Partida Rol por web

Parecía que no iba a haber suerte, la espada no estaba por allí. Mientras te dirigías a surtirte de comida y cogías una bandeja pudiste escuchar la conversación entre los dos abusones.- Pues si, pensaba que iban a caer ambos en el mismo equipo, Dove quería estar en el grupo de su hermana.

-Erais amigos antes de llegar ¿no? ¿Como son?.- Pregunta el muchacho del pelo hacia atrás mientras mueve una mano con un gesto que instaba al muchacho a seguir hablando.

-Si... Ya en la escuela estábamos en la misma clase, la verdad es que no entiendo como puede haber hermanos tan dispares.- Dice el chaval tranquilo.- Eso si, ten  cuidado con ella, una vez la vi lanzar a una persona del doble de su estatura por la ventana con una mano unicamente por que insultaron a su hermano.

Intentaste guiarte por el sonido que generaban las criaturas y sus ataques estaban lejos de poder impactarte. Interpusiste la espada entre uno de los zarpazos de uno de los Grim y esperando a su pareja te pusiste en guardia, únicamente para escuchar como golpeaba un árbol a un par de metros de ti. Bueno, al menos ellos se habían quedado con menos capacidad de visión que tu.

El espectáculo que estarías dando a los espectadores seria gracioso, en posición defensiva mientras los grims intentaban golpearte sin ni si quiera acercaste. Vaya, pensándolo lógicamente es posible que alguno de los que miraba se hubiera quedado también cegado...

Al hacer la pregunta Emer, aun aturdido por las explicaciones del profesor te mira y tras un breve momento reacciona.- Vidril nos dijo que en el garaje, por lo visto tienen bastantes pisos bajo tierra ahí.- Al decirlo se queda un momento callado y al darse cuenta de que te faltan datos vuelve a hablar.- Nos la encontramos cuando estábamos por los jardines y le preguntamos, aunque nos dijo que tardaría un rato en llegar, por eso vinimos aquí antes.- Dice el muchacho algo mas suelto.

Por el momento, su compañera aun no había abierto la boca para decir nada, como siguiera así conseguiría que la gente pensara que es muda.

-¿Entonces vamos?.- Pregunta esperando confirmación por tu parte.

Empiezo a murmurar palabrotas cada vez más malsonantes a medida que recorro el camino al comedor y no veo la espada por ningún lado. Verdaderamente es un hijo de perra. Si no fuera por la expulsión lo mataría, lo haría mientras duerme, y después podría huir a otra parte muy lejos para seguir buscando a Shou. Pero no, no puedo hacer eso, estoy en el que creo que es el mejor lugar para volverme más fuerte y no quiero desperdiciar la oportunidad por culpa de este monigote, no pienso darle el gusto.

Y allá está el gigante gentil comiendo, y los pipistrilos estos que entre los dos no llegan a hacer uno. Pensé que aún sería temprano para almorzar, me esperaba algo así como una llamada y que todos vinieran a sentarse a comer a la misma hora. Debe ser la costumbre.
Me sirvo lo que encuentro y me siento en un lugar apartado. No tengo ganas de entablar conversación ahora, que lo más probable es que termine golpeando a alguien dado el estado de ánimo en el que me encuentro.

Respira profundamente, alzando la vista al cielo antes de volverse de nuevo hacia su profesora, mostrando ahora que su compañera se ha ido la expresión despreocupada que tenía antes del desafortunado encuentro. Puede que tenga un pronto algo tajante, pero le toma muy poco tiempo hacerlo a un lado.

Siento el espectáculo, hemos tenido algún que otro desacuerdo últimamente.

Tal y como hizo anteriormente con las secuelas del shock, Sery trata de quitarle importancia a un conflicto que por momentos hace crecer en él las ganas de solicitar un reajuste en el equipo, creyendo imposible el poder colaborar con alguien que no piensa antes de actuar. No dejando tiempo a ahondar en el tema de la disputa, reencauza la conversación con rapidez volviendo a la conversación original como si nada hubiera pasado.

Me temo que hay cosas que se me escapan. No sé mucho de neurología pero me sorprende que una simple muestra de sangre pueda dar información sobre los procesos cerebrales de un individuo hasta el punto de influir en ellos en tiempo real, como si una sola gota encerrara el secreto del control cerebral remoto… diría que he leído libros de ciencia ficción menos ambiciosos que ese procedimiento del que habla. ¿Qué relación tiene realmente?

En un inicio su intención era la de causar una buena impresión en Vidril, mostrándose como alguien cultivado en este campo que es el que más domina con diferencia, pero tras escuchar las palabras de la profesora no puede más que contemplar dos opciones, o que le esté mintiendo con respecto al funcionamiento de la sala, o que la tecnología de la misma abarque temas que para él siguen inexplorados en este momento. Esto último ha hecho saltar en él un interruptor mental al que podríamos llamar “Pero cómo”, y es que su afán por ampliar sus conocimientos se tornan con frecuencia en una tentación irresistible para Sery.

La mancha finalmente desapareció y pude ver con claridad. Sonreí, pues habiendo probado que también estaban cegados, si no habían cerrado los ojos ya estaban acabados. De un salto me colo qué entre ambos, dando un tajo lateral primero al de mi izquierda para, con un giro de pies darle un tajo vertical al segundo.

Una media sonrisa asomó tras aquello. No me daría mucho trabajo acabar con ellos si aun no habían muerto, sin embargo no debería volver a utilizar el disparo de luz en los entrenamientos, eliminaba cualquier atisbo de reto.

-Sí claro, vosotros guiais- Dice confirmando el rumbo y dando paso a los guias para salir de la biblioteca.- Solo por curiosidad, ¿Teneis algun especial interes en los talleres o solo es una visita por saber lo que hay?, quiero decir, la mayoría de la gente parece preocuparse mas por los campos de entrenamiento que por libros y fabricació de equipo.

El primero de los grims no pudo evitar el tajo de tu arma, cortándolo casi por la mitad poco tardo en dar su ultimo gruñido y desaparecer entre un remolino de pétalos negros. La otra criatura, quizá escuchando la exhalación de su compañero pudo prever de mejor manera tu ataque resultando casi indemne de el. Podías ver como aun seguía cegado, probablemente no te quedaría mucho para acabar con el.

Emer se encoje de hombros. -No me llevo muy bien con el combate directo, me gusta mas hacer planes y ayudarme de los objetos que tenga para hacer trampas. Suelen hacer que salgas menos herido.- Dice tranquilamente mientras empezáis a caminar hacia el exterior de la biblioteca mientras os acompaña su compañera.

-No puedo hablar por ella.-Dice Emer refiriéndose a su compañera.- Pero creo que también debe de saber algo sobre equipamiento, esas zapatillas parecen mas labradas que unas botas normales.- Dice sonriendo mientras mira a los pies de Iris, donde unas zapatillas con recubrimientos metálicos y lo que parecen algunos engranajes están puestas en sus pies.

La muchacha se mira sus pies durante un momento y después dirige una mirada a Emer con una sonrisa y asiente

-Me lo supuse, por eso te pregunte que si querías ir al taller. Una lastima que Vidril nos dijera que no abriría hasta dentro de un rato.- Finalmente os estirabais acercando a lo que parecía una pequeña caseta que hacia de ascensor entre la superficie y el subsuelo  cuando viste caminando hacia esa misma posición a la profesora Vidril y junto a esta a tu compañero Sery que tiene la cara ligeramente pálida.

Vidril se queda durante un momento observando como tu compañera se aleja y cuando te escucha hablar se gira hacia ti.- Eso parecía. Espero que lo solucionéis.- Dice mientras se pone una vez mas a caminar contigo a la vera.

Al escuchar tus comentarios sobre la sala virtual exhibe una pequeña sonrisa.- En parte tienes razón, esa sala no funcionaria si yo no estuviera. Literalmente. Esta basada en mi semblanza junto a conocimientos científicos. Cuando empecé a trabajar en ella no tenia muy seguro si conseguiría hacer que funcionara pero al final lo conseguí. Aunque... claro eso no evita que haya ciertos fallos...- Comenta mientras finalmente se enciende el cigarrillo. En sus ojos puedes observar un tinte algo mas serio.

Finalmente llegáis a lo que parece una pequeña caseta que probablemente es un ascensor. Tu sorpresa es breve al ver que casi a la vez que tu llegan también allí Abyss acompañado por Emer y su aun no presentada compañera de pelo azul.

Mientras comías puedes ver como los dos muchachos siguen hablando. no están comiendo pero están sentados tranquilamente junto a una de las ventanas que da al exterior, probablemente estén esperando a alguien. Estas casi terminando de comer cuando puedes escuchar un nuevo movimiento. El chico al que ya habías catalogado de gigante gentil se levanta y trasporta su bandeja hasta lo que parece un cubo de basura para dejarla lista para la limpieza.

Volviendo hacia la entrada te ve y alza una ceja. Se puede ver cierta conjetura en su rostro, pero finalmente se acerca a tu mesa.- Tu eras de los de primero ¿no? Por esa cara de pocos amigos que traes creo que ya te has peleado con algún compañero. ¿Me equivoco?.- Su tono es afable, lejos de intentar cabrearte. Parece que esta siendo amistoso.

–Hn? –Gruño al gigante que se me acerca, con comida en la boca y sin levantar mucho la vista del plato. Y éste como sabe eso? Lee mentes? Mi cara puede deberse a que me despertaron de la siesta, o a que esta comida hasta yo puedo prepararla mejor, o a que todavía no encuentro mi maldita espada. –No, no te equivocas. –Doy otro mordisco a la hamburguesa, sin casi prestarle atención al grandulón.

–Por favor, no estoy de humor como para que me vengan a jugar al psicólogo, hoy no ha sido una mañana muy saludable. –Mascullo con un tono irónico. La verdad es que agradecería tener una charla normal con alguien, pero me desagrada que un par me trate en ese tono tan condescendiente.

Mmm... pero me ha preguntado si soy de primero. Este no es de primero? No lo vi cuando eligieron los grupos.
...
No, si estaba en el desayuno, un tipo tan enorme como este no pasa desapercibido.
Entonces es de otro grado superior?
...

–No, se me ocurre algo mejor. –Con el pie que no me duele arrastro la silla que tengo en frente dándole pequeñas pataditas, para alejarla de la mesa y hacerle un lugar. –Siéntate ahí, que si eres de un curso superior necesito hacerte una pregunta. –Le espeto con la boca llena de carne.

–Desde que llegué aquí siento que estoy mosqueando al universo entero. Qué tengo que hacer para que la gente me entienda? Porque hasta me da la impresión de que yo hablo otro idioma. –Le suelto la pregunta. No me importa si me responde o no, solamente la he hecho para quitarme un enorme peso de encima que vengo trayendo desde hace bastante rato, y me doy cuenta perfectamente de que este es el primer sujeto que se me acerca voluntariamente a hablarme de buenas maneras, creo que desde el otro día en que Oobleck me encontró a punto de convertirme en pasa; sin verse obligado a hacerlo por responsabilidad, ni por estar dentro del mismo equipo, ni por nada, solamente porque me vio la cara. Eso habla mucho de él.

El chico se empieza a reír de manera bonachona.- No, ni mucho menos quiero jugar al psicologo, simplemente me resulto extraño y a la vez me recordaste a Coco el primer día.- Dice mientras se sienta como le indicaste en la silla enfrente de ti.

Al escuchar tu pregunta se echa hacia atrás con una sonrisa en la cara.- Esa amiga mía es la pregunta del siglo, cualquier cosa que hagas puede molestar a quienes te rodean, diferentes opiniones, diferentes culturas o modos de pensar... Nunca sabes que puede resultarles correcto. No hasta que les conoces lo suficiente. Creo que es una de las razones por las que nos emparejan en equipos. Aunque tengamos objetivos personales todos estamos aquí para derrotar grims, de una forma u otra tenemos que aprender a ponernos de acuerdo.- Dice tranquilo mientras vuelve a ponerse recto en la silla.

-Habitualmente enfrascarse en llevar la razón no suele servir para mucho.- Dice sonriente, parecía por alguna razón que esa conversación ya la había tenido con alguien antes.-  Dos de mis compañeros de equipo estuvieron semanas sin hablarse por no dar su brazo a torcer sobre quien tenia la razón. Una demasiado orgullosa para reconocer que había hecho algo mal, el otro demasiado serio y centrado como para ponerse en el lugar de la otra.- Dice tranquilo.- Aun asi, mi recomendación si necesitas desahogarte, es dar un par de buenos puñetazos a algo para luego pensar con mas claridad. ¿Te apetece que cuando acabes te enseñe la zona de entrenamiento? Mis compañeros han ido a la ciudad de compras y tengo toda la tarde libre.- Dijo cordial aun sentado en la silla a que terminaras.

Y ahora de qué se ríe? Quién es Coco? No, qué padres llaman Coco a su descendencia? Estoy a punto de decirle algo, pero se pone a hablar así que decido callarme. No me esperaba que respondiera.

Ajá.. ya veo...
Mientras va explicando cosas voy acabando mi hamburguesa y bajo de dos tragos el vaso con soda. Mis ojos se van entornando cada vez más y al final lo estoy mirando con cara de nada en particular. –Oye, de verdad tienes dieciocho...? Ahora ya veo por qué eres tan grande, tienes que hacer espacio ahí dentro para el anciano sabio que tienes escondido.

Me levanto de la silla profiriendo un pequeño gemido al apoyar la pierna. Eso me recuerda a que... –Da igual, aquel imbécil me prohibió ir a esos lugares durante la semana. Creo que si desobedezco me darán nalgadas o algo.
Aunque sin embargo... –Sin embargo, has dado en el clavo otra vez. –Le sonrío con los ojos cerrados. –Tengo ganas de abollar cosas. –Comento con toda la naturalidad que puede demostrar esa sonrisa. –Conoces algún otro sitio donde pueda hacerlo?

La respuesta de la profesora arroja más sombras que luces al tema que están tratando, pero al menos ya sabe que en el funcionamiento de esa tecnología existe una variable que en muchos casos resulta inimitable por parte del conocimiento científico actual.

¿Y qué papel cumple la semblanza exactamente? ¿Puedes… proyectar imágenes sobre aquellos con los que mantengas contacto o algo así? Si es que al contacto directo con la sangre se le puede dar esa consideración, y si así fuera será muy complicado darle un soporte 100% artificial.

Es entonces cuando alcanzan el ascensor y se topan, por primera vez en varias horas, con un grupo de estudiantes con la cabeza en su sitio.

Acabando de llegar a la entrada del amplio elevador, Sery se percata de la llegada del resto de alumnos que, presumiblemente, vienen como él a ver qué se cuece en el corazón tecnológico de un sitio como este. En la distancia, les dedica un gesto de saludo mientras llegan.

El muchacho muestra un aspecto de visible agotamiento, aunque en vista de cómo se ha mostrado a los demás durante las últimas veinticuatro horas, no resulta tan raro.

Al juntarse, Sery le dedica a Abyss un breve gesto de disculpa juntando ambas manos frente a él e inclinando levemente la cabeza.

Siento el plantón de antes, se me… fue un poco la cabeza, ya sabes…

Hola -saluda a los otros dos, con una sonrisa algo tensa.

Al llegar junto a Sery y Vidril, Abyss presenta un ligero saludo con la mano a Sery una pequeña reverencia silenciosa hacia su profesora, y al escuchar su disculpa, Abyss no puede si no rascare la nuca y forzar una sonrisa recordando la escena de Silver.

-Tranquilo, yo tambien me disculpo por irme sin más, despues de "aquello" y ver como desapareciais uno tras otro pensé que necesitabais algo de tiempo a solas y...me fui por mi cuenta tambien. Pero mejor olvidemos todo eso por el momento de,¿no crees?.

"Cuando sepamos que va a ser de Silver ya tendremos tiempo de volver a preocuparnos...o no"

Al fijarse en la afligida cara de Sery, el muchacho no puede reprimir la pregunta cargada con algo de preocupación, tal vez los ultimos acontecimientos huieran afectado a su compañero más de lo esperado.

-¿Estas bien?,Tienes mala cara.

¿Eh?, Sí. -por un instante baja la vista como si esperara llegar a verse la cara a sí mismo, o algo así.- Ha sido… una bajada de azúcar hace rato, pero ya estoy perfectamente.

Sus palabras no suenan muy convincentes, pero lo cierto es que pese a su mala cara no da ninguna muestra clara de encontrarse mal o de sufrir por algo en este momento.

¿Venís a ver el taller? -señala el elevador.- Llegamos justo a tiempo entonces.

Se voltea y camina en dirección al ascensor dispuesto a entrar. Al girarse se produce un fugaz cruce de miradas con la profesora que los otros alumnos no alcanzan a ver con claridad dada su posición.