Partida Rol por web

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- Yo... la amaba. Me enamoré de ella. Pero...había alguien más.

A la escasa luz de la luna que las nubes dejaban pasar, algo brilló, en un punto entre los ojos de Conrad, y el suelo.

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¿Pudiera ser?

Por dentro, deseo que Conrad le confirmara lo que ella esperaba: Que él era su padre, que Faliar no había tenido nada que ver. Aquello resolvería tanto las cosas...

Pero algo la decía que no iba a ser tan fácil

Un sollozo acompañó al brillo de más lágrimas que caían hacia el suelo.

- ...todo se complicó... ella no podía decidir a quién amar... 

Conrad no fingía en absoluto su dolor. Sabía bien la tristeza que le provocaban aquellos recuerdos, pero ahora se daba cuenta, que jamás los había compartido con nadie. Nunca había hablado sobre ello, y ahora veía que expresarlos con los banales sonidos que componían las palabras que pronunciaba, por algún motivo, le hacían revivirlo todo, sentir aquellos recuerdos mucho más cerca. Era doloroso, y a la vez le traía más cerca de la época de su vida que había pasado junto con Rose, días felices en los que cuando todo alrededor de ellos parecía querer evitar sus sentimientos, su amor mutuo brillaba más que cualquier estrella del firmamento.

Pero Pierre no revelaría todo, debía hacer las cosas como había planeado, por el bien de todos. Cargaría con su culpa él solo. Y de momento, había conseguido evitar tener que mentir a Xerine.

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...y, cuando ella se dio cuenta... que esperaba una criatura... yo, asumí que ella preferiría estar con el padre de la vida que estaba gestando en su vientre... Rose se merecía estar con quien ella quisiera...y si no era yo, tendría que aceptarlo... dejarles en paz, y no entrometerme, pese a mis sentimientos...

La voz sonaba aún en un susurro, pero aún así, sonaba queda. El cartógrafo estaba revelando algo muy personal.

Los recuerdos asaltaban en tropel la mente de Pierre:

Rose le esperaba en el parque, junto a su árbol. El árbol bajo cuyas ramas habían compartido su amor tantas veces, lugar de tantos besos apasionados y palabras que apenas podían representar una pequeña parte de los sentimientos que latían en sus corazones. Pero Pierre no esperaba encontrarla allí.  Entonces ella se lo dijo: estaba esperando un bebé. Y el joven Conrad había supuesto quién sería el padre.

- Escucha, Rose, yo....yo te quiero, muchísimo. Más de lo que jamás he llegado a querer nunca a nadie. Pero, lo que importa es lo que tú sientas, y lo único que realmente deseo es que seas feliz. Si te quedaras conmigo, yo...me alegraría, pero sólo fugazmente, sólo hasta que me diera cuenta de que realmente amas a Faliar, y que hubieras preferido estar con el padre de tu hijo, por eso, no debo seguir con ésto. Sólo nos haría daño a ambos.....-La hermosa joven le puso un dedo en los labios, interrumpiéndole.

- Pierre -los labios de ella susurraron su nombre con cariño, haciendo que él renunciara a su intento de seguir explicándose- Siempre crees saber más de lo que realmente sabes........

Y entonces, bajo la luz de la Luna, la persona a la que más había amado en toda su vida, le confesó la verdad. Y esa verdad, fue la que lo cambió todo.

Pero ahora, aquella verdad, sólo existía en la cabeza del propio Pierre. Faliar apenas recordaba algo de todo aquello, y Rose ya sólo existía en los recuerdos del cartógrafo, y en los breves retazos que confundían al guerrero.

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Conrad se pasó una mano por el rostro. Tras una pausa un poco más larga, miró a Alice. Unas nubes justo tapaban la luz lunar más aún en ese momento, por lo que no se le veía bien, pero la silueta de su cabeza en la oscuridad, estaba claramente inclinada hacia ella.

- Mantenerme al margen fue el peor error que pude cometer. Él desapareció antes de que tú nacieras, y para cuando yo volví, no pude encontrar por ningún sitio a Rose, y después averigüé que había muerto durant.....

Ahora que la miraba, veía una mirada de piedra y cristal, una cubierta almidonada que utilizaba las sombras de la noche para encubrir lo que quiera que pasara por su mente. Alice, o Xerine, parecía no inmutarse ante la historia de Conrad. Pero era fácil deducir que todo aquello no era más que farsa y teatro. Solo ella sabía lo que ocurría entre bambalinas

No dejó que terminara la última frase, interrumpiéndole con un susurro que casi pareció el virote que corta el aire tras salir escupido de la ballesta

¿Te acostaste con ella?

Dí que sí. Por favor, dí que sí

Pierre suspiró en su interior. Había llegado el momento. Hasta aquel punto había logrado no mentirla abiertamente, pero ahora....era decisivo. Pero tendría que hacerlo. Era lo mejor para todos.

El hombre bajó la cabeza, se dio la vuelta, dándole la espalda a ella, hacia el campamento, donde los demás dormían.

- .....no. Te lo he dicho, al saber que estaba encinta supe que había consagrado su amor con tu padre. Y que ya no podríamos estar juntos. 

Alice podía ver cómo, mientras hablaba, el cartógrafo había vuelto a alzar la cabeza. Miraba a alguna parte del campamento. Miraba a alguno de sus durmientes compañeros de viaje.

Faliar

Como Alice estaba detrás de él, no vio cómo el cartógrafo cerraba los ojos, y una lágrima más resbalaba por su rostro. Ella había deducido lo que intentaba decirle. Ya estaba hecho.

...

Alice dejó que el silencio flotara entre ellos durante unos segundos, luego volvió a romperlo sin demasiada ceremonia

Hay una última cosa que no acaba de quedarme del todo clara Pausa Conociste a mi madre, vale, pero... ¿Cómo sabías mi antiguo nombre?

Un movimiento, un sutil movimiento en la zona de los "dormidos" les hizo sospechar. ¿Quint se había movido? En el momento en el que Alice dijo el nombre de Faliar el cuerpo del cazabrujas dio un pequeño espasmo...