizando, si me forzaba en cierta manera a pensar eso, ahora tengo dudas.
 

La chica a la que salvé de lo alto de la torre es mucho mas maja de lo que quiere aparentar, nos ha dado como agradecimiento quinientas monedas de oro en un lugar llamado banco (sitio el cual me pareció muy aburrido y complejo) y ademas la promesa de ponerme en contacto con Lyann para seguir mi búsqueda de Plebo, que es lo que realmente me importa. La chica nos dijo que Plebo pertenecía a su misma organización, pero soy incapaz de relacionarla con mercenario o asesinos; no, es imposible.

Al poco tiempo nos avisaron que habían visto al idiota en dirección a la ciudad de Gabriel, asi que preocupadas nos pusimos en marcha hacia allí junto a Soplo para buscarle.

Con el dinero que recibimos de la asesina le he comprado un par de regalos, en parte porque me siento en deuda con el por regalarme la pulsera que tanto quería y por la otra, pues porque quiero. He comprado lo que parece ser un trozo de tela llamado corbata, me han dicho que es la ultima moda en estos lugares pero en verdad creo que me han estafado y es simplemente un trapo largo; y después he comprado un broche (bueno dos) en forma de espiral donde tiene un compartimento donde se puede guardar algo pequeño o dejar escrito algún mensaje, ya sé lo que le quiero escribir. Espero que le guste porque me he dejado un pastizal, pero últimamente le noto muy distante, como si no le importara nada, ni el grupo, y sobretodo yo.

“Dejaré que te lo pienses”

Y ciertamente lo hice.

Arropado en la oscuridad, paralizado de miedo, apoyado al ritmo de un piano que solo agrandaba aún más la herida.

Porque en ese momento entendí que las palabras de amor sin hechos solo es humo de colores.

Porque no puedo estar persiguiendo una sombra que me evita, que a los pocos minutos desaparece igual de rápido que vuelve a mí.

Que el simple hecho de que haya tocado ese piano me hiciera querer tocar también solo para sentirme cerca suyo.

Ese juramento de amor eterno, que me resultó tan doloroso, tan inocuo.

Y realmente lo pensé.

Y lo rechacé.

Sin duda una de las cosas más dolorosas en este mundo es tener que dejar marchar a las personas a las que quieres.

Sobre todo si ese amor es mutuo. Sobre todo si es la decisión correcta.

Si, eso creo.

Hoy he visto a Lissandra hacer garabatos raros en una libreta a la hora de desayunar, y como estaba aburrida y ademas necesitaba una forma de distraerme por lo que pasó pues el dia de hoy me he dedicado a intentar dibujar las cosas que me hacían gracia:

A mi también me dieron ganas de garabatear mientras los guardias inspeccionaban la posada, aunque cada vez que lo miro me parece que hay palabras por ahí escondidas... será mi imaginación.

Esta es graciosa, un guardia me enseño un cartel de se busca y se creía que era yo pero al final solo fue un malentendido. La verdad es que la chica se parecía bastante a mi. Mientras me revisaban le hice un retrato de se busca al guardia, pero no quiso quedárselo el muy antipático.

Hasta por la noche no teníamos nada que hacer, pues me marché a la plaza de la ciudad a tocar algo con la flauta mientras anochecía. Fue genial todos me vitoreaban y aclamaban mi nombre (quizá tanto no) sin cesar, me dieron un montón de monedas. Aunque después un señor muy raro me llevo a una reunión con unos compañeros suyos para que tocara allí... fue raro... ¡PERO ME DIERON MUCHAS MÁS MONEDAS!

Para cuando acabamos de encontrar la piedra y todo eso nos encontramos a la chica de pelo multicolor por la calle, Lissandra volvió a ofrecerle rebuscar entre sus recuerdos a ver si podía ayudarla a recordar algo, y así estuvieron un buen rato mientras Acero y yo mirábamos. Así que me aburrí otra vez y las dibujé. Aunque no se parece a lo que realmente pasó en verdad... pero igual es más divertido.