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Encuentros (Jinete y Zafiro)

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26/08/2018, 22:49
X Zafiro

 

Castillo de Hanamura

 

Si lo pensaba detenidamente, aquello de ir corriendo para atender a una voz suplicante en mitad de un castillo en el que estaban como invitados y donde claramente estaban tensos y preocupados ante cualquier posible ataque no había sido la idea más brillante del mundo. Pero al sentir ese cosquilleo sutil había pensado en su maestro. Solo a él lo había sentido tan cercano y directo a sus pensamientos, y desobedecerle era algo más allá de toda consideración mientras se sintiera en deuda.

En el castillo eran corteses, pero tenía claro que un segundo momento de carreras o movimiento errático por las habitaciones no era algo que estuviesen dispuestos a permitir. Bastante habían hecho con disculpar aquel primer acercamiento al sabio. Por lo tanto, sólo quedaba sentarse en algún lugar sin gente cerca en el que sintiese que no molestaba y encontrar algo que hacer... Pero nuevamente se encontró con el impedimento de las mangas.

Intentaría seguir escribiendo, pero su diario había quedado en la posada. Ir ella con aquellas ropas llevaría muchísimo tiempo, por lo que al final se había decidido a ir Stone para buscar a Verde. Probablemente solo quería estar un rato más en silencio con sus pensamientos.

Así pues, se había quedado sola con Jinete, el espíritu misterioso. Y amable.

Mira en su dirección, y al descubrir que estaba sonriendo desvía su atención apresurándose a buscar algo adecuado que decir.

- Eres muy hablador.

Aunque Stone no esté en el mejor momento para apreciarlo, lo hará. Gracias por ser amable con él.

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26/08/2018, 23:34
X Jinete

Hablar es la forma más sencilla de conectar esencias- replica Jinete con una sonrisa que se alarga cuando añade -y sin hacerme el misterioso diré que también me gusta hablar.

Se acerca a Zafiro y se sienta desgarbado a su lado, habiendo descubierto el señor del castillo que no conocía los modales y reglas sociales no tenía motivo para seguir fingiendo. El hombre mira a Zafiro de arriba a abajo antes de decidirse a contestar sobre Stone, lo que hace con voz algo más seria -Ah, el ardor de la juventud. No alcanzo aún a comprender todo lo ocurrido, pero si "recuerdo" la sensación del presente, de sentir todo como si no existiese mañana. La he vivido múltiples veces y si puedo lograr que Stone gane cierta perspectiva con ello, tanto mejor.

Parece dudar un poco mas antes de decir -La próxima vez se lo diré en un yamato perfecto, las palabras y formas de hablar irrumpen en mi cabeza como un torrente que amenaza con desbordarse e inundarme de conocimiento. Y cambiando de tema, no es necesario que me agradezcas ser amable, con ninguno de vosotros. No tenéis motivos para ello y lo hago con placer- y mientras hablaba seguía escrutando a Zafiro, cuando Jinete miraba algo a veces parecía que no existiese nada mas para él; una persona, una hoja arrastrada por el viento o las nubes del cielo, tanto daba.

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27/08/2018, 00:03
X Zafiro

Y era una mirada amable, pero no la dejaba indiferente. Se trataba de una agitación a la que no atinaba a dar nombre, pero que con el paso de los días comenzaba a sobrellevar. O más que eso, desviaba su atención hacia cualquier otra cosa lo suficiente como para pretender no darse cuenta... a pesar de seguir actuando como un imán sutil que la invitaba a abandonar la prudencia. ¿O se trataba del humo que siempre lo acompañaba?

- ¿Sabes? eso me recuerda a algo que hablé con Soplo hace poco. Quería agradecerle algo que hizo por mí y él insistía en no aceptar nada a cambio... ¿Prefería que lo diese por hecho? Como tu amabilidad, en este caso - ríe un poco, delatando esos nervios que trataba de ocultar sin demasiado éxito. Pero era para eso que se había disfrazado ¿verdad? Para que la miraran. No estaba segura de si le gustaba. Se sentía... si, demasiado delicada. Como una de esas muñecas de porcelana que vio en los puestos de Graven. Llenas de detalles minúsculos capaces de entretener tu curiosidad durante horas. Hermosas y frágiles. No quería sentirse frágil. – Tendré que encontrar alguna forma de agradecer las cosas que no puedan rechazar. – Termina con humor. – Algo me dice que va a ser un reto.

Al regresar a su preocupación sobre Stone, es inevitable que su expresión retomase seriedad. El aire que escapa por sus labios arrastra cierta pesadumbre – En ese caso, es una suerte que puedas estar ahí para él. – duda ¿Podía confiarle aquello? Cada vez le quedaban menos razones para no hacerlo, y el murmullo de su voz aportaba una cierta confianza si te parabas a escucharlo el tiempo suficiente, por lo que sus palabras siguen fluyendo casi sin darse cuenta - Viéndolo así, no sé muy bien qué decirle. Ninguno de mis libros hablaba de estas cosas, y yo nunca... - Se interrumpe - Nunca me vi en una situación ni remotamente parecida ¿Qué haría yo? - Cuando me dijo que quería madurar no creo que pensase en esto.

Inquietos, sus ojos siguen vagando en torno a sí. No parecen tener muy claro dónde detenerse - Te confieso que cuando llegaste, nos... Bueno, me asustaste un poco, Cavaliere. En parte, creo que aún lo haces. Sigues siendo un misterio - Levanta los ojos esta vez para cruzarse con los del hombre sin vacilación, con una idea cada vez más sólida en la mente. - Más allá del enigma que te ha traído a nosotros, en realidad no sé nada de ti. Y después está el torrente casi inagotable de conocimiento que compartes con nosotros. Aún me asombra.

Sonríe con suavidad - ¿Aceptarás al menos mi agradecimiento en eso? No creo que ellos recuerden por qué te hago tantas preguntas, pero para nosotros es muy valioso. Hay demasiado que aún no sé.

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27/08/2018, 10:00
X Jinete

¿No lo agradeces ya?- el hombre se rasca pensativamente la perilla mientras sigue mirándola. Es una situación un tanto extraña y puede notar su nerviosismo, él mismo está nervioso aunque por otros motivos.

Habéis peleado a muerte, os habéis protegido, os habéis recuperado juntos de heridas causadas por proteger a otros -su mirada viaja a su cicatriz y luego de vuelta a sus ojos -Habéis crecido juntos. ¿Saber que estáis ahí el uno por el otro no es agradecimiento suficiente?

¿Habría tenido muchos compañeros previos Jinete? El caso es que no los recordaba, pero tampoco creía que hubiese sido lo común. Su existencia estaba destinada a fomentar la soledad y el recluirse, por lo menos eso creía.

Con esos pensamientos en la cabeza su mirada se desenfocó un tanto, su sonrisa perdió varios enteros hasta adoptar un matiz melancólico, no duró mucho mas de unos segundos antes de que volviese al presente y se esforzase en volver a sonreír.

El hoy por ti y mañana por mi funciona sólo si no llevas la cuenta, por lo menos con la gente importante para ti. Además...- sus ojos se achinan y las comisuras de los labios suben, la pura imagen de la falsa inocencia que irradia culpabilidad por haber cometido una trastada, aunque sus palabras parecen no seguir la expresión del todo- La amabilidad sólo se agradece a un extraño. Si vamos a pasar tiempo juntos y parece que es así preferiría que no lo hicieses.

A diferencia de Zafiro la situación de Stone parecía preocupar mucho menos a Jinete, claro que tenía motivos para no estar tan preocupado -Existen terapias de choque. Pero tampoco tenemos tiempo o recursos para llevarlas a cabo y... si las circunstancias lo permiten es mejor dejar que rumie su dolor y actuar sólo si su conducta se convierte en un peligro para nosotros o para él mismo. Si quiere hablar con alguien ya será él quien se acerque.

De todos modos ahora no estaba con Stone y a él ya le había hablado el tiempo suficiente como para hacerse a una idea de cuál era su problema. Zafiro por otro lado... coge la punta de una de las mangas de su kimono y dice con mayor seriedad, de hecho aunque su expresión no llega a ser del todo seria, sigue existiendo el brillo de sus ojos, parece que esté hablando en serio -Yo creo que ya eres suficientemente madura, demasiado incluso. No tengas tanta prisa por recorrer ese camino en tu vida, luego nunca volverá y si no lo aprovechas y disfrutas ahora lo echarás de menos. Aunque... pensándolo mejor hace un rato ya lo hiciste y disculpa por retenerte, pero -baja la voz y se acerca al oído de Zafiro - no ocurre a menudo que no sea capaz de ver los hilos de la magia, el fluir del ki o las matrices psíquicas.

Y eso le preocupaba e indignaba a partes iguales, no es que fuese muy común que algo sobrenatural pudiese escapar a su vista y aunque sabía que existían formas de hacerlo consideraba como prioridad lograr romper ese tipo de barreras y ocultamientos. Si de él dependiese nada estaría fuera de su alcance de visión.

Sus últimas palabras no eran inesperadas, en realidad compartía los mismos temores que ella aunque seguramente por motivos distintos. Jinete suspiró y dijo mientras ganaba tiempo para pensar -¿crees que les molestarán si fumo aquí? No importa, después de la llegada de ese hombre si les molesta les puede partir un rayo.

Usó esa excusa para buscar su pipa, meter la hierba y sobretodo romper el contacto visual. Cuando volvió a levantar la mirada era menos clara, como si una neblina ofuscase sus ojos ligeramente reptilianos -sigo la senda del Conocimiento. Pero a pesar de eso, de poder llenar mi mente con los conocimientos del mundo, de poder hablar idiomas nuevos con facilidad... he olvidado lo más importante de todo. No me extraña que os asuste, yo mismo estoy asustado de mi mismo, del desconocimiento y de la incertidumbre. ¿De que me sirve saber sobre lo que me rodea si he perdido el conocimiento más importante?- puede notarse el esfuerzo, como la voz casi se le quiebra varias veces, la mandíbula tensa como si estuviese controlando sus gestos faciales para que no traicionen el miedo que siente.

- Tiradas (1)

Motivo: Frialdad

Tirada: 1d100

Resultado: 37(+40)=77

Notas de juego

¿Creo que tenía 40?

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27/08/2018, 11:21
X Zafiro

"La amabilidad sólo se agradece a un extraño." - Se repite a sí misma esa frase en silencio. La contundencia con la que acababa de desarmar su pretensión era abrumadora. Ahora le tocaba agradecer al maquillaje que debía estar ocultando el leve rubor que le habría subido a las mejillas. Aún así, tenía sus dudas.

- ¿Y cómo puedes saber si tu esfuerzo es... bien recibido si no te agradecen? Quiero decir... - Pero no encuentra cómo explicarlo y tras dudar varias veces, al final se desinfla. - Pero puede que tengas razón. Quizás me preocupo demasiado. ¿Pero sabes qué? esos tres son lo más cercano a una familia que me queda. Y he estado separada de todos y de todo los últimos años, y Plata... en fin. Él al menos estaba allí - Niega ligeramente antes de proseguir - Tan solo es que no quiero volver a estar sola. - Me aterra - Y quiero que estén bien.

¿Pero terapias de choque? No, no estaba pensando en ese tipo de cosas. - O lo que creo que significaría - Pero es como... como si viese una herida sucia y no encontrase agua para limpiarla ¿Comprendes?

Al escuchar su disculpa, ladea la cabeza con curiosidad - Quien tuviera tus ojos... debe ser maravilloso ver tantas cosas. No te preocupes. - Baja la mirada ella también hacia el dobladillo de su manga - En tu situación probablemente yo hubiera hecho lo mismo. Al fin y al cabo, yo tampoco sabía qué encontraría allí. Era un... - duda - hombre sabio, pero no era mi maestro. Y fui imprudente.

Entonces aguarda unos segundos observando esos gestos que oscilaban entre la travesura y la nostalgia, y más allá de eso... una vacilación. No apartó la mirada mientras él preparaba la pipa y daba las primeras caladas, pero la humedad que asciende hasta sus ojos delata que había tocado algo real. Tanto que ni logra camuflarla detrás de esos vapores que traen con sigo la ligereza de los pesos del corazón. Se preguntó cómo continuar - Todos buscamos o queremos algo. De alguna manera, algo nos mueve a seguir adelante. Hay cosas que nos importan. Si has vivido tanto tiempo debe haber algo verdaderamente importante que te ha impulsado a seguir adelante, más allá del accidente de la mina y tu lazo con Verde.

Entonces adelanta las manos cubiertas por las mangas hacia la libre de él. Vacila y se detiene un instante - Permíteme preguntarte algo - Y de una forma parecida a como la noche anterior lo había encantado para que los rigores del frío no siguiesen afectándolo, toma su mano entre las suyas, aunque esta vez sólo las puntas de sus dedos asoman bajo las mangas, alcanzando a rozar la piel del guerrero apesadumbrado. Asomarse a la mirada de ella es como hacerlo a un mar profundamente inmenso en el que la luz solo alcanza a despertar algunos destellos- Imagina por un instante que se cortase ese lazo que te une. Sin dolor, sin pena. Solo la libertad, que es tuya. Imagina que aquí y ahora simplemente pudieses decidir hacer cualquier cosa. Sin ansiedad, sin obligaciones ni cuentas pendientes.

¿Tienes esa sensación? - Hace una pausa sin apartar esa mirada que parece acoger de forma sentida lo que quiera que viniese del contrario. - Y ahora quiero que me digas algo. Prométeme... que en este momento, ninguno de los posibles cuadros que se se te han ocurrido incluían hacernos daño, y te contaré un secreto que hará que te sientas menos solo.

El conocimiento es un vehículo, lo que somos lo delata la emoción, y sobre eso... - sonríe cálida - Sobre eso dicen que el agua sabe algunas cosas.

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29/08/2018, 11:47
X Zafiro

En algún momento te has dado cuenta de un detalle. Hasta ahora, Zafiro siempre ha vestido algunas matrices de protección o supervivencia como si se tratara de una segunda piel. No desaparecían ni estando dormida.

Sin embargo, desde esta mañana... no se cubre con ninguna de ellas. Está vulnerable.

Notas de juego

metadona

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29/08/2018, 11:53
X Jinete

Observando, sintiendo. Todos actuamos y reaccionamos con los demás en base a como nos sentimos, ¿no es así?- pregunta de forma retórica Jinete dando una suave calada a la pipa, va a hacer durar este chute. Si ha notado en algún momento el rubor de Zafiro no lo deja entrever, en vez de eso parece haber recuperado su sonrisa amable y plácida.

Es más, hasta ahora te he visto actuar como una madre para todos, todos dependen de ti. Pero es abnegación podría ser contraproducente tanto para ti como para ellos. ¿En algún momento has actuado así por necesidad o por sentirte obligada a ello? ¿No sientes la presión de esa dependencia? No hace falta que contestes ahora, no hay nada malo siempre y cuando lo que tienes sea lo que deseas.

Eso cambia con su siguiente frase, soledad, el hombre permanece en silencio y se olvida de la pipa que permanece en sus labios colgada. Una de sus manos mesa la perilla de forma pensativa y la sonrisa torcida que produce la pipa también va desapareciendo lentamente. Sigue escuchando a Zafiro pero se toma su tiempo para meditar.

Cuando habla de sus ojos contesta aunque está claro que lo hace sin pensar mucho lo que dice -es tanto una bendición como una maldición. Puedo verlo todo, puedo sentir cosas que rompen las barreras y máscaras de la gente. Cada cosa que aprendes te aleja de los demás -ahí está la soledad- pero la ignorancia es como un picor que no puedes evitar rascar. Y es peligrosa además, cuando actúas con desconocimiento es cuando corres peligro, el hecho de que no tengamos tiempo para prepararnos no lo hace más llevadero o menos irritante.

Seguía mesándose la perilla, su voz estaba distraida su mirada dirigida a Zafiro si, pero desenfocada y mirando a su interior también. Cuando finalmente parece volver a mirarla de verdad dice -Comprendo muy bien la necesidad de querer evitar la soledad. Todos vosotros sois excepcionales, existen pocas llamadas más fuertes para la soledad, pocos os comprenden o quieren hacerlo, muchos ni siquiera pueden. Pocos aceptan vuestra existencia pero eso no quiere decir que seáis distintos, al final buscamos -y se incluye- lo mismo. Sentir que pertenecemos a algún sitio, sentir que podemos llamar hogar a algún lugar. Y los hogares nunca los han conformado las casas o pueblos, sino las personas.

Su sonrisa vuelve aunque bastante melancólica -quizá tengas razón en que tengo un motivo para seguir adelante. Pero si tuviese que apostar diría que ese sería un buen motivo. A lo mejor sólo busco un sitio donde poder pertenecer para dejar de cabalgar.

Sus últimas palabras, su pregunta, parecen no afectarle ni mucho menos tanto como las otras y contesta con bastante sencillez y facilidad -Juro que mis intenciones nunca han sido dañaros, pero que mi concepto de "dañar" podría ser distinto al vuestro. ¿Si hubiese entrado en ti en vez de Verde, te hubieses sentido herida? ¿Consideras las heridas físicas como yo que puedo cambiar de cuerpo? ¿Vejez? ¿Cansancio?

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29/08/2018, 12:37
X Zafiro

Su expresión es meditativa cuando escucha, incluido un leve asentimiento ante su pregunta retórica, pero cuando habla de actuar como una madre... primero da un respingo y un momento después se hecha a reír sin remedio - ¿Como una madre? vaya... viniendo del hombre que hace no mucho hablaba de desear hijos tiene su gracia ¿sabes? - Bromea y niega tratando de recuperar la seriedad, aunque aún hay un cierto brillo divertido en sus ojos - Lo que me desesperaba aveces era que me tratasen como si fuese una niña... inválida, o algo así. Sé que no puedo hacer mucho de lo que hacen ellos pero quería que me viesen como una más. Como alguien útil. ¿Quizás me he pasado? tendré que pensarlo. - ríe entre dientes, bajando los ojos mientras se pasa una mano por el pelo, quedándose unos segundos acariciando uno de  los mechones.

La anciana del pantano aplaudiría. Ella opinaba que ya debería haberme casado, siempre diciendo cosas como que la juventud es etérea y... bueno, puedes imaginar el resto - termina con un leve gesto de la mano, como queriendo cambiar de tema antes de que todo se inclinase hacia un terreno que no estaba segura de poder pisar sin tropezar.

- Una maldición y una bendición - Al seguir hablando de la forma en la que él observaba el mundo su expresión es algo más escéptica. Como si no terminase de comprender del todo sus palabras o hubiese algo que no le encajase para ella. Solo que aún era más como un rumor que como una certeza con la que pudiese hacer frente a sus palabras.

Frente al resto de su discurso permanece en silencio. Apenas vislumbraba la orilla de su melancolía y ya quería seguir descubriendo el contorno de la costa y la profundidad de ese mar. ¿Cómo podía ser que encontrar aquellas respuestas le alejase de él? No, no podía ser. Esa clase de conocimiento nos acerca. Pero entonces ¿De qué hablaba él?

Y al fin, la negativa. Nada en su gesto o lo que se asomaba en su mirada le indicaba vacilación, lo cual la tranquilizó un ápice ¿Pero cómo continuar desde ese punto? Antes de cumplir su promesa, gana tiempo respondiéndole elevando los ojos hacia su derecha, tratando de imaginarse el escenario.

- Por lo que sabemos, ella está bien. Y aunque fue un poquito invasivo eso de entrar sin avisar y no dejar que hablase con su propia voz durante un buen rato estoy bastante segura de que te ha perdonado, así que no sería tan desagradable. - Regresa a él, ladeando el cuello con picardía - ¿Acaso te lo estás planteando? Porque confieso que por ahora encuentro cierto placer en poder escoger dónde voy o las cosas que digo.

Entonces su gesto se ablanda con una de esas sonrisas tranquilizadoras que iluminan la mirada - Gracias por responder.

Y a pesar de todo no pudo evitar que su pecho se agitase ligeramente con indecisión antes de proseguir. Le había hecho una promesa ¿Pero hasta dónde contarle exactamente? Sin darse cuenta se estaba mordiendo el labio mientras algo en su pecho seguía removiéndose.

- Te voy a contar algo de nosotros. De los cuatro que provenimos del mismo lugar. Esto no lo sabe nadie, ni Verde, ni Plata... solo nuestros maestros, y hasta puede... - Su mirada se ensombrece - Que de los cuatro, algunos ni lo recuerden, o hayan decidido olvidarlo. Este mundo tiene sus encantos y es muy fácil dejarse embriagar por alguna de sus bellezas y querer pertenecer a él.

Ahora era su turno de hablar sin pensar demasiado en lo que decía para ganar tiempo. Una rápida mirada a su alrededor junto a dos breves gestos ante sus ojos que alguien como Jinete distinguiría como una de las matrices más básicas: Aquella que permite distinguir matrices a los psíquicos. El destello es breve.

- Tiradas (3)

Motivo: Conjuro- proyección

Tirada: 1d100

Resultado: 70(+120)=190

Motivo: Conjuro- potencial

Tirada: 1d100

Resultado: 26(+120)=146

Motivo: Advertir

Tirada: 1d100

Resultado: 75(+85)=160

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29/08/2018, 13:51
X Zafiro

- Te contaré un cuento. - Empieza finalmente

Hace algo más de tres años... va para tres y medio casi, un grupo experimentado estaba explorando un viejo templo. Lleno de trampas, peligros y... cosas sin nombre. Habían ido hasta allí en busca de un tesoro que decían que aguardaba justo en el último piso, el que quedaba inmediatamente bajo sus pies.

Aquel templo llevaba abandonado... miles de años y ellos habían tardado tres en llegar hasta aquel punto. Nadie ni nada había perturbado la sala en la que se encontraban desde que se clausuró, por lo que sus dones les revelaban.

Y algo les llamó la atención. - hace un gesto de la mano, como si cogiese algo en el aire y lo observara con curiosidad - En un pedestal, un poderoso rubí. De la clase que usan los invocadores para encerrar en ellos a sus criaturas - Jinete recordaría aquella conversación. Los dos conocían a los elementales y criaturas de otros mundos... seres no-humanos que se alimentan de la magia de sus dueños.

- Y entonces - Abre la mano de golpe - El rubí se rompe. Puede que por la curiosidad de la invocadora que les acompañaba, o puede que el tiempo lo hubiese vuelto quebradizo.

Y entre los fragmentos, cuatro niños confundidos y asustados - Otra vez se muerde el labio - Lo que significa que o alguien puso intencionadamente esa gema en su camino, siendo capaz de ocultar su presencia y cubrir la gema del mismo polvo y edad... o esos muchachos llevaban al menos tres mil años encerrados, durmiendo sin dormir, en una cárcel de rubí.

Significa que atrás podría no quedar nada más allá del recuerdo de su mundo, su gente y su pueblo.

Levanta los ojos un poco - Es complicado contar este... cuento de forma lineal.

Te cuento esto porque no eres el único con lagunas y con... más edad de la que aparenta. O la que recuerda.

Suspira profundamente y cierra los ojos - Y tú eres Esencia... y Plata es Oscuridad... y Brillo es... En fin, en su caso no fuimos muy originales con el nombre ¿verdad? - Sonríe sin humor - No creo que nuestro encuentro haya sido casual, Jinete.

¿Nos guardarás el secreto? - Termina intentando esbozar una media-sonrisa duditativa.

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31/08/2018, 21:46
X Jinete

¿Si?- replica Jinete con una sonrisa amplia -a mi me hace gracia que alguien de tu edad se porte así. Pero si quieres podría contarte unos cuántos secretos sobre la maternidad, seguro que te gustarían- el guiño de ojo que sigue a sus palabras y la mirada descarada que te lanza hacen que cobres consciencia de tu cuerpo.

Su mirada dura poco, cuando desaparece ha vuelto a ser el hombre "inocente" que fuma de su pipa y añade como si nada -No creo que sea necesario que cambies. Siempre y cuando actúes de forma que te sientas bien tu primero y después el resto estará bien, eso incluye como pasar tu juventud. Los ancianos después de todo lanzamos muchos consejos al aire esperando esparcir una sabiduría que rara vez es acogida, nuestra propia experiencia es la que nos separa de vuestra experiencia.

Después de terminar con otro de sus consejos de abuelo Jinete parece abstraerse un tanto, calada tras calada te observa y escucha. Con un gesto de la cabeza descarta la idea de entrar en tu interior, aunque añade -No debes preocuparte. No haría algo así salvo que fuese totalmente necesario, tales extremos no son fáciles de alcanzar. 

Finalmente un secreto, algo que ilumina los ojos de Jinete de forma que pocas cosas logran, información nueva, un nuevo conocimiento. Dedica una breve mirada a la matriz, pero es breve ya que sus ojos vuelven a clavarse indagadores en los de Zafiro mientras ésta habla.

Su rostro se vuelve pétreo e inexpresivo a medida que lo escucha, la sonrisa desaparecida e incluso la pipa olvidada.

No temas, no acostumbro a compartir lo que conozco sin un "poderoso" motivo que lo justifique. Pero... éste cuento... creo que quizá podría ayudar a desvelar una parte mayor cuando recupere mi Zeón. Si... creo que se podría...- parece hablar para él mismo casi más que para la joven, pero si el tono de su voz está dudando sus ojos siguen clavados en Zafiro sin despegarse. El aspecto duro y serio que tiene el hombre se desvanece de golpe cuando baja los hombros y vuelve a sonreír -sería interesante estudiar vuestra Esencia, en ella podrían encontrarse algunos de los secretos que buscáis, pero para eso necesitaré meditar y recuperar mis energías, éstos días he abusado de mi poder y éste no es el que era, mucho he perdido.

Si, ha vuelto a sonreír y a ser el apacible hombre de mediana edad que fuma, pero se puede notar también el deseo abrumador de llevar a cabo esos experimentos, es el brillo de deseo que se refleja en sus pupilas lo que lo delata.

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31/08/2018, 22:58
X Zafiro

Escucharlo no hacía sino poner en duda sus ideas de lo que significaba o no hacerse adulto. Le hablaba como si fuese una muchacha que no debería tener responsabilidades, cuando las gentes de Nanwe la trataban como si ya estuviese perdiendo años que tendría que invertir en traer al mundo a sus primeros hijos. Y mucho antes de eso, en el pueblo... Aquel breve contacto visual había sido suficiente como para que perdiera el hilo tanto de sus propios pensamientos como de las palabras de aquel hombre que nuevamente se relajaba en una pose que denotaba inocencia.

Un intento de latido más doloroso que los demás la trajo de regreso.

- ¿En qué estás pensando, Zafiro? - Y de golpe, un muro "Nuestra experiencia nos separa de la vuestra". Llegó tan rápido que no supo qué hacer con toda la energía que parecía querer descender desde la nuca hacia abajo con un escalofrío involuntario.

O puede que solo fuese una ráfaga de aire frío que le había acariciado la nuca descubierta - Qué raro se me hace sentir el frío. Si.... seguro que es eso. La ausencia de mis hilos.

- En ese caso... te dejo meditar. - No es que esté huyendo, no... qué va. El "Temes lo que deseas" no significa nada para mi. He dicho que no - A... además, creo que de... debería hablar con el señor que me dio este anillo - Escapando de la caricia peligrosa de aquella mirada con la primera escusa que se le ocurre. - Yo... em... ¿seguimos hablando mañana?

Casi ni espera por una respuesta antes de comenzar a moverse para salir de la estancia, obligándose a no correr ni mirar atrás a pesar de que su imaginación dibujase frente a sí cuadros imposibles y estremecedores con una insistencia peligrosa.

- Tiradas (1)

Motivo: Tirada de Frialdad y tal

Tirada: 1d100

Dificultad: 80+

Resultado: 23(+50)=73 (Fracaso)

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02/09/2018, 10:14
X Zafiro

El tiempo pasa y hay una parada en el camino que lo cambia todo.

Un susurro más tarde... Página tachada del diario:

Ahora que los vapores del efecto del humo comienzan a disiparse siento algo de vergüenza, pero en el fondo no me arrepiento de lo que ha pasado.

No sé cual fue el detonador. Puede que sencillamente decidiese que no puedo esperar eternamente por la amabilidad en alguien que aún no ha tenido ni un solo gesto cariñoso conmigo. Ni puedo esperar a encontrar una puerta que podría no existir. Más cuando es evidente que no soy su tipo.

Jinete tenía razón, aunque tiene su gracia que ganara confianza cuando trataba de darme ánimos para luchar por Plata

Cuando puse una mano sobre su brazo trató de advertirme. Podría ser alguien diferente cuando recupere sus recuerdos. Yo también. Así que no me importa. Me importa quienes somos ahora. Me advirtió de que podría hacerme daño y yo respondí que sólo le estaba pidiendo una caricia ¿Me vas a negar ese consuelo?Negó. No tenía más argumentos. Probablemente tampoco quería buscarlos.

Y al primer roce se sucedieron otros, y a medida que seguía sumergida en sus atenciones yo también aprendía a corresponderle. Es un maestro asombroso. Y hablamos entre sonrisas cómplices de todas las cosas que quería conocer y él respondía gustoso. Su forma de ver el mundo es tan diferente a las gentes de Nanwe... Se parece algo más a cómo se vivía en el pueblo. Casi me había olvidado.

Ya había conocido el placer de sus manos, pero... ¿quería conocer más? Y me descubrí a mí misma asintiendo en el margen entre el temor y la expectación.

Sólo entonces me tomó. Y fue tan paciente y tan delicado que no sentí dolor alguno. Sólo un calor que amenazaba con abrasarme y el sabor en los labios de su placer.

A la mañana siguiente despertamos el uno en los brazos del otro y nada más verle dije algo que me salió del alma. Él era como el poema. Sonrisa de niño, mirada de anciano y manos de pirata. Pocas veces he logrado sorprenderle. Al instante supe que nos demoraríamos más de lo previsto en bajar. Y por primera vez me amó de verdad.

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11/09/2018, 19:10
X Zafiro

 

En el camino

 

El suave golpeteo de las pezuñas sobre el camino seguía siendo molesto. Si el primer día estuvo segura de que no lo soportaría, el segundo fue francamente infernal. Afortunadamente la cercanía del hombre a su espalda la ayudaba a sobrellevar la peor parte, aunque no sabía si era por el olor del humo que impregnaba toda su ropa y su piel o por el escalofrío que aún sentía cada vez que rozaba sus manos. Lo demás quedaba de la mano de su autocontrol para contener cualquier gesto de dolor. No se acostumbraba a cabalgar, y la experiencia de unas noches atrás había dejado más rastros de los que imaginó en el momento.

La yegua que los transportaba también parecía empezar a acuciar el sobreesfuerzo que conllevaba transportar no a uno, sino a dos jinetes sobre su lomo. El agotado estoicismo que demostraba paso a paso dejaba entrever que no se trataba de la primera vez.

El paso marcado los había dejado en la retaguardia del grupo y eso facilitaba un ápice de la intimidad de la que no habían vuelto a disfrutar desde la noche en la posta.

De reojo, Zafiro mira hacia atrás siguiendo el gesto de la pipa hasta aquellos labios cálidos con sabor a ceniza. Bastaba con verlo para sentir otra vez esa sensación de inquietud, anhelo e impaciencia. Qué poco hacía falta para olvidarse de sí misma. Y él debió notarlo cuando sus miradas se cruzaron... pero fue sólo un instante, ya que al momento ella devuelve la atención al camino. - Calma, corazón... - ruega en silencio sin demasiadas esperanzas de que fuera atendida tal súplica.

- En realidad se está cómoda aquí, con él a mi espalda. - Se tuvo que admitir a sí misma mientras una caricia furtiva de las que guardaba para los momentos de soledad se colaba entre las rendijas de ropa hasta esa piel castigada que reposaba en su cintura para mantener el equilibrio. Aunque era posible que no lo necesitara, en realidad. Le había dicho que no quería que le diera las gracias, por lo que en lugar de verbalizarlo sus dedos parecían querer transmitir aquel mismo sentimiento.

Habían muchísimas cosas que quería preguntarle, pero no le costó encontrar la primera.

- Co... ¿Cómo te sientes? - Pirata... - Susurró una vocecilla en su mente terminando la frase ¿O lo había dicho en voz alta?

Notas de juego

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15/09/2018, 17:24
X Jinete

El hombre se toma su tiempo en contestar, sus ojos escrutan los alrededores mientras aspira con calma de la pipa y expira el humo con suavidad.

Una sonrisa torcida por la pipa se dibuja cuando una de sus manos responde a la caricia pero aún permanece en silencio, aunque él también está cansado el saber acompañar el movimiento de la yegua hace que su estado sea bastante mejor; sólo las bolsas en los ojos indican que no está totalmente descansado.

La mano que acaricia a Zafiro acaba por rodearla en un suave abrazo y finalmente musita con -mejor que tu. Seguro. Los días transcurren y me siento vivo.

Como otras veces cuando conversa con ella parece decidir que sea ella quien tome la iniciativa, en marcado contraste con como se comporta con los demás donde él suele ser el inquisitivo. No obstante no parece hacerlo por no querer conversar, en vez de eso cuando Zafiro piensa y habla él observa y escucha.

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15/09/2018, 18:16
X Zafiro

Algo aletea en la comisura de sus labios cuando siente ese abrazo como respuesta, y a pesar de la brevísima resistencia, su postura no tarda en ablandarse a la vez que cierra los ojos con una sonrisa que al fin se abre paso. No le sale ser fría. Sencillamente no podía.

Jinete tenía una forma muy característica de ser. Como si a la vez viese en todo mucho más de lo que cualquiera podría percibir y eso lo mantuviese distante. Una paradoja que lo envolvía en un aura enigmática que obraba el mismo milagro que un imán. En el fondo, Jinete no necesitaba ser inquisitivo con ella. En cuanto el hielo se ablanda es adaptable y transparente. Incauta por inexperta y como la mayoría de las mujeres fascinantes que hubiese podido conocer... enamorándose se convertía en una completa idiota. ¿Pero lo estaba? ¿Quería enamorarse de aquel hombre? ¿Era tarde como para preguntárselo acaso?

El aluvión de preguntas la trajo de vuelta al presente. Una sombra de temor que trató de ahuyentar refugiándose en ese abrazo cálido en lo que el coletazo de un pensamiento se aleja - Curioso que los dos hombres adultos que he conocido y con los que he compartido algo más que unos minutos sean fumadores. El maestro y ahora él.

- Sentirse vivo está bien... - ¿Lo había dicho en voz alta? Si, lo había hecho. Se estaba comportando como una idiota, pero lejos de distanciarse lo que logra es que se le escapa una corta risilla apenas contenida - Me encanta que seas cariñoso conmigo.

Cuando sigue hablando lo hace más como si pensara en voz alta que como si tratase de transmitir una idea concreta. - Yo estoy bien. Bueno, aún me duele y todo fue como... - Suspira al verse incapaz de acabar la frase - Creo que nunca había estado tan colocada como la otra noche.

No es que me arrepienta - Se apresura a añadir, algo temerosa - Pero si me quedo con una pregunta, quiero saber...

Vacila. Si hacía caso de los consejos de la anciana del pantano, lo que había pasado la otra noche los enlazaba o la convertía a ella en inlazable si era rechazada. Si hacía caso de recuerdos más antiguos no tenía por qué significar nada más allá de un juego. Algo natural entre dos personas con cierto cariño. Si hacía caso de la actitud de otras personas que había conocido podía significar algo, pero no tenía por qué ser tan dramático. No sabía con qué quedarse exactamente. Demasiadas ideas contradictorias en el espacio de lo que acababa de pasar entre ambos. No sabía con cual quedarse y eso la llenaba de inseguridad.

Podría haber preguntado si la despreciaba. La anciana decía que algunos hombres sólo tentaban para comprobar si te entregabas o no antes de casarte, y que de hacerlo te despreciaban, porque habías demostrado que no te tenías respeto. Pero su gesto cálido desechaba aquella idea. No parecía que ese fuese su caso.

- qué piensas de mi? - Duda. Su inseguridad se refleja en cada gesto. - No solo lo digo por... Te he contado gran parte de lo que sé de nosotros. Y eres inteligente. Yo tengo muchas ideas sobre lo que pudo pasar en nuestro pueblo y sobre quienes somos, pero la mayoría no son más que tonterías dignas de cuentos de hadas.

Se muerde un poco el labio. - Si no sé quien soy, no sé qué puedo ofrecer, jinete. - Busca sus ojos - Te es familiar esta sensación ¿verdad?

Guarda silencio con más gravedad de la que pretendía. La última vez que se acercaron al horizonte de aquel temor, los ojos de jinete se llenaron de lágrimas que no llegaron a derramarse. Probablemente aquel era de los escasos abismos a los que ella tenía más experiencia del contrario de asomarse, puesto que llevaba tres años haciéndose las mismas preguntas. Su temple no vacila.

- ¿Qué es lo que... - lo que esperas de mí? - pero se interrumpe, aunque la pregunta sea claramente visible en sus gestos- O mejor ¿Qué quieres que seamos? - ¿Qué somos ahora? - Y la seguridad de hace un momento se derrama, dejando solo la imagen de una muchacha asustada y llena de contradicciones.

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15/09/2018, 19:44
X Jinete

Jinete tuerce un tanto el gesto ante la mención de como se había colocado. Le preocupaba lo que podía pasarles a los demás por estar tanto tiempo con él, sabía como funcionaba la adicción y no quería que se viesen afectados, tendría que intentar limitarlo.

Lo difícil sería no ser cariñoso, ¿no crees?- no había burla en sus palabras, en realidad era lo natural y cualquier comportamiento distinto solía implicar que existía algún tipo de problema, Jinete no sentía que existiese por lo menos en el presente.

No obstante el hilo de pensamientos del hombre se rompe al escuchar sus siguientes palabras; siente como algo se retuerce en su interior, en su estómago y entrañas de forma desagradable. Una respuesta pugna por surgir y su respiración acompasada al fumar se rompe.

El brazo que abraza a Zafiro que estaba apoyado en su vientre la aprieta un poco atrayéndola, es la única respuesta que es capaz de dar mientras intenta dar un orden a sus propios sentimientos y expulsar el miedo.

Dame un momento - dice con la voz algo tensa. Una vez hecho eso decide concentrarse en el cuerpo de la propia muchacha, el pulgar apoyado en su abdomen dibuja círculos y Jinete cierra los ojos, la pipa olvidada en la comisura de los labios.

Me da miedo - dice al final, de repente y con la voz más tranquila aunque su pulgar sigue acariciándola - como dices, ¿que podemos esperar el uno del otro cuando no sabemos que o quienes somos de verdad? Pero... ¿importa eso?

Finalmente se quita la pipa y la mano que se apoyaba en su abdomen sube hasta su rostro, acariciándolo y haciendo que se miren a los ojos mientras sigue hablando -es posible que nuestros sentimientos cambien cuando recordemos algo, que nosotros mismos cambiemos. Pero también es cierto que no sirve de nada adelantar acontecimientos, cuando algo incierto puede salir tanto bien como mal lo mejor es tener fe en que saldrá bien y esforzarse porque ocurra así.

Después sonríe, le cuesta un poco pero si que parece sincera y dulce -además las cosas no funcionan así. ¿Qué quiero de ti? ¿Qué quiero que seamos? Te confundes, la pregunta debería ser ¿Que queremos los dos? ¿Que deseamos? No puedes dejar que nadie tome una decisión así por ti.

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15/09/2018, 20:29
X Zafiro

Ver la turbación del adulto no la ayudó a sentirse mejor, y la sonrisa que se esforzaba en esbozar después de ese largo momento de silencio no ahuyentó los fantasmas lo suficientemente lejos.

Pero por mucho que la conmoviera, y por muy inteligente que pudiese ser el hechicero, había una cosa en la que alguien como ella siempre destacaría: Tozudez.

- Que tengamos fé en que puede salir bien. ¿Es eso lo que deseas? - Un nuevo silencio en lo que escrutaba los ojos oscuros del contrario. Unos ojos prestados que en realidad no le pertenecían. Recordarlo la ayudó a distanciarse de la súplica que casi podía leer entre líneas para que no continuara, aunque trata de suavizar el gesto con un tono más cercano a la broma.

- No he dicho que pretenda cumplir tus expectativas. Tan solo me gustaría saber cuales son estas. Y sigues sin decirme qué piensas de mí.

¿Te da vergüenza? - Ladea un poco la cabeza, casi acariciando con ésta la mano cercana con un gesto coqueto que termina con un corto beso en la palma desprotegida. - Si es así, puedo responder yo primero.

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15/09/2018, 21:31
X Zafiro

Seguía manteniendo una mano sobre la silla de montar para acompañar los movimientos de la yegua, pero en realidad su atención se posaba en los gestos del verdadero Jinete. Su silencio era tan elocuente que dolía. El calor que sentía aún en el vientre quería consolarlo. Seguía queriendo saber qué era lo que había visto en ella. Si nadie hasta ahora la había considerado digna de tales atenciones ¿Qué lo hacía a él diferente? Cuando él había aparecido una parte de ella se debatía en la pregunta de si llegaría a gustarle a alguien. Y ahora, sin embargo...

Sumida en sus pensamientos no fue muy consciente del tiempo que pasaba hasta que retoma la palabra. - Lo siento.

Desde lejos, y por la forma en la que él la rodeaba cualquiera podría pensar que él al estaba protegiendo y acunando entre sus brazos. Algo para lo que en otra época ella se hubiese revelado al instante. Lo que otros tal vez no notarían era la forma en la que el pecho del varón había vacilado, la caricia cálida sobre su vientre como apoyo cuando sus emociones zozobraban y su miedo apenas contenido. Podía estar errada, pero de alguna manera algunas piezas encajaban. Zafiro se sintió a la vez agradecida por la confianza y respeto que depositaba en ella, como si la considerase más sabia de lo que ella misma se sentía, y por otro conmovida.

No podía girarse en su asiento, pero con su brazo libre asciende con una caricia que pasa por su cuello, abrazándolo con un gesto que termina acariciando con su frente y pómulo tal vez la línea de su mentón... o tal vez un poco más arriba si él acompañaba el gesto y se inclinaba un poco. Permanece ahí un largo momento antes de seguir hablando.

- Voy a hacerte una petición y un regalo. ¿De acuerdo? El primero mitigará uno de mis temores, y el otro... si todo va bien mitigará algo los tuyos.

Su voz es suave como un arrullo y firme como lo era la confianza que sentía que él estaba poniendo en ella. - Te confieso que yo también lo he pensado. Tener hijos. Pero si eso pasa, sea contigo o sea... con quien los caprichos del destino me lleven, quiero que sea en casa. En mi hogar. En mi mundo.  - Hace una pausa, dejando en el vacío la inquietud que no alcanza a verbalizar. No se acuerda en detalle de lo que ocurrió la noche en la posta. El humo dejó tras de si más emociones que certezas, y aunque confiaba en que él habría mantenido un mejor dominio de sí mismo, ella era muy consciente de lo poco que le habría importado en aquel momento. Tanto como le importó que dos personas irrumpiesen en la sala aunque ahora ese recuerdo la matase de vergüenza.

- El regalo será una de las preguntas a la diosa. El tiempo se acaba, y nadie ha propuesto ninguna pregunta para formular a Seline. Es nuestro premio a cambio de hacer enfadar a un señor de las pesadillas, así que... dejar que se extinga con la luna que está por venir no es algo que esté en mis planes.

Mi primera pregunta será sobre el lugar del que provenimos. Y la segunda será para ti. Piensa qué quieres que le pregunte, pero puede ser algo como "¿Qué sabes del alma a la que llamamos Jinete?".

Sonríe un poco - Y antes de que quieras intentar rechazarlo tres veces, te adelanto que no te va a servir de nada. Voy a hacerlo.

Podrás responder a mis otras preguntas cuando tengamos respuesta de la diosa.

Notas de juego

Aunque esto podría haber  ganado contándose más despacio, acelero para poder cerrar antes de la partida.

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19/09/2018, 21:59
X Jinete

Jinete parece necesitar un tiempo para calmarse, su rostro algo rígido como si lo estuviese conteniendo a base de pura fuerza de voluntad para que no se resquebraje. Su respiración engañosamente calmada pero su corazón latiendo desbocado.

Yo quiero...- dice al fin -...conocerte. Quiero pasar tiempo contigo, deseo amarte y ver donde nos lleva el camino que recorramos juntos. ¿Mis expectativas?- hablar parece calmarle casi siempre, ésta vez no es muy diferente cuando sonríe con cierta melancolía -mis expectativas no incluyen nada específico más que lo que acabo de decir, ¿hijos? Si surgen bienvenidos sean, si no lo hacen disfrutaremos de esa ventaja, preferiría que fuésemos como una hoja arrastrada por el viento de nuestros sentimientos, que lo que tenga que ser... sea.

Sigue habiendo cierta tristeza en su sonrisa aunque esta parece desaparecer cuando mordisquea la pipa y esta vez sonríe con mayor alegría, incluso sus ojos lo hacen -sobre lo que pienso de ti... eres una mujer increíble en muchos aspectos. Eres poderosa pero sensible, madura y responsable aunque inocente, voluntariosa y sacrificada. Hay una profundidad en ti, vulnerable y temerosa pero que al mismo tiempo desea ser explorada.

Y yo deseo conocerte, descubrir a la verdadera Zafiro. Hay cosas que admiro en ti y que me gustaría mejorar...- se deja acariciar y baja la cabeza antes de que su sonrisa se vuelva algo mas socarrona -... y si tienes mala suerte se te pegará algo de mi.

Hubiese seguido así, notaba la seriedad de Zafiro pero no quería que siguiese preocupada, prefería aligerar la situación y hacer que sonriese. No obstante la mención al deseo capturó su atención poderosamente. La bramosía que destilaba su mirada cuando Zafiro mencionó la pregunta no tenía ningún tipo de máscara ni ocultación, de hecho tampoco hizo amago de negarse. Existían cosas por encima de su voluntad de negarse, conocer quien era y recuperar una parte de él mismo era una de esas.

Sus siguientes palabras eran tirantes por la tensión que el propio Jinete sentía ante la posibilidad de descubrir algo -Me temo que ya he contestado tus preguntas, pero no tengo intención de decirte que no a ese don. Sólo puedo decir... gracias.