Partida Rol por web

Faliar se sentó en una mesa con los demás, y le pidió una cerveza a Miriam. Le apetecía tomarse algo antes de embarcar

- Bueno, parece que ha llegado el momento de marcharse

Aaron acompañó a Faliar en la mesa y pidió algo para comer. No quería embarcar con el estómago vacío.

Ante el comentario de su amigo asintió levemente, pero no dijo nada más.

Xerine miró al herrero, devolviéndole la sonrisa

Oh, sí. El viejo continente es un lugar lleno de oportunidades, y más si eres diestro en tu oficio. Chaville, en sí misma, es algo elitista, pero si eres tan bueno como cuentan en la aldea no tendrás problemas en conseguir trabajo

Luego fue entrando el resto y Xerine les dio la buena nueva, uno por uno. Se lo tomaron bastante mejor que ella, detalle que ayudó a aplacar sus ánimos. Quizás no tenían tantas ganas de salir de la isla, o puede que, simplemente, siempre hubieran tenido fe en Seline. Animada, se sentó a desayunar con ellos. Ni siquiera acusó el cansancio acumulado tras la larga noche que había pasado, y tampoco se le notaba en el rostro. Dicen que una nueva esperanza puede recuperar hasta al espíritu más hundido, y en Xerine esto era más que notable

Estaba en la playa cuando lo vi Dijo, en tono animado, aunque algo más calmada que antes A lo lejos, un barco recortándose contra el horizonte. ¡Y venía a la isla!

Sonrió, dando por concluida la conversación. Y los demás eran perfectamente conscientes de que no conseguirían nada preguntando qué hacía a esas horas en la playa, así que era dudoso que ninguno preguntara al respecto. Xerine siempre daba la información con cuentagotas, pero a esas alturas ya era algo a lo que la mayoría se habían acostumbrado

Pienso ir a recibirles antes de que lleguen Dijo, tras un sorbo de su taza Y no debe de faltarles mucho. Quizás deberíamos ir bien acompañados, por si se diera el caso de que son piratas. Aunque desde la distancia no lo parecían. Pero ya sabéis, toda precaución es poca...

Parecía bastante parlanchina esa mañana

Faliar da un trago a su cerveza. Le sorprende y le alegra encontrar a Xerine tan animada; debe ser la emoción del momento

- Te acompañaré. Yo también quiero echar un vistazo; esperemos que Seline haya sido fiel a su palabra

-Yo también iré. Se merecen una buena acogida, sean quién sean.

Catherine también estaba realmente animada, se le notaba en el cuerpo que quería salir de una vez de esa isla, y conocer el mundo más allá de esa costa. Su piernas no podían estarse quietas, y jugueteaba con las manos constantemente, mientras sonreía.

Faliar simplemente contemplaba el horizonte, mientras el barco se alejaba cada vez más de aquella isla. Se sentía aliviado; por un momento había pensado que Nahia se quedaría en la isla, pero al final no fue así. No sabía que haría en cuanto llegase al continente; no tenía muchas pistas de las que ir tirando, pero estaba claro que aquella etapa de su vida en Corvinus ya estaba cerrada. Pensaba a menudo en dejarlo todo y limitarse a vivir tranquilamente con Nahia y Catherine. Ojalá todo fuese tan fácil...

Xerine esperó a que estuvieran todos reunidos, tras el ajetreo general propio de la levada de anclas e izada de velas, y apartados del resto de marineros para hablar

Bueno, creo que ya no podemos retrasarlo más Miró al resto, uno por uno, hablando en tono algo bajo, pero perfectamente audible para sus interlocutores. Estaba tan seria como el día que la conocieron Tenemos que hablar de que va a pasar cuando lleguemos a tierra. Es obvio que ninguno ha tenido una experiencia así en su vida, así que opino que es mejor dejar claros algunos puntos para que no haya malentendidos

Ya sería casi la hora de la comida, razón por la cuál la cubierta estaba algo desierta. Xerine iba vestida con su atuendo de campesina, bastante sencillo, y no llevaba nada en las manos... Lo que no quería decir que fuera desarmada, como los demás ya sabían de sobra

Estoy dispuesta a respetar vuestras propuestas, y espero que también respetéis las mías. Ya que he sido yo la que ha comenzado esta pequeña discusión, empezaré por mis peticiones

Había cierto tono tajante en la última palabra, que dejaba claro que más que peticiones eran advertencias

Primero Continuó, girándose hacia Quint mientras levantaba el dedo índice No hablaréis de mis habilidades con nadie. Sigo siendo una simple música indefensa a ojos del resto del mundo, y espero que siga siendo así

Segundo Miró a Faliar, levantando el dedo corazón Ni siquiera mencionaréis que estuve aquí. Si alguien os pregunta por vuestra historia en Corvinus, no tengo ningún problema en que lo contéis con todo lujo de detalles... Si me sacáis de la ecuación. Nunca vine a esta isla, nunca os ayudé a liberar al pueblo ni naufragué en esa playa

Tercero Esta vez, sus ojos se clavaron en Nahia, mientras el dedo anular se unía a los otros dos No quiero tener nada más que ver con criaturas sobrenaturales. Si alguno quiere probar sus nuevos poderes demoníacos, o invocar a un par de cuervos asesinos... Esto último lo dijo con cierto tono irónico, más como una pequeña broma que con verdadera malicia Que se espere a que lleguemos a tierra. Lo último que necesitamos es que el barco se hunda por alguna imprudencia, o que tengamos que enfrentarnos con otro semidios con malas pulgas

Cuarto Se encaró hacia Catherine, y el pulgar se quedó solo mientras los otros cuatro se alzaban en el aire para remarcar sus palabras No quiero volver a saber nada de esta isla. Si acaso Calvacanti volviera a la vida, o Seline se apareciera para pediros ayuda, o de repente tuvierais la inminente necesidad de rebuscar en el asunto para saber quién era el maestro de Raptor o cualquier otra cosa similar... No contéis conmigo. Mi intención es retomar mi vida donde la dejé, o al menos lo que quede de sus pedazos. Y en mi futuro no entran ese tipo de aventuras

Y esto me lleva al último punto Miró a Aaron, y sus ojos se tornaron gélidos, penetrantes. La palma quedó extendida, con los cinco dedos en alto Me parece genial que ahora sintáis lazos afectivos hacia los demás, y queráis permanecer juntos... Pero, aunque no negaré que lo que hemos vivido ha sido muy intenso, tengo bastante claro que quiero seguir sola. Tengo pensado cortar toda conexión con vosotros una vez vuelva a Chaville, y os pido lo mismo por vuestra parte. Necesito olvidar este capítulo de mi vida, y creo que la única manera de borrarlo definitivamente es alejándome de todo lo que me recuerde a él

Un silencio sepulcral se había asentado entre ellos tras sus últimas palabras. Xerine lo remató con un toque algo dramático, mientras bajaba la mano

No volveremos a vernos

Faliar escuchó con atención todo lo que Xerine tenía que decir. No se esperaba otra cosa, la verdad. A fin de cuentas, probablemente Xerine tuviese una vida en la alta sociedad, en la que no convenía nada que se fuese rumoreando por ahí que se codeaba con brujos y destripaba demonios. La petición de la música era bastante racional, pero eso no quitaba que aumentase más aún todo el enigma que la rodeaba. Dio un paso adelante.

- Bien, es tu decisión, y yo la respeto. Al menos por mi parte, nadie oirá hablar de ti, y si me preguntan, solo diré lo poco que sé: que eres una música, y en mi opinión, bastante buena. Pero antes, déjame decirte que ha sido un placer conocerte, y también quiero darte las gracias por ponerte de nuestro lado; no lo habriamos conseguido sin ti. Y bueno... -se frota la cabeza, algo avergonzado- te pido perdón por todos los roces y malentendidos que hemos tenido, especialmente por lo que te dije cuando nos enfrentamos a Emil -sonríe ligeramente- Aunque imagino que ello formaba parte de tu plan

Me alegro de que lo comprendas, y te doy las gracias por ello. En cuanto a los roces, nunca hubo rencor alguno.  He conocido a pocas personas tan honorables como tú, Faliar Eldwen, y esa es, quizás, la misma razón por la que hemos chocado tanto. Yo me siento bien entre las sombras, pero tú necesitas verdad, y tu reacción fue más que comprensible. Aún así, déjame decirte que, de una manera u otra, te admiro: Si algún día llego a ser la mitad de valiente de lo que eres tú, me daré por satisfecha

Xerine esbozó una cálida sonrisa, abandonando su frialdad previa durante unos segundos

Eso si que le pilló totalmente desprevenido. Sonrió con más ganas

- Vaya... gracias... Bueno, me alegro de haberlo hablado.

-Vaya...

Catherine se abrazó a Faliar después de las palabras de Xerine, le habían helado el corazón.

-Yo... pensaba que tendríamos más contacto, que seríamos si no amigos, compañeros para el resto de nuestras vidas. Yo... me imaginaba que seríamos como una gran familia...

Supongo que me equivoco. suspiró. Pero bueno, ha sido un placer compartir esa aventura con vosotros. Y... os recuerdo que aún tengo esto.

Cath sacó de su bolso un papel arrugado, que bien parecía hecho en piel... de humano.

¿Qué significará?

Siento que haya habido ese malentendido Dijo Xerine, recuperando algo de seriedad En cuanto a ese pergamino, por mí puedes tirarlo al mar. Gaïa es demasiado grande como para encontrar al que lo escribió, si es que sigue vivo

-Pero... es fascinante. ¿No lo sentís? Es como si vibrara... como si estuviera emitiendo una nota lo suficientemente aguda como para no poder escucharla... es... interesante.

Definitivamente, Catherine no podía tener nada mágico entre las manos, era absorbida con facilidad con la belleza de esas.. creaciones.

Pero tenía algo de cierto, tenía una especie de aura azulada el pergamino dichoso.

Faliar sujetó con ternura a Catherine. Le resultaba enternecedor que hubiese pensado que todos permanecerían juntos, pero él sabía perfectamente que Xerine, Aaron y Quint tenían otras vidas y otros caminos que seguir. Sin embargo, su gesto se tornó primero en curiosidad, y luego en inquietud cuando Catherine sacó aquel pergamino.

- A mi me da escalofríos... pero no parece más que las últimas confesiones de alguien en las últimas. Seguramente esa persona ya murió hace tiempo; ten en cuenta la cantidad de tiempo que la isla ha estado aislada.

-Yo... esto... vale, de acuerdo. Lo guardaré. 

Aaron escuchó en silencio las palabras de Xerine. Eran realmente duras, y por su tono parecía innegable que eso era lo que quería, pero una parte del muchacho se negaba a creerlo, las cosas no podían ser así.

Luego llegó el turno de las alabanzas. Faliar se disculpaba con Xerine, Xerine le quitaba hierro al asunto, Faliar le daba las gracias por…

¿Le había dicho que en cierto modo le admiraba? ¿Esas palabras habían salido de su boca?

Aaron se giró hacia Xerine y se quedó mirándola. Podía notar un cambio, para él estaba clarísimo. Entonces, ¿Por qué? ¿Miedo?

Abrió la boca para decir algo, pero Catherine sacó un pergamino surgido de no se sabía dónde y lo mostró al grupo. Aaron se quedó boquiabierto.

-¿Qué es esto y de donde ha salido? No lo había visto nunca…

Miró la nota con una mezcla de confusión y curiosidad en la cara.

-Es un pergamino que encontramos en la mansión de Cavalcanti, en la torre del jardín. Me fascinó, y por eso lo traje conmigo.

Esta vez, la chica rubia no sacó el pergamino de su zurrón, pues, mirando a Faliar, este no tenía buena cara. 

-¿Y a mi, cariño? ¿También quieres olvidarme?

- Bueno, podemos conservarlo, por si algún día encontramos los demás... pero no es el momento de preguntarnos por eso