Partida Rol por web

Acabareis la jornada en Silchester, condado limítrofe con Salisbury, con duque y no conde, y con buenas relaciones tradicionalmente con sus vecinos de Salisbury.

No está muy frecuentado este camino, pero no obstante os cruzáis con campesinos y viajantes, que cabizbajos os saludan con temor y respeto.

 No andáis muy lejos de la capital del ducado de Silchester, dominios del duque Ulfius.

Llegasteis a Silchester, y algo de noche había caído sobre vosotros. El final del apresurado viaje está cercano.  En unas etapas más lo habréis logrado, si no hay percances de por medio.

Una vez más, y ojala no sea la única, os adentráis en el castillo del señor de la ciudad de Silchester, sin mayor problema ni percance.

En el patio veis soldadesca pero nada de caballeros con los que intimar. La noche parece haberlos dejado en sus aposentos. No hay caballeros por aquí. Asi que tratais de vuestros temas con el encargado del castillo, un cortesano autorizado para tales cosas.

Se os informa que todos han salido, pero no sabe, o eso dice hacia donde ni con qué tarea.

Asi que no hay tiradas de intrigar ni rumores ni posible mejoras en las habilidades.

Me extraña bastante la ausencia del duque y sus caballeros. Especialmente porque la soldadesca no está movilizada. ¿dónde puede marchar el duque con sus caballeros dejando sus soldados atrás? ¿por qué el cortesano que nos atiende no puede darnos razón de su asuencia? Imagino que al menos debería saber la duración de su ausencia a tenor de los preparativos. Me extraña la ausencia del señor del castillo sin dejar instrucciones por básicas que sean. Me atrevo a inquerir: ¿No tiene el señor Duque esposa o hijos a quienes presentemos nuestros respetos y agradezcamos el hospedaje? A mi cabeza han venido los rumores de la oposición que algunos nobles presentan a Uther... pudiera ser que estos caballeros hayan partido a alguna negociación secreta... o quizá imagino demasiado debido a lo tranquilo del viaje y busco desafíos donde no los hay...

Nunca habeis visto en el persona al duque , ni a su familia, que vosotros sepais.

No es tan raro que el duque o conde, no se encuentre en la residencia ( castillo) habitual. A menudo tiene que viajar por cosas de su condado o ducado por otros señorios. Cuando esto sucede, a veces se llevan a la familia, como parece que es el caso. La compañia que lo acompaña y escolta no es pequeña, quedando  en este caso en el castillo una minima representación de soldados y cortesanos.

Al parecer caballeros amigos, ser pocos en numero y no haber ninguna amenaza cercana, se ha ejercido con vosotros la hospitalidad y se os ha permitido hacer noche. Obviamente sois intrusos y estais discretamente vigilados y vuestros movimientos restringidos.

En ese caso me guardo mis sospechas... pero no puedo evitar andarme con recelo hasta abandonar el castillo.

La residencia del Duque estaba custodiada por sus soldados y velada por su castellano. El camino había sido duro y la noche estaba ya echada encima. Así que, después de despachar los informes y dar las gracias al castellano, y sobretodo sospechando que a éste último se le había ordenado no soltar prenda, los caballeros se retiraron a sus alcobas a descansar.

Walter parecía nervioso o quizás receloso por la situación, en cualquier caso, di gracias a Dios por tenerle a mi lado. _Mas sobrevive el gamo por cauto, que por veloz..._ Las palabras de su anciano padre resonaban en su cabeza, como el eco de una cueva.

Desde su habitación Sir Gwilherm, observa las murallas, la disposición de la torre del homenaje, los cuarteles y las cuadras. Como si tratase de crear un cuadro mental. Quizás en un futuro, si Dios quiere, el también dispondrá de una fortaleza. O incluso, quién sabe, un título nobiliario. 

Al día siguiente, tras la misa de maitines, los vasayos del Conde Setze pusieron rumbo a su siguiente destino. Levcomagus.