Partida Rol por web

Aquello no podía estar ocurriendo.

Ni en tus peores pesadillas podías haber previsto lo que había sucedido. Tus manos sostenían un papel arrugado. Aquel papel, aquel en el que habías volcado tus ilusiones, aquel que te citaba para el día de la ultima prueba de acceso de la academia Beacon, un mero tramite para empezar tu nueva vida. No podía estar ocurriendo, el como por un error de lectura había ocurrido todo aquello era algo que no comprendías.

No era posible que hubieras leído mal  la fecha en el papel. ¿Como que día veintitrés? Estabas segura que era el dia veintiocho. ¿Cómo se suponía que habías confundido el numero 23 con  un 28? Cinco días tarde, ese era el tiempo que llegabas tarde a la prueba

Únicamente habías sacado el papel para echarle un ultimo vistazo antes de ir a la academia, pues no estaba muy lejos del local de Michelle. Arrugaste en tu mano el papel y empezaste a correr. Tenia que haber un error, tenia haber algo que pudieras hacer, no era posible que fueras a tener que esperar 6 meses hasta poder ingresar en la siguiente promoción.

Llevabas ya un trecho corriendo y notando como tus pulmones empezaban a quejarse por el esfuerzo cuando notaste un golpe en el costado al doblar la esquina. Tanto tu como tu agresor fuisteis al suelo. Quien te había golpeado no era otro que un fauno bastante joven. Sus orejas de perro y su cola erizada quedaban constantes desde tu posición.

Pe…perdón.- Dijo mientras se levantaba e intentaba volver a comenzar a correr. En cuanto su pie derecho apoyo en el suelo el muchacho dio un pequeño chillido de dolor y cayo al suelo.- No…- El joven intento una vez mas ponerse en pie pero era evidente que se acababa de hacer algo en el pie y no podía continuar. O eso era lo que pensabas pues apoyándose en la pared intento empezar a correr bastante inútilmente pues acababas de levantarte y solo había conseguido avanzar un par de metros.

-¡Mierda mierda! Pensaba la muchacha mientras corria, la guitarra iba golpeándole en la espalda , haciendo un ruido seco y sonoro. Al chocar, el instrumento al​ tocar el suelo -​Y ahora como se haya roto esto me voy a ca...

De repente miro al chaval, parecía que se había hecho daño. Ayudarlo seria lo mas correcto, pero puede que perdiera la única oportunidad que le quedaba para comenzar su nueva vida. Que diablos, al director de Beacon seguro que no le importa una hora más.

-​¿Hey muchacho, estas bien? Déjame que te eche una mano, anda.

Al escuchar tu pregunta el muchacho se giro hacia ti, podías ver una pequeña muestra de terror aunque rápidamente se suavizo al ver que tu expresión era mas de preocupación que de enfado.- Yo…- El joven empezó ligeramente a hablar pero parecía que no sabia como continuar. Se había apoyado con el costado en la pared y mantenía el pie lesionado en vilo sobre el suelo.-Yo… no sé por qué me persigue…- Dijo el muchacho mientras levantaba la mirada hacia ti. Podias detectar como sus ojos estaban ligeramente humedecidos.-Solo quiero volver a casa…

La voz del muchacho era dulce y ligeramente melodiosa, pero el que pudieras detectar ligeros sollozos entre sus palabras irrumpía totalmente en dicha sensación. ¿A que se refería con ser perseguido? ¿Podía ser que el fauno se hubiera metido en algún tipo de problema? Por otro lado eras consciente de que últimamente estaba habiendo problemas con un grupo de faunos llamados White Fang en la ciudad de Vale, pero, aquel muchacho aparte de los rasgos animalescos no parecía tener ninguna otra similitud.

La vision del muchacho, llena de miedo, preocupo a Gabriella. Alguien tan pequeño...y ya tan sometido. No pudo evitar sentir empatía de su situación. Nunca merecería ir a Beacon si no era capaz de ayudar a las personas.

La joven se acerco al muchacho y se puso a su lado. Tenia que sonar como alguien seguro de si mismo. Tenia que parecer que podia proteger al muchacho, aunque en realidad era una pringada.

-Mira, no se que te esta pasando y no busco sacártelo, aunque me vendría muy bien para entender que te esta pasando. Si alguien te esta persiguiendo, se de un sitio donde podemos escondernos, si necesitas un viaje, mira, no tengo un duro, pero seguro que podemos buscar algo, en el sitio que te digo, tengo una amiga genial, que seguro que puede buscarte un curro o algo.

En un inicio el muchacho pareció seguro asustado cuando te acercaste, pero según ibas hablando podías notar como el joven parecía ir temiéndote menos, como si poco a poco pudiera descartar que fueras a hacerle algún daño.

-Yo... no se por que me persigue, una chica con el pelo plateado. No se que quiere pero da miedo...- En ese momento debió de apoyar nuevamente el pie pues su cara se trasformo en dolor y emitió un sonido de dolor.-Yo... me duele.- Ligeramente levanto el pantalón para ver su tobillo y evidentemente aquello que viste no era procedente de un simple choque en la esquina.

A lo largo de la pantorrilla una herida un corte se extendía hasta la rodilla podría haberse abierto tras el golpe, pero no, aquello parecía mas grave. Como si de una enfermedad se tratara unos zarcillos de color oscuro se extendían por la piel de alrededor de la herida, como si esta fuera la proveniente de la infección. en tu vida habías visto algo así, como si las pequeñas venas de alrededor trasportaran tinta en vez de sangre.

Yo... no se que es...- Dijo el muchacho mientras echaba un vistazo a la herida.- Solo quiero irme a casa. Mi madr...- Parecía que iba a decir algo en relación con su madre, pero una vez mas hizo una mueca de dolor y se llevo la mano a la cabeza.

Si no lo habías entendido mal, había una chica de pelo plateado que lo perseguía y tenia una herida con una infección con tan mal aspecto que daba respeto el solo mirarla.

Gabriella jamás había visto algo así, pero sabia que el corte sangrante no debía ayudar. Y eso negro parecía que debía amputarse. No era justo que un niño tan joven pasara por eso. Gabriella empezaba a estar asustada y triste por el muchacho.
​Saco de su bolsillo un pañuelo de papel y se dirigió al muchacho, intentado parecer calmada.

​-Mira, móntate a burro encima de mi y con el pañuelo te tapas la herida para que deje de sangrar. Llévame con tus papas y cuando estemos con ellos vamos al medico a que te miren. ¿Vale?

El muchacho fue a taparse la herida con el paño que le habías ofrecido, pero a mitad de tu frase pudiste ver como la duda sembraba su rostro, precisamente en el momento que habías mencionado a sus padres.- Iba... Íbamos a tomar un tren hacia Mistral pero hubo una explosión... me separe de ellos, no... no se donde pueden estar.- Dijo el joven mirándote aun dubitativo sobre que hacer.

Estabas barajando la idea de que llevarlo al hospital primero seria mejor que buscar a sus padres cuando escuchaste una voz a tus espaldas. El tono de voz era rápido y ajetreado, pero lo suficientemente cercano para identificar que se refería a vosotros.- Eh, eh, eh, esa herida tiene muy mala pinta.- Nada mas volteaste pudiste ver un hombre de cabellos verdes, no era otro si no uno de los profesores de la academia Beacon.- ¿Estas bien chico? ¿Como te has hecho eso? No es la clase de herida que te puedas hacer jugando por la ciudad.- Dice mientras flexiona las rodillas para acercarse al muchacho y examinarle.

El joven fauno parece temeroso una vez mas e intenta distanciare del hombre, pero habiendo una pared detrás suyo el intento es en vano. Cuando el hombre se agacha el muchacho, como si la altura hubiera sido intimidatoria parece relajarse levemente, pero su expresión vuelve a ponerse nerviosa cuando le pregunta como se hizo la herida.

-Yo... no... no lo recuerdo.- Dice el joven sin mucha convicción.- Estaba en la estación de tren y... y luego estaba delante de una tienda que había explotado.- Dice el muchacho apartando la mirada del cazador.- No.... no se como llegue allí...

El profesor de la academia arruga el ceño mirando al muchacho y luego su herida, finalmente dirige tu mirada hacia ti.- Chica, no se si tienes prisa, pero... ¿Puedes ayudarme a llevarlo a la academia? Algo de esa herida no me gusta...- Dice mientras se acerca hacia ti para que el muchacho no le escuche.- Te seré sincero, hace mucho que no veo esos síntomas, pero es veneno de grim.- Dijo en tono serio y apresurado. Rápidamente se alejo de ti esperando tu respuesta.

No sabias como había podido suceder aquello, uno de los profesores frente a ti y pidiéndote acompañarle a la academia. Vale que no era como te esperabas la entrada en el recinto, pero después de todo parecía que la suerte existía en cierta manera. Como decirle que eras de las personas que tendrían que haber aparecido en el ingreso seria mas difícil de explicar.

Toda esta información estaba saturando a Gabriella, de repente se le abre la oportunidad de volver a academia, pero el chaval esta afectado por una de esas criaturas que todavía solo conoce por los libros. La muchacha se empieza a poner muy nerviosa

¿COMO? ¿VENENO DE GRIM? Claro claro, le acompaño a Academia... es mas, me pillaba de camino...¡Eso no importa ahora!...Pequeño ¿Te importa que te lleve? así llegaremos antes. Confía en mi, te vas a poner bien... mierda, no se ni tu nombre todavía, ¿Como te...? ¡No importa, luego me lo cuentas!

​Dejo que el pequeño se tapase la herida y le cogio en brazos. Y mirando al profesor del pelo de punta dijo.

​Le sigo profesor.

Sin mucha mas conversación el profesor empezó a caminar rápidamente mientras cargabas al muchacho. El joven era poco pesado así que salvo la incomodidad de la posición no te costo mucho trasportarle. Pronto estuvisteis cruzando las puertas de entrada a la academia y dirigiéndoos por los jardines hasta el edificio central. Antes de llegar a este os desviasteis del camino  y entrasteis en uno de los pabellones colindantes.

Un pasillo largo con diferentes puertas se presentaba ante vosotros. Finalmente el profesor se detuvo y cruzo una de las puertas. El interior era una pequeña sala medica, tres camas junto sus mesillas y una multitud de armarios de cristal con diversos frascos descansando en su interior fue lo que vistes.

Ahí, déjalo encima de esa cama.- Dijo el profesor mientras señalaba una de las camas y se acercaba al escritorio que había al final de la sala. Dejaste al muchacho con cuidado y este no hizo ningún movimiento ya que se había quedado dormido. Por la expresión de su rostro podías identificar que sufría, parecía la típica expresión de alguien que esta sufriendo una pesadilla. algunas perladas gotas discurrían en su cara indicando sudor y fiebre.

El profesor no tardo en volver y destapo la herida de su tobillo. Podías ver como aquellos hilos oscuros que se extendían desde la herida latían levemente. No tardaste en darte cuenta que posiblemente fueran venas o arterias del muchacho. El profesor chasqueo varias veces la lengua como si desaprobara aquel aspecto.

Necesito hacer una llamada. Ahora vuelvo.- Dice mientras sale de la sala apresuradamente. No tarda mucho en volver al interior de la sala.- No soy un experto en este tipo de heridas  pronto llegara alguien que si sabe como curarle.- Dice mientras se mueve mirando los armarios de cubierta cristalina como si buscara algo. Finalmente parece encontrar lo que buscaba.- Ahá.- Abre uno de los armarios y saca un un pequeño expositor de seis probetas de color azul. Tintineando puedes observar como se muestran 5 frasquitos herméticamente sellados- Se supone que esto le dará tiempo a mi compañera para llegar, o al menos eso dice.- Del escritorio que hay, extrae una jeringa y la inyecta en la parte superior de uno de aquellos frascos de color azul. Mientras el liquido se extrae te mira con expresión calmada, no te preocupes, probablemente se ponga bien.- Dice mientras se acerca al muchacho con la jeringa llena y  pincha en la zona colindante de la herida.

Después de descargar todo el liquido en el muchacho se hecha hacia atrás y deja la jeringa sobre una bandeja de aluminio que hay en la mesilla junto a la cama. El profesor se estira hacia atrás y te vuelve a mirar.- Bueno, ¿Cual es tu historia?

Gabriela mira, preocupada por el muchacho, como el profesor aplica el tratamiento, en todo momento esta al lado del niño y no se aleja de el, incluso le limpia un poco el sudor de la cara con un paño mojado, si es que los hay. Cuando el Oobleck empieza a aplicar el paliativo ella pregunta:

​-¿Se va a poner bien?

​Tras la pregunta sobre su historia, Gabriela no puede evitar sentir vergüenza y ponerse colorada. Piensa un poco la respuesta y finalmente, un poco aturullada decide hablar:

​-Pueeees, yo tenia que estar aquí el dia del inicio. Pero me surgió un pequeño problema, se va usted a reír....me lie mirando la fecha y he llegado 5 días tarde... ​saca el papel de su bolsillo, algo arrugado ​¿Ve? El 23 y esta casi terminado y lo confundí con un 28...así que venia para aca corriendo y me encontre con este pobre niño. Decia que alguien le perseguía al pobre...

El profesor aparto su mirada de ti para enfocarla en el muchacho cuando preguntaste si iba a ponerse bien. Le observo durante un momento antes de volver a fijarse en ti.- No lo se, depende de su fuerza de voluntad y lo que tarde en llegar mi compañera.- Responde sincero mientras comienza a caminar hacia la silla detrás del escritorio y hace un ademan para que sientes en la silla frente a el.

Mientras te sientas puedes observar como su mano  se desliza a recoger una taza y le da un par de tragos mientras explicas apresuradamente y le enseñas el papel. El profesor en un inicio confuso recoge el papel, no parece comprender que le estas explicando hasta que empieza a leer el texto. Tras examinarla con cuidado y ponerla a contra luz te vuelve a mirar.- Extraño, muy extraño. En todos los ingresos hay un numero igual de candidatos, este año no era diferente, acudieron todos al examen… pero el caso es que esto…- Dice mientras agita el papel.- No parece falso.

Gabriela Summoners ¿Verdad?-.Dice mientras mira el papel una vez mas.- Posiblemente haya habido un error burocrático y se haya citado a un aspirante a cazador de mas eso junto a haber llegado tarde…- Sus palabras acontecían un rechazo seguro o al menos eso pensabas.- En un caso normal te pediría que esperaras hasta el año que viene, pero resulta que uno de los alumnos que acababa de ingresar con nosotros a decidido marcharse.

Eso no quiere decir que estés admitida instantáneamente, tendremos que formalizarlo con el director y posiblemente quiera que realices algún tipo de examen.- Comenta tranquilo mientras deja el papel en la mesa y lo arrastra hacia ti.- También nos aseguraremos que en las próximas cartas de admisión se indique el día de la semana para que no haya este tipo de problemas.- Puedes detectar una especie de sonrisa irónica en su rostro durante un momento, pero es cambiada tan rápido que no llegas a saber si estuvo realmente ahí.

Respecto a quien perseguía al muchacho…- Comenta ahora mirando al joven.- Podría ser cualquiera y por cualquier motivo. No soy el mas indicado para este tema, lo mío es mas la historia, lo que ha ocurrido, pero puedo decir que esa herida ha sido provocada por un grim de alto nivel. Que este vivo de por si ya es un milagro, pero no se cual será el coste será difícil de decidir.

El veneno que tiene dentro no es un veneno común, altera la percepción e inhibidores del infectado provocándole que haga cosas que no haría nunca, pero que en su interior estaban.- Explica el profesor.- Por ejemplo yo podría morir ahogado en café, una persona a la que le gustaran las alturas podría morir al lanzarse desde un edificio o podrías atacar a alguien al que tienes envidia desde hace tiempo.- Una vez mas le da otro sorbo al café.- Podría haber multitud de razones para que alguien lo persiga.

Gabriella escuchaba al profesor hablar, hasta que le dio pie a responder. Lo del examen le preocupaba, pero no podia dejarse achantar, tenia que demostrar que podia hacerlo. No podia acobardarse ahora que estaba tan cerca de su objetivo.

​​- Summers, es Summers señor. Claro que haré la prueba ¡estoy deseando formar parte de la academia!

Escucho la explicación de como actuaba la ponzoña de Grimm... ​Guau, luchar contra esas bestias tiene que ser jodido...

​​-¿Cuando despierte deberíamos saber donde le atacaron no? Un grimm así por la ciudad debe ser peligroso. ¿Y si no le perseguía nadie, y era todo provocado por el veneno? ¿Puede ser eso?
 

Mmmm…- EL profesor se llevo la mano a la barbilla pensado en la posibilidad que habías dicho.- Podría ser, últimamente los faunos se sienten mas discriminados y podrían provocar que se sienta perseguido, pero si es así seria algo que quiere.- Dice el profesor desviando la mirada hacia el muchacho que sigue aun inconsciente en la camilla.- No tendría muy claro porque alguien querría sentirse perseguido.

-Respecto a preguntarle directamente donde le atacaron… No creo que sea buena idea.- Comenta tranquilo pero hablando de manera apresurada como había hecho hasta ahora.- En teoría ya estábamos rastreando al grim, no es algo que fuéramos a dejar pasar. Antes llame a mi compañera para que viniera a curarle, pero también me encargue de que los equipos de rastreo estén informados. Seguramente ya haya un equipo con dirección a la ciudad.

-Por el momento todo lo que nos queda es esperar a que llegue la profesora Vidril, es la que suele encargarse de los heridos, el problema es que no estaba ahora mismo en la academia.- Comenta mientras mueve el termo levemente agitando el contenido.

El tiempo paso lentamente mientras conversabais y así seguisteis durante rato hasta que finalmente la puerta se abrió. Apareció una mujer de cabellos oscuros, probablemente la profesora de la que había hablado Oobleck. La mujer parecía mas joven que el hombre con el que habías compartido conversación hasta ahora, tendría poco mas de treinta años.

La mujer os miro durante un momento y luego dirigió la mirada hacia la camilla donde estaba el muchacho. Podías notar como la respiración de la mujer estaba levemente agitada, síntoma de que se había dado prisa por llegar. Sin mediar palabra se encamino hacia el herido y empezó a examinar la herida.

Llevaba poco tiempo observándola cuando soltó un chasquido con la boca.- Mala pinta, Esto no ha sido hoy.- Dice mientras se gira hacia uno de los armarios y empieza a coger instrumentos así como gasas y otras cosas.- Seguramente de ayer o hace algo mas.- Informa de manera automática. No parecía realmente hablar hacia vosotros , pero era obvio que la información no se la estaba diciendo a ella misma. Pudiste percatarte mientras empezaba a preparar las cosas en como una de sus manos era mecanica, de un color negro con ligeros reflejos rojizos.

Estaba limpiando  la herida cuando miro a Oocbleck.- Me encargo yo del chaval, ¿Me puedes tomar relevo con los chicos? Están revisando las cámaras en la zona de examen, no creo que te cueste tiempo y…- Parecía que en ese momento se dio cuenta de tu presencia.- ¿Quién es ella, esta herida también?

Gabriella escuchaba callada al profesor Oobleck con atención. Asentía a los comentarios del profesor cuando hablaba, embobada por todo lo que sabia el académico. ​Buah este tío sabe un montonazo, tengo que aprender de el.

​De repente la puerta se abrió, y apareció la mujer mencionada, la profesora Vidril. La chica miraba, timida como la profesora hacia esa especie de diagnostico diferencial mientras se quedaba mirando, un poco obnubilada a la mano de la profesora.

​Cuando termino de cuidar al pequeño y le pregunto directamente, Gabriella trato de parecer los mas compuesta posible.

​-Soy Gabriella, señora Vigril...- ​se planteo lo que iba a decir a continuación, pero cualquier explicación la iba a dejar mal- ​Gabriella Summers.
 

Sin apartar la vista de la herida y continuando su limpieza la mujer respondió.- Es Vidril, y me tomare eso como un no... Aunque tu nombre no acaba de decirme quien eres.- Se acerco durante un momento al muchacho y le puso la mano de carne en la frente.- Al menos no tiene mucha fiebre, es un buen síntoma.- Dijo mientras iba hacia uno de los armarios a buscar algo.

-Ella es... una posible nueva alumna. Debido a un error burocrático no la citaron el día de la prueba, me la encontré de camino.- Responde el profesor tranquilo explicando la situación por ti.- Bueno pues si te encargas claro que puedo tomarte el relevo.- Mientras lo decía ya estaba de camino hacia la puerta haciéndote una señal para que lo acompañaras. Por parte de la profesora un simple movimiento de mano a modo de despedida fue suficiente.

Al salir de la sala empezasteis a caminar por el pasillo.- Creo que se me ha ocurrido una idea sobre tu prueba, los alumnos que ingresaron hace poco están en una pequeña misión. Si me acompañas y te los unes, seguro que puedo convencer a Oz para que lo tome como prueba. ¿Que te parece?.- Pregunto mientras giradaba la cabeza para mirarte pero sin parar de caminar.