Partida Rol por web

 Xerine ni siquiera le dirigió una última mirada de disculpa, de burla, de compasión o satisfacción. Se limitó a degollarle, cuidando de apartarse rápido para evitar que la sangre manchara su vestido. Fría, totalmente fría. Observando como Aaron subía a hablar con el hombre, decidió bajar y asegurarse de que el otro estaba muerto. Nunca dejaba algo a la interpretación, y prefería asegurarse. Efectivamente, aún respiraba. Acabó con su vida sin pestañear, y luego pensó en esconder los cuerpos. Pero no había tiempo. El Zeppelin caía. Subió rápidamente al piso superior, intentando engancharse a la conversación de los otros dos, sin decir nada

Fría. Distante. Mortal

 Cuando estáis en medio de la pasarela, la puerta metálica del fondo se abre dando un portazo. A pesar del intenso viento, se escucha claramente la voz femenina de una muchacha de pelo rojo que os reprende desde la puerta.

-Alto ahí bribones, no vais a pasar por aquí. Yo misma me encargaré de eso.

Detrás de ella cuatro soldados con ballestas observan la situación. Sin duda es un pelotón de seguridad dejado allí por el capitan para evitar posibles incidencias como la que ha ocurrido. Tras sus palabras la chica empieza a adentrarse en la pasarela, bloqueando el paso, espada en mano. Sus compañeros apuntan con las ballestas a D, que es el único que realmente ha comenzado a cruzar la pasarela.

 La pasarela tendrá unos 5 m de largo y es lo suficientemente ancha para que quepa una persona y no más. Ahora mismo está bloqueada por Alba, que está parada delante, (aunque no muy cerca de D), esperando que sus compañeros os conviertan en un alfiletero, o en un carcaj donde guardar sus saetas. No hay espacio para pasarla corriendo. Además de esto el viento fuera es terríblemente fuerte, algo que impide hasta pasar andando normal. Pasar por la pasarela es casi imposible sin agarrarse a ambos lados, pues hay que tener en cuenta que el dirigible esta cayendo.

 Marcus pulsa el gatillo de su ballesta, haciendo que el virote salga disparado hacia D. Pero lo que no habían previsto es que el intenso viento que existe fuera del compartimento iba a desviar tanto la saeta. D no necesita moverse demasiado para esquivar el ya desviado virote.

Tras esto, y refunfuñando recarga su ballesta.

 -No sabía que a una dama tan bella le complaciese estar matando.

Quint vió como apuntaban al que se había autoprocalmado líder del grupo, y en cuanto el primer virote salió contra ellos se cubrió en el lateral de la puerta para evitar ser alcanzado.

Muy bien, MR.D, si no te quitas de en medio no podré acercarme, y no soy lo mejor en largas distancias...

Dagas en mano, esperó su oportunidad.

 El segundo disparo que sale de la habitación está un poco mejor dirigido. Intentando compensar el brutal desvío que sufre el virote a causa del viento, Koldram dispara su arma, que, tras un breve lapso de tiempo volando hiere a D superficialmente, a pesar de su dura defensa.

 Intentando evitar que nadie pase por la pasarela, Alba adopta una posición con su espada larga que, a pesar de negar cualquier posibilidad de ataque que pudiera tener, no parece posible atravesar de ninguna manera. Da bastante impresión ver como en medio de la pasarela se alza la figura de la mujer, cubriendo todos sus huecos, con gesto inequívoco de superioridad.

Levanto mi espada saludándola.

-Tomare eso como una respuesta.

Me lanzo con un golpe de tajo para desarmarla.

Faliar levanta su escudo y lo coloca ante él, tratando de cubrir los huecos en su defensa usando el escudo y las paredes de la pasarela. Levantando el hacha en una posición de contraataque, avanza lentamente tras D.

Aaron, intentando tranquilizar al hombre que supuso alterado dadas las circunstancias en la que se encontraba continuó hablando:

-Mire, ahora está a salvo, no se preocupe, cuéntenos como tenemos que enderezar el zepelín, si no, nos estrellaremos y moriremos, por favor ayúdenos.

Aaron esperó a ver si el hombre respondía, quizás, después de esas palabras, estuviese mas tranquiloy hablase.

Xerine repasaba la habitación más a fondo con la mirada, aunque sin perder detalle de la conversación. Parece algo inquieta, impaciente...

Mientras, el Zeppelin sigue descendiendo...