A la hora acordada, otro caballero, este de la guarnición fija del castillo, y de nombre Sir Morphmow, Caballero residente de Vagon, aparece en vuestro aposento. Os informa cordialmente de...
Caballeros viajeros, hora est de marchar al banquete et allí Estará Uther Pendragon, Rey de Logres, et no pocos caballeros de gran mérito et valia grande.
Mientras vais de camino al lugar del banquete, que será en el gran salón del castillo, podeis charlar con este caballero lugareño.
Avisadme cuando lo tengáis todo hablado.
Aunque dudo unos instantes, mi natural temeridad me empuja a preguntar aún a riesgo de parecer curioso en exceso. Buen sir Morphmow, espero no preguntar de forma descortés, pero ¿me sabríais decir si lleva mucho el gran Uther Pendragón en vuestro castillo? Esperábamos encontrarlo en Logres pero la fortuna y la providencia nos ha puesto en su camino antes de lo que supusimos. ¿ Algún problema a venido a resolver con su célebre sabiduría regia?
Pregunto mientras caminamos por los corredores con un tono distendido, con la esperanza de que si he preguntado en exceso el caballero pase por alto mis preguntas y simplemente haga como si no me escuchase ocupado en mostrarnos el camino. De ser así captaré la indirecta y no volveré a preguntarle.
Non ofende quien pregunta, suele facerlo el que responde. Non es la vuestra pregunta, de aquellas que hacen enfado, más bien parece xusta et juiciosa para un joven caballero.
Los pendragon, Uther y Madoc, no poseen como tal castello, et residen en todos los de Logres, que por aquesto es rey de Logres. Non obstant, es aqueste, el de Vagon, residencia habitual dellos.
Se dirigían al gran salón cuando su primo realizó una pregunta cuya obvia respuesta, Sir Morphmow no le importó contestar. Hay que decir que el joven señor de Malderoi tampoco sabía de la residencia del Rey Uther. Sin duda, debía haber estado más atento cuando le impartieron clases en temas cortesanos. Pero él soñaba con ser el protagonista de esas historias de caballeros, que con espada en ristre iban acabando con sus enemigos allá donde fueran.
_ Espero que pueda disculpar a mi primo, Sir Walter. En verdad, somos hombres de armas y acudiremos allí donde nos ordenen dando nuestra vida por el país y por el Rey, si así fuera necesario. Mas como bien habéis podido comprobar estamos poco versados en política y temas de la corte._ Intercedió Sir Gwilherm. _ Así pues, apelo a vuestra generosidad, esperando no ser demasiado osado o abusar de vuestra paciencia, si pudierais decidnos que otras nobles personalidades nos esperan. O si hay algún tema el cuál sea mejor no tratar.
Creo Sir Gwilherm de Malderoi, que seria osado et poco prudente, si dijeraos con quien cenaremsos en no tardar. Disfrutad de la sorpresa, et permitidme disfrutar de la vuestra cara.
El gran momento ha llegado. El banquete con el rey Uther, esta próximo. Unos cuantos caballeros, cortesanos y damas, algunos del sequito del propio rey, esperan cerca de la mesa, la orden, más bien el gesto del Rey Uther de sentarse a la mesa. Contemplais también con gusto, que junto al rey, se halla el príncipe Madoc, heredero del Pendragón. Parecen hablar de sus cosas y dar tiempo al resto de comensales a que se acomoden en la sala. Todos los de la sala estan en pie.
El caballero que os acompaña os presentará al rey.
Tirad cortesía +3 a ver si sois capaces de comportaros correctamente ante los que están en ese salón, antes de comilonas y bailes.
El éxito os da la marca y +10 de gloria.
QUEDA PENDIENTE ESTO
Reuniros, conocer y hablar con tan ilustres personajes, os otorga 2d20+20 puntos de gloria
Una vez más me esfuerzo en recordar las normas de cortesía a guardar entre tantos caballeros y notables. Y una vez más presiento que no lo estoy haciendo tan bien como debiese. Además la presencia del Rey aún me hace perder con más facilidad la concentración y aumentar mi nerviosismo. Opto por seguir los pasos y actitudes de mi primo confiando en su mayor experiencia. Si Cimrud no hubiese marchado de vuelta a sus tierras y estubiese aquí lo imitaría como su reflejo en un lago... me lo imagino mirándome de forma reprobatoria ante cada falta que cometo. Sólo me resta esperar a pasar desapercibido entre los presentes, por más que me pese.
Motivo: cortesía
Tirada: 1d20
Dificultad: 8-
Resultado: 19 (Fracaso)
Motivo: cortesía
Tirada: 1d20
Dificultad: 7-
Resultado: 11 (Fracaso)
El caballero que os escolta, os dirige hacia la zona en la que el rey Uther, anda conversando con otros, es de suponer, ilustres caballeros. Solo reconoceis a sir Elad, por ser sir Elad el Mariscal del Condado.
Aquesta zona es la del besamanos et recpeción primera del rey Uther a sus vasallos..
No pudo acabar sir Morphmow la recomendación de prudencia y brevedad , pues nuestros jovenes novatos, y en esta ocasión poco corteses caballeros, enderezaron sin esperar siquiera la más mínima señal del sequito del Rey, para unirse a la recepción intima y privada. No contentos con esta osadia, fruto sin duda de la ignorancia, del impetu, del nervio y del ansia, sir Walter quiso tomar al pie de la letra lo del besamanos y amago con besar la mano al rey Uther, y de no ser por la mirada severa de sir Elad, la evasiva y muy real mano de Sir Uther Pendragon, hubiera sido besada por el caballero sir Walter.
Asi interpreto el fallo de cortesia de ambos, y la casi pifia de sir Walter.
Conscientes todos los alli mirantes, de lo inapropiado del acto besuquero, consideraron prudente y juicioso, olvidar el impetu de ambos caballeros y la torpeza de uno de ellos.
Recompusose la situación de esta manera y forma:
Alteza, aquestos caballeros son mandados por el conde Setzer desde Hertford. Sir Gwilherm de Malderoi y Sir Walter de Lickey Hill.
Acertaron los caballeros esta vez, en guardar silencio tras su presentación, y esperando que sir Uther rompiera el hielo, si es que era ese el parecer del monarca.
Y esto dijo el monarca:
Conde Setzer de Hertford, si. Es un siervo leal, ¿qué se os ofrece desde tan lejos? ¿acaso es esta vuestro primer encargo como caballeros, asomáis como muy jóvenes. Espero que no demasiado, ejejej.
Ahora si que se espera que respondais al rey... y sin besarle las manos, jejeej
Rojo como el sol del atardecer permanezco mudo después de mi metedura de pata. Mejor parecer lelo a ofender a estas personalidades con algún despropósito fruto de mi ignorancia. Espero a que sea mi primo quien exponga nuestra misión al monarca. Me sorprende que mi primo no me haya advertido de mi gañanería, pero no lo culpo, bastante tiene con lidiar con sus modales como apra aconsejarme en los míos. Suspiro aliviado porque al parecer el Rey y su gente han sido benébolos y han hecho como si pasaran por alto mi involuntaria falta de respeto.
Sir Gwilherm, al igual que su primo, no supo bien como actuar. Los nervios y el cansancio le jugaron una mala pasada, y seguro que darían que hablar en la sobremesa. Pero ahora mismo no era consciente de ello, estaba ante el Rey, su Rey. Como en tantas veces que hubiera soñado cuando niño, pero ahora era real y muchas personas dependían de ellos.
Siempre había admirado a la gente de Logres, y ahora el mismísimo Uther Pendragon esperaba a intercambiar palabras con él. Un sudor frío recorría su espalda, debía usar todas sus fuerzas para evitar que se notara el temblor en sus piernas. Debía responder y tenía la garganta más seca que los desiertos de oriente. Respiró hondo.
_ Su Majestad..._ Dijo tratando de ser todo lo solemne que pudo, mientras realizaba una torpe reverencia. _... en verdad tenéis bueno ojo para/con vuestros súbditos. Pues, ésta es sin duda nuestra primera empresa en la corte._ Parecía tomar confianza con cada palabra, pero sabía que debía ser breve. _ Pero el objetivo de la misma, nos ha tocado conocerla por nuestra labor en el campo de batalla. Debido a la presencia de sajones de Essex, en el condado de Hertford... Y por tanto, en las tierras de su Majestad._ Gwilherm quería explicarle que ya había entregado los informes a uno de sus cortesanos, y que esperaría las órdenes de su rey. Pero ya habían empezado con el pie izquierdo y no quería tentar a la suerte. Calló, pues ya había respondido a las preguntas que le había hecho. Seguramente, ya le habrían informado de las cartas y sin duda, no sería él quien le diría al rey a quién tiene o no tiene que impartir órdenes.
Mañana tempus ha, de tratar en la matina, de aquestos et otros temas. El secretario del rey, sus fabra de llamar para hacer la espera.
El acompañante de Uther, sir Elad, (castellano de Vagón y mariscal de condado) os muestra miradas severas que interpretais con buen juicio, como que acabar la charla es lo que se impone.
Un poco más alla, se hayan otros ilustres personajes que a lo mejor, les quereis presentar vuestros respetos.
¿ decidis presentar vuestros respetos al príncipe Madoc, y al conde de Salisbury o preferís sentaros?
No confío en mis buenas maneras ni en que el príncipe o el conde sean tan magnánimos como para tolerar alguna impertinencia o falta de modales por mi parte, como ha hecho el Rey. Si miran en mi dirección me conformo con afirmar mi respecto con una inclinación de cabeza y bajando la mirada en reconocimiento de su autoridad. Prefiero sentarme y dejar hacer a mi primo. Si algunos de estos principales quiere algo de mí muy seguro tengo que sabrán de sobra cómo hacérmelo saber. Voy a concentrarme en la comida, en no ser descortés con nigún comensal y en intentar observar cómo mejorar mis modales... de paso intento reconocer a los presentes que puede que conozca de oídas o de relatos. No en vano es la primera vez que veo la corte de un regente, y por más que me pese no deja de impresionarme.
Motivo: reconocer
Tirada: 1d20
Dificultad: 10-
Resultado: 1 (Exito)
tiro reconocer por si procede...
No quería quitarle importancia al príncipe, pues él sabía lo que era ser invisible por los nobles caballeros cuando se reunían con su padre y el no era mas que un simple escudero. Y éste era el heredero de la corona, así que aunque quería huir con su primo a la seguridad de las mesas, hizo acopio de valor y se dirigió hacía aquellos hombres.
_Mi señor Madoc... Señor Conde..._ Dijo mientras inclinaba la cabeza con la mano diestra en el corazón. _ Soy Sir Gwilherm de Malderoi, caballero vasallo del Conde Setzer a quien represento. Sólo quería dar la gracias a su alteza, por su generosa acogida en nuestra imprevista llegada. Es todo un honor poder compartir estancia con la familia real e ilustres caballeros._ De nuevo, inclinó la cabeza en señal de reverencia y esperó por si tuvieran algo que decir, si no fuera así se retiraría sin dar la espalda, hacia el lugar que había elegido Walter para despachar la cena.
Debo recordar a Walter que nada de vino para nosotros, sólamente en brindis y aguado. Y comer con frugalidad. Bastante torpeza hemos demostrado ya.
Sir Walter nos e acerca a la mesa del principe, pero reconoce sin problemas al propio principe, a sir Elad( mariscal), y al conde de Vagon, sir Roderick.
El que si se acerca el sir Gwilherm, tras presentarse recibe esta charla del propio Principe:
Por la distancia, hare participe tambien a sir Walter de la charla.